éste año me enfrenté de cara al sol, y me quedé ciego, busqué el tacto y en el acto depuré la vida, o la vida me depuró
hace un año mis 33 empezaban con Kai dormida en mi cama, hoy el regalo es que me espera, mientras balbuceo qué escribir sobre éste año, me trató mal, muy mal, y fue más que eso, los pendientes emocionales, las deudas, las culpas lo que lo hizo, eterno, las muertes, como siempre.
éste año no ardí, me incineró la vida, y es precisamente que soy ave de magma, que fluyo en ríos de fuego. No hubo algo épico en realidad, todo parece calmo en el lago de la memoria, no estuve ni una pizca cerca de la muerte, pero si me ha rondado como nunca, llevándose de más. Perdí amigos, perdí amor, perdí la cuenta de cuántas veces me he roto y cuántas veces me he lanzado al amor, así que me puse en pausa, contemplé lo pasado con expectativa de futuro, y respiré profundo, lo jodido fue mucho, pero lo rescatable es: toqué fondo, y no quiero volver a estar tan emocionalmente equidistante de mi y mi cuerpo, perdí mucho te digo, la fe en mi, pero la búsqueda de hallarme después de ello me ha venido bien.
así que haré el recuento breve, me deshice de amigos abusivos, me salí de proyectos gandallas, me aislé en el desierto y lo curioso es que me abrí puertas en ello, me abrí puertas de reflexión e inflexión, después de tanta rudeza innecesaria al fin encontré lo que no quiero y adónde no quiero ir.
me dediqué a mi cuerpo y mi mente, después de la gallera, donde incineraban a seres humanos, de los que no dejaron ni polvo, me dediqué a mi hija a no caer cada que debo estar lejos, hallé que no soy tan malo como pienso y que tengo más que ofrecer, de mi a los que quiero, a los que me quieren, ésto es para mi. me pertenezco y le pertenezco a cuatro árboles de mandarina, tuve la muerte de perder mi cámara, la que fue mi fuel compañera. hallé a Majloc, entre tanta podredumbre siempre hay gente bella, mis días dejaron de hacer foto por inercia y llegará el día. Luis me enseña de la vida más que de Karate, mi madre, valor innegable, Balam crece y se enfrenta a la pronta muerte de su bisabuela, anoche me despedí de ella, Andrea me movió la vida, me replanteó. Gio, mi pitonisa. la bici la dejé en pausa, Raúl me devuelve la belleza de creer en mi belleza, citlali me hace entender el tiempo y a través del tiempo, dejé de lamentarme y dejé de pisotearme, retomé la pluma y a entendí que soy amado, y que a veces hablo de menos y digo de más, que he podido mover algunos mundos, vi los trenes pasar con Kai en brazos, me di una pausa mi sexo decidió no querer, mi mente ni abusar, y me entregué a sentir. la cagué en mucho, al menos es claro decirme cuando la cago, quiero crear y creer y dar y que me den, amar y amarme, quiero creer que hay modos de hacer un mundo más equitativo, lavé trastes, y lavar m ropa sigue siendo un acto que me llena de reflexiones. tengo amigas entrañables, que me han abierto el mundo, he encontrado seres que me ponen los bellos como estalagmitas de solo hablar, tuve dos expos, y pocas fotos, participé en un proyecto con personas privadas de la libertad por parte del estado y escribieron sobre las imagenes que tomé, que no son mías, que son y a veces a través de mi, cerré vínculos afectivos y solo goteo a veces sin razón de los lagrimales, no entiendo bien, me respetan muchas personas, y a veces se habla más dela leyenda que hay alrededor que de lo que soy, pero realmente qué soy? depende de dónde se hable, soy dictador, o padre, soy fotógrafo o poeta, puedo ser amante o luz de noche, puedo ser ausencia, ausente, puedo estar tanto y dar tanto que me quedo hueco, no he hecho todo tan mal, pese a mis malas decisiones, me reinvindiqué a mis ojos, me abracé me sanaron la rodilla y me quité pretextos para no saltar, mi mayor insurrección es seguir en Xalapa, pese a que las posibilidades cada vez son menos, me han amado y odiado en la misma balanza, sigo vivo, sigo sobrio, casi 13 años o 14, ya no sé la terapia me acomodó el alma, y me falta disciplina, tiempo, café.
hoy no brindo, porque si bien me da curiosidad lo que falta, me da amor lo que llevo, que bien visto no es poca cosa, y por ahora, mi corazón me espera en la cama, y mis manos se hielan, sigo creyendo y creando, quizá más solo, pero mejor acompañado.