asesinaron a mis amigos,
se detuvo el mundo por un segundo,
le sentí llorar,
no hay constelación que pueda iluminarnos tanto,
a aquellos que los hemos perdido,
no,
perdido no,
a aquellos a los que nos arrebataron
puede ser egoísta decirlo así,
pero asesinaron a mis amigos,
no siempre puedo contener el llanto.
dos seres,
elementales.
los asesinaron para infundirnos miedo,
a los que desde alguna trinchera
pretendemos un mundo mejor.
he visto trincheras,
que parecían,
irreductibles
y personas que parecían inamovibles,
llorar de rabia,
enfurecer con miedo,
colgar los puños pendulares,
cuestionarse
si lo que vale la pena es lo que vale la vida.
o si tiene sentido luchar,
por ver a éste pequeño mundito,
ésta diminuta nuez flotando en altamar,
no puedo claudicar,
no desde la palabra,
y nos he visto dudar,
llorar,
huir,
morir,
porque uno muere cuando muere su justicia.
justo,
como nos está pasando.
he tenido miedo,
rabia,
odio,
sed de venganza,
he tenido suerte,
de no querer que la furia,
sea el único motivo para andar,
entre éstos bosques de odio,
también están escondidos,
agazapados,
esos dos o tres seres que uno ama,
por que no es por uno,
es por dos o tres,
seres,
que están involuntariamente en el plexo,
en pedazo de pecho,
que se niega a morir.
aún creo
que ésta pequeña barcaza
de papel,
la misma que nombramos tierra,
este pequeño gran territorio
que ocupamos,
por uno o dos segundos de éste finito universo,
aún creo que éste barquito,
contiene un par de cosas por las que vale la pena,
levantarse,
caminar con un poco de risa,
despertar.
me dolió la muerte,
le dolió a la muerte,
nos dolió,
a los guardianes de los ríos,
que cuidan de las presas asesinas,
a los que pretenden con espinas,
pagar el líquido que irriga a la tierra,
porque para los que quieren dinero,
los que no tienen consciencia,
a esos asesinos,
sus complices silentes.
criminales que envenenan diestramente,
que nos van apagando la lumbre del alma
para que allos,
jamás tengan calma.
para que entre nosotros,
los pocos aunque aveces con mucho peso,
podamos equilibrar la balanza.
y aunque parece,
frustra
me agoniza,
saber que no les importa tanto esa nodriza,
pedazo de tierra que nos vio nacer.
y aunque parece
y frustra,
aterrizo,
porque
siento y sé que podemos legar aún a tiempo,
un sitio donde quepan muchas llamas,
miles de seres con esperanza,
sé que no siempre es su culpa esa indómita ignorancia
pero como duele.
a los guardianes del viento,
les dolió,
a los guardias de la palabra,
a los titanes que abrazan la tierra,
les dolió.
el universo no los perdonará.
a ustedes
a-se-si-nos
no nos doblaran de miedo,
no perderemos la esperanza,
la acción que da vida a los fantasmas,
el honor a la buena pinche rabia,
y el amor que nos espera al alba,
aquí seguimos,
adoloridos y justos,
muertos,
que aún pueden sonreír.
no perderemos la esperanza,
la acción que da vida a los fantasmas,
el honor a la buena pinche rabia,
y el amor que nos espera al alba,
aquí seguimos,
adoloridos y justos,
muertos,
que aún pueden sonreír.