miércoles, 15 de abril de 2020

saturniña




sé que éstas son mis manos,
que te acarician al aire y te escriben rápido,
sé que son mis ojos,
que parpadean y están ahí,
en ti
conmigo,

sé que te escribo,
 lento,
tanto que las letras no llegan a mis manos,
no alcanzan mi garganta,
se quedan torpes en el aire,
mudas,
con la intención de amarte como un abrazo de mar,
como caricia de viento.

sé reír y sé llorar,
sé ser carne y amaranto,
sé besarte de luna,
de color,
de armonía,
hacerte estallar un poco.

desde la nostalgia que interrumpe el tiempo,
puedo hacerte el amor desde la letra,
invocarte palabra,
para que recojas agua de tu cuerpo en mi,
para hacerte llover                      
              como la lluvia tierna que me toca el rostro,
y me enciende el plexo,
y no hay silencio más absoluto que el tuyo,
y te veo aunque no te veo sin el abrazo de tus piernas en mi rostro,
te veo sin mi nombre,
te veo sin el tuyo,
te veo a cada paso y esquina,
imagino,
que el tiempo está en otra parte
y llegué tarde para estar contigo,
o llegué temprano
y no sé qué hacer con la espera.



déjame hacer de tus costillas mi carne,
en el ayuno de tu cuerpo,
solo puedo hacerte el amor con las letras,
mandar cartas en botellas al mar,
quiero ser tu despertar,
desde engel gardt,
te veo vestida de flores 
y yo me siento colibrí. 

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