jueves, 4 de marzo de 2021
no sé cómo nombrar ésto
viernes, 26 de febrero de 2021
cada día existe un chale diferente
si comparo lo que no me gusta de ser hombre con lo que me han compartido sobre lo que les disgusta a las mujeres sobre ser mujeres, las constantes siguen siendo los actos de poder que desplegamos sobre nosotros.
pensé en escribir sobre lo que no me gusta de ser hombre, y en general también tiene que ver con otros hombres, pienso en lo mucho que cojeamos en la brecha de comunicación y comprensión entre nosotros, en como ésta falta de comprensión está fracturada desde la ternura, desde la posibilidad de expresarnos afecto, y como el afecto parece que es un acto más violento que la violencia misma, y es que puede ser tan simple como darnos un abrazo, pero muchos ni eso sabemos hacer, es curioso que hay hombres que prefieren los actos de violencia explicita a los actos de amor, y bueno, de ahí venimos, de los traumas que nos generamos entre nosotros. nos castigamos denostando la masculinidad de otros, buscando ubicarnos en la cúspide de lo que implica ser un vato, como si solo existiera una forma de serlo, como si esa verdad absoluta fuera el único logro reconocible para otros o para si mismos, así es como el hombre hizo a dios a su imagen y semejanza, y como castigo, en cada figura de "él" lo sexualizó, y lo despojó de su sexo.
Me pregunto ahora desde donde me cuesta encajar con otros hombres y las constantes con los que si encajo. me pregunto cómo se formó en mi imaginario lo que es ser un hombre, y de lo que lleno de esa aspiración, también lo que me gusta de mi propia representación y lo que me molesta de mi, cada que llego a una pregunta me pierdo, porque me lleva a otras más profundas, y desde éste aislamiento a pocas respuestas he llegado, solo a un conflicto constante con las cosas en que me asfixio.
lo cierto es que me cuesta relacionarme cada vez más con otros, comparto menos y comparo la chamba que hacen las morras en todo sentido, para tener espacios de sanación y libertad, y solo sé que las admiro, porque los espacios de sanación los he hallado con ellas en su mayoría, pero poco he podido explicarme qué es lo que está roto. con otros, siempre hallo un muro, un "no chille compa" si no explícito, si imperceptible, la verdad no recuerdo cuando fue la última vez que vi a otro hombre llorar, o yo mismo, cuando le he confiado mi llanto a otro, estoy torcido te digo, desde el afecto, desde la sensibilidad, desde el abrazo y la lágrima.
¿qué podría no gustarme de ser hombre? si vivo en un privilegio constante, mis enemigos naturales son otros hombres, y replico indistinto del género desplantes de poder, desde alzar la voz en una reunión, o un juicio queme posiciona en un lugar de poder. y bien, si mi miedo son otros hombres, que en su búsqueda de reafirmarse me puedan dañar, física o emocionalmente. Nunca he tenido miedo de que mi pareja me ahorque, me vulnere, me mate, me viole. mi mayor temor si camino en la noche es que otro hombre me agreda o la policía, que eso si se ha dado más seguido.
Pero, como todo ser que se siente vulnerable me he tenido que instruir en el uso de mi cuerpo como un instrumento para lastimar, y quizá ahí se esconde una de mis respuestas, porque no solo me instruí en el cuerpo para lastimar, me inscribí en lenguaje, ¿qué tan torcidos estamos? desde el albur por ejemplo, el despliegue de poder es el que verbalmente penetra a otro, qué tan torcido es, que el acto de conjuntar los cuerpos define al que es poderoso como aquél que usa su sexo, aunque parezca que solo son palabras, para lastimar a otro, pero así nos hacemos, que el ejemplo de un gran acto de amor, sea una forma salvaje de expresar poder, sé que soy parcial y que me faltan muchos puntos por empatar, pero desde ese despliegue de poder también nos relacionamos con las mujeres, así nos enseñan que el sexo, es una acto de dominio, de sometimiento y no de placer conjunto y amor, quizá. estamos rotos dese la empatía, y no sé encontrar un espacio de sanación, he hallado a muy pocos que estén dispuestos a admitirse frágiles, débiles, vulnerables, y con los que me pueda admitir igual. he encontrado pocos que admitan que ésta competencia insana en la que ser más alto, corpulento o que encaje más en ese estrecho e inalcanzable molde de lo que debe representar ser un hombre, también admita que nos está matando desde el alma. que nos está matando desde los hombros que chocamos y que también esconde complicidades retorcidas que están matando a otras, no sabemos amar, y no nos toca deslindar esa responsabilidad al contexto, en ese punto si hay que ser bien pragmático y buscar un amar distinto, también, un amarse distinto, un cuidarse distinto.
De las cosas que más me han gustado de las feministas, es como reivindican la interseccionalidad, como no buscan que la feminidad sea un acto hegémonico en el que deban caber todas, porque las veo reconocerse desde sus distintas formas de ser, la aceptación e inclusión desde sus diferencias, es algo que a nosotros nos hace falta, reconocernos distintos, aceptarnos distintos, querernos distintos, respetarnos, distintos, con las formas distintas en que queremos ser hombres y no nos atrevemos, por miedo a otros hombres.
martes, 2 de febrero de 2021
Calma
la prisión de la prisa impresion
vivir a prisa
Nací sin prisa, demoré dos días más de lo pensado,
la prisión de la prisa impresiona, vivir rápido, vivirlo todo, pero resulta que el todo que me enseñaron a creer que era el todo, solo era la pieza de otro sueño, del de alguien más, que cumple su sueño al buscar mi prisa. Compra, produce, crea, consume eso que te enseñan te hará feliz, pero que engrosa los bolsillos de alguien, que lucra, con tu prisa por vivir. me adoctrinaron a vivir a prisa, porque me vendieron la idea que la vida es corta, breve que si no logras plasmar tu nombre inmortal en una placa, en una fotografía en un muro conmemorativo, en un libro, entonces tu existencia efímera no habrá tenido sentido, pero no... yo no quiero eso.
Me enseñaron a correr, a la escuela para llegar cinco minutos antes, a cumplir las ideas de otros, pero, cuando se ausentó por siempre mi padre y no tuve de quién cumplir expectativas indulgentes e imbuidas, me quedé en un vacío, al no saber a quién perteneces o adónde llenar el hueco que depositan en ti. es difícil, porque el hueco no es su ausencia, el hueco en su figura de éste plano entra una dosis de desconcierto y quizá al no saber dónde depositar eso que faltaba, inició en mi la sobredosis de rebeldía.
te enseñan lo que debes ser, te instruyen, te obligan, adoctrinan, a cumplir sueños ajenos en lapsos imposibles, la prisa te digo, por ser y hacer para cumplir la realización la búsqueda de lo que te imponen es ser feliz. la imposición grande que roba lo cotidiano, el abrazo, la caricia, porque en el fondo eso que es cotidiano es lo que nos roban, esos cinco minutos de eternidad en que somos plenos, y quizá si, felices.
Pero no, eso no debe ser, la caricia no cabe en el mundo de la prisa, del llegar más lejos que otros, que otras, de llegar antes y cumplir, eso que te hará feliz. He tenido ciertos logros, en su momento pensé que sacrificio era eso, cambiar la caricia y los cinco minutos en la comida que me podía dar, por mandar antes el periódico o llegar puntual a la oficina para evitar un retardo. Imponernos un ritmo, que jodido, competir, por lograr algo que es intangible, ser mejor... pero, ¿qué es ser mejor en ésta dinámica de lo cotidiano? por éste día no me importa llegar al barrio con un mejor auto o un mejor estéreo, como le sucedió a algún vecinos que encontraron en esa prisa enlistarse en la maña y conseguir a cambio de esa brevedad el espacio de gloria. He tenido logros te digo, y podría enlistarlos, en un par de becas, algún premio... lo curioso, es en esa realización individual el descubrimiento, todo lo que se perdió, esos cinco minutos de caricia, de sobremesa, por llegar a esa supuesta cúspide de felicidad, pero yo solo encontré un vacío, que estaba en mi, en mi pecho en eso que me dijeron era ser feliz, pero para mi no lo era, porque no importa cuanto logres si el hueco es llenar expectativas ajenas, siempre faltará algo, una cúspide más alta.
Y quizá es porque a la vida llegué dos días tarde, de lo programado. pero aprendí a prisa a andar de prisa, a competir, a saber en qué no podía competir aunque eso significase no estar en los sueños que se tienen de mi. la maquinaria me robó cinco minutos, en cada comida, en cada sobremesa, porque me dijeron que la felicidad estaba en otra parte, en un título o en los ojos de los demás, pero sobre todo en el sitio siempre en el que aún no había llegado, ni llegaré
y los perdices son nada cuando te das cuenta que no tuve la paciencia para estar, con mi hijo, con mis ex parejas, para lograr esa realización individual, porque pensé que el reconocimiento era más importante que cualquier sonrisa, o caricia, o que cualquier cinco minutos de sobremesa, todo es aprendizaje, y hoy no tengo prisa, de aguantar la risa, para vernos como espejo dar calma al alma, porque la prisa de la impresión te impresiona.
hoy me fumo un tabaco a esos cinco minutos perdidos, en que se me ha ido la vida, buscando cumplir la imposición de ser de un ser que no existe, porque eso que proyecto está solo en mi, y en esa prisa, a mi, solo me debo calma.
viernes, 22 de enero de 2021
Bushido
jueves, 14 de enero de 2021
Balam 14/01/2021
Hoy te enfrentas a tu primera muerte Balam, y se me hace difícil darle un nombre tan determinante a algo tan complejo, me gustaría decir algo profundo y sincero que te sanara el alma, a veces entre tantos duelos es difícil recordar el primero, me tocó un poco más grande que tu, fue mi primera novia, y si bien la muerte trae secuelas, también trae algunas enseñanzas, que se dejan ver con el tiempo. algunas culpas también y cuestionamientos profundos, más cuando nos tocade pequeños, lo primero que me vino a la mente es lo injusto que puede ser la vida para los que nos quedamos, que no sabemos repartirnos el dolor y quisieramos sanar a los que nos rodean sin saber que también debemos sanar nosotros, el shock, el mundo gira alrededor y no sabes qué pasa, todo se siente irreal, como si fuera una película, la capacidad de entendimiento que uno tiene se vuelve nula, y es como si no estuviera pasando, el shock, es tan fuerte que muchos no salen de él, la capacidad de negar lo que nos pasa para no verlo, no dalre nombre y enfrebtarlo si bien es una herramienta también se vuelve una muleta que nos obliga a cojear emocionalmente, aunque es muy pronto para que lo entiendas, pero hay shocks de los que no salimos, y no poder salir de ello es no poder enfrentar lo que nos pasa, no aceptarlo, no abrazarlo, la tristeza poco a poco se apodera, el llanto incontrolable, el no poder darle nombre a las emociones que nos cruzan y es que son tantas, preferir que la muerte se lleve a que sigan en una agonía es difícil, porque nos hace sentir egoístas y no sabemos qué hacer con ello, queremos preservar lo que amamos, pero el costo de la felicidad de quienes amamos a veces implica el sacrificio de dejar ir, no por ello, no por darle un nombre o un significado lo hace sencillo, pero si darle el sentido lo hace un poco más ligero. sé que no recordarás lo que me decías en el auto de camino a casa, y que el tiempo borrará por necesidad tu llanto y mi mano en tu mano manejando despacio, le di un beso a doña mari y me viste y si bien es tu primer duelo, tu primera pérdida, sé que te tienes reproches, hace unos meses, no recuerdas me dijiste que tenías miedo de que le pasara algo, y sé que sientes y que te sientes, y que la vulnerabilidad que nos trae la muerte no es fácil reanimar pero nos da vida, a veces me declaro muy Ateo Anarquista, pero lo cierto es que darle una dosis poética y de esperanza a mi me ha hecho estar con la idea de que nos volveremos a reunir, y beberémos un café, estaremos. no tengo certeza de esa esperanza, tampoco importa en éste momento, porque quizá no importa si suceda, pero aquí y ahora está sucediendo. Algunos duelos son difíciles, por la forma que llegan, quizá no sea un consuelo ahora, pero Mari vivió 85 años, y eso hijo, es algo a veces que a mis 34 ni siquiera puedo vislumbrar, entiendo que hubieras querido darle más cariño, más amor, ser más amable con ella o entenderla más y si bien esos reproches no te sirven de mucho si te servirán en algún momento, me he dedicado a arder la vida, por los que no están pero están en nosotros, por mi abuela, la que te cargó una vez es que soy en ella, y ella es en mi, está en mi y en lo que vivo, y está en ti y lo que vives, somos trozos eslabonados de nuestra historia y crianza, y así, ellos, ellas, son eternos en nosotros, porque te digo, no lo sé, pero quizá nos volveremos a reunir y tomaremos un café. sé que quisieras hacer el dolor alrededeor más leve, tu que eres la ternura y la nobleza misma tampoco te das cuenta que no piensas en ti, ni pensando en ti.
y si bien no es momento de honrar a la muerte si es de amar a la vida, y sentir, arder, cuestionarte, odiar a pleno el coraje que tenemos de ésta falta de comprensión de lo que es existir y sus porqués, si bien te digo, soy un optimista patológico al que la vida ha tratado mal, y no podré protegerte de los dolores del alma, pero si mostrarte un trozo del camino andado que me ha tocado y que también vive en ti, que vivirá en ti, y aunque hoy no lo sientas, ésta vida vale la pena, y sus porqués y cómos se irán acomodando, Te amo Balam, dejo ésta capsula en el tiempo para que la neblina del olvido no nos robe la memoria.
sábado, 9 de enero de 2021
Informe 34
éste año me enfrenté de cara al sol, y me quedé ciego, busqué el tacto y en el acto depuré la vida, o la vida me depuró
hace un año mis 33 empezaban con Kai dormida en mi cama, hoy el regalo es que me espera, mientras balbuceo qué escribir sobre éste año, me trató mal, muy mal, y fue más que eso, los pendientes emocionales, las deudas, las culpas lo que lo hizo, eterno, las muertes, como siempre.
éste año no ardí, me incineró la vida, y es precisamente que soy ave de magma, que fluyo en ríos de fuego. No hubo algo épico en realidad, todo parece calmo en el lago de la memoria, no estuve ni una pizca cerca de la muerte, pero si me ha rondado como nunca, llevándose de más. Perdí amigos, perdí amor, perdí la cuenta de cuántas veces me he roto y cuántas veces me he lanzado al amor, así que me puse en pausa, contemplé lo pasado con expectativa de futuro, y respiré profundo, lo jodido fue mucho, pero lo rescatable es: toqué fondo, y no quiero volver a estar tan emocionalmente equidistante de mi y mi cuerpo, perdí mucho te digo, la fe en mi, pero la búsqueda de hallarme después de ello me ha venido bien.
así que haré el recuento breve, me deshice de amigos abusivos, me salí de proyectos gandallas, me aislé en el desierto y lo curioso es que me abrí puertas en ello, me abrí puertas de reflexión e inflexión, después de tanta rudeza innecesaria al fin encontré lo que no quiero y adónde no quiero ir.
me dediqué a mi cuerpo y mi mente, después de la gallera, donde incineraban a seres humanos, de los que no dejaron ni polvo, me dediqué a mi hija a no caer cada que debo estar lejos, hallé que no soy tan malo como pienso y que tengo más que ofrecer, de mi a los que quiero, a los que me quieren, ésto es para mi. me pertenezco y le pertenezco a cuatro árboles de mandarina, tuve la muerte de perder mi cámara, la que fue mi fuel compañera. hallé a Majloc, entre tanta podredumbre siempre hay gente bella, mis días dejaron de hacer foto por inercia y llegará el día. Luis me enseña de la vida más que de Karate, mi madre, valor innegable, Balam crece y se enfrenta a la pronta muerte de su bisabuela, anoche me despedí de ella, Andrea me movió la vida, me replanteó. Gio, mi pitonisa. la bici la dejé en pausa, Raúl me devuelve la belleza de creer en mi belleza, citlali me hace entender el tiempo y a través del tiempo, dejé de lamentarme y dejé de pisotearme, retomé la pluma y a entendí que soy amado, y que a veces hablo de menos y digo de más, que he podido mover algunos mundos, vi los trenes pasar con Kai en brazos, me di una pausa mi sexo decidió no querer, mi mente ni abusar, y me entregué a sentir. la cagué en mucho, al menos es claro decirme cuando la cago, quiero crear y creer y dar y que me den, amar y amarme, quiero creer que hay modos de hacer un mundo más equitativo, lavé trastes, y lavar m ropa sigue siendo un acto que me llena de reflexiones. tengo amigas entrañables, que me han abierto el mundo, he encontrado seres que me ponen los bellos como estalagmitas de solo hablar, tuve dos expos, y pocas fotos, participé en un proyecto con personas privadas de la libertad por parte del estado y escribieron sobre las imagenes que tomé, que no son mías, que son y a veces a través de mi, cerré vínculos afectivos y solo goteo a veces sin razón de los lagrimales, no entiendo bien, me respetan muchas personas, y a veces se habla más dela leyenda que hay alrededor que de lo que soy, pero realmente qué soy? depende de dónde se hable, soy dictador, o padre, soy fotógrafo o poeta, puedo ser amante o luz de noche, puedo ser ausencia, ausente, puedo estar tanto y dar tanto que me quedo hueco, no he hecho todo tan mal, pese a mis malas decisiones, me reinvindiqué a mis ojos, me abracé me sanaron la rodilla y me quité pretextos para no saltar, mi mayor insurrección es seguir en Xalapa, pese a que las posibilidades cada vez son menos, me han amado y odiado en la misma balanza, sigo vivo, sigo sobrio, casi 13 años o 14, ya no sé la terapia me acomodó el alma, y me falta disciplina, tiempo, café.
hoy no brindo, porque si bien me da curiosidad lo que falta, me da amor lo que llevo, que bien visto no es poca cosa, y por ahora, mi corazón me espera en la cama, y mis manos se hielan, sigo creyendo y creando, quizá más solo, pero mejor acompañado.
jueves, 7 de enero de 2021
La mala suerte soy yo
Me ha venido la mala racha, con sus costumbres,
y he decidido,
esparcirme el polvo,
y devolverle
una
sonrisa.
vino la grúa,
vino cáncer,
vino sombra de la risa,
vino lluvia y vino niebla,
vino el vino
y me esparcí el rocío,
para devolverle la sonrisa.
vino la gota que colma,
el charco profundo,
el zapato roto,
la muerte indiscreta,
vino a darme un jaque mate,
yo que soy artífice de esperanzas,
del tiempo y sus venganzas,
vine vestido de luto,
me puse en pie,
enderecé la espalda,
acomodé la rectitud de la risa,
y me devolví a mirar.
Vino por costumbre,
a doblarme la rodilla,
mientras cargaba a mi niña,
pero,
pero me encontró,
apretando músculo,
apretando el pulso,
sin perder impulso,
sin dolor, repudios,
y me aventé a correr,
yo que decía que era muy cobarde para luchar,
y muy gordo pa correr,
me le aventé de frente,
le bese la frente
y la mala suerte que nunca espera nada,
me escupió un poco más.
vino riendo la mala racha,
pidiendo la dádiva de malestares,
mostrando los colmillos en la espalda,
vino de la leyenda del viento,
delo que es y no siempre cierto,
vino cargado,
de duelos,
de anhelos,
rotos y por romper,
vino con flemas,
vino a pedir apapacho y ternura,
afecto de nostalgia madura,
pero me he hecho rudo,
y puse el peso en el centro,
y equilibré los pesares,
acomodé la latitud horizontal de los ojos,
y me eché a mirar.
vino a buscarme en una curva,
en un acelrar,
en parpadear,
vino ahogándose de llanto,
pero me agarró aferrado a la vida,
a mantener el temple,
a no perder estribos,
y supe virar,
vino buscándome líquido que liquida,
vino en rebaja,
robando mi cámara,
y la cartera,
echando a perder el disco duro,
donde resguardaba mi memoria,
rompiendo mis chapas,
y solo queda retar,
yo que soy la mala suerte,
me vas a venir a contar.
llegó casi de cumpleaños,
de comida y saborear,
vino sabotaje en cada viaje,
vino con muchos dientes,
pero no los suficientes,
para hacerme gritar.
vino a acosarme en mi cumpleaños,
joder que si me quieres ver jodido,
pero tengo el corazón más ancho,
y la voluntad más quieta,
para poder burlar,
de mi y a mi mismo,
que la mala suerte se eche andar.
lunes, 4 de enero de 2021
hop-e
nuestras lenguas se tocaron tanto que crearon un idioma,
decías tanto mi nombre que te costaba olvidarme en hombres,
mis garras me desgarraban tu espalda de felino,
a veces era noche insomne y otras desayuno,
un día estabas contra la pared
y otra me adornabas toda la garganta,
ahora estoy entre la espalda y el olvido,
como daga, también como crucifijo,
un día ascendía del magma a tocar tu vientre,
después tus ojos de glaciar descomponían veranos,
metí tus manos en mi pecho y terminó el invierno,
y en otoño se quedaron siempre daños.
creamos tan pronto tan solo un idioma,
que nuestras azoteas se volvieron playas,
canciones, noches de mezcal y bromas,
tu baile se volvió mi laberinto,
y las pléyades de vernos nos pedían deseos,
y nos escondíamos en la vainilla y en las azucenas,
aunque cada cena ya era desayuno,
cada noche gritabas mi nombre,
yo no supe nunca un mar distinto,
más que el del silencio de cada sirena,
no supe más que confortar, me esconde,
el silencio como tiranía,
me hice dictador sin portar cadenas
y resulta que no siempre se puede comer mandarinas.
te diste cuenta que me acechaban los fantasmas,
y que de mi pecho solo salen torpes miasmas,
tengo un dulce dolor en cada desayuno,
y en cada letra yo escondía tu nombre,
porque todos mis espejos siempre son de humo,
y cada camino y que te acechó pierde,
todo encuentro más inoportuno,
que tengo talento para ver y dar,
aunque no tengo nunca en que ofrecer futuro,
me hice esclavo yo ya del presente
y ahora no quiero atravesar los vientos,
para no decir que me dejaste mudo
y que en mis cuentas no me salen los cordones,
que me ahorca la mala memoria,
y que te olvido pronto solo por invocar fortuna.
ya sé que me perderé
y que andaré desnudo,
que camino con el corazón de kamikaze
y también que es la última vez que recitaré tu nombre...
sábado, 2 de enero de 2021
beso de frente
He mendigado besos entre los coyotes,
que desahuciados y hambrientos se despedazaron,
entre labios de codicia,
de ambición de expropiación,
de adquisición,
a lo que nunca fue de nadie.
he tenido besos de loro,
de lodo,
de oro,
de musgo, de río,
de tierra mojada y de hastío,
de hastío
y sin embargo,
he errado en los besos que no he dado,
para definir amor.
he tenido besos de orgasmo,
de hartazgo,
besos tan mudos que solo podría describirlos con las manos.
he besado bajo la virgen de los improperios,
me han besado tan blasfemo,
que pocos demonios anhelarían ese estertor de orgasmo.
he descendido a los infiernos,
uno a uno,
en círculos finitos,
he caminado a media noche entre los valles de la muerte,
tanto, que le prendí un gallo a un cholo,
y no me pidió la hora.
he bandeado ebrio de amor,
enfermo de enfermeras,
y de diazepam con resaca,
besos crudos de cruda realidad,
que hasta le besé la banqueta para ponerme de tapete,
tanto,
que besando me quedé sin labios.
he volado entre palomas y laureles,
he asestado besos,
antes de existirlos,
he abortado besos,
me han acribillado con una ráfaga
y lo digo,
son más los ausentes,
los a medias,
los que por amados,
criminales,
los besos que son y no son y se hacen asesinos.
he besado de ternura y de memoria,
de besar tanto que sé,
que no sé besar,
he besado tan tieso,
que los muertos se ofenderían de tanta frialdad,
he besado si,
he besado no,
qué sé yo.
he besado,
de juramento roto,
de judas y de flato,
de amor y de amigo,
he besado amargo,
entre todo ello,
lo pasado y lo futuro,
solo anhelo,
poner mis labios en la frente de mi hija,
cerrar los ojos,
y abrazar,
su olor.
domingo, 27 de diciembre de 2020
Equidad
busco el resorte de tu cadera,
y la suave brisa de tu plexo,
el humor de dos,
tu piel se hizo oasis de memoria,
y recorro de mis labios en cintura,
me sujetas cliché,
y nada como verte nadando
de luz y amarillo sobre el colchón,
la valdosa verde,
de sonrisa imberbe.
hemos crecido a la par que separados,
lapidados de memoria te sujeto entre tu cama,
escondido entre mis piernas en tu cuarto,
o deslizándote a contraluz de mi cámara,
entallo las notas para que la casualidad no asuste los detalles,
de mi planta,
de tu planta,
de tus pies bailarina,
de la sonrisa nerviosa,
de devolver tu barbilla cuando bajas la risa,
de enternecer en la brisa de tu curva,
construir la memoria del detalle,
de verme reír en ti,
de verte reír en mi,
de tus lunares de reencuentro,
de tu uni-verso.
de andar bajo farolas de niebla,
de volar en carreteras y encontrarte,
de hacer mis manos barco de papel y navegarte.
hay una equidad de cariño,
al que se llega,
después de los cuerpos
y antes,
al hablar.
te quiero
(ahora)
en equidad
viernes, 25 de diciembre de 2020
Re-Volver
I
tengo frío
y me abrazo en la noche que me ausculta los miedos,
he caminado constelado,
atravesado en ser sinónimo de insomnios,
he soñado acongojado entre un sinnumero de odios,
y he,
dormitado sobre los trazos del tiempo,
he...
he tanto que definitivamente
no he hecho nada,
no escribo,
no canto,
y me agobio
porque a mis ojos les falta disciplina
y a mi pluma,
tinta.
busco darme la caricia del cuerpo,
darme el amor que siempre falta,
y resulta que la ansiedad va haciendo sus estragos,
He, dosificado la energía hasta llegar al hartazgo,
es curioso que mis brazos se ven fuertes,
mi espalda recta,
pero mi mente va torcida,
por no dejar de pensar,
ahora mi cuerpo se ve radiante de primavera,
en el otoño de sus malestares.
he,
recuperado la fuerza de mi pierna,
pero resulta que mi mente se vuelve pata coja,
y mi letra se va muda a la inmunda caja del olvido,
entre libros de poetas
y reglas, cartas, fotos,
tan ridículas y verticales,
como la pluma cuando escribe
del amor y de sus dictaduras,
que ejercí en mis malas traducciones,
como todas mis letras ridículas que nunca hicieron un poema
o una carta.
pero mi letra se va muda,
entre relojes, ropa y los pocos
sueños desquebrajados por el ánima de otros,
mundos imposibles que siempre quise,
que entiendo que a mis ojos no llegarán,
pero
llegarán.
II
he anidado sobre la grupa del viento
y
me apagué de tormenta,
se calmó la sed,
tanto que no sé que hacer con esta saciedad,
en la vasta sociedad,
de taxonomías mentales tan distintas,
me alejo,
me aislo,
me hago isla en cada centímetro de soledad.
perdí la negra esperanza,
de la espera fantasma,
mis ojos son ceniza,
me perdí,
sin la brújula de viento
tengo las letras ralas de la seca de inviernos,
y la pira fúnebre de las hojas de otoño,
porque el fuego de las venas quema con el frío.
ríos de tormenta,
noches de insomnio,
perdí el silencio de auroras,
y resulta que no resulta nada.
tengo una ventana que se asoma a los prados del odio,
y las noticias anuncian un cambio de clima,
los astrólogos anuncian algún cambio en venus,
y mis venas van trenzadas asta de venado,
voy vendado sobre el riel de la vida,
y mis ojeras se hacen barro fino.
pero solo me queda aferrarme esperanza
y
volver a escribir.
viernes, 20 de noviembre de 2020
0.1 ojos
primer acercamiento
preámbulo a las cartas de mis muertos
Tiene años que odio los espejos, en el deambular constante de las calles, me miro asomándome desde los autos, desde cada esquina, en los anaqueles, las vitrinas y me molestan mis ojos, no los reconozco, los veo en el abismo de la dubitación, de la introyección, les veo dolor y lo sé, sé que son míos, pero esa mirada no me pertenece, dejó de ser lo que soy, o quizá empezó a ser lo que ya no soy. no me juzga mi vista, no me representa. esa mirada, yo la juzgo, al verla inadvertida sin preocuparse de que la vean es ese momento en que me veo que advierto que le preocupa todo, y llegan preguntas complejas,
¿qué te pasó?
y no sé responder a esa mirada que me es ajena a mis recuerdos, la evito, y entonces evito los espejos, y me descuido, y me alejo de mi, para no saber lo que pasó, pero pasó.
he buscado olvidar mi rostro, veo mis ojos y los leo ajenos, me veo a los ojos con los ojos de un muerto,
y resulta que no soporto mi mirada, no soporto verme, le falta algo a mis ojos, les falta sal. si bien no sé en qué momento cambió todo en ellos, en mi, pues, si reconozco lo qué les falta y que prefiero omitir, me caracterizaba una rara esperanza en contra de mi voluntad, a pesar de mi, un optimista casi patológico. en el esplendor de lo que me decían de ellos, hay cosas que ya no me dicen, y que es esa ausencia, se llena de otras lecturas, la única que se mantiene es que mis ojos son transparentes, y de ello se derivan las preguntas.
¿estás bien? ¿cómo te sientes? ¿qué te preocupa? ¿ en qué piensas?
y no sé qué decir o si estoy bien o qué me preocupa o qué pienso, no sé nada y respondo vagamente desviando la mirada a otra cosa sin sentido, o que no enfrenta esa respuesta que me debo.
La constante en el flirteo se vuelve pesada, solía gustarme que me dijeran cosas sobre mis ojos, el esfuerzo poético le ganó besos a palabras que merecían tocar su lengua, cosas nuevas de ellos, era halagador que me dijeran del mirar, pero poco a poco se ha ido reduciendo específicamente a su color, ese que es lo único que no elegí de ellos, recuerdo decir, "cambian de color con mi estado de ánimo" pero hace mucho que solo les noto una capa gris que se antepone a cualquier emoción, como un velo en un fotograma.
les noto sumamente cansados, preocupados, fuera de si, el tiempo hace mella, desde siempre tuve esas arrugas en sus orillas como pies de ave, esas que salen cuando se asoma mucho la risa, pero no, ahora tengo en el entrecejo la constante tensión de la frente, veo las cejas de mi madre marcadas por la preocupación que acarrea la vida y me pregunto si así debe ser la vida.
Y lo noto, cuando me veo en el espejo, el entrecejo las otras se desdibujan un poco, solo cuando río realmente siento la comisura del alma tocándose en grietas y sé que esa es mi risa y de nadie más, no la mueca que viene cuando intento reirle al espejo.
fui dejando cosas en duelos, deudas, culpas, fui dejando mi mirada en los descuidos, casi que cada que pierdo la mirada no encuentro las llaves o la cartera, o el bote de monedas o la dignidad, no encuentro a mi ser en el espejo, porque al verle a los ojos sé que hay algo perdido y en ese descuido del entrecejo me da miedo saber que no está y me da miedo pensar que no lo voy a encontrar.
me visto por inercia y apenas me veo cuando me baño, evito mi rostro, cuando estoy muy mal apenas reconozco mis manos,
lunes, 16 de noviembre de 2020
Asma
y algunos elementos acuñados,
entre la andanza y la danza de respiros,
suspiros y exhalaciones,
así,
tengo la costumbre de soplar al agua antes de beberla,
de soplar al café antes del sorbo,
de inhalar fuerte antes de cometer un acto de esos pendejos,
que outros han llamado valentías,
y así, costumbres de viento,
me digo respira,
cuando vienen las ganas del llanto,
o para evitar la euforia,
antes de desenvainar los puños,
para darme calma,
valor,
todo viene a mi con el viento te digo.
buscando sin buscarte,
y otros elementos te digo,
hay quienes dicen que antes de un terremoto se escucha un crujido,
y quizá fue algo debajo de mi,
o en mis piernas,
o en el pecho,
quizá no tenga importancia dónde,
respiré profundo,
caminé como un borracho que llega a casa,
apelando a su capacidad para hacerse increíblemente pendejo.
respiré profundo,
no sabía,
pero sentía,
que iba a ser un último respiro,
uno de los verdaderos en mucho,
porque desde la lejanía el aire no me sabe igual,
el humo,
el olor a mandarina,
o canela,
el olor a nada me sabe,
y siento como cuando el asma de niño,
o ese respirar entrecortado cuando se trata de contener el llanto,
así siento el aire,
no denso,
ni ligero,
y aunque corre bonito,
no ha dejado de faltarme.
y mis bellos se hicieron estalagmitas,
como si la piel buscara huir de mi,
algo de mi se arrebata,
tus ojos de obsidiana,
y todas las imágenes que te construyen dentro de mi,
y que dices que no son tu,
ni tu piel,
ni tu cuerpo,
ni tu también nervio,
ni tu cómo me miras,
ni tu idea,
no,
saberte tan terrena,
me hace querer echar en mi la tierra toda.
no diré flor para alabar la flor,
qué pienso mente y dices lucha,
eso que si eres y que está fuera de lo que no elegiste,
porque elegiste el camino duro,
y lo sabes andar,
que cada día el café te quedaba más rico,
que aprendes tan rápido que me quedo lento,
que vas-vives-sueñas utopías,
y que apenas me estoy quitando mi marasmo,
y no sé,
ni qué,
solo sé que mi costumbre es respirar,
y desde ayer todo éste vasto viento me sabe a asma.
viernes, 13 de noviembre de 2020
nombre
si he de confesar algo,
me gusta el nombre que le dieron a éste cuerpo,
que contiene el rostro que habito,
que muy a pesar de mi contiene a lo que soy,
en esa confesión escondo una tragedia.
sé que hacíamos el amor,
tan sublime,
que solo podría decir que las diosas del placer
nos mandaron para ser carne,
soy un junkie,
pero uno con una pequeña dósis de escrúpulos.
hoy estoy erizo de amor,
y lo cierto
es que a las diosas del placer les faltan manos,
cuando estaban entre nuestros cuerpos.
si he de confesar algo,
me gusta mi nombre,
pero no me gusta recordarlo cuando hago el amor,
me sacaba de ti,
me regresaba a mi,
me sacaba del nosotros,
y decía tu nombre para recordar,
que éramos un nosotros,
uno nunca sabrá cuánto placer siente el otro,
la otra.
y siempre está el margen de duda,
pero es raro,
porque ese margen de error,
cuando hay un yo entre un nosotros,
me llevaba fuera de ti,
y decía tu nombre,
y tu nombre me da placer,
pero mi nombre me alejaba,
de esa simbiosis en la que un cuerpo de mil manos,
acariciado por las diosas,
era un nosotros.
me gusta mi nombre,
escuchar mi nombre,
saber que tengo nombre,
representarme a través de mi nombre,
y me gusta decir tu nombre,
e invocarte para que aparezcas,
aunque no aparezcas, porque estás ahí,
pero no me gusta escuchar mi nombre
quisiera que existiera esa palabra para decir nosotros,
que no somos nosotros,
porque no éramos tu y yo,
o cuerpo y placer,
éramos uno,
éramos todo,
pero a veces,
aparecía mi nombre.
sábado, 31 de octubre de 2020
claridades
se necesita una salvaje valentía para quererme,
por mi intensidad de mar,
por la ráfaga de viento,
yo puedo ser que sigo siendo una tormenta,
que solo viene con la marea,
quien me ha abrazado,
entiende mis desplantes de ternura,
pero es difícil levitar;
en la contra-adictoria forma mía de ver,
la vida ha sido un espasmo de orgasmo,
un estertor,
pero ha sido lenta y voluntariosa,
se necesita una salvaje valentía para quererme,
y bien se necesita más para quedarse,
por el tiempo que decidan,
y agradezco y a mis amores y amantes por estar
y entender lo que debieron en su tiempo
y hacerme entender lo que debía.
quien me ha abrazado y abrasado,
entiende lo permanente e imperecedera de mi presencia,
a veces vengo con el temporal,
y puedo ser amor, sexo y música en las azoteas,
otras,
no soy un simple soplo,
y entiendo
que dicha inconstancia
solo se asemeja en la claridad del tiempo.
martes, 27 de octubre de 2020
ventana sobre las dictaduras del amor
El amor nunca es horizontal,
quizá por eso la palabra está mal escrita,
es una mala traducción del lenguaje del corazón,
una fé en erratas,
hay clausulas apócrifas en las dictaduras del amor,
dicen los que escriben,
(porque en el fondo,
los que tienen la letra,
aunque no tengan la razón,
tienen la palabra
y el poder de esculpirla)
dicen los que escriben,
que el amor se debe al servilismo,
contraparte abnegación,
la clausula oculta debía decir, algo así como:
el amor te endeuda,
a la dictadura del favor,
a la que se debe a su caridad.
por fortuna,
han existido otros traductores,
que han asomado de entre esas fieras bíblicas,
casi irrefutables, sus errores dogmáticos
a los que ejercen en el nombre del amor
y de sus malas traducciones.
entre la dictadura del favor,
nos enseñan,
dígamosle,
la deuda primigenia.
en la que nosotros, le debemos al amor,
antes de aprender a ser amados,
y del que derivan sus preguntas
(y sus excepciones)
ahí se encuentra el:
¿Tú me quieres?
la deuda es el no
(que nos debemos),
el rotundo no,
el inexpugnable de la mente
y no hay monto que pague lo acordado,
porque si la pregunta del me quieres nace desde el no,
se está en el punto ciego del banco crediticio del amor,
y seamos honestos,
no hay abrazo constante,
caricia perfecta a lo eterno,
la vida son eternidades que caben cada cinco minutos.
no, no me quiere,
es la respuesta,
previa a la pregunta
y entonces el deudor debe mostrar,
el si,
si te quiero,
y la abnegación se hace presente,
porque la pregunta es la lanza constante,
y siempre es duda,
siempre es deuda.
martes, 6 de octubre de 2020
contradiccciones
el éxito ,
es en si mismo es seguir vivo,
en éste tercer mundito,
no sé si vivo,
pero si que sobre-vivo.
y hay que agradecer:
a la pulmonía de veinte días,
a la señora que me llevaba de la mano,
a la adicción,
a la esquizofrenia.
a las rayas que tengo en el pecho,
a las balas que no me escupieron,
a los ladrones y a los policías,
al narco,
que es el mismo estado,
a la noche,
al pazón,
y si que sobrevivo,
al Estado
de Shock.
sobrevivo a mis amigos muertos,
y les debo la insurrecta vida,
al existir yo existen ellos,
ellas,
en el reducto de ideales,
en el absurdo de vivir,
sobrevivo al amor,
al cansancio,
he aprendido a rencer.
sobreviví, de entre los que desaparecemos,
nos esfumamos,
sobreviví a mi tristeza,
a los asesinatos,
no sé si vivo te digo,
pero si que sobrevivo,
en éste tercer mundito.
sobrevivo
y Revivo,
a lo que me dijeron era el éxito en la secundaria,
a estar drogado en el auto,
conducir rápido,
porque te meten los clichés hasta por el coxis,
de lo que es ser un hombre,
sobreviví a chocar hombros,
a perder el sentido,
de quitarme la idea,
de lo que es el éxito,
a la idea
de lo que debe ser un estudiante,
de lo que debe retratar un fotógrafo,
de lo que debe escribir un poeta,
de lo que debe amar uno,
pero dos o tres me salvan,
los que viven en mi,
los que no morirán conmigo.
quizá
la muerte no esta destinada a la vida,
y los polítologos
que solo los parias sabemos,
que es
y aunque mis sueños sean pequeños,
que sigan siendo insurrectos,
como ésta contradicción de decidir seguir vivo.
lunes, 28 de septiembre de 2020
erizo de amor
siéntate,
te enseño dónde se me pudrió la piel,
siéntate,
te invito a ver mis gajos muertos,
si he recibido el amor como condena,
en sus arranques trascendentales,
ráfagas de besos,
y un inconmesurable espasmo de cariño,
también lo he recibido dual,
en dosis adictas del que reniega estar erizo de amor,
y yo ya así no,
no quiero
Quizá golpeaste la cama,
y nada se rompió.
Quizá mi padre no tiró el plato de la mesa,
o golpeó un muro,
o ese espaghetti de mi madre no voló,
con la precisión olímpica
de un lanzador de bala,
Quizá,
no me dolieron los brazos,
y con ella solo me hice una tortuga,
mental,
tan elocuente.
Algo ya estaba roto te digo,
por eso nada se rompió en la cama,
siéntate a ver mis gajos,
que humedezco de mandarina.
y es que estaba roto antes de ti,
cuando me siguieron en la calle,
gritando, "eres igual que tu padre",
quizá se rompió antes de eso.
quizá están de más los ejemplos,
quizá está de más decir
"ésta es mi mano"
o que me duelen los moretones del alma,
porqué nada se rompió en la cama,
solo regresé a un lugar común de desquebrajada soledad,
porque la memoria del cuerpo tiene la ruda suavidad del tacto
cuando se ama,
y la mente tiene la áspera rudeza de porqué busca el olvido.
viernes, 18 de septiembre de 2020
tus dientes
tus labios cuna de tormentas,
tus dientes de maíz,
con la raíz fuerte,
grande,
tu garganta es la casa del clima,
y podría recorrerte más,
pero solo te escribiré desde donde empecé a amarte.
me dices,
que te enseñaron a ocultar los dientes,
a no reír fuerte,
que te dijeron que eso era ser señorita.
y me enseñas,
que se ensañan,
con ese gran término en el que cabe,
perfectamente todo lo que no eres,
porque eres más,
que términos e ideas,
porque eres más,
que la casilla estrecha dónde tratan de lapidarte,
para cosificarte, darte el rol de musa o de puta,
pero no,
tu no,
tu eres más que eso,
eres la raíz en todos tus dientes,
pero, me dices que no te gusta tu risa,
a mi que se me hacen la más pura rebeldía,
y que nací enamorado a lo insurrecto.
me transgrede
no saber,
como decirte,
que me enamoré de ti cuando te vi los dientes.
y me dices,
que te obligaron a reír a medias,
y yo que estoy jodidamente prendado a tus labios,
de verles completos,
y no puedo decirte que invento chistes malos,
para verlos,
ahí,
y enamorarme más.
y que caminas avergonzada,
por existir condicionada,
en ésta patria de idiotas,
me dices que no te gusta tu vientre,
y que tu rostro no te representa,
que te ocultas de verte,
a ti misma,
en tu única belleza,
en tu belleza,
en tu naturalidad insurrecta de reír,
y yo aquí,
no paro de contemplar a ésta patria de idiotas
y sin poder sonreír.
martes, 1 de septiembre de 2020
sobre canto se escribe
la muerte es una tregua,
es un camino derramado,
una rama de otro árbol,
la metáfora perfecta,
el borde del círculo,
la contradicción,
la conclusión,
el inicio en otro inicio,
la muerte innombrable,
la palabra no dicha,
el silencio acumulado en cada ruido,
es la pausa,
el movimiento,
es el plano más allá del plano,
es lo que se escribe,
lo que se describe,
no es memoria al ser presente,
por no sentirte ausente,
no es solo la lágrima constante,
el adeudo,
es lo magnífico,
es la ironía perfecta,
es el regalo descarado de la vida,
un premio inmerecido,
del amor inmarcesible.
pero también la muerte es otra cosa,
es la guerra eterna de la dualidad,
que atenta a no decir memoria,
gritar inmortalidad,
no todos merecemos la muerte,
hay que parir el llanto,
hay que lubricar los ojos del alma,
sentir un poco,
mantenerse en paz,
roncar el alba,
la muerte no es la ausencia agónica del egocentrismo lúdico,
del omnipresente lúcido de ser,
de estar aquí o en todos lados,
la muerte no es la paz para todos,
es el hueco impar del azoro azar de mantenernos vivos,
amando.
la muerte me ronda desde crío,
y si soy niño río que ríe en la quebrada del rocío del tiempo,
la muerte ronda mi cama,
solo me queda verla dormir
arroparla un rato,
porque quizá sé más de la muerte que la vida,
que hoy me asesto a confortar mi canto.
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