Pude cargarte de
nuevo,
la vida nos hace uno por instantes,
hay navíos hoja de árbol,
hoy que buscamos dinosaurios.
la vida nos hace uno por instantes,
hay navíos hoja de árbol,
hoy que buscamos dinosaurios.
La vida corre despacio cuando tengo un jaguar entre los
brazos, tenemos rituales muy marcados, el abrazo inicial, como si no nos hubiéramos
visto en años, cada reencuentro, cada te quiero y cada descubrimiento, a veces
jugamos ¿dónde está? Y te pregunto en dónde hay una sombrilla, dónde hay una
palmera, dónde un dinosaurio. Pero a veces te pregunto de algo que no tenemos cerca,
solo para que observes.
Jugamos “bocho” casi siempre me ganas, y aunque no me gusta
que sientas la derrota, no siempre es bueno que siempre lo hagas, algo que he encontrado
trascendental ha sido aprender de la derrota, como un complemento, no quiero
decirte con ello que debas perder siempre, solo que frustrarse es parte del
camino, lo importante de ello es sobreponerse, a la perdida, a lo que duele,
eso que nos hace fuertes, más que no tener miedo, me he considerado valiente
por el simple hecho de tener miedo y no dejar que éste me pasme.
Cada día aprendemos palabras nuevas, hoy fue la palabra sinónimo,
“simonimo” dijiste, te corregí con vocales, vamos deletreando las palabras,
palabras distintas que significan lo mismo, entenderás que hay acciones
distintas que significan lo mismo, te dije que no todo el que sonríe es bueno,
tampoco lo es todo aquél que no lo hace, eres selectivo a elegir con quienes
hablas, con la complejidad de éste mundo de personas.
Trato de ser cordial siempre hallamos mucha gente, te
encelas un poco, no tanto como antes, ya no te escondes tras mis piernas y nos
dices que corramos, seguro lo dices a seguir jugando, a seguir siendo uno por
las calles, tengo marcados los silencios de la mano, ya te sueltas más de ella
a explorar el mundo, eres más autónomo y me duele, perderme instantes en que me
das la vida.
Así buscamos estampas para tu albúm de dinosaurios, solo
pudimos comprar dos sobres, vi tu rostro de tristeza, pero vi que entendiste
bien que así sería, por el parque Juárez ya sabes nuestro rumbo, el recorrido
al café, cada quien lo suyo, un expreso y un jugo de naranja, jugamos lotería,
inventamos un cuento con las cartas, el diablito y el valiente, la escalera y
el cazo, la dama.
Jugamos lotería y marcábamos las cartas, con las piezas de
ajedrez. El ímpetu del plan era por ir a los tecajetes, para mi fue un viaje
largo, aún no estoy del todo bien de la rodilla, pero hallamos atajos siempre a
la aventura.
Te gustan las serpientes, veo tu curiosidad en el
herpetario, sabes que no debes tocar el vidrio, sé que no pasará nada si lo
haces, no lo golpeas, no las molestas, mírame yo que he roto todas las reglas posibles,
aquí marcando normas para convivencia.