viernes, 22 de noviembre de 2013

café

preparé café,
mi cama es una tumba,
mis manos frías,
vienes a invadirme de flores
 de flores,
                                        de flores.
ven,

preparé café.

no sé si esperarte
a ti,
que en mil no fuiste una,
que con nostalgia te escribo,
y no sé si esperarte.

sorbo el café
empuño un cigarro
y soy un esclavo
del tiempo
para ti que no llegas
y por hoy que veo el agotado amanecer,
cuando los amaneceres se cansan,
solo hay fantasmas,
exhaustos.

a veces la noche te trae en vendaval,
perfumes de jazmín, esencia de naranjo y tulipanes,
hueles a vainilla.

con la piel canela,
 vainilla,
 cardamomo,
chocolate y café,
es en todas tus ausencias,
en todas tus presencias que no disfruto,
ésta liquida mañana que liquida.

me ausenté de los besos estando ahí,
huí siempre antes del alba
y lo sabes,
nunca me despido,
por eso,
sigo intransigente,
cautivo,
de ésta cálida sensación de soledad en los ojos

la única despedida fue eterna,
plagado de buenas noticias también venía la tuya,
te fuiste, desapareciste
cerraste los ojos.

dime como,
¿cómo amar a un furibundo dios?
dime como,
¿perdonar a ese puto qué te arrebata lo que amas en un parpadeo?
explícame, de qué sirve éste dolor,
que va acarreando más y más,
sin resolverme me disuelvo,
cada día más solo,
la crema del café se enfría y no llegas,
y no llegas, no llegaste.

pido que los días te iluminen,
que las noches no sean ciegas,
a ti que despegas,
para no volver.

pero aún así lo digo,
ven,
preparé café.







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