sábado, 30 de noviembre de 2013

Otro poco

Aun te vas escondiendo entre los rostros callejeros,
Te voy buscando para no verte,
El amor se esconde en los receuerdos de la mañana,
En mi café y cigarro desayuno,
Te escondes en diciembre en el sudor de la ventana,
Te escondes de sueter rojo cuando te confudo,
Tomada de la mano de un fulano.


Te escondes terremoto,
temor habitual del descobijo,
para caer lento y violento
sobre el almohadón hojarasca de diciembre
te escondes discreta en mi ceguera,
También en los dulces cantos de las aves en invierno.


Y cuando te veo no eres tu
eres otra,
eres la que se esconde en los rosotros de la calle,
Ya no eres más tu que en mi memoria lisa,
Terciopelo tibio,
 que esconde la pasta rugosa del olvido.


Y te seguiré encontrando
mientras te quiera a escondidas,
 y te seguiré, te seguiré...

Con el duelo inconcluso,
te seguiré unos días,
Quizá otro poco.





     
              

viernes, 22 de noviembre de 2013

café

preparé café,
mi cama es una tumba,
mis manos frías,
vienes a invadirme de flores
 de flores,
                                        de flores.
ven,

preparé café.

no sé si esperarte
a ti,
que en mil no fuiste una,
que con nostalgia te escribo,
y no sé si esperarte.

sorbo el café
empuño un cigarro
y soy un esclavo
del tiempo
para ti que no llegas
y por hoy que veo el agotado amanecer,
cuando los amaneceres se cansan,
solo hay fantasmas,
exhaustos.

a veces la noche te trae en vendaval,
perfumes de jazmín, esencia de naranjo y tulipanes,
hueles a vainilla.

con la piel canela,
 vainilla,
 cardamomo,
chocolate y café,
es en todas tus ausencias,
en todas tus presencias que no disfruto,
ésta liquida mañana que liquida.

me ausenté de los besos estando ahí,
huí siempre antes del alba
y lo sabes,
nunca me despido,
por eso,
sigo intransigente,
cautivo,
de ésta cálida sensación de soledad en los ojos

la única despedida fue eterna,
plagado de buenas noticias también venía la tuya,
te fuiste, desapareciste
cerraste los ojos.

dime como,
¿cómo amar a un furibundo dios?
dime como,
¿perdonar a ese puto qué te arrebata lo que amas en un parpadeo?
explícame, de qué sirve éste dolor,
que va acarreando más y más,
sin resolverme me disuelvo,
cada día más solo,
la crema del café se enfría y no llegas,
y no llegas, no llegaste.

pido que los días te iluminen,
que las noches no sean ciegas,
a ti que despegas,
para no volver.

pero aún así lo digo,
ven,
preparé café.







domingo, 10 de noviembre de 2013

ayer noche


quisiera que estuvieras aquí ésta noche,
pero solo ésta noche,
que preparé chocolate
 que lo bebo con  cigarro y pluma,
sobre el libro de Vallejo,
en el balcón.

podríamos prepararlo,
sobre la mirilla de nuevo amanecer,
sobre las cenizas de la hojarasca,
el chocolate sabe bien con nostalgias,
pero cuando estás se acaban
el chocolate es:
néctar.

podría cocinarse en resumen sobre las heridas,
pero estas no dan calor cuando cierran,
tampoco frío, no me malentiendas,
no sé si dan alguna intensidad térmica es más,
pero se siente armonía de ver una cerrdas cicatrices,
decir ya pasó, seguir andando.


ayer noche tus labios me obsequiaron armonía,
que me regalas fuego
y de nuevo, vuelvo a andar.


la Hojarasca

Huele a Humo
y me dijeron,
que todos los caminos
son de humo,
en la calle queman hojarasca,
se acaban los restos del otoño,
la pira fúnebre de los recuerdos se mira,
sin atisbo
          ni  elegancia,
se mira como el polvo que hay que quitar
es un rito quemar las hojas de otoño,
como las viejas libretas,
como los viejos acuerdos.




viernes, 8 de noviembre de 2013

Flores

amortajados amantes de amapolas,
pupila de perro, de caballo.
de cabellera corta, blanca y de ceniza,
joven sauce de melancolía.

por cada media luna oscura en la taza,
vuelves, vuelas, velas,
con recuerdos de espiga,
plafón de heraldo negro,
siempre me enseñaron el amor de la vida,
pero ésta me escupe se ensaña,
a mi la muerte me ama,
me enseña,
por siempre,
los pasajeros parasiempres.

Media luz

por cada media luna en la taza,
en el fondo del vaso,
en el océano de tajo,
he soñado.

por cada tibio arropo de mar,
el aire es ajuar,
en el fondo.
seguimos en un espejo de dientes,
colmillos,
en la carne
el cuello,
el sello pactado de siempre.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Ven

a veces vuelo,
pocas veces,
suelo ser mortal en duelo,
a veces, créelo, 
me veo  tan contigo como con mis manos,
a veces suelo,
cuando ese atisbo esperanza me lo arrancas,
con los labios,
con palabras.

puedo ver tus ojos,
brillan, sé que brillan cuando me miras,
o quiero creer que también brillan,
así cuando te veo.

puedo leerte desnuda 
puedes abrazar y ser cura,
puedes ser.

la situación es,
vagamos en un mar de indecisiones,
de fracciones y fractales,
de temores normales,
o espero lo sean.

quiero brillar tus ojos,
deshacerme quedito en tu oído,
suspirarte en el hombro por la espalda,
con mi barba cosquillas con mi mano en tu vientre,
anda, atrévete y abre la puerta,
invítame lento a bailar.

no soy promesa de futuro, 
a duras penas tengo presente,
pero si yo fuera, si yo fuera,
si no fuera fiera que se adormece,
sin pesar y sin pensar mansamente me confieso,
una caricia en la oreja y todo es magia,
puedo dormir solo con caricias,
te diré que son las diez,
y desde ayer antes del zenit que no duermo.

me mostraré desnudo solo dime,
que en tu cercanía también me arropas,
para que estemos juntos ser presente,
con duras penas sin pasado, 
no es pesado lo que pasa,
si no lo que no pasa es lo que pesa.

ven. 






domingo, 3 de noviembre de 2013

Hielo

entre sus senos baldíos,
entre su delta desierto,
entre sus manos me hallé,
me perdí como el único jazmín de ésta noche.

solo.
entre su vientre de pluma,
con ligereza de garza,
con el amor que duele
y se sufre,
solo


estás en Oaxaca,
yo en la cloaca de siempre,
estás en día de muertos lejos,
y yo lloro quedito a mis muertos,
tu ausente presencia,
todas mis soledades.

viernes, 1 de noviembre de 2013

libertad naranja



puedo decirlo sin pausas,
ahora que el dolor de cabeza me agota,
y sobre la ropa limpia hay un mar de respuestas,
puedo decirlo intacto, sin tacto, sin pactos,
así que lo diré sin preámbulo ni sonrisa,
sin ángulo discreto, sin odio:

Te quiero.

y seré más específico,
te quiero así,
distante,
 como a una vieja amante que fue luna,
luz y sombra,
lo fue todo y casi nada,
lo,
          fue.


te quiero,
           tan lejos
como el mismo coraje al verte,
          que me provoca verte,
que me asfixia,
      agota mi suerte saberme atado,
 al sexo de flor que fuimos,
    germinar  de una amapola de mortífera a morfina,
tan hermoso tocarte y tan destructivo,
te quiero como la cocaína en mi sangre,
como saberte resaca,
como saberte culpa,
como saberte inmaculada y puta,
pura sacrosanta, casta.

 sin nostalgia, sin hubiera,
sin métrica ni asfixia,
así, te quiero por no quererte,
por transferencia.

te quiero lastre y ancla,
justificas mi anhelo de irme,
de quedarme.

así:

con tu coraje imbécil,
con tu amor de odio,
con todo tu resentimiento,
          el  justificado,
y por sobre todo el injustificado,
así,
 hoy que soy abstemio,
te quiero, te anhelo, te busco.
pero igual que los chochos,
las pastas, los quesos,
la jeringa y la roca,
te quiero idea de placer brutal
que me destruye,
 en otros rostros donde te busco,
y me alivia verte besando otros labios,
para saber que no pertenecemos al mismo cielo,
ni al mismo submundo,
que mi duelo te escupe como tu a mi.

dolorosamente me admito que te quiero,
y ésta catarsis es para sacarte,
cada día un poco
y así un poco más.

te contaré mi plan:
te escribo,
pero no te escribo,
no te escribo huyendo sin camisa,
no te escribo desde el dolor que provocas,
no desde el ego.

te escribo siempre para sacarte,
te escribo ocio recurrente,
te escribo catarsis,
sin querer hacerlo,
por necesidad y sin gusto,

no te escribo cuando me prohibiste ver a mi hijo,
ni cuando lograste que mi familia fuera mi espada
y la tuya mi pared

tampoco en tu rostro que tiene temple al mentir,
 te escribo hoy, que quiero a alguien
y ya me cansé de quererte y de odiarte,
sencillamente me cansé.

                                                      última nota en tinta
                                       de la libreta naranja, sepultada.
                                                                             eneros














 me enamoré del río y de la calma, del sudor fresco que destilan mis albañiles, del café, de la fruta, de mis hijos. me enamoré de éstas roc...