sábado, 2 de enero de 2021

beso de frente

 


He mendigado besos entre los coyotes,
que desahuciados y hambrientos se despedazaron,
entre labios de codicia,
de ambición de expropiación,
de adquisición,
a lo que nunca fue de nadie.



he tenido besos de loro,
de lodo,
de oro,
de musgo, de río,
de tierra mojada y de hastío,
de hastío
y sin embargo,
he errado en los besos que no he dado,
para definir amor.

he tenido besos de orgasmo,
de hartazgo,
besos tan mudos que solo podría describirlos con las manos.


he besado bajo la virgen de los improperios,
me han besado tan blasfemo,
que pocos demonios anhelarían ese estertor de orgasmo.


he descendido a los infiernos,
uno a uno,
en círculos finitos,
he caminado a media noche entre los valles de la muerte,
tanto, que le prendí un gallo a un cholo,
y no me pidió la hora.


he bandeado ebrio de amor,
enfermo de enfermeras,
y de diazepam con resaca,
besos crudos de cruda realidad,
que hasta le besé la banqueta para ponerme de tapete,
tanto,
que besando me quedé sin labios.


he volado entre palomas y laureles,
he asestado besos,
antes de existirlos,
he abortado besos,
me han acribillado con una ráfaga
y lo digo,
son más los ausentes,
los a medias,
los que por amados,
criminales,
los besos que son y no son y se hacen asesinos.


he besado de ternura y de memoria,
de besar tanto que sé,
que no sé besar,
he besado tan tieso,
que los muertos se ofenderían de tanta frialdad,
he besado si,
he besado no,
qué sé yo.

he besado,
de juramento roto,
de judas y de flato,
de amor y de amigo,
he besado amargo,
entre todo ello,
lo pasado y lo futuro,
solo anhelo,
poner mis labios en la frente de mi hija,
cerrar los ojos,
y abrazar,
su olor.



1 comentario:

 me enamoré del río y de la calma, del sudor fresco que destilan mis albañiles, del café, de la fruta, de mis hijos. me enamoré de éstas roc...