martes, 21 de agosto de 2018

Otredad



he deambulado por las calles de la ciudad con una suerte de fantasma, que se suma a la horda inanimada, inexpresiva. lo digo así, porque tengo una especie de nostalgia prematura por  mi ciudad, por querer ver a mi compañera y su vientre curvo, contenedor continente de mi hija, quien me hace replantearme el mundo desde las limitantes que tendrá por ser mujer.

pensándolo a profundidad siempre me sentí como extranjero, estoy aprendiendo en una clase a ser parte de la otredad y entenderla. y tiene un preámbulo, ser el privilegiado en el barrio, que si bien no ostento más riqueza que mis experiencias, la vida me ha dado la fortuna de tener una madre trabajadora y amorosa, a veces rayando en lo obsesivo, cosa que he adquirido con mi trabajo.

Ganarme mi lugar en mis círculos cercanos, no fue un camino sencillo,  darme el cerrón, no rajarme y tirar putazos imberbes pero certeros que me ganaron mi lugar de paria, no fue fácil, suelo tener muchos miedos.

ser el mocoso de barrio que conoció a Benedetti en una tarjeta de 14 de febrero que nunca di y que conservé mucho tiempo. en la secundaría tuve una fascinación con Taibo II y su belascoarán, si bien no leí en ese periodo lo que en un país primermundista se esperaría, si más que el promedio de mis compañeros, que defintivamente tenían otras prioridades.

 tarde entendí sobre el hambre y terminé de comprenderlo mucho después de ello, podía ver a mis compañeros que no tenían más espectativa del mundo (y que aún admiro) que rayaban muros, que bailaban break, que marcaban territorio, podía verlos violentos y tímidos con su llanto, tan real como la madriza que le metió su mamá a uno por adoptar a un perro, al que abandonó su padre, a la timidez de una compañera violada, a la que murió su padre y en clase de física fue notificada, a las tantas historias que no quisiera omitir en mi mente y entendí también algo sobre el dolor y como te hermana, fui parte importante de mi secundaria. una vez tomamos la escuela para que un grupo de segundo año fuera cambiado de una ratonera sin ventanas, a un salón más digno y casi me agarro a golpes con el director.

extranjero te digo, con privilegios, mi piel vainilla me ha dado un punto medio en mi relación al clasismo en que me desarrollé, entre el indio, el feto, bogart, curro, entre muchos apodos despectivos que son el pan del día del país, tuve la fortuna de ser Eka, siempre Eka.

otredad, en la secundaria fui el hijo de la maestra que más de una vez se calló el abuso, que más de una vez solapó, el que no tira la sopa, el que aguanta vara y no fue gratis, siempre he creído en la lealtad a la amistad, con el tiempo, a la lealtad a una amistad por el tiempo que dure.

en mi primer primer semestre de preparatoria, en la que fui con honores derrotado academicamente, con seis materias reprobadas, y un seis en inglés, después haber salido de la secundaria con un promedio mayor a nueve. nunca me adapté a esa prepa y tampoco a las siguientes, ni el aliciente del alcohol ni, mi desfase de haber entrado en la primaria un año antes de lo estipulado.

Encajar, ¿porqué chingados tuve esa necesidad jodida de ser parte? de no sentirme solo, fragmentado, ajeno, no lo sé, podría decir frases domingueras  "El hombre es social por naturaleza", fui perdiendo capacidades a través de mi adicción que adquirí también con 32 faltas en matemáticas de mi primer primer semestre a los 14 años, y si lo digo mi primera experiencia con la mota fue a los 13 años, no me gustó.

así y asa  en la universidad entre los compañeros al que le gustaba el hip-hop banquetero, y no lo indie mainstream, el que usaba los pantalones anchos a media nalga, mucho es de mi propio imaginario, me acogieron y me protegieron y les tengo una infinita gratitud. tenía el desfase emocional de sentirme ajeno, tenía un par de meses de haber empezado a estudiar foto, unas semanas de haber salido de mi primer internamiento.

en el anexo igual fui discriminado, como en mis inicios en el barrio, sobajado, pendejeado, el siempreteequivocas, el que no sabe vivir, y agradezco eso, me hicieron fuerte muy a su jodida manera me forjaron y sé que la foto de calle que ahora realizo es por ese dolor que hermana, desde el más vanguardista pintor de brocha gorda, al vendedor de pollo que ama a su esposa con la gratitud de salvadora, hasta el godín armani, déspota y culero que no sabe manejar emocionalmente una ruptura amorosa en sábado por la noche. vi morir a muchos de mis compañeros, suicidios dolorosos, descuartizados embolsados, halcones kamikaze, los más dulces borrachos de banqueta que murieron solos de frío en una recaída. el dolor hermana y también segrega, si he de añadir, con ellos aprendí mucho de antiética, del antihéroe de doble moral. y les agradezco, desde los que no creyeron en mi, hasta los que poco a poco lo fueron haciendo, me separé de ellos, al verlos uno a uno ir cayendo de nuevo, a diez años sobrio me han enseñado más mis muertos que los ejemplos vivos de sobriedad.

ajeno, te digo.


 la ciudad ha sido benévola conmigo, mucho, y trato de habituarme a las dinámicas cotidianas, el empujón, el ensardinamiento, el individualismo, sigo maravillado de cada persona, del cantante del vagón, del vendedor de barbacoa, de los hombres que aprovechan los vagones solitarios para poder amarse en público, adaptarme, para si no ser admitido, si pasar desapercibido.


Otredad te digo, en mi grupo somos ocho mujeres y yo, ser invisibilizado, al referirse a nosotras me ha dado una perspectiva privilegiada, porqué sé que sigo siendo privilegiado, y no logro sentir una opinión sobre la inclusividad. desfase, nunca había visto tantos Güeros juntos, no había vivido la exclusión desde éste punto y si bien sé que a éstas alturas los juicios no me joden tanto como mis propios prejuicios, sigo sin entender éste proceso.

en casa, la que hoy llamo casa, vivo con un Belga y un Cubano, que me hermanan y enseñan de su vida con su forma de comportarse en el mundo. que me hermanan, en la digna nostalgia de no estar en el lugar que me vio nacer, aunque yo esté a cuatro horas y media del vientre que llamo hogar.





kay




hemos decidido llamarte kaylani
y empezamos a buscar las opciones de tu cuna,
soy tu padre
y me nombraron como el viento,
y te traigo la brisa matinal de los veranos.

te ando construyendo un ropa con palabras,
para que llegues con una amorosa vestimenta,
calientita y cómoda,
te regalo lo que soy,
te regalo lo que doy.

he tenido éste amor contenido,
a la vida y sus amaneceres,
renacer-es pensarte cada noche.


has llegado a cuestionarme sobre el mundo,
y ni siquiera me he prendado a tus deditos,
solo sé que llegas de hacerle el amor a la vida
y tu madre ya nos construyó un hogar.

quiero jugar a imaginar un mundo nuevo,
cargarte y dormirte entre mis brazos,
vienes a complementar lo ya casi perfecto,
y me das la oportunidad de despedirme,
de esos futuros que no necesité.

martes, 14 de agosto de 2018

tercer día




He despertado por quinta vez, el sol de mañana da su calor matinal, va incinerando la humedad nocturna dando paso al olor matinal de la ciudad, casi imperceptible. desorientado, similar al moneto en que despues en la siesta vespertina te despierta el silencio y la oscuridad.

he tenido pesadillas, cinco de ellas. "Enfoca un punto" ha sido mi mantra para combatir el miedo de estar en un loop de sueños. apoyo mis manos sobre las rodillas, en mis hombros siento el ardor de éste sol. el respaldo del sofá cama rojo al que he decidido no desdoblar me cubre las primeras horas de la luz, he preferido no desdoblar el sillón, irónico, solía amar la poética de una cama para mi, ahora, tengo un vacío en el insmonio y los sueños, en los despertares.

Ésta ciudad me ha recibido espléndida, encuentros mágicos, recorridos que me siguen maravillando. he disfrutado el subir a un autobús que hace ver a los jugadores de grand theft auto ser proclives amateurs, magos que hace volar mesas entre barranca del muerto y el rosario con admirable equilibrio, amantes en bicicleta, vendedores de cine de arte en el Metro, chicles, lámparas, burbujas que vienen y van con el viento de la boca de un niño, señores molestos por esas mismas plásticas burbujas que les ensucian las solapas, un ticket para bellas artes, obsequio de un desconocido, amantes que se besan, de todos colores, géneros.

 personas como un muro de la muerte en un slam, que en esa sincronía perfecta no se tocan. un quítate pendejo por aquí al que no pone enfrente su mochila en el vagón, la sonrisa de una señora cuyo pelo me recuerda al de mi abuela, agradeciendo el asiento. ganas de mear, infinitas ganas de mear, frío, hambre, barras de a 3 x10, hombres que no te vienen a robar, te vienen a pedir amablemente una moneda. caras ausentes, en las noches, maquillaje en las mañanas, puestos de todo, tacos de canasta. te digo, la ciudad me ha recibido de forma magnífica, cuida tu cartera aquí y no saques tu celular allá.

no entiendo, te lo juro que no entiendo, debe ser el embarazo, o la sensación de estar (al fin) logrando algo, la fortuna me sonríe por hoy y uno que está habituado al pesimismo patológico, al optimismo lúgubre y determinante, a la felicidad como una trampa, te lo juro que no entiendo éstas incesantes ganas de llorar.

Y es hora, de encaminarme al metro y aprender.






arrullos





tu sonrisa es la hermosa curvatura del mundo,
hice pactos kamikaze,
abrazos seductores a la muerte,
he caído y he rodado, 
ahora solo sé 
que me has enseñado a hacer acuerdos
y que al leerme
me lees,
en braile y en mi espalda.


pude seguir siendo el enigma,
el crucigrama que pierde sentido al descifrarse,
pero te quedaste
y le hemos hecho el amor a la vida,
me hiciste a un lado la muerte,
me quitaste el polvo con impasividad tormenta,
y me abrazas
y abrasas.

hoy me das el valor desde el vientre,
el mar y su viento te habitan 
y me regalas la oportunidad 
de ver 
cada día como un renacer.


huiste medio país,
para saber que te sigo
y podría recorrer más de un océano, 
levitando,
porque si bien sé caer,
sé volar,
y con un soplido eres el motor del viento.


y sé
que la curvatura del mundo, 
tu sonrisa y tus manos,
me recibirán,
radiantes de primavera,
repeliendo el insomnio,
devolviendo la vida.


hay un fragmento de mundo que nos separa,
y lo he visto maravillado,
pero ni las reglas rectas,
ni los escritorios fúnebres,
ni las oficinas cuadradas,
ni las calles,
crean una distancia imprudente para no soñarte.


he viajado con tu cabello en mis manos,
como un escapulario que teje atrapa sueños,
no he podido dormir bien,
recorriendo y dibujando tu boca.

eres diosa eres musa,
eres agua,
eres sexo 
vida, cuerpo, viento, 
arrollo que arrulla,
que por hoy me lleva dentro.
eres amor desde que abres la boca,
y no entendía lo mucho que te espero.

pero hoy,
que espero verte, 
y espero la noche para poder marcarte,
 todo tiene sentido.







domingo, 12 de agosto de 2018

Arrive



la ciudad de México, gran carga de nombre para una ciudad, puedo admirarla desde la ventana de un quinto piso, un consultorio dental, departamentos, casas. el humo sale de mi nariz y nunca había visto tan maravillado un fragmento de mundo.

fui aceptado como becario en un programa en la Ibero, sigo dudoso de si podré con tal paquete, pero es algo que quiero lograr, tengo una mezcla de orgullo y miedo, la ciudad de México, una ventana que me deja ver en la noche de domingo al monstruo a los ojos y los esquivo, solo le veo la boca, maravillado te digo, como el cervatillo que ve fascinado a su predador.

he estado viajando durante varias semanas, xalapa, playa del carmen, acayucan, xalapa, CDMX, xalapa, CDMX al fin, para concretar mi estadía entre viajes y sillones, camas nuevas y asientos de autobús.

He estado en prensa itinerantemente desde hace años ahora tengo la oportunidad de profesionalizar mi labor, y sigo dudosos de si es el camino que quiero. en Xalapa,  Veracruz, en el mundo en general es una labor bastante riesgosa si lo asumes con cierta ética, o antiética si es el caso, pareciese que lo normal es rentar la pluma y los ojos, debo admitirlo a ésta altura quinto piso, que he hallado buenos amigos, los mejores, uno de ellos quien me hospedará éstos meses.

ver a tus amigos morir no es algo que se pueda describir facilmente, y me sigo cuestionando porqué es el camino que me llama, el riesgo en si es un predador al que ves fascinado, pero no es por lo que lo hago, ¿Ego? sé que he llegado a un nivel fotográfico que me satisface, pero no termina de llenarme el no concretar los proyectos.

el primer recuerdo que tengo de ésta ciudad es la entrada al metro supongo San Lázaro, aún no abrían las puertas, con mi madre y hermano llegamos de madrugada, supongo dormí todo el viaje. en ese entonces en Xalapa no había edificios o al menos no que yo recuerde, ninguno como los que me atraparon en ésta ciudad que se hace gris con el smog.

un monstruo que no se apaga, como el escurridizo cigarro que me quema los dedos, que se fuma y esfuma, que termina acribillado en un cenicero.



 me enamoré del río y de la calma, del sudor fresco que destilan mis albañiles, del café, de la fruta, de mis hijos. me enamoré de éstas roc...