vivo caminando una cordillera de sueños,
bordeando y sorteando aquello que no deseo,
aquello que no te deseo,
porque siempre he sido el teequivocas,
el siemprelacagas,
el buenamante de los malosmodos,
y aunque me han dicho amor,
y ha sido honesto,
a veces no he creído, a veces no he querido,
y las duras que duelen cuando maduras,
son las promesas que no supe mentener.
vivo caminando en el valle de los muertos,
de los amoresmuertos,
de los idealesmuertos,
de los asesinados,
de mis asesinadas,
y la que ya nunca apareció.
a veces me hago mi enemigo,
y en esos días es difícil abrazar
la belleza y su intermitente inmensidad,
estoy cansado de pedir disculpas,
incluso de algunas culpas que no me pertenecen,
de las cosas que no supe decir que no,
de algunas que dije, va, si.
Pero no basta con cerrar los ojos y decir, estoy cansado.
he errado en lo correcto,
mis modos nunca han sido prudentes
y mi palabra aunque afilada no siempre acertó en la diana.
dejé la pluma y la letra intacta,
para poder leerla y tragarme mis palabras,
no siempre fueron del ácido que se esperaba,
pero casi irónico que solo de las más dulces me arrepiento,
porque esos sentires eran ciertos,
y releer me hace ver que creé un panteón de palabras,
de amor,
de las que soy el único que sigue llevando flores.
también entiendo en esa parte que participo en ser constante,
porque me acerqué, y me cerqué en ideales que están dos pasos más allá,
de lo que puedo dar.
también me pude enamorar de dulces creativos fantasmas,
puse en nombres ilusiones
y me dediqué a amar.
mis amigos dejaron de creer en mis letras,
mis amantes se cansaron de esperarlas,
mis sonidos se hicieron huecos,
en los recovecos de las alcobas que habité,
de las que pude huir.
no siempre he sido un paria,
antes de abrazar ese destino en realidad tuve sueños y deseos,
de los que yo quería habitar
habité algunas felicidades propias,
me adueñé de algunas antes y hasta llegar el cansancio.
habitante pasajero,
dueño de la soledad,
caminante de brújula imantada,
sin saber adónde ir,
el intenso,
el fraterno,
el que ya no quiere discutir,
si,
a
todo.
tiempo no me falta,
vida ya me sobra,
para que siga ésta obra de vivir.