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viernes, 22 de julio de 2011



        1 "te traje flores marchitas" del mismo color de la esperanza... le dije  en un intento de luchar, aún por las palabras que  quedaban en el aire dispersas. la flor, no hacía más que sentarse en la imaginación, mientras el dialogo de lo que podría suceder se asomaba discreto.


2  Rosa, no hacía más qué perderse, en la ventana de su cuarto, que daba al árbol de limón... el noticiero sonaba. y mientras ella bordaba constantemente, las lagrimas condensadas, y amargas siempre se escondían tras sus ojos, algo, como un lago verdoso, siempre me enigmarón los ojos de mi madre, nunca los entendí...

3 digamos que se llama flor, y qué no la pienso todo el tiempo,  que su nombre no le huye, por que ella está siempre inquieta y éste nunca la alcanza, mintamos pues, y diré que no se  me antoja estar enamorado de ella, qué es casi tan horrenda que no puede ser más que mirada a los ojos....


4 es un autosabotaje, sin embargo he demostrado que me he levantado cuando me caigo, decía a la pared, con mapas de moho, con una carretera de hormigas...

aún quisiera conservar un beso adolescente, que no  éste sepultado, en un baúl, con el mínimo de esperanza, cómo una rosa de papel, con manchas alegres de no ser vista...

podría tener más que miedo a la gente, pero sigo encerrado, y el sillón del que se asoma un bambú, sigue azotándome a diario.



                                                                                                                                  Milan Soiré

 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...