domingo, 10 de noviembre de 2013

ayer noche


quisiera que estuvieras aquí ésta noche,
pero solo ésta noche,
que preparé chocolate
 que lo bebo con  cigarro y pluma,
sobre el libro de Vallejo,
en el balcón.

podríamos prepararlo,
sobre la mirilla de nuevo amanecer,
sobre las cenizas de la hojarasca,
el chocolate sabe bien con nostalgias,
pero cuando estás se acaban
el chocolate es:
néctar.

podría cocinarse en resumen sobre las heridas,
pero estas no dan calor cuando cierran,
tampoco frío, no me malentiendas,
no sé si dan alguna intensidad térmica es más,
pero se siente armonía de ver una cerrdas cicatrices,
decir ya pasó, seguir andando.


ayer noche tus labios me obsequiaron armonía,
que me regalas fuego
y de nuevo, vuelvo a andar.


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