jueves, 15 de agosto de 2019

para Raul Talamantes




a modo de carta no te he dado el espacio en mi letra,
pero en mi mente te tengo siempre,
si he de reconocer,
en tu temple,
en lo mucho que la vida te ha jodido,
en lo que has hecho con ello,
en lo que ni te das cuenta,
si te reconozco me reconozco en ti como un espejo,
en tu enseñanza de maestro.


no te das cuenta,
lo triste es que no te das cuenta,
de tu propio andar,
de tu búsqueda de soledades
y tu aprender a cohabitar el tiempo,
de lo que has roto con lo que forjaron de ti,
de lo que has sembrado en esas rupturas en que te permites,
creer,
crecer,
volar,
no te das cuenta en mi que me permites,
en que te prometí no abandonarme
en momentos quebrados,
pero sin fisuras.


en momentos que estabas quebrado,
que no te hallabas
y quizá no ta halles aún,
pero me enseñaste del odio y del llanto,
a transformar en canto el dolor,
un espacio de libertad,
apara gobernar sobre mi.

me enseñaste a besar a mis amigos,
a romper mis paradigmas de ser un hombre,
a cuestionarme,
sin entenderlo y no lo sabes,
me permites un espacio fuera de juicios,
de fraternidad,
de solidaridad,
sin entenderlo y no lo sabes,
me enseñas con tu sola presencia,
lo que es mantenerse en pie,
quizá más por costumbre que por voluntad,
pero esa pequeña costumbre es necesaria,
para voltear la moneda
y leer,
que ésto también pasará.


sé que son momentos duros,
que la vida nos jodió,
y vaya que si supo como,
te tengo tierno cocinando,
en casa de Shan con amor para nosotros,
y te conservo,
como un mantra
y te deseo,
que llegue la calma,
que esa libertad del alba,
te encuentre el respirar en cada renacer,
porque mereces bella vida,
descansar de tus castigos autoimpuestos,
de tu exiliarte de tu verso,
porque mereces la tranquilidad de éste día que me regalas,
al prometerte el nunca abandonarme.

gracias por el amor compañero,
por el abrazo que es un pasajero,
por dedicarme adoraciones,
y porque yo te adoro,
de ese dorado en aura que si vale,
el espacio en libertad que es amarte,
con tu delicada imperfección de lo perfecto que es tu ser.

























para el noty




si he sentido la muerte en momentos precisos,
he buscado la paz en los indecisos,
si te he querido reconocer,
no es por recorrer,
a contracorriente,
es por buscar derrumbar el poseer,
privilegiar el ser,
el aprender,
en un mundo que se cae en piezas,
me pusiste un alfil en una igualdad,
y sin quererlo me enseñaste 
a sobreponerme al miedo,
en ésta vida que es un hermoso siniestro de casualidades,
de éste caos de estrellas y galaxias,
en la que lo aparente de lo inherente
de lo inconstante e inclemente del tiempo,
me enseñaste que lograr es más que poseer,
en tu silencio de tablero,
de concentración,
me enseñas a gritar
a llorar,
a resistir
a ir,
en contra,
a vivir del margen,
a seguir avanti,
cuando dicen que ya todo está perdido,
y reafirmas lo que me enseñó mi abuela,
a luchar
y encontrar contra toda esperanza,
que la espera fantasma de un mundo mejor 
es en si misma, 
la exitosa lucha contra el éxito que dicen.

me enseñas del amor,
de proliferar el amor,
me enseñas a errar
y permitirme dar 
y darme tiempo.

y si la vida nos jode o nos vuelve a joder,
espero poder verte en otra vida compañero,
para seguir andando,
si la vida nos cansa,
siempre serás un emblema,
perfecto,
de lo imperfecto de la humanidad.




y si la vida nos jode,
que ya nos ha jodido varias veces,
te daré otro libro,
otro hombro,
otra trinchera,
porque me enseñaste,
que si bien la vida te ha golpeado duro,
la vida que elegiste te eligió,
por ser digno,
por capaz.

 en éste coincidir,
agradezco tu existencia,
en el reconocer tu valor,
tu esplendor de risa,
 inteligencia,
en tu fuerza de aire,
en tu grito,
he hallado la alegría,
de no saberme solo en éstos caminos bifurcados,
de saberme compañero.


si he de reconocer de entre tus necedades,
la fraternidad,
si he de elegir vivir de nuevo,
he de elegirte como compañero.

he aprendido de tu delicadeza de zorro,
de tu libertad que limita,
en ésta época en que se privilegia poseer
te has levantado para jugar ajedrez,
enseñarme tener y ser dueño de mi tiempo en libertad,
te has levantado con una cerveza en la mano
para brindar en los recuerdos,
los acuerdos de paz
 y diálogo en el mar,
de los que no nos han vencido,
aunque seguimos jodidos.


para Noty,
que me enseña a mantener la sonrisa,
aunque nos hayan quitado los dientes.














martes, 6 de agosto de 2019

de lunas y ausencias.

aléjate de mi,
si no estás dispuesta  a darlo todo,
si hay una máscara,
si no puedes aceptarme,
no puedo más con un amor a medias,
no estoy,
dispuesto,
a perderte en el viento,
y sé que ésta noche no dormiré,
en cada día como un renacer.


he estado en lugares equivocados,
así conocí a mis amigos,
sé que tengo una abrazo solidario,
mi besar a mis amigos,
mi voluntad es lo que ofrezco,
mi aprender diario de amar.


si aún esperas una relación líquida,
tranquila, estaré sin rencores,
sin odio acumulado,
cada vez más viejo,
simplificando tramas complejas,
no entres en mi pecho,
si no decides pulsar.

tengo hambre de palabra,
el cuerpo me alienta a seguir,
del cuerpo,
del sexo,
de la lengua,
como dijo Sabines,
solo la palabra.

anoche me prestaron un libro de Paz,
ya has incidido en mi.

tengo sangre y aliento,
la intensidad del viento.

soy lo que he forjado,
lo que he decidido,
lo que he amado,
y lo que agradezco a mi memoria niña 9 meses de amor absoluto.

soy paciente y no me rompo,
me doblo,
como palmera en la tormenta,
pero no me caigo,
soy esa ave que renace cada día,
que del fuego nace del dolor y el amor.


pero si aceptas mis duelos,
mi volar a ras de suelo,
mi crear arraigo,
 mi crear comunidad,
mi unir,
mi ayudar,
mi sensación de semidios,
mi cuidar siempre,
mis cualidades tiempo,
mi búsqueda a lo eterno,
si aceptas que estoy roto,
mis muchos insomnios,
mis construir un poco,
mi creer,
que puedo hacer,
un mundo mejor y sin rencores,
mi agradecerle a tus amantes por hacerte lo que eres,
mi abrazar,
mi abrasar.

aléjate,
si no es nuestro tiempo,
si tal vez nunca más haya éste chance,
en coincidir,
en incidir.


soy tan complejo y tan completo,
que no podría nunca más a medias,
que nunca querría más medias mitades,
en cuartos menguantes,
de lunas crecientes.













 me enamoré del río y de la calma, del sudor fresco que destilan mis albañiles, del café, de la fruta, de mis hijos. me enamoré de éstas roc...