lunes, 17 de agosto de 2020

a voluntad y en contra mía

 

quiero un atardecer de flores,
un poema entero,
quiero mi silencio como quiero a las cenizas,
quiero a mi cuerpo,
jodido y maltrecho,
quiero un sendero de obsidianas,
quiero ver mis ojos negros del niño,
que obsequiaba rocas
y perder ésta vista opaca,
que a poco se apaga en luces.

quiero, añoro, espero,
la no existencia de la muerte,
sin embargo,
vivo a voluntad y en contra mía.

quiero ver a mis amigos,
a esos que mataron,
a esos para los que no estuve.

quiero perder ésta tortura triste de existir,
pero revivo cada día en éste renacer.


que soy como el fenix que revive y muere,
un poco cada día.




domingo, 5 de julio de 2020





me he descubierto desnudo 
sobre una cama de fuego,
me inmolé segundos,
tanto
que no creí sobrevivir.

he caído desnudo de lluvia,
he caído de roca,
he cambiado la letra,
y me he perdido en silencio,
con la poca,
sabiduría del silencio.

de mis minotauros quedan pocos laberintos,
de mis sueños pocos absolutos,
de mis torpes ideales,
no sé si queda,
nada.


me he desnudado de esperanzas,
me he hacinado de templanzas
y casi que no caigo.

he desabotonado mi ropa,
he abrasado por costumbre,
y resulta que no resulta,
nada.


el tiempo pasa lento cuando tienes bordado el viento.

he perdido la voz de mis muertos,
me he perdido en mis pocos aciertos,

y a veces queda tanto por luchar,
que uno se va perdiendo de hacer fantasmas.

"inmediatamente después de los monstruos mueren los héroes,
porque la naturaleza del héroe es monstruosa"
                                                     Calasso

nací para fracasar,
hasta en emprender la vida he fallado,
hasta en reverenciarme a la muerte he fracasado,
enfrascado,
a los tumultos del tiempo

de fuego morena de mar,
de amar.

déjame cabalgar la grupa del viento,
abrazar el sueño,
para ser jaguar en los montes de la imaginación,
y ser un poco de memoria.













martes, 30 de junio de 2020

sin nombre



si digo te extraño es para no decir tu nombre,
para seguir tu sombra,
para ahorcarte de memoria,
para que un día decidas volver a éste invierno,
que es estar sin ti.

y me ahogo en sueños, 
para no decir te extraño, no duermo,
no cocino,
voy dejando huellas sobre el polvo.


el tiempo y la distancia 
son promediables,
la fuerza de gravedad,
la pluma,
la manzana,
el suicida,
el astronauta.

y la densidad del mar es promediable,
le intensidad de amar,
la sensación impar
de ir de a uno,
manco
cojeando, 
es insondable 

la distancia de tus labios a mi boca,
el tiempo que tardas en cruzar el cuarto,
la gravedad de un brazo sobre ti,
la pluma que te escribe 
la luna que suscribe,
el corazón estrella de manzana,
el suicida, el astronauta.









domingo, 21 de junio de 2020

caer I




he visto un ave caer,
y todos hablan de emprender el vuelo.


he visto cúmulos de fotos, de tierra,
de muchos momentos ingratos
y pocos

de gloria.

he visto mis puños caer,
y mi barbilla en el piso,
me he visto por días no salir de la cama,
de la casa,
y he visto,
cumulos de pocos
momentos de gloria
y parece que nací con éste gran talento,
para fracasar siempre en el intento
y para caer,
irreductiblemente
al abismo.

he perdido nombres y amigos,
cartas y amantes,
he perdido mis lugares comunes,
la pasión,
incluso la augusta desidia.

cansado,
harto,
estresado,
franco de día,
bestia de noche,
he visto mi mirada caer,
 ni el coraje me mantiene de pie.

y he visto cúmulos de locos,
de tierra,
de piedras,
de rayas y pocos,
mundos posibles 
dispuestos a realizarse.
yo que presumo lealtad,
tuve que despojarme para entender,
qué se siente traicionar y no ser traicionado,
y he visto cientos de aves y focos,
rayas y ratas 
y pocos,
mundos posibles
dispuestos a condenarse.

y la verdad es que todo era más sencillo en las cloacas,
sin esperar nada del mundo, ni de mi mismo,
sin esperar que llegue siempre el abismo
y solo resulta que no llega.

y me caigo,
que me canso del levanto,
y me pesa que te diga lo que digo,
y me escucha que te digo lo que siento,
de verte por las tardes feliz en ésta casa.


me he visto en cada vuelo caer,
y los pocos triunfos refirman mis derrotas,
he visto un ave caer,
y quisiera ser el cuervo que desmaya para no volver.









lunes, 15 de junio de 2020

niña de saturno



me he anclado a ti como a una especie de aurora,
me he anclado a ti en las especias
y ahora,
quiero cocinarte la cena.


son días aciagos,
son días de ciegos,
de mi ceguera mental que me aniquila,
de mi segueta mental que me domina
y lo corta todo,
pero tu,
estás ahí 
nombrando palabras
inventando modos,
historias,
inventado todos,
los mundos posibles para pintar mi torso.


me he bordado a ti como a una especie de mantra,
tu nombre nombra mis labios,
y ahora,
solo quiero cocinarte la vida.

y la verdad es: te extraño,
tus ojos cuna de obsidiana,
mis ojos cuna de obstinaciones,
y estoy que muero de amor por verte.


yo que nunca he querido salvarme
y tu que me salvas sin darte cuenta,
y que más puedo que decir gracias,
por ser amada compañera,
por estar aquí,
en días de terrible angustia,
en noches que serían de augusta eterna soledad,
gracias por tu nombre de magnolia,
por tu sombra de sol poesía,
por nombrarme las poetas,
por...







lunes, 25 de mayo de 2020

Ígnea

Soundtrack II


"eres lluvia, eres como el agua,
 libre como el agua clara,
 por la cordillera,
tu me vas quitando el calor"
Mateo Kingman


Extraño tu voz,
tus ojos cuna de obsidiana,
 tu vientre caudal del alma,
 lunar de luna,
vientre perfecto
 en escuchar pasar el tiempo,
tu boca ígnea,
tu boca magma,
ahora el lago es de seco azul en calma,
tus piernas de mar inquieto,
tu color dorado,
tu abrazar en calma,
tu color bronceado,
extraño tu boca flor cempazuchil,
tu luna de lunares de obsidiana,
extraño escuchar pasar el tiempo en tu voz,
en tu vientre boca de tormentas,
en verte palabra,
saberte poesía.

extraño tu seducción,
que va del cuerpo
a lo eterno,
 del estero al inframundo,
que va de la lluvia 
a la seca
que hay entre la lengua después del amor.


te vuelves alba,
te vuelves noche,
el aire que me falta desde un abrazo,
me desnudas de astronauta frente al mar,
y el azar,
nos llevó a la misma poesía,
de un cadáver exquisito,
de un beso en auto,
de un lago azul,
de un transversal 
saturno.












miércoles, 20 de mayo de 2020

Saturniña



he llorado una explosión de espermas pensándote,
he tenido un orgasmo de lágrimas,
tengo tu recuerdo en la nariz,
tu babita en mi boca,
tu sangre en mi colcha,
me he dopado en tu amor decantado en la cama,
y me he fumado una caja, 
dos,
no sé cuantas
he hecho de mi corazón un cenicero,
y no queda más que estar aquí,
esperando.

tengo una docena de sueños esperando entregarte,
restregarte,
tocarte la curva de la risa y la espalda,
acomodarme a roncar en tus brazos,
tengo una trecena de parques por andar,
de comidas por cocinar,
para esperar en tu paladar la razón 
del sazón,
de mi corazón.

ando cursi,
tengo las bolas llenas de ti,
esperando tu boca,
tu lengua de seda acorralando mi poca,
ropa que cae súper lenta,
tengo un abrazo de cinco minutos
y tus botas esperándote el cuarto,
para la hora en que decidas cruzar la terminal,
recogerme todo.


y estoy de junky moneando con tus ojos de noche,
con tus versos de día,
lamiéndome el iris,
y la distancia de tus pies a mi boca,
 solo esta a hora veinticinco minutos distancia,
según maps.

miércoles, 13 de mayo de 2020

saturniña



dices que nos vemos bien 

digo que nos vemos bien encampanando los cuerpos,
digo que nos vemos bien acampando en tus dunas y tórax,
digo que nos vemos escampando en la lluvia de auroras,
digo que nos veremos bien,
digo que nos vemos bien.

digo que estás quieta y que me lees en silencio los ojos,
digo que te hablan más que  mi lengua,
digo te quiero bien, sin decir te quiero,
porque te quiero bien,
digo que tu corazón es estrella,
de boca dulce que adormece fantasmas
 de mar, de azar,
digo que somos parte aire y palabra,
digo que me excitas los ojos,
que me taquicardias los huesos.


digo estribillos incesantes entre poetas 
digo que te quiero bien,
en tu piel de ambrosía,
digo que nos vemos bien.

cuando te veo el dolor pasa de largo,
te digo que no sé del mar, lo que sé del azar,
pero sé andar,
y de nadar sé que amar es una palabra aguda,
y que no siempre se nombra a si misma,
no es grave ni llana,
digo que me tiemblan las palabra,
que se me hacen agua los oídos,
que me endulzas el vientre,
que me cierras los ojos,
que me mojo el cerebro de verte,
digo que nos vemos bien.




lunes, 4 de mayo de 2020

la palabra que no existe




no iré a tu funeral,
es curioso,
cuando uno está así,
uno quisiera dar una sensación de confort,
una palabra,
pero esa palabra no existe
y uno se culpa de no poder inventarla.

calma,
no tienes nada por reprocharte,
para éstas cosas por más repetitivas que parezcan,
nunca hay palabras suficientes,
y está bien,
la sola compañía,
aquí o allá,
la sola existencia,
allá o acá,
es un abrazo.

y te veo
y sé que te preocupas,
y que quisieras hacer más,
que el dolor no me tocase,
quisieras inventar esa palabra,
hacerme inmune,
pero calma,
 estoy bien,
estás bien,
en ésta jodida era tenemos el privilegio en respirar,
un puto lujo.


agradezco a la vida,
por tener amigos,
malos e inconsecuentes,
para poder confiar.


quisiera existiera esa palabra,
pero en realidad,
eso que quieres decir,
solo está a un abrazo de distancia
y  a un silencio ingrato.


ese silencio ingrato,
en el que quisieras confortarme,
que existiera esa palabra que aliviara el alma,
pero en el fondo,
hay complicidades, que solo se entienden bajo ese silencio.

porque uno sufre,
al querer que el otro no sufra,
un uroboros.

y quisiera tener otra cosa que ese silencio 
y darte amor,
para menguar el dolor de la pérdida 
y sus posibilidades.

es complicado ese temor,
a perder a alguien,
a perderlo todo.

la contención,
la sensación 
irreal de realidad,
solo puedo decirte te quiero
y que hacemos herramientas para sobre-vivir.

sé que soy un optimista al que la vida ha jodido mucho,
pero esa pizca me ha hecho resistir,
re-existir.



para el Área, que ayer asesinaron,
descansa carnal



sábado, 25 de abril de 2020

intro



 no tengo el cobijo del sol
para alzar las manos y proteger mi rostro,
pero tanta oscuridad me deslumbra.


en el fondo, ese tal lucifer 
es el conocimiento que nos prohibimos,
distinto al que nos prohibieron,
aunque no distan mucho.



es tanta luz que no podemos habitar,
por eso las sombras nos seducen,
son más sencillas de habitar.


por éstas contradicciones trágicas nos hacemos estoicos
por eso, casi siempre aprovechamos las puertas abiertas para escapar del sol,
refrescarnos en la sombra del mar de las memorias,
y nos oprimen
 en un mar de hilos transparentes, 
que solo se ven a contraluz y de frente,
mirando al sol.

por eso es prefiero mandar la luz a la sombra,
porque no soy capaz de soportar el conocimiento,
sobre mi.

esperando




estoy en la azotea escribiendo,
esperando un grito tuyo,
que me haga refunfuñar,
indignarme por interrumpirme en mi descanso adulto,
más importante que el despertar del sueño infante,
pero no,
no has gritado.



van tres gritos que escucho
y salto por costumbre,
van tres cigarros que aviento a medias,
y arrastro la silla en que poso mis pies, 
pero no eres tu,
 te fuiste hace unas horas.

quiero pensar que ésta es una pausa necesaria,
que mi razonamiento me dicta,
que es importante tu ausencia,
por las presencias que generas.


pero quiero hacer lo que tu cuando protestas,
tirar las cosas de la mesa,
aventar un grito que nace del alma,
llorar imparable,
imbatible,
tocar mi frente al suelo,
con el dolor
absoluto,
que tiene todo dolor cuando niño.

quiero ser adulto,
y no ejercerle la protesta a la vida,
ni mandar todo a la mierda,
para ponerme a llorar.

me he portado 
estoico,
apenas y he llorado,
fui por elotes para mañana,
la comida de las gatas,
compré naranjas,
lo cierto es que todo vuelve a ser nada,
porque nada tiene sentido,
y escucho los truenos y sé que tienes miedo,
y escucho los truenos y trato de decir que yo no tengo miedo,
de sonreír como cuando te doy calma,
y resulta
 que solo sale una mueca
 y una lágrima chueca que ni bien se puede nombrar.









lunes, 20 de abril de 2020

en llamas



nunca me había sentido en un cuarto en llamas,
bajo la ausencia de un sol en ruinas,
nunca el universo se había hecho tan grande,
y jamás había sentido tan cerca tanta distancia.
pero,
me faltas.

y estoy aquí,
a las once de la noche escribiéndote amor,
como perro aullando que vengas.



te llevaste el aire,
y aquí que me falta todo,
un beso solo,
me ha hecho inexplicable el tiempo,
esa medida constante,
se ha vuelto insondable,
los días son
por costumbre tu ausencia.

abres mis poros poesía, 
y me sueño abriendo tus piernas,
bebiendo colibrí de tus flores,
haciendo primaveras,
soñando amaneceres,
inviernos.

me sueño en cada bocanada,
que en tu boca todo,
a veces respirar de magma,
y solo quiero ponerme a tus pies,
besarlos,
lamerte la cara,
como los perros lamen a sus amos.


nunca una ausencia tuvo tanto sentido,
rumbo,
dirección.
hice una línea del tiempo,
y me falta tiempo para explicarme a ti,
que ante mi eres la poesía perfecta.

porque a veces eres sirena 
a veces mar entero,
tormenta en calma,
ventana de aguacero,
a veces llueves sobre mi,
y yo,
soy todos los ríos que van al mar,
pero hoy solo quiero ser el perro que te lame la cara,
para despertarte de un cuarto en llamas












miércoles, 15 de abril de 2020

saturniña




sé que éstas son mis manos,
que te acarician al aire y te escriben rápido,
sé que son mis ojos,
que parpadean y están ahí,
en ti
conmigo,

sé que te escribo,
 lento,
tanto que las letras no llegan a mis manos,
no alcanzan mi garganta,
se quedan torpes en el aire,
mudas,
con la intención de amarte como un abrazo de mar,
como caricia de viento.

sé reír y sé llorar,
sé ser carne y amaranto,
sé besarte de luna,
de color,
de armonía,
hacerte estallar un poco.

desde la nostalgia que interrumpe el tiempo,
puedo hacerte el amor desde la letra,
invocarte palabra,
para que recojas agua de tu cuerpo en mi,
para hacerte llover                      
              como la lluvia tierna que me toca el rostro,
y me enciende el plexo,
y no hay silencio más absoluto que el tuyo,
y te veo aunque no te veo sin el abrazo de tus piernas en mi rostro,
te veo sin mi nombre,
te veo sin el tuyo,
te veo a cada paso y esquina,
imagino,
que el tiempo está en otra parte
y llegué tarde para estar contigo,
o llegué temprano
y no sé qué hacer con la espera.



déjame hacer de tus costillas mi carne,
en el ayuno de tu cuerpo,
solo puedo hacerte el amor con las letras,
mandar cartas en botellas al mar,
quiero ser tu despertar,
desde engel gardt,
te veo vestida de flores 
y yo me siento colibrí. 

miércoles, 25 de marzo de 2020

Saudade





me aterra la distancia
y que te pierdas al mar,
me aterra,
y me ata a tierra,
la sombra bajo una jacaranda,



desde el espacio vacío que hay entre la luna y el mar,
desde Engel'gardt,
le mando palabras de viento,
a tu dermis,
solo para decir que aquí estoy,
con la impaciencia ansiosa,
del que espera
y no puede hacer más.

desde acá se ven claras las estrellas,
y te veo en algún punto buscando mi rostro
y me veo en todo punto encontrando tu ausencia,
 entre transbordadores,
entre las barcas,
en las calles vacías,
y los parajes de autobús,

aviento la colilla del cigarro,
gira en dirección al espacio,
aviento botellas con poemas,
y acá la fuerza de atracción entre la pluma,
el suicida,
entre la atmósfera y el suelo,
entre una sirena y un cosmonauta,
no parecen ser,
aunque promediable,
la misma.


me aterra,
la espera,
que olvides mi rostro,
mi tacto,
me aterra hacerme esqueleto 

desde  Engel'gardt,
toda la tierra es un mar,
donde te busco
solo me quedo sin carne sosteniendo,
una magnolia,
y
observando tu rostro.

saudade


viernes, 28 de febrero de 2020

saturniña



déjame darte un verso de electroschock,
la ausencia anuncia a tu figura como los rayos presagian tormentas,
y es difícil verte arder de memoria,
me ciega tanta luz,
me dices que ayer quemaste el atole,
y cómo no creerlo, 
vives ardiendo, 
tu piel calienta mis ojos cuando te miran,
calientas mi boca,
calientas mi pubis,
con un solo respirar haces que el ártico se transforme en incendio.

y mi corazón es un bosque,
de solo verte la fauna y flora que me habitan tuvo presagios del fuego
y ahí estaba, sobre tu piel de saturno,
yo que no recordaba el deseo más que lo que leí en los textos,
estaba sobre ti tormenta,
eléctrica,
con una sombrilla y traje de astronauta,
estupefacto,
impávido,
tu con solo enseñar los dientes dices mi nombre y exploto,
yo a veces solo sé reir en las tormentas.

venía de la cuna de lo que esconde el oscuro universo,
de restos y rastros,
de muerte y hartazgo,
pero en cada rincón que me busco hay un trozo tuyo,
y tu piel me rasga hasta salirse mi sangre.

 tu sonrisa me sostiene como un mantra,
y el abrazar en calma después de ser maremoto y tornado,
me levita,
delicadamente en el sueño.







jueves, 13 de febrero de 2020

Ám-a-tame a versos



Me dices que romantizo el amor,
 a mi
al que nunca le regalaste flores.

me dices que le tengo miedo al amor,
que no sé morir de amor,
pero que no viviré de amor,
dices,
 que no sé vivir,
 amor.


Y
que no sé matar de amor,
que solo sé del amor lo que he escuchado
que en el acento de mar,
solo he vivido el amar,
en poemas,
pero yo solo quiero amanecer
y que me regales flores

dices

y juras,
que no saboreo las palabras con el dulce paladar del palpitar,
me dices que sé del viento, solo, lo que leí en los libros,
y que repito 
como fórmula,
como regla,
una ecuación de secundaria,
cada poema,
dices,
que no sé ver del viento,
lo que la poesía lee de ti.

y yo,
que solo quiero sentir del mar
el palpitar del paladar 
cuando degusto tu boca


pero después,
 desapareces.

presencia es persistencia,
y a cada paso claudicas,
y te asustas y ausentas,
y me asustas,
me ausentas,
me mandas a la banca,
a enfriarme,
a jodidamente matarme de insomnio,
y amarrarme
la lenguay los dedos,
darme,
el deseo que no me mira en ti.


yo que no he cometidos errores,
yo
que soy el error mismo,
yo,
 que no sé del tiempo más que lo que he visto éste día,
y no te vi a ti
corazón,
ya no te veo.

y mejor me voy,
despacio,
con la fragilidad de un tigre,
al que nunca le regalaste rosas.

que no construyo el amor,
que no hay puente
 que no hay
nada.

y voy que me invento soliloquios para invitarte 
a la vida y la conviviencia,
a la cotidianidad y en la mira,
de sencillos horizontes,
que no solo sirvan pa' andar

yo,
ya no quiero ser un kamikaze,
ni un astronauta,
ni el niño que regala flores y piedras
el que caminaba en el quicio,
el que tatuaba de flores la cama.


pero tampoco,
quiero hacer sangrar mis manos,
amar a medias o en lo oscuro,
porque dices
y juras,
que estoy a medias,
a medio brazo de distancia,
a medio mediocre metro de la cama,
a medio morir,
a medio vivir,
a medio triunfar de tus ojos,
y  fracasar en los actos,
que para ti,
lo que es amar,
es tener
cero abrazos en brazos
pero un crédito ilimitado en el banco.

y solo sé que te quiero llenar,
ahora que me dejaste vacío,

y en cada representación tuya,
en cada noche
soy que vuelo y viajo kamikaze


me dices padre,
añades malo  e inconsistente,
me dices 
ciego,
incongruente,
inconsistente,
inconveniente,
 me dices escupiendo gritos,
ardiendo en reproches,
por haber aprendido a abrazar antes que acaparar,
dices 
y eres injusta,
que eso que llaman ser,
depende del poseer,
del acumular,
de acaparar
y que dar es un acto siniestro,
en el que solo cabes tu,
y que los que dan no merecen,
que es su labor.

no pude terminar éste texto,
de tiempos inciertos,
de lunas de antaño



Ám-a-tame a versos




martes, 11 de febrero de 2020

anónimo



no hay palabra absoluta,
y yo solo tengo ésta tristeza complicada,
tengo niebla en la memoria,
solo así aprendí a vivir,
llevo cargando olvidos,
olvidé los nombres y las risas,
las cartas, 
las fotos,
las amantes,
por tanto,
las amadas,
llevo olvidando a mis muertos,
décadas de amor,
llevo mi búsqueda de presencia,
en la persistencia.

He buscado ser solidario,
con las causas y con los justos,
y vivo con la intensidad de fuego
como ráfaga de viento,
he cargado mis ojos de mar,
para echarme a andar.

pero,
no hay silencio absoluto,
y me convenzo del olvido,
de las cartas y las fotos,
de las amantes y las amadas,
he olvidado por tanto los sueños rotos,
aunque me acechan el insomnio y las pesadillas.


soñé que nadaba en su sonrisa de plata,
y no supe nunca quien era,
o si en alguna de ellas,
si fue ella,
por eso  me cansa éste desvelo,
que devela la mayor tristeza,
que se apaga y se arropa,
mi deseo de amar.

ésta noche sueño con muertos,
con cádaveres y niños,
 jugando

he buscado para hallarme,
pero resulta que siempre estoy un poco más allá,
que no me alcanzo,
que no me basto,
me he hallado,
perdido
y me he callado el olvido,
de mi propio nombre,
y tengo miedo de olvidar,
qué es amar.




sábado, 8 de febrero de 2020

cero punto cero




en algunas civilizaciones no existía una representación del cero,
en algunas, 
las más civilizadas que les dicen,
aprendieron a representarlo,


cero,
ausencia.

¿cómo representar el hueco?

en algunas civilizaciones veneran al uno,
 individualismo le llaman

y celebran su triunfo


quizá no representar el cero haya sido el verdadero triunfo,
al no saber de la ausencia se llena un hueco,
o sobra un hueco,
que es otra manera de faltar.


te llevé a casa
y mis ojos incineran los gritos en una lágrima,
absoluta.

cero te digo
...
..
cero . cero

hoy nadie me pateará en la cama,
busco en hallarme en la búsqueda de ausencia,
hoy nadie me abrazará en la cama,
 busco hallarme en la ausencia de búsqueda,
hoy no vi tu risa al despertar,
hoy soy la ausencia del despertar de tu búsqueda,
cero te digo,
hoy no soy nadie,
soy ausencia.








viernes, 31 de enero de 2020

siembra de cosecha



hace frío y ya casi te vas
y es como si lloraran todas las estrellas.

cinco dedos conectados a tu palma,
que apenas alcanzan a abrazar uno de mis dedos
y así,
me tienes prendado a la vida.


es curioso como el tiempo nos juega bromas,
como se teje la ironía,
como la vida nos da donde nos duele,
después, una sobada en la espalda.


y solo puedo enseñarte a caer,
a volar
a resistir un poco.

yo que solo presumo pertenencias,
que solo sé cuidar de mi manada,
y ahora solo tengo un palmo de silencios,
tu duermes
y es como si el universo contemplara,
en tu inquieto sueño toda la belleza.

tu lloras 
y todo se incendia,
sonríes
y sé que soy eterno.

incluso al haber aceptado el infinito,
de lo finito,
en la afinidad de caracteres,
signos y ademanes,
de cantos en la cocina,
de coros desde la sala,
cantarte en las mañanas,
despertar a piquetes de ojo y carcajadas,
a veces más tarde que temprano.

yo que soy el habitante de las pesadillas,
me quedo en vigilia para cuidar tu sueño,
un segundo en sueño, 
creo que caías,
despertaste con un llanto
 y me abrazaste,
quisiera apresar éstos,
los días más felices del tiempo
y quedarme aquí.

Pero no,
hay eternidades más breves que otras
y algunas por las que vale la pena seguir andando,
sembrando vida,
cosechando futuro.

por hoy,
contra todo,
soy el más feliz de los anarquistas,
porque existes y la esperanza tiene sentido,
por que pronto nos separamos,
pero a poco de volver a vernos.

te abraza tu padre,
el mar,
el viento.







viernes, 17 de enero de 2020

a brasas



Ella vino a presentar su examen de latín,
y yo que sé menos de mi lengua,
de lo que quiero saber de la suya, 
yo que nacía por darle un abrazo,
y llegué.


y nos abrazamos,
 como si sorber las letras de sus manos,
inhalar sus poros,
 fuera el ingerir el último sorbo de éste universo
mi piel latía,
ardía,
mi corazón se expandía a innumerables golpeteos,
me mojé,
gacho,
como quinceañero.

me iba a despedir,
no sabía si besarla,
la quiero en magia,
y no sabía si profanaría un templo a volverlo tierra,
pero no,
y mocos,
que el universo estalla en nuestras bocas,
big bang,
ping pong,
piu piu, 
se acurricó en mi hombro,
y la lamí como los perros a sus amos,
y la vida es eterna en cinco minutos te digo,
y fue una eternidad
irreductible.


ella regresa al puerto vestida de sirena,
y yo me quedé en la nada a ver el inicio del universo,
del verdadero
uni-verso,
 me fui vagando a casa desde el espacio interior,
y no sé si mi traje falla,
pero desde que dejé su boca me falta aire,

y ella cabe perfecta en mis brazos,
a 1.60 exatos sobre el nivel del mar,
mi mano de arco en su cintura,
y ella halló el punto en mi cuello,
el sitio exacto,
sus senos que intuyo desde la imaginación de montaña,
de cerro,
y hoy,
solo tengo sus cantos de sirena saturnina,
desde las tardes de sol de la ciudad del nunca pasa nada,
me dedico a ver constelaciones en las nubes,
desde la luna.



 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...