viernes, 20 de noviembre de 2020

0.1 ojos


primer acercamiento 

preámbulo a las cartas de mis muertos

Tiene años que odio los espejos, en el deambular constante de las calles, me miro asomándome desde los autos, desde cada esquina, en los anaqueles, las vitrinas y me molestan mis ojos, no los reconozco, los veo en el abismo de la dubitación, de la introyección, les veo dolor y lo sé, sé que son míos, pero esa mirada no me pertenece,  dejó de ser lo que soy,  o quizá empezó a ser lo que ya no soy. no me juzga mi vista, no me representa.  esa mirada, yo la juzgo, al verla inadvertida sin preocuparse de que la vean es ese momento en que me veo que advierto que le preocupa todo, y llegan preguntas complejas,
¿qué te pasó?
y no sé responder a esa mirada que me es ajena a mis recuerdos, la evito, y entonces evito los espejos, y me descuido, y me alejo de mi, para no saber lo que pasó, pero pasó.


he buscado olvidar mi rostro, veo mis ojos y los leo ajenos, me veo a los ojos con los ojos de un muerto,
y resulta que no soporto mi mirada, no soporto verme, le falta algo a mis ojos, les falta sal. si bien no sé en qué momento cambió todo en ellos, en mi, pues, si reconozco lo qué les falta  y que prefiero omitir,  me caracterizaba una rara esperanza en contra de mi voluntad, a pesar de mi, un optimista casi patológico. en el esplendor de lo que me decían de ellos, hay cosas que ya no me dicen, y que es esa ausencia, se llena de otras lecturas, la única que se mantiene es que mis ojos son transparentes, y de ello se derivan las  preguntas.
¿estás bien? ¿cómo te sientes?  ¿qué te preocupa? ¿ en qué piensas?
 y no sé qué decir o si estoy bien o qué me preocupa o qué pienso, no sé nada y respondo vagamente desviando la mirada a otra cosa sin sentido, o que no enfrenta esa respuesta que me debo.

La constante en el flirteo se vuelve pesada, solía gustarme que me dijeran cosas sobre mis ojos, el esfuerzo poético le ganó besos a palabras que merecían tocar su lengua, cosas nuevas de ellos, era  halagador que me dijeran del mirar, pero poco a poco se ha ido reduciendo específicamente a su color, ese que es lo único que no elegí de ellos,  recuerdo decir, "cambian de color con mi estado de ánimo" pero hace mucho que solo les noto una capa gris que se antepone a cualquier emoción, como un velo en un fotograma.

les noto sumamente  cansados, preocupados, fuera de si, el tiempo hace mella, desde siempre tuve esas arrugas en sus orillas como pies de ave, esas que salen cuando se asoma mucho la risa, pero no, ahora tengo en el entrecejo la constante tensión de la frente, veo las cejas de mi madre marcadas por la preocupación que acarrea la vida y me pregunto si así debe ser la vida.

Y lo noto, cuando me veo en el espejo, el entrecejo las otras se desdibujan un poco, solo cuando río realmente siento la comisura del alma tocándose en grietas y sé que esa es mi risa y de nadie más, no la mueca que viene cuando intento reirle al espejo.

fui dejando cosas en duelos, deudas, culpas, fui dejando mi mirada en los descuidos, casi que cada que pierdo la mirada no encuentro las llaves o la cartera, o el bote de monedas o la dignidad, no encuentro a mi ser en el espejo, porque al verle a los ojos sé que hay algo perdido y en ese descuido del entrecejo me da miedo saber que no está y me da miedo pensar que no lo voy a encontrar.







me visto por inercia y apenas me veo cuando me baño, evito mi rostro, cuando estoy muy mal apenas reconozco mis manos,  

lunes, 16 de noviembre de 2020

Asma

 



En mi cuerpo todo tiene que ver con el viento,
y algunos elementos acuñados,
entre la andanza y la danza de respiros,
suspiros y exhalaciones,
así,
tengo la costumbre de soplar al agua antes de beberla,
de soplar al café antes del sorbo,
de inhalar fuerte antes de cometer un acto de esos pendejos,
que outros han llamado valentías,
y así, costumbres de viento,
me digo respira,
cuando vienen las ganas del llanto,
o para evitar la euforia,
antes de desenvainar los puños,
para darme calma,
valor,
todo viene a mi con el viento te digo.

te vi,
buscando sin buscarte,
y otros elementos te digo,
hay quienes dicen que antes de un terremoto se escucha un crujido,
y quizá fue algo debajo de mi, 
o en mis piernas,
o en el pecho,
quizá no tenga importancia dónde,
respiré profundo,
caminé como un borracho que llega a casa,
apelando a su capacidad para hacerse increíblemente pendejo.

respiré profundo,
no sabía,
pero sentía,
que iba a ser un último respiro,
uno de los verdaderos en mucho,
porque desde la lejanía el aire no me sabe igual,
el humo,
 el olor a mandarina,
 o canela,
el olor a nada me sabe,
y siento como cuando el asma de niño,
o ese respirar entrecortado cuando se trata de contener el llanto,
así siento el aire,
no denso,
ni ligero,
y aunque corre bonito,
no ha dejado de faltarme.

y mis bellos se hicieron estalagmitas,
como si la piel buscara huir de mi,
algo de mi se arrebata,
tus ojos de obsidiana,
y todas las imágenes que te construyen dentro de mi,
y que dices que no son tu,
ni tu piel,
ni tu cuerpo,
ni tu también nervio,
ni tu cómo me miras,
ni tu idea,
no,
saberte tan terrena,
me hace querer echar en mi la tierra toda.

no diré flor para alabar la flor,
qué pienso mente y dices lucha,
eso que si eres y que está fuera de lo que no elegiste,
porque elegiste el camino duro,
y lo sabes andar,
que cada día el café te quedaba más rico,
que aprendes tan rápido que me quedo lento,
que vas-vives-sueñas utopías,
y que apenas me estoy quitando mi marasmo,
y no sé,
ni qué,
solo sé que mi costumbre es respirar,
y desde ayer todo éste vasto viento me sabe a asma.

viernes, 13 de noviembre de 2020

nombre



si he de confesar algo, 
me gusta el nombre que le dieron a éste cuerpo,
que contiene el rostro que habito,
que muy a pesar de mi contiene a lo que soy,
en esa confesión escondo una tragedia.


sé que hacíamos el amor,
tan sublime,
que solo podría decir que las diosas del placer 
nos mandaron para ser carne,
soy un junkie,
pero uno con una pequeña dósis de escrúpulos.

hoy estoy erizo de amor,
y lo cierto
 es que a las diosas del placer les faltan manos,
cuando estaban entre nuestros cuerpos.

si he de confesar algo,
me gusta mi nombre,
pero no me gusta recordarlo cuando hago el amor,
me sacaba de ti,
me regresaba a mi,
me sacaba del nosotros,
y decía tu nombre para recordar,
que éramos un nosotros,
uno nunca sabrá cuánto placer siente el otro,
la otra.
y siempre está el margen de duda,
pero es raro,
porque ese margen de error,
 cuando hay un yo entre un nosotros,
me llevaba fuera de ti,
y decía tu nombre,
y tu nombre me da placer,
pero mi nombre me alejaba,
de esa simbiosis en la que un cuerpo de mil manos,
acariciado por las diosas,
era un nosotros.

me gusta mi nombre,
escuchar mi nombre,
saber que tengo nombre,
representarme a través de mi nombre,
y me gusta decir tu nombre,
e invocarte para que aparezcas,
 aunque no aparezcas, porque estás ahí,
pero no me gusta escuchar mi nombre
quisiera que existiera esa palabra para decir nosotros,
que no somos nosotros,
porque no éramos tu y yo,
o cuerpo y placer,
éramos uno,
éramos todo,
pero a veces,
aparecía mi nombre.




 

sábado, 31 de octubre de 2020

claridades




se necesita una salvaje valentía para quererme,
por mi intensidad de mar,
por la ráfaga de viento,
yo puedo ser que sigo siendo una tormenta,
que solo viene con la marea,
quien me ha abrazado,
entiende mis desplantes de ternura,
pero es difícil levitar;
 en la contra-adictoria forma mía de ver,
la vida ha sido un espasmo de orgasmo,
un estertor,
pero ha sido lenta y voluntariosa,
se necesita una salvaje valentía para quererme,
y bien se necesita más para quedarse,
por el tiempo que decidan,
y agradezco y a mis amores y amantes por estar 
y entender lo que debieron en su tiempo
y hacerme entender lo que debía.

quien me ha abrazado y abrasado,
entiende lo permanente e imperecedera de mi presencia,
a veces vengo con el temporal,
y puedo ser amor, sexo y música en las azoteas,
otras,
no soy un simple soplo,
y entiendo
que dicha inconstancia
solo se asemeja en la claridad del tiempo.



 

martes, 27 de octubre de 2020

ventana sobre las dictaduras del amor



El amor nunca es horizontal,
quizá por eso la palabra está mal escrita,
 es una mala traducción del lenguaje del corazón,
una fé en erratas,
hay clausulas apócrifas en las dictaduras del amor,
dicen los que escriben,
(porque en el fondo,
 los que tienen la letra,
aunque no tengan la razón,
tienen la palabra
y el poder de esculpirla)

dicen los que escriben,
que el amor se debe al servilismo,
contraparte abnegación,
la clausula oculta debía decir, algo así como:
el amor te endeuda,
a la dictadura del favor,
a la que se debe a su caridad.

por fortuna,
han existido otros traductores,
que han asomado de entre esas fieras bíblicas,
casi irrefutables, sus errores dogmáticos
a los que ejercen en el nombre del amor
y de sus malas traducciones.

entre la dictadura del favor,
nos enseñan,
dígamosle,
la deuda primigenia.
en la que nosotros, le debemos al amor,
antes de aprender a ser amados,
y del que derivan sus preguntas
(y sus excepciones)
ahí se encuentra el:
¿Tú me quieres?

la deuda es el no
(que nos debemos),
el rotundo no, 
el inexpugnable de la mente
y no hay monto que pague lo acordado,
porque si la pregunta del me quieres nace desde el no,
se está en el punto ciego del banco crediticio del amor,
y seamos honestos,
no hay abrazo constante,
caricia perfecta a lo eterno,
la vida son eternidades que caben cada cinco minutos.

no, no me quiere,
es la respuesta,
previa a la pregunta
y entonces el deudor debe mostrar,
el si,
si te quiero,
y la abnegación se hace presente,
porque la pregunta es la lanza constante,
y siempre es duda,
siempre es deuda.










martes, 6 de octubre de 2020

contradiccciones



el éxito ,
es en si mismo es seguir vivo,
en éste tercer mundito,
no sé si vivo,
pero si que sobre-vivo.

y hay que agradecer:
a la pulmonía de veinte días,
a la señora que me llevaba de la mano,
a la adicción,
a la esquizofrenia.

a las rayas que tengo en el pecho,
a las balas que no me escupieron,
a los ladrones y a los policías,
al narco,
que es el mismo estado,
a la noche,
al pazón,
y si que sobrevivo,
al Estado
de Shock.

sobrevivo a mis amigos muertos,
y les debo la insurrecta vida,
al existir yo existen ellos,
ellas,
en el reducto de ideales,
en el absurdo de vivir,
sobrevivo al amor,
al cansancio,
he aprendido a rencer.

sobreviví, de entre los que desaparecemos,
nos esfumamos,
sobreviví a mi tristeza,
a los asesinatos,
no sé si vivo te digo,
pero si que sobrevivo,
en éste tercer mundito.


sobrevivo
y Revivo,
a lo que me dijeron era el éxito en la secundaria,
a estar drogado en el auto,
conducir rápido,
porque te meten los clichés hasta por el coxis,
de lo que es ser un hombre,
sobreviví a chocar hombros,
a perder el sentido,
de quitarme la idea,
                                    de lo que es el éxito,
a la idea                            
de lo que debe ser un estudiante,
de lo que debe retratar un fotógrafo,
de lo que debe escribir un poeta,
de lo que debe amar uno,
pero dos o tres me salvan,
los que viven en mi,
los que no morirán conmigo.



pero,
quizá
la muerte no esta destinada a la vida,
y los fracasos son una sucesión exitosa,
de triunfos dolorosos
y los banqueros 
y los maestros 
y los visionarios
y los polítologos
están equivocados
y el éxito 
es eso,
que solo los parias sabemos,
que es
 la más grande incognita escondida por el capital,
y aunque mis sueños sean pequeños,
que sigan siendo insurrectos,
como ésta contradicción de decidir seguir vivo.







 

lunes, 28 de septiembre de 2020

erizo de amor



siéntate,
te enseño dónde se me pudrió la piel,
siéntate,
te invito a ver mis gajos muertos,

si he recibido el amor como condena,
en sus arranques trascendentales,
ráfagas de besos,
y un inconmesurable espasmo de cariño,
también lo he recibido dual,
en dosis adictas del que reniega estar erizo de amor,
y yo ya así no,
no quiero

Quizá golpeaste la cama,
y nada se rompió.

Quizá mi padre no tiró el plato de la mesa,
o golpeó un muro,
o ese espaghetti de mi madre no voló,
con la precisión olímpica 
de un lanzador de bala,
Quizá,
no me dolieron los brazos, 
y con ella solo me hice una tortuga,
mental,
tan elocuente.

Algo ya estaba roto te digo,
por eso nada se rompió en la cama,
siéntate a ver mis gajos,
que humedezco de mandarina.

y es que estaba roto antes de ti,
cuando me siguieron en la calle,
gritando, "eres igual que tu padre",
quizá se rompió antes de eso.


quizá están de más los ejemplos,
quizá está de más decir
"ésta es mi mano"
o que me duelen los moretones del alma,
porqué nada se rompió en la cama,
solo regresé a un lugar común de desquebrajada soledad,
porque la memoria del cuerpo tiene la ruda suavidad del tacto
 cuando se ama,
y la  mente tiene la áspera rudeza de porqué busca el olvido.







viernes, 18 de septiembre de 2020

tus dientes

 



tus labios cuna de tormentas,
tus dientes de maíz,
con la raíz fuerte,
grande,
tu garganta es la casa del clima,
y podría recorrerte más,
pero solo te escribiré desde donde empecé a amarte.

me dices,
que te enseñaron a ocultar los dientes,
a no reír fuerte,
que te dijeron que eso era ser señorita.

y me enseñas,
que se ensañan,
con ese gran término en el que cabe,
perfectamente todo lo que no eres,
porque eres más,
que términos e ideas,
porque eres más,
que la casilla estrecha dónde tratan de lapidarte,
para cosificarte, darte el rol de musa o de puta,
pero no,
tu no,
tu eres más que eso,
eres la raíz en todos tus dientes,
pero, me dices que no te gusta tu risa,
a mi que se me hacen la más pura rebeldía,
y que nací enamorado a lo insurrecto.

me transgrede 
no saber,
como decirte,
que me enamoré de ti cuando te vi los dientes.

y me dices,
 que te obligaron a reír a medias,
y yo que estoy jodidamente prendado a tus labios,
de verles completos,
y no puedo decirte que invento chistes malos,
para verlos,
ahí,
y enamorarme más.


y que caminas avergonzada, 
por existir condicionada,
en ésta patria de idiotas,
me dices que no te gusta tu vientre,
y que tu rostro no te representa,
que te ocultas de verte,
a ti misma,
en tu única belleza,
en tu belleza,
en tu naturalidad insurrecta de reír,
y yo aquí, 
no paro de contemplar a ésta patria de idiotas
y sin poder sonreír.




martes, 1 de septiembre de 2020

sobre canto se escribe

 


la muerte es una tregua,
es un camino derramado,
una rama de  otro árbol,
 la metáfora perfecta,
el borde del círculo,
la contradicción,
la conclusión,
el inicio en otro inicio,
la muerte innombrable,
la palabra no dicha,
el silencio acumulado en cada ruido,
es la pausa,
el movimiento,
es el plano más allá del plano,
es lo que se escribe,
lo que se describe,
no es memoria al ser presente,
por no sentirte ausente,
no es solo la lágrima constante,
el adeudo,
es lo magnífico,
es la ironía perfecta,
es el regalo descarado de la vida,
un premio inmerecido,
del amor inmarcesible.


pero también la muerte es otra cosa,
es la guerra eterna de la dualidad,
que atenta a no decir memoria,
 gritar inmortalidad,
no todos merecemos la muerte,
hay que parir el llanto,
hay que lubricar los ojos del alma,
sentir un poco,
mantenerse en paz,
roncar el alba,
la muerte no es la ausencia agónica del egocentrismo lúdico,
del omnipresente lúcido de ser,
de estar aquí o en todos lados,
la muerte no es la paz para todos,
es el hueco impar del azoro azar de mantenernos vivos,
amando.

la muerte me ronda desde crío,
y si soy niño río que ríe en la quebrada del rocío del  tiempo,
la muerte ronda mi cama,
solo me queda verla dormir 
arroparla un rato,
porque quizá sé más de la muerte que la vida,
que hoy me asesto a confortar mi canto.





martes, 25 de agosto de 2020

noty 3.0

I

en la vida he asistido a muchos funerales,
algunos son más difíciles que otros,
¿cómo nombrar la muerte una vez más?
¿cómo decir lucha sin decir tu nombre?
¿cómo decir amor y no morir un poco?
¿cómo comerse la sed y no querer matarse?
y resulta que solo me atraganto en llanto,
en las palabras,
y los gritos.

II
en ésta soledad acompañada,
tanto es el valor que se requiere para matarse un poco,
para marcharse un poco.


III

te fuiste,
 ya no estás,
en tu sombra de la noche ya no estás,
en tu cuerpo delgado,
en tu cuello,
ya no estás,
en tu puño,
o en tu boca,
en el llano silencio que nos queda,
ya no estás,
en el fuego,
entre nosotros no estás,
pero te quedas,
aquí te quedas con los otros,
que cuidaste,
defendiste,
a los que combatiste en contra de odios,
te quedas,
con nosotros,
los que abrazaste en el cansancio,
en el hartazgo,
entre los golpes,
tan duros del alma,
en tu lengua,
en tu dormitar un poco.

te quedas en las historias,
en las crónicas de ésta ciudad,
te quedas,
en la histeria de mi madre rota en mis brazos, 
ésto no pretende ser un poema negro de esperanza,
ésto no es un grito,
 es el mismo llanto desdichándo a los otros,
a los parias que te amamos.

IV

Éste es un
pude dar más,
pude abrazarte más,
éste es un
pude creerte más,
quererte más,
pude ser más solidario,
alzar un poco más mi puño,
éste no es un homenaje,
éste es un reproche,
para mi.

V

estoy en la azotea del ajedrez,
en el amanecer de la tarde de mi vida
y resulta que en tus ojos se hizo noche,
desde anoche.

VI

decir tu nombre es gritar anarquía,
es gritar mucho y gritar fuerte,
decir akiles será nuestro talón,
decirte Antonio entre los muertos,
amarte acompasado entre los vientos,
será difícil sin morir un poco,
decirte Noty y no decirte hermano,
ven a casa,
juguemos ajedréz,
escuchémonos un poco,
sé que no querías rosarios,
ni cánticos de luto,
sé que no querías dormir,
por soñar que el fruto
de la disidencia, nos quitara el hambre,
y yo no sé,
porqué no lo sé,
si tomaremos un café,
fumaremos un cigarro,
la vida asciende y siempre nos trasciende,
porque somos solo un ciclo,
y se trata de hacerlo bien,
para quedarse satisfechos,
pero quizá nos volvamos a reunir,
para poder fumar solo un cigarro.


VII

y de buscar la dignidad
y de luchar contra el cansancio,
luchar no solo contra ellos,
luchar contra uno mismo,
para sentirse acompañado.










viernes, 21 de agosto de 2020

a pesar

 



he caído del amor al suelo tantas veces,

soundtrack III


No es normal ésta ausencia,
tantas y tanta que me voy de mi,
me agarro del insomnio para castigarme,
y me llega el estrés hasta los triglicéridos,
hasta mis amigos hemisferios,
el jodido y el bueno,
lóbulo
 frontotemporal
izquierdo,
jodido te digo,
desorden de irritabilidad,

y esquizofrenia,
un adicto que se pone el pie,
cada que las cosas salen bien,
de pie,
cada que las cosas salen mal.

.

Me calmo tanto para no explotar como una mina,
cada que intentan pisotearme,
cada que intentan humillarme
y resulta que me humillo solo
y me piso solo
y exploto,
solo,
 como kamikaze,
sobre cualquier descuido,
en el que he caído
emocionalmente,
rotundamente
y de nada sirve mantenerse sobrio
 ante tanto dolor acarreado,
perdí ese atisbo de esperanza,
el optimismo patológico,
al que la vida ha terminado en demoler.


He vivido,
que nadie podrá negarlo,
choques,
de hombro,
colisiones,
logros,
puños,
caídas,
amores,
pistolas,
a ladrones
y policías,
a mis creencias,
mis valentías,
a mis amantes y cobardías,
he perdido todo,
desde hace mucho,
con lo vivido su fueron,
 las ganas de vivir.


Y he sobrevivido más de lo que he vivido
y estoy cansado,
de tratar de reivindicarme,
de anhelar ser lo que soy,
y no inhalar lo que me gusta,
una inmensa y obscena raya de coca.

He llegado a la terrible conclusión,
que soy un habitante pasajero,
paradero de la soledad,
caminante hacia ningún lugar.



He olvidado tanto que casi pierdo mi nombre,
entre todo lo que he perdido,
cartas, promesas, fotos,
sueños,
anhelos,
todos,
los mundos imposibles con los que soñé.

Fotos,
donde a mano estaba a más de dos,
en los sitios en que llamé amor al amor,
y ruido al silencio,
me callé
pisoteé mi dignidad,
puedo ser el perro que ladra tu ventana,
o el celoso que vuelve a casa,
después de ser tomado por pendejo,
puedo ser rosas en la cama
y me dejo,
porque me gusta jugarle a la víctima,
y al victimario.

y me pierdo en el silencio de insomnio
y me pierdo en un fracaso,
o dos
o en tres.

Tanta promesa y tan nada,
tanto talento que me jode en  mi camada,
en cada bocanada,
que en cada boca-nada
y se me va la vida,
por no lograr lo que pude,
por no ser lo que pude.


Y más terrible que la llegada de las voces fue su ausencia,
y estar solo,
quedarse solo entre los hemisferios,
el bueno y el jodido,
te digo,
me tengo tantos reproches por ser tanto privilegio
y tanto desperdicio.

no me gusta esa idea que te venden de felicidad,
consigue un trabajo,
un traje de tres piezas,
choose life Ehécatl,
para darte cuenta doce años después,
que el problema nunca fueron las drogas.


no es normal tanta añoranza,
tantos fracasos,
es normal tanta esperanza,
canta de duelos derramados,
como café sobre el mantel,
que no me atreví a limpiar.

brindo,
a la infancia,
que olvidé porque fui (casi) feliz,
aún con mi padre ausente,
mi madre lo dio todo,
lo sacrificó todo,
tanto,
que casi muero por no hacerla infeliz,
caí adicto,
después del tío muerto,
de la novia muerta,
de la infancia muerta,
de los amigos muertos,
de los desaparecidos que habitan el hueco legal de las emociones,
caí de espaldas,
rebotando como bola de billar,
aplastado como un tope en la banqueta,
y me tengo tantos reproches,
que supe tan joderme solo,
que me levantaron,
solo,
hecho mierda,
me levantaron de mi cama y me llevaron al anexo,
una, dos, tres veces,
cuatro veces cayó la piedra de mi mano,
antes de picar el piso como un pollo,
para fumar pedazos de pan,
tiré a mi padre de un golpe en la cara,
me despedí de su familia,
(de eso si no me arrepiento)


El de la novia vecina muerte,
el del diez con mínimo esfuerzo
y me sigo reprochando por adicto,
por miedoso,
por perder a Vicente de tres balas,
por joder mi mente,
por llegar 55 pastillas hospital,
por haber pateado a un enfermero,
por haber derramado la última gota, de una sol quemada a los 19 años
y un día.




Me jodí la rodilla,
me chingué los sueños,
perdí dos familias,
y estoy a cuatrocientos kilometros de mi vida,
no soy autónomo,
sigo con residuos de la esquizofrenia,
sigo sin trabajo,
sigo por inercia,
experiencia,
más que por voluntad
y la poca paciencia 
y su curiosidad.


La verdad es que estoy cansado,
casado con la idea de que soy perecedero,
en la vida de los que fueron mis amigos,
y puedo contar mi vida en muertes
en desapriciones,
en poemas y fotografías,
en momentos de cais muerte,
ésto es una autopsicografía de lo que pasa y pesa
por mi mente.



un día pensé que el amor me salvaría de ser un kamikaze,
pero seguí arruinando algunas cosas,
si,
crecí,
después de haber que se fue todo a la mierda,
gatos orinando en el patio de mi casa.



ésta casa es grande
y tan llena
 de cosas
que no son paliativo,
ni soy objetivo;
al remendar las cuarteaduras en el baño de mi taza,
que contiene el alma,
me chingué los sueños
 te digo.


me han asesinado en tantas pieles,
me he quedado sin ojos,
soy más memoria que hombre,
mi hijo pronto llegará a la pubertad
y vendrán los reclamos justos,
de mis omisiones y ausencias.

no tengo un clavo,
el pelo se comienza a caer
y descubrí que tengo una cana en los huevos,
no llegué adónde quería,
sigo soñando en trabajar en un periódico,
en seguir tomando fotos,
en criar a mi niña.

En la era digital,
en la era de los ojos,
llamo al pasado para ser amado,
porque todo lo que toco lo destruyo,
como el pendejo del midas,
no construyo puentes ni silencios,
estoy roto,
estoy a poco,
de saltar al vacío,
pero ya van tantas que no me muero,
que solo contemplo,
la inmensidad apoyado con el codo sobre el quicio,
y ante tanta belleza,
no se me ocurre más que escupirlo todo

Y lo poco que consigo se esfuma entre los vientos
y me roba el sueño,
y tengo el alma sucia,
de algunos vicios y virtudes,
y la aferrada esperanza,
que ésta en mi,
a pesar de mi.



lunes, 17 de agosto de 2020

 


 ver mi cuerpo en pausa sostenido en al aire,
ver mi boca cuna de cenizas,
ver el silencio que trae cada palabra,
quiero verte sin cubrebocas,
sin tapabocas,
sin mordazas.

desnuda de palabras,
que caigan como tu ropa al verte al espejo,
sin la prisa de los cuerpos,
de los cuervos,
de tus ojos de obsidiana.

quiero y no puedo sin decir quiero.

a voluntad y en contra mía

 

quiero un atardecer de flores,
un poema entero,
quiero mi silencio como quiero a las cenizas,
quiero a mi cuerpo,
jodido y maltrecho,
quiero un sendero de obsidianas,
quiero ver mis ojos negros del niño,
que obsequiaba rocas
y perder ésta vista opaca,
que a poco se apaga en luces.

quiero, añoro, espero,
la no existencia de la muerte,
sin embargo,
vivo a voluntad y en contra mía.

quiero ver a mis amigos,
a esos que mataron,
a esos para los que no estuve.

quiero perder ésta tortura triste de existir,
pero revivo cada día en éste renacer.


que soy como el fenix que revive y muere,
un poco cada día.




domingo, 5 de julio de 2020





me he descubierto desnudo 
sobre una cama de fuego,
me inmolé segundos,
tanto
que no creí sobrevivir.

he caído desnudo de lluvia,
he caído de roca,
he cambiado la letra,
y me he perdido en silencio,
con la poca,
sabiduría del silencio.

de mis minotauros quedan pocos laberintos,
de mis sueños pocos absolutos,
de mis torpes ideales,
no sé si queda,
nada.


me he desnudado de esperanzas,
me he hacinado de templanzas
y casi que no caigo.

he desabotonado mi ropa,
he abrasado por costumbre,
y resulta que no resulta,
nada.


el tiempo pasa lento cuando tienes bordado el viento.

he perdido la voz de mis muertos,
me he perdido en mis pocos aciertos,

y a veces queda tanto por luchar,
que uno se va perdiendo de hacer fantasmas.

"inmediatamente después de los monstruos mueren los héroes,
porque la naturaleza del héroe es monstruosa"
                                                     Calasso

nací para fracasar,
hasta en emprender la vida he fallado,
hasta en reverenciarme a la muerte he fracasado,
enfrascado,
a los tumultos del tiempo

de fuego morena de mar,
de amar.

déjame cabalgar la grupa del viento,
abrazar el sueño,
para ser jaguar en los montes de la imaginación,
y ser un poco de memoria.













martes, 30 de junio de 2020

sin nombre



si digo te extraño es para no decir tu nombre,
para seguir tu sombra,
para ahorcarte de memoria,
para que un día decidas volver a éste invierno,
que es estar sin ti.

y me ahogo en sueños, 
para no decir te extraño, no duermo,
no cocino,
voy dejando huellas sobre el polvo.


el tiempo y la distancia 
son promediables,
la fuerza de gravedad,
la pluma,
la manzana,
el suicida,
el astronauta.

y la densidad del mar es promediable,
le intensidad de amar,
la sensación impar
de ir de a uno,
manco
cojeando, 
es insondable 

la distancia de tus labios a mi boca,
el tiempo que tardas en cruzar el cuarto,
la gravedad de un brazo sobre ti,
la pluma que te escribe 
la luna que suscribe,
el corazón estrella de manzana,
el suicida, el astronauta.









domingo, 21 de junio de 2020

caer I




he visto un ave caer,
y todos hablan de emprender el vuelo.


he visto cúmulos de fotos, de tierra,
de muchos momentos ingratos
y pocos

de gloria.

he visto mis puños caer,
y mi barbilla en el piso,
me he visto por días no salir de la cama,
de la casa,
y he visto,
cumulos de pocos
momentos de gloria
y parece que nací con éste gran talento,
para fracasar siempre en el intento
y para caer,
irreductiblemente
al abismo.

he perdido nombres y amigos,
cartas y amantes,
he perdido mis lugares comunes,
la pasión,
incluso la augusta desidia.

cansado,
harto,
estresado,
franco de día,
bestia de noche,
he visto mi mirada caer,
 ni el coraje me mantiene de pie.

y he visto cúmulos de locos,
de tierra,
de piedras,
de rayas y pocos,
mundos posibles 
dispuestos a realizarse.
yo que presumo lealtad,
tuve que despojarme para entender,
qué se siente traicionar y no ser traicionado,
y he visto cientos de aves y focos,
rayas y ratas 
y pocos,
mundos posibles
dispuestos a condenarse.

y la verdad es que todo era más sencillo en las cloacas,
sin esperar nada del mundo, ni de mi mismo,
sin esperar que llegue siempre el abismo
y solo resulta que no llega.

y me caigo,
que me canso del levanto,
y me pesa que te diga lo que digo,
y me escucha que te digo lo que siento,
de verte por las tardes feliz en ésta casa.


me he visto en cada vuelo caer,
y los pocos triunfos refirman mis derrotas,
he visto un ave caer,
y quisiera ser el cuervo que desmaya para no volver.









lunes, 15 de junio de 2020

niña de saturno



me he anclado a ti como a una especie de aurora,
me he anclado a ti en las especias
y ahora,
quiero cocinarte la cena.


son días aciagos,
son días de ciegos,
de mi ceguera mental que me aniquila,
de mi segueta mental que me domina
y lo corta todo,
pero tu,
estás ahí 
nombrando palabras
inventando modos,
historias,
inventado todos,
los mundos posibles para pintar mi torso.


me he bordado a ti como a una especie de mantra,
tu nombre nombra mis labios,
y ahora,
solo quiero cocinarte la vida.

y la verdad es: te extraño,
tus ojos cuna de obsidiana,
mis ojos cuna de obstinaciones,
y estoy que muero de amor por verte.


yo que nunca he querido salvarme
y tu que me salvas sin darte cuenta,
y que más puedo que decir gracias,
por ser amada compañera,
por estar aquí,
en días de terrible angustia,
en noches que serían de augusta eterna soledad,
gracias por tu nombre de magnolia,
por tu sombra de sol poesía,
por nombrarme las poetas,
por...







lunes, 25 de mayo de 2020

Ígnea

Soundtrack II


"eres lluvia, eres como el agua,
 libre como el agua clara,
 por la cordillera,
tu me vas quitando el calor"
Mateo Kingman


Extraño tu voz,
tus ojos cuna de obsidiana,
 tu vientre caudal del alma,
 lunar de luna,
vientre perfecto
 en escuchar pasar el tiempo,
tu boca ígnea,
tu boca magma,
ahora el lago es de seco azul en calma,
tus piernas de mar inquieto,
tu color dorado,
tu abrazar en calma,
tu color bronceado,
extraño tu boca flor cempazuchil,
tu luna de lunares de obsidiana,
extraño escuchar pasar el tiempo en tu voz,
en tu vientre boca de tormentas,
en verte palabra,
saberte poesía.

extraño tu seducción,
que va del cuerpo
a lo eterno,
 del estero al inframundo,
que va de la lluvia 
a la seca
que hay entre la lengua después del amor.


te vuelves alba,
te vuelves noche,
el aire que me falta desde un abrazo,
me desnudas de astronauta frente al mar,
y el azar,
nos llevó a la misma poesía,
de un cadáver exquisito,
de un beso en auto,
de un lago azul,
de un transversal 
saturno.












miércoles, 20 de mayo de 2020

Saturniña



he llorado una explosión de espermas pensándote,
he tenido un orgasmo de lágrimas,
tengo tu recuerdo en la nariz,
tu babita en mi boca,
tu sangre en mi colcha,
me he dopado en tu amor decantado en la cama,
y me he fumado una caja, 
dos,
no sé cuantas
he hecho de mi corazón un cenicero,
y no queda más que estar aquí,
esperando.

tengo una docena de sueños esperando entregarte,
restregarte,
tocarte la curva de la risa y la espalda,
acomodarme a roncar en tus brazos,
tengo una trecena de parques por andar,
de comidas por cocinar,
para esperar en tu paladar la razón 
del sazón,
de mi corazón.

ando cursi,
tengo las bolas llenas de ti,
esperando tu boca,
tu lengua de seda acorralando mi poca,
ropa que cae súper lenta,
tengo un abrazo de cinco minutos
y tus botas esperándote el cuarto,
para la hora en que decidas cruzar la terminal,
recogerme todo.


y estoy de junky moneando con tus ojos de noche,
con tus versos de día,
lamiéndome el iris,
y la distancia de tus pies a mi boca,
 solo esta a hora veinticinco minutos distancia,
según maps.

miércoles, 13 de mayo de 2020

saturniña



dices que nos vemos bien 

digo que nos vemos bien encampanando los cuerpos,
digo que nos vemos bien acampando en tus dunas y tórax,
digo que nos vemos escampando en la lluvia de auroras,
digo que nos veremos bien,
digo que nos vemos bien.

digo que estás quieta y que me lees en silencio los ojos,
digo que te hablan más que  mi lengua,
digo te quiero bien, sin decir te quiero,
porque te quiero bien,
digo que tu corazón es estrella,
de boca dulce que adormece fantasmas
 de mar, de azar,
digo que somos parte aire y palabra,
digo que me excitas los ojos,
que me taquicardias los huesos.


digo estribillos incesantes entre poetas 
digo que te quiero bien,
en tu piel de ambrosía,
digo que nos vemos bien.

cuando te veo el dolor pasa de largo,
te digo que no sé del mar, lo que sé del azar,
pero sé andar,
y de nadar sé que amar es una palabra aguda,
y que no siempre se nombra a si misma,
no es grave ni llana,
digo que me tiemblan las palabra,
que se me hacen agua los oídos,
que me endulzas el vientre,
que me cierras los ojos,
que me mojo el cerebro de verte,
digo que nos vemos bien.




 me enamoré del río y de la calma, del sudor fresco que destilan mis albañiles, del café, de la fruta, de mis hijos. me enamoré de éstas roc...