I
tengo frío
y me abrazo en la noche que me ausculta los miedos,
he caminado constelado,
atravesado en ser sinónimo de insomnios,
he soñado acongojado entre un sinnumero de odios,
y he,
dormitado sobre los trazos del tiempo,
he...
he tanto que definitivamente
no he hecho nada,
no escribo,
no canto,
y me agobio
porque a mis ojos les falta disciplina
y a mi pluma,
tinta.
busco darme la caricia del cuerpo,
darme el amor que siempre falta,
y resulta que la ansiedad va haciendo sus estragos,
He, dosificado la energía hasta llegar al hartazgo,
es curioso que mis brazos se ven fuertes,
mi espalda recta,
pero mi mente va torcida,
por no dejar de pensar,
ahora mi cuerpo se ve radiante de primavera,
en el otoño de sus malestares.
he,
recuperado la fuerza de mi pierna,
pero resulta que mi mente se vuelve pata coja,
y mi letra se va muda a la inmunda caja del olvido,
entre libros de poetas
y reglas, cartas, fotos,
tan ridículas y verticales,
como la pluma cuando escribe
del amor y de sus dictaduras,
que ejercí en mis malas traducciones,
como todas mis letras ridículas que nunca hicieron un poema
o una carta.
pero mi letra se va muda,
entre relojes, ropa y los pocos
sueños desquebrajados por el ánima de otros,
mundos imposibles que siempre quise,
que entiendo que a mis ojos no llegarán,
pero
llegarán.
II
he anidado sobre la grupa del viento
y
me apagué de tormenta,
se calmó la sed,
tanto que no sé que hacer con esta saciedad,
en la vasta sociedad,
de taxonomías mentales tan distintas,
me alejo,
me aislo,
me hago isla en cada centímetro de soledad.
perdí la negra esperanza,
de la espera fantasma,
mis ojos son ceniza,
me perdí,
sin la brújula de viento
tengo las letras ralas de la seca de inviernos,
y la pira fúnebre de las hojas de otoño,
porque el fuego de las venas quema con el frío.
ríos de tormenta,
noches de insomnio,
perdí el silencio de auroras,
y resulta que no resulta nada.
tengo una ventana que se asoma a los prados del odio,
y las noticias anuncian un cambio de clima,
los astrólogos anuncian algún cambio en venus,
y mis venas van trenzadas asta de venado,
voy vendado sobre el riel de la vida,
y mis ojeras se hacen barro fino.
pero solo me queda aferrarme esperanza
y
volver a escribir.
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