miércoles, 29 de abril de 2015

Regina

Regina
Somos carne de cañón de los sicarios,
de altos mandatarios que ocultaran  tu suerte,
hace tres años te fuiste Regina,
hace tres años se expuso al miedo la censura,
que ninguna muerte sea la cura,
a dejar de portar en las tintas las verdades.

Hace tres años se secó tu tinta,
no es un crimen como pudiera hablarse en muchos otros,
no lo es,
no porque debieran minimizarse a muchos rostros,
tu exponías a esos otros,
dabas la cara por nombres que ni eran tu nombre,
hoy damos la cara por el futuro que se negó a tu suerte,
la de tener la verdad en la boca.
Te diré que a tu partida hubo mucho desconcierto,
tanto miedo arraigado de poder ser el siguiente,
miedo que se desvanece con la rabia,
de la estúpida labia de dar largas a tu  “caso”.

no se mata la verdad matando periodistas,
el acto más doloroso es ese,
que nos tengan que matar para que brillen nuestras bocas,
para que destaquen nuestras notas,
uno pretende dignidad en ésta vida,
con la ética y poética que va de nuestras manos,
con opiniones y exponiendo a seres inhumanos,
que al final parece no importarles ésta vida,
uno va perdiendo el miedo a la muerte,
como va perdiéndole al amor a la vida,
no por ello es una cansancio o cántico de buscar despedidas,
eres tu, eres yo, eres presente,
de pasado y futuro,
somos gente,
que aún
(y pese a todo)
consideramos que podemos lograr un mundo mejor,
exponiendo,
a los que lo hacen peor,
no todos lo somos eso lo admito,
que una tinta vendida hace que se tachen a todas de vendidas,
cuando muera solo quiero llevarme el honor,
ese que a tres años tu mereces,
ese que enaltece,
que te hace diferente,
a muchos tintas planas que jamás serán más recordadas.


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