lunes, 16 de noviembre de 2020

Asma

 



En mi cuerpo todo tiene que ver con el viento,
y algunos elementos acuñados,
entre la andanza y la danza de respiros,
suspiros y exhalaciones,
así,
tengo la costumbre de soplar al agua antes de beberla,
de soplar al café antes del sorbo,
de inhalar fuerte antes de cometer un acto de esos pendejos,
que outros han llamado valentías,
y así, costumbres de viento,
me digo respira,
cuando vienen las ganas del llanto,
o para evitar la euforia,
antes de desenvainar los puños,
para darme calma,
valor,
todo viene a mi con el viento te digo.

te vi,
buscando sin buscarte,
y otros elementos te digo,
hay quienes dicen que antes de un terremoto se escucha un crujido,
y quizá fue algo debajo de mi, 
o en mis piernas,
o en el pecho,
quizá no tenga importancia dónde,
respiré profundo,
caminé como un borracho que llega a casa,
apelando a su capacidad para hacerse increíblemente pendejo.

respiré profundo,
no sabía,
pero sentía,
que iba a ser un último respiro,
uno de los verdaderos en mucho,
porque desde la lejanía el aire no me sabe igual,
el humo,
 el olor a mandarina,
 o canela,
el olor a nada me sabe,
y siento como cuando el asma de niño,
o ese respirar entrecortado cuando se trata de contener el llanto,
así siento el aire,
no denso,
ni ligero,
y aunque corre bonito,
no ha dejado de faltarme.

y mis bellos se hicieron estalagmitas,
como si la piel buscara huir de mi,
algo de mi se arrebata,
tus ojos de obsidiana,
y todas las imágenes que te construyen dentro de mi,
y que dices que no son tu,
ni tu piel,
ni tu cuerpo,
ni tu también nervio,
ni tu cómo me miras,
ni tu idea,
no,
saberte tan terrena,
me hace querer echar en mi la tierra toda.

no diré flor para alabar la flor,
qué pienso mente y dices lucha,
eso que si eres y que está fuera de lo que no elegiste,
porque elegiste el camino duro,
y lo sabes andar,
que cada día el café te quedaba más rico,
que aprendes tan rápido que me quedo lento,
que vas-vives-sueñas utopías,
y que apenas me estoy quitando mi marasmo,
y no sé,
ni qué,
solo sé que mi costumbre es respirar,
y desde ayer todo éste vasto viento me sabe a asma.

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