sábado, 4 de mayo de 2019

corazón kistch



debajo del armazón,
he vestido mi corazón con atavíos de oro,
para que aún mancillado,
pueda ser adorado,
codiciado, 
deseado,
cuasi amado.


para embellecerlo le puse esencias de azar,
y de azahar,
para que las llagas fétidas pasen inadvertidas,
le he remendado un par de poemas en su reverso,
por si deciden estocar su espalda,
 no olvide lo importante.

le puse un poco de seda,
debajo,
para que sienta el contacto de una tela inerte,
que se confunda con caricia,
para que en cada herida,
para cada que decida cometer un paso,
la suavidad abrace sus llagas.

en el tiempo del amor líquido que liquida,
es importante desnudarle un poco,
que se asomen sus quemaduras,
por no saber amar más que inmolando,
la sal lóbrega y lágrima,
que quema sus membranas,
sus pululentas cortadas.

es importante que sepas,
que está roto,
que pertenece a un sobreviviente
y es como el caballero moribundo,
que blande su espada al aire,
intentando alejar a los fantasmas a su paso,
buscando un indulto,
tal vez de si mismo.


con el último aliento,
 se defiende,
como un lobo entre antorchas.

no está en guerra,
pero sublime corazón cuarteado,
pertenece a un único guerrero.



y cada batalla la lucha como la última,
por eso sabe actuar con la inmensidad del mar,
como tornado,
como viento,
por eso te digo moribundo:
no es malo amar
cuando uno ama el universo es distinto.

cuando uno ama,
el tiempo lo es también.

miércoles, 1 de mayo de 2019

silencio




déjame cabalgar la grupa del viento,
abrazar el sueño,
para ser jaguar en los montes de la imaginación,
y ser un poco de memoria.

déjame dejar la esperanza,
déjame dejar la templanza,
dejar de ser,
seduce mi cuerpo,
dame un beso con tus dientes,
abrázame con tu guadaña,
fulminaname cancer,
ámame azul marfil,
úneme al silencio,
apaga la cámara,
déjala sin batería,
dame éstos los días más fríos del tiempo.

termina al sinsentido,
derrótame,
derrámame en grita de arena,
permíteme ser montaña, 
ser maíz,
no quiero sobrevivir a mi mismo,
que por menos han ganado ese valhalla,
que por menos han perdido el cuerpo.
perdóname,
por no sentir la curiosidad felina,
que se fue,
se ahogó.

extingueme lobo de la estepa,
de entre los que luchan,
derrótame guerra,
mátame loco,
piérdeme,
abrázame,
conclúyeme.


cansado,
harto,
dame tu cáncer bendito,
maldiceme,
ven por mi,
dios de la vida,
dios de los suicidas.

expele la última letra,
detén la última rueda,
deja de girar,
que se caigan las nubes,
que corten el aire,

dame una batalla la batalla imbatible,
para poder ausentarme,
realiza la justicia que debo,
que bebo,
que me desangro,
que voy moribundo,
que no puedo con la tristeza infinita del niño,
que juega a hacer imperecedero el  espejo tiempo.







Soundtrack




I

(pariah)


Me siento exahusto,
del ruido,
del silencio,
del amor y su conjugación que es la ausencia,
del desamor que su consumación es presencia.

y el día volverá,
y seguirás aquí,
en el profundo hueco que dejas.

no he querido ser claro conmigo,
me he engañado para decir no te amo,
y también me he querido engañar para decir que te amo,
quizá
el problema de siempre radica en la comodidad de perder,
de perder las llaves,
la cabeza,
el corazón,
de perder certezas,
la palabra,
el aliento,
de perder la vida en lo que otros dicen que es perder la vida.

porque es cómodo,
no esperar nada de uno mismo


el abismo es un paraíso singular.

II

(drive home)

he manejado a casa,
escuchando sin cesar la melodía,
una sinfonía de carros,
he volado en contrasentido


contrasentido.

 no pienso que sea algo kamikaze,
he visto a alguien abrocharse el cinturón,
tomar las medidas precautorias que te garantizan la vida,
pero no les he visto tomar las medidas precautorias cuando sabes
que tienes garantizada la muerte.


me quité el reloj hace años,
y mido mi vida en el girar de las llantas de la bicicleta,
he llorado rodando,
mientras el viento me seca,,
y en mi canto fúnebre de alegre siniestro,
he llegado a casa esperando una señal tuya,
he llegado a casa esperando un beso perdido,
un recuerdo en la cocina cuando cuchareo la avena,
y me siento exhausto del silencio,
del ruido,
de un momento perdido,
en el que pueda montar mi bicicleta 
y sortear los camiones cargados de recuerdos,
para llegar a casa,
quitarme el casco,
verte sonreír.

III
Hand cannot erase
(this love)

necesito de mi mala memoria,
para sobreponerme a la vida,
hace poco que solo hay dos cosas que me estorban
la memoria y el olvido.



cómo podría borrarte,
olvidarte,
cómo podría no hacerle el amor a tu ausencia,
si tengo tu ropa en cajones,
y salen entre mis playeras negras,
tus vestidos de comandas,
tus memorias de mesera,
o tu cuarto blanco en que hallé condones usados.

y más, 
presumí que los cuerpos no me incumben,
que los celos no me atañen,
que los acuerdos rotos no importaban,
pero debí irme,
y no ser el perro que ladra a tu ventana en una noche de diciembre,
para decir que te amo,
porque te amo,
y tuve que recogerme en mis pedazos,
tragarme el orgullo con tu sexo,
dormir llorando,
porque fueron tus brazos mi cura al insomnio,
ahora lejos vuelvo a ser un ser de noche.

también 
me refugié
en otros cuerpos,
quizá no debimos vivir juntos,
hoy que no puedo recurrir a la mala memoria,
y que voy al café de las comandas a sentarme solo y recordarte.

IV

Jar of Flies 

y te seguiré encontrando,
en ésta batalla mental,
en mi cama vacía,
en los sitios comunes,
que piso para adormecer la mala memoria,
porque si bien es cierto que quisiera no amarte,
tampoco quiero escaparme de ello.


V
el pensamiento circular

el dolor es algo peculiar,
ando averiado,
poco importa si me pienso solo,
no necesito arreglarme para estar conmigo,
pero me cuido,
y tomo jugo en la mañana
y la pastilla para el corazón,
me baño,
fui al dentista,
al psicólogo,
al anestesiologo,
al mismo café.

me lavo los dientes,
como menos carne,
dejé la leche,
fumo igual,
menos café,
la vitamina de la rodilla,
monto mi bicicleta,
lloro,
me baño,
me dedico el insomnio,
escribo,
veo mi cámara,
suspiro.

tengo el corazón frito,
la esperanza herida,
roto el sentido de lo que vivo,
porque ser yo nunca es suficiente,
porque ser otro no es posible,
y exploto por ti,
para en la implosión volver a amar,
esperando que no seas tu.

VI
Pausa
(yo solo pido pausa y tu me das ojos de huracán)

solo pido tiempo,
tu qué juzgas,
cuando te fuiste,
tenías tiempo de ausencia,
no sentía tu amor,
tu deseo,
tu encarnar los miedos,
tu palabra,
tu sexo,
tus descubrimientos,
tu compartirme la vida,
qué sabes de mi,
si te fuiste de ésta jaula.

VII
Bonus track 

(a veces me dices que vuelva pronto a casa y como un lobo enamorado de la luna voy corriendo)


"porque mi corazón en confusión es como la herida perfecta"







viernes, 26 de abril de 2019

pornemas tiernos




quisiera escribir un poema en tu sien, 
directo de tu pecho hacia el coxis,
dibujarte una rafaga de besos en el rostro,
una estampida de espuma en el vientre,
ser el amor con un ojo cerrado,
el mar,
el amar,
el magma,
con tus piernas de tornado,
a tu neblina de viento,
con mi vaivén de barco,
ser en mis dedos un templo,
hacer de la palabra el tacto,
al alma un pacto,
hacernos mecer en actos
donde se conjuga el big bang de éste  universo
sin desencuentros,
ser la misma sonrisa al vernos desnudos,
el río en calma,
el cariño muerto,
el cigarro,
el sofá un huerto,
de historias inmunes al olvido.


quisiera conjugar patologías,
cronologías,
crucigramas,
fetiches,
ahorcarte tierno,
abrazarte el alma,
morderte el cuello mientras arqueas la espalda,
 en el sillón
ser tu ternura lúgubre,
tu juventud en fuga,
tu alma en brama,
desatar tormentas desde tus muslos,
desatar la ropa,
los nudos,
los tabús,
los prejuicios,
desatar la piel,
abrasar el fuego.
abrazar el vuelo.


quisiera escribir un poema en tu sien,
y dejar de dibujarte en mi mente,
dejar de beber café a irme a la cama,
después de fumar un cigarro,
y desencadenarme de vos.


miércoles, 17 de abril de 2019

Creo que estoy muerto





cuando crucé el umbral de los muertos por primera vez, y regresé, viví el más pleno de los días.
casi todo el mundo, camina negando la muerte, negándose a la muerte huyendo a toda experiencia que le arriesgue, que le muestre que es tan frágil como una rama en el umbral nervioso de lo dedos.


Es distinto cuando lo cruzas por primera vez, la siguiente comida es la más deliciosa de todas, el agua retoma su sabor a vida y así fue como mis besos se transformaron en mi verdadera manifestación de amor, después de cruzar la puerta de los muertos, y verla, en su majestuosa belleza, hice con los labios el amor a la muerte, como no amarla, si su deslumbrante belleza es la sublime palabra que no existe.

con una caricia de labios sé quien ha besado a la muerte, quién siente cada beso, como si fuese el último o lo siente como si fuese el primero, el beso unigenito, el verdadero. hay una especie de vacío en los labios que no han tocado la muerte que pretenden engañarla, que no la han visto en su magnifica belleza. es una calma distinta, que no busca la boca como si la oportunidad y el momento, la casualidad, o los putos planetas que rezan se pudieran alinear por siempre, una boca que ha tocado la muerte no pierde el tiempo, no con ello son besos de tornado, con una ansiedad de cuerpos, No, quien ha besado la muerte sabe inhalar el alma,  degusta de forma gourmet, aunque se quede con hambre, los labios que ya han probado la muerte, besan para saber si estás vivo, muerto, moribundo, vacío, buscando, encontrando, sus labios se moldean, te moldean. ya estoy tan cerca de la muerte y ya tan de costumbre, que aunque no lo pretenda mis besos más calmos provocan tormentas, eclipses, explosiones, adicciones, tornados, erupciones, magma, desvergue, degenere. cada que enciendo los labios y beso, beso también a la muerte, a mi muerte tal como quiero besarla hoy.


Por eso a veces sé cuando es ella quien me besa, porque me enamoré de la muerte y también la enamoré, solo podremos besarnos ésta última vida, ya ella solo podrá amarme dormida y en cada sueño me recordará. por hoy, ella me mata tantas veces como necesita, para que no muera, tantas veces no me mato para poder soñar con recuerdos de cosas que así ya no sucederán.  no soy un semidios o un inmortal, no soy el que juras que no siente miedo, soy el que se está cansando de la intensidad del mar, cansado de cansar a los demás de amar, ya me cansé de experimentar, de cuestionar, de andar y la razón es sencilla, me volví a enamorar.

 Y cada día sin mi hija me siento como si fuese un fantasma. cuando asesinaron a Nadia y a Ruben en mi mente de la nada llegaba un "desearía estar muerto" hace semanas cambió a "debería estar muerto". hoy, me llegó así "me siento muerto".











viernes, 22 de marzo de 2019

tinteros






he querido escribir sobre un tintero y la pluma que habita tus puertos.
he definido al aroma de los alcatraces en tus besos,
como un sinónimo de insomnios,
he auscultado el silencio como la más feroz de tus venganzas,
y me he descubierto desnudo ante el más fiel de los espejos.


he reconocido mis miedos, para comulgar con ellos,
comer la carne de cavafis,
y oler la sangre de caronte,
al abrazarme en mis viajes de Ítaca,
me he ausentado en mi cuerpo al sentir la tinta negra recorrer mi piel,
para por un minuto sentir que soy piel más que un deseo,
y te deseo,
que seas breve en perdonar,
que vuelvas a amar,
y que no tropieces nunca más ante tus mismas piernas,
he volado de rasante lluvia sobre la bicicleta,
abrazo la neblina de mi nostalgia tersa de la infancia terciopelo,
me abrazo tierno al sueño antes que despunte el alba,
mientras un lucero me mantiene aferrado al atardecer,
digna esperanza.

he bebido del maná que emana el viñedo del mar,
he abrazado como europa la grupa de zeus,
y he encontrado el tierno hueco del sexo en mi vientre,
un odre en mi pelvis,
un blando sonido de bala en mi craneo.

he volado con los cuervos sobre la barranca
para salir del mar, 
y de mi laguna,
mental tan permanente,
y he hecho un acuerdo a los recuerdos,
para que la marea no borre como siempre las letras de arena,
no humedezca la brisa los papalotes del mar,
y que éstos no caigan,
en picada kamikaze, al olvido.

he soñado que saltaba al vacío con una muñeca en brazos,
he despertado exhalando el vaho morado de los muertos,
he despertado en cada estertor como un niño renacido,
en éstos, los días más largos del tiempo.


he acordado con mi propia necesidad de caos,
una pausa gigante de cedro,
de roca tosca en el pecho,
he aprendido lento del mar,
que amar,
no siempre es presente,
hoy que desconozco de humo,
aquello que siendo, dejó de ser.


he querido escribir sobre un tintero la pluma,
que te amen los poetas,
y que arda troya conmigo adentro,
por querer que haya alguien que cuente éstas historias,
que insignificantes y faltantes,
son irredimiblemente necesarias.


lunes, 18 de marzo de 2019

antes de que termine el invierno





las noticias avisan el cambio climático,
usamos nuestra chamarra para resistir al miedo,
abajo,
ropa ligera por si la vida nos sonríe 
y que no nos tome por sorpresa,
botas de lluvia,
chalecos ligeros,
pero impermeables,
el silencio nos informó un cambio climático,
y si escuchas atenta a la noche,
y si observas bien las estrellas,
sabrás si mañana habrá otra balacera,
otro muerto,
otra herida abierta,
una niña que no llega a casa,
o un secuestro exprés por la policía.

si escuchas la avenida 
y los autos 
y las sirenas,
sabrás que será larga travesía en el día,
aunque aún no llega el alba,
no siempre lloverá.


el cambio de clima también puede venir al revés,
un día soleado con probabilidad de encuentros,
un beso de lluvia en el margen de error,
una noche nublada con apacibilidad de estiercol,
acá no todo es malo,
pero no todo es bueno.

algunos luchamos por lo poco que queda,
por los ecos de la tierra,
por el sonido del viento,
luchamos contra el miedo y salimos a la calle
y no le hacemos caso a los noticieros,
y caminamos como si en ésta esquina,
anoche no hubiera un muerto,
y crecemos como flores en el pavimento.


vivimos en una tenue solidaridad,
en la calle lees a la gente,
y tratas de hacerle caso al instinto,
si será la niebla que baja  te cuide,
o si los charcos de la mala suerte se cruzan a tu camino.

las noticias anuncian un cambio de clima,
que habrá sol hasta el próximo viernes,
pero ya nos llovió sobre mojado
y decidimos no hacerle caso, 
y salimos a la calle,
las flores de la primavera,
antes que termine el invierno.









sábado, 16 de marzo de 2019

afirmaciones





soy la intensidad del mar,
la arrogancia del viento,
la invisible humildad de la humanidad,
la soberbia ensimismada,

soy la empática brisa de la arena,
esa caricia del tiempo, que te arruga la piel,
soy injusto,
y soy violento,
 de nudillos, que no tocarán la tierra,
soy talento,
que tira pa lante,
el que media,
con suavidad en la palabra,
soy el amor entre un volcán y la tormenta,
el hijo de los cerros,
hermano del colibrí que abraza siempre a un hada con su pierna,
bosque de neblina,
ojos de musgo,
tierra mojada,
soy las disculpas a las que no me atreví,
y las veces que me agaché ante lo que era injusto,
soy sobrino nieto del puño del 68,
y la empatía paisaje que te hace entrar en ese viaje
que estamos destrozando lo que somos,
que soy tierra
y mucho más.

el orgulloso hijo de la rosa de los vientos,
soy la resaca del temblor,
y la calma.


tengo la inmensidad de la arena,
en su mínimo elemento,
porque sé que soy nada, lo soy todo,
sé cual es mi pierna coja,
y cual es mi abrazo solidario,
soy aleteo de mariposa,
aunque tengo ojos de brisa y de tornado,
tengo brasas en los brazos,
y cuando no tengo visión trato de tener algo de tacto,
soy la palmera que se dobla,
pero que decide no caerse

soy el amante de Morfeo,
el encantador de cobras,
el enamorado de la muerte,
soy el fiel amigo de los trenes,
el frágil,
el nuncamente,
el dado que improvisa la suerte,
soy poesía que ha perdido a sus amigos,
que no debían morir.

soy la montaña que pretenden expropiarte,
el seno de la tierra,
el pubis delta de los ríos,
soy negación de la represa que destruye,
y el quijote que pelea contra los molinos de viento,
eólicas que destruyen lo que siento,
el paciente a la ignorancia,
el que se equivoca irremediablemente,
el que no ha querido escribir un libro,
el que se niega a titularse,
el que planea,
como gaviota,
ser un buen maestro,
el que no te juzga golpeador,
el que ha aprendido de tu voz y tu palabra,
el que poco enseña,
pero siempre sirve a un mal ejemplo,
el que aprendió a ser feliz sin tener un clavo,
el que debe su ropa
y su sangre a sus amigos.

solo me someto a la ley de los tercios,
soy el temeroso niño de su sombra,
el que no se va a salvar,
soy el que por hoy está perdido
y se decide a decirse lo que soy.



miércoles, 6 de marzo de 2019

distinto




éstos no dejan de ser versos tristes,
camino con paso fino,
seduciendo a la vida,
para retar a la muerte,
a que me posea.


estoy haciéndolo distinto, 
aunque quizá todo igual,
fue necesario el insomnio,
para limpiar el cuarto,
ir empaquetando la ropa
y releyendo las cartas,
las notas,
las fotos,
para archivarlas,
delicadamente rotas,
en la basura.

no lloré, 
hasta entendí un par de cosas,
no enfurecí,
hasta fui amable en el auto,
con el tipo cualquiera de siempre.


mis amigos me han enseñado,
del agradecimiento en el azar,
me han obsequiado un libro,
una sonrisa,
una seducción,
me han dado palabra y abrazos,
centro,
eje 
también hay los que hablan de más,
sin conocerte.

tampoco te conozco,
según pienso,
pero estoy más calmo,
ordenando prioridades ,
por orden alfabético,
hasta llegar a la "K"
y saber que no me importas en la medida que existes,
si no en la medida de kai.


de contar mi dolor,
me han centrado en lo indispensable,
y le he vuelto a prender luces a los fantasmas,
y una vela para que encuentres tu camino,
por error la rompí,
o eso supongo.


deambulo en el calor,
en la camaradería,
en el estertor,
la más dulce y justificada alegría.

deambulo roto pero tranquilo,
con la esperanza niña de cuatro meses que volverá para verme,
mientras,
sigo en mi mente construyendo una casa,
en la que habita su cuarto,
adornándolo, 
con los peluches que ganaré en las maquinas de las terminales,
de mis paraderos de ningún lugar.










martes, 26 de febrero de 2019

la única certeza



si éstos poemas pudieran pagar las deudas,
la renta,
o la comida,
si te llevaran al cine,
si no fueran más que letras,
muertas, 
como mi deseo.


si pudiera vender en las esquinas un poema,
junto a la doña de los elotes y las alitas BBQ del barrio,
si te dieran la calma que mereces
y el amor que necesitas,
si pudiera alimentar a mis hijos,
si me acercaran a ellos.

si mis fotografías sirvieran de algo,
si fueran más nada que la nada,
entonces tal vez tendrían sentido.

si me dieran un laburo de 8 horas de poeta,
con prestaciones,
seguro médico,
la posibilidad de comprar una casa,
un sitio digno,
un sitio propio.

si éste mundo no fuera ésta mierda,
y pudiera seguir confiándote mi llanto,
si pudiera dormir contigo,
si tuviera las certezas que buscas,
si levantara la herradura del baño,
si éste desorden de planes y recuerdos,
si éste insomnio jodido pudiera cambiar el mundo,
quizá me llamarías maduro
 o responsable,
quizá me llamarías por mi nombre de vuelta a la cama,
pero no.

ando herido,
desde el alma,
 a la  esperanza,
por querer un mundo tierno,
y creer que lo que vale la pena vale la vida.

pero no, 
y te entiendo.

no se vive de poemas,
de fotografiar la calle,
no se vive de charlas de café,
de entender un poco al mundo,
de otorgar esperanza,
eso no da seguro médico,
ni prestaciones,
ni certezas.


he vivido,
como un parásito,
un paria
y no me disculpo,
pero tampoco me perdono,
por no poder habitar una oficina
usar la camisita con la que te gusta verme,
y si de andar todo roto,
quebrado,
escribiendo el insomnio a mis 32 años.

quizá si no fueras tan recta,
tan lista,
tan sabia.
tan querer que yo crezca,
tan atrapame en el vuelo,
podría darte lo necesario.

pero no
y soy muy yo para ti,
tan poco autónomo,
tan sueño despierto,
tan despierto de noche.

tu que sigues a la rosa de los vientos,
que solo cargas una maleta tuya de hace años,
que me dejas la ropa,
las cajas, 
los libros,
las fotos,
yo que necesito un hogar construido,
un sitio para fumar por las noches,
tan necesito mi falta de sentido,
tan mi poca esperanza,
 mi soñar un poco,
tan mi bicicleta,
 mi cámara y mis fotos,
que aunque sirven de poco creo en ellas,
en éste, mi espacio pequeño,
con mi no quepo en ningún lugar,
mi desfase,
que he explicado y entendiste.



yo tan aferrado a los sentidos,
tu tan abrazada a la razón,
quizá ésta vez me iría contigo,
solo puedo decir,
que si necesitas volver
y un hogar
y cambiar de plan
soñar un poco,
tienes un corazón para habitar,
y para volver a el que es tu casa,
y lamento ser,
tan todo yo,
tan poco,
la razón y la única certeza a que vuelvas.










sábado, 16 de febrero de 2019

Niña de Azúcar


forma de lucha




tenemos ésta ciudad como trinchera,
y sueño más de lo que vivo,
caminar es la forma de esperanza,
y habrá siempre una luz para el camino,
habrán niños que jueguen a la guerra,
también soldados de nosotros, de los oprimidos,
aunque te caigas mil veces te levantas,
porque no te vences ni aún vencido,
si en lugar de encerrar tigres y panteras,
liberamos todos nuestros sentidos,
los sentires se harían negros de esperanza,
no tendríamos miedo de dejar un hueco,
una herida abierta cuando nos matan.

es curioso como no pensamos en nosotros,
ni pensando en nosotros,
lo que nos duela de la propia muerte no es la muerte,
es el hueco que se queda de nosotros,
si me muero no quiero padres nuestros,
pero si quedar conforme a los recuerdos.

si me ves tristeando y vagando por la calle,
sálvame de mi mismo, sálvame de mi templanza,
porque sé caer y sé volar,
se amar,
y  fallar.


jugamos ajedrez con la palabra karma,
y suspiramos años de dolor y llantos,
cualquier parecido con la vida es un poema,
mera coincidencia es emprender el vuelo 
sueño más de lo que vivo
el viento da caricias y confianzas,
de algodón, 
de humo herido,
y nadie más pudo resumir mi ideología,
que David en una frase:


"El hogar de las palabras es mi hogar,

dar es mi forma de lucha,
mi resistencia la escucha,
mi arte tu andar."






martes, 12 de febrero de 2019

ficción, noficción, la fricción de pensamientos, o el porque no escribo más cuentos.





Me gusta mucho hablar, por ello se me complica escribir cuentos, no me gusta ficcionar la realidad, lo hago por justicia poética, en mis fantasías me encontraba al asesino de Vicente, siempre un cuadro distinto, desde chocar su hombro y arrebatarle la pistola con la que lo mató, lo escribía, mil veces lo escribí. En mis cuentos mi alter ego se llamó Milan Balderas, y en las vías del tren vi morir a su asesino, actúo a la vida con agradecimiento, llámame incomprensivo, pero me hubiera gustado ver escaparse la vida de el asesino de Vicente en mis manos. si encasillo mis ideas en fantasías y lo retrato como ello deja de ser ficción, son fantasías no he matado a nadie, su asesino seguro sigue vivo y libre y asesino  y yo quisiera verlo muerto, perpetuando el círculo de la incongruencia. fantasías, les llamo así y ésto sigue siendo un texto de no ficción, quizá un cuento.

Mezclo todo te digo, flashback / me golpeo la nuca con el muro, me recojo las rodillas y me duele la cabeza, siento impotencia, miedo, ira, tengo ¿5 años, 4? y la sensación de vacío en mi, la misma sensación de la primera vez que tuve realaciones, la misma que tuve cuando me masturbé las primeras veces, la pared que azota mi nuca es amarilla, no hay nadie más que yo en ese patio/ por eso no puedo escribir cuentos, te digo, incluso mis historias son una sucesión de eslabones rotos, porque estoy roto, porque quizá lo que decía Benedetti "lo malo de la autocrítica es que los demás la creen"


me gusta el periodismo con licencias literarias, porque los hechos tangibles crean un espacio a la imaginación, aunque machado me susurre "se miente más de la cuenta por falta de fantasía, también la verdad se inventa..", ¿porqué creerle a machado? o bien, ¿porqué no creerle?, fantasías.

He pasado mi vida imaginando que soy el espectador de una película, de mi propia película, que en algún punto puedo solo elegir otro canal, o regresar la decisión como en "bandersnatch" que no he visto y me niego a hacerlo. Tal vez en realidad mi mente ficciona ésto, y mis manos no escriben y soy un paralítico jugando un juego de simuladores que simplemente no puede terminar, lo cual haría ésta paradoja más compleja, toma como desees esa paradoja, tu que me lees y te ficciono como alguien importante para mi, alguien a quien le puedo confiar mis pensamientos, porque siempre hay pretensión al escribir. Paradoja, alguien que simula escribirle a alguien que simula leer a un simulador tratando de escribir como si importase, como si a ésta altura del texto siguieras leyendo.

¿Y si es así? ¿y sigues leyendo y te importo?, tanto como tu me importas y no es una ficción y no me llamo Milan Balderas y ¿soy un tal Ehécatl Ríos? no sé, es casi la una y cinco y escucho weight of love.  Y perdí el hilo, mi madre sale al patio donde fumo y me da mi medicamento. le leo y escribo en presente aunque eso sucedió hace cinco minutos. ficción te digo.

Mi medicamento... ella confía en las farmacéuticas, empresas al servicio de brindarte una buena salud, una larga vida, la cura a los males ejercidos por tomar coca cola, beba su pastilla contra la diabetes con una, o astorvastatina para bajar los tacos.  aripiprazol y lamotrigina, pienso en Gataca, seres mejorados genéticamente para obtener personas más inteligentes, capaces el non plus ultra de la evolución al servicio de los que puedan pagarlo. pero a mi no me modificaron y estoy defectuoso del lóbulo frontotemporal de por vida. en Gataca la voluntad del personaje, el orgullo, dile como quieras hace que salve a su hermano, un ser dotado que a punto de un calambre y una competencia en el mar hace que casi se lo cargue la verga, pero nuestro personaje, defectuoso, hecho en casa regresa a salvarlo. defectuoso te digo. el Animus... "juan de los muertos, ¿matamos a sus seres queridos?" ahí escuché a la primera persona proclamarse un sobreviviente, llamarse así se me hace pretencioso, ostentoso, soberbio. un ser defectuoso, adicto, con pensamientos suicidas. pero un sobreviviente.

debe ser algo que me dejó mi abuela, sin saltar a mi madre. mi primo Jaime murió al año de pulmonía, mi tía lo sostuvo en brazos, muerto. Yo nací después en un jueves, un 8 de enero, veinte días después pulmonía. Me niego a creer en el fátum, no quiero, me niego a creer que existe, ante toda aseveración sórdida fatal siempre hay un pero. me niego acreer en el sino, pero... las hilanderas del destino tejían, las Moiras veían los hilos del destino que eran cintas de videotape, había cientos colgadas en el cuarto oscuro, muchas rotas, muchas cintas avanzando, una de las ancianas me vio, en sus manos sostenía una cinta, su hoodie como de bruja, manos largas sin rostro visible me preguntó ¿quieres ser un dios o un mortal? como si le concedieran a alguien un deseo por meritocracia, en mi sueño rechacé ambas. "inmediatamente después de los monstruos mueren los héroes, porque la naturaleza del héroe es monstruosa" escribió Roberto Calasso, tengo una cita pendiente con "las bodas de Cadmo y Harmonía" no lo terminé de leer. soñaba muy intenso. pero... no creo en el destino.

mi panteón de dioses es basto en ídolos, los dioses lloran lágrimas de ámbar, dice. los dioses son inteligentes, ellos saben que están destinados a morir. a ir a la isla de Náxos, donde Teseo deja a Ariadna, no la deja porque no la deja de amar, no, la deja por despecho, no. él la deja en un sitio circular, él, la olvida, Ariadna se suicida, se cuelga de un árbol. vaya lugar, el peor para un amor, la isla del olvido. adonde irán todos los dioses, los ídolos, adónde llorarán ámbar y toda su trágicomedia será, Nada. las hilanderas tejían en Videotape, relegadas a un cuarto oscuro viendo vidas en la eternidad  y su venganza fue cortar las cintas doradas de los dioses.

"El pensamiento circular" esa canción de Ivan Ferreira viene y va en mi mente de nuevo desde hace días, "El pensamiento circular/Con la cabeza vacía/Hay noches/que todo es una porquería y pienso en ti"...


"El crecimiento personal/en una cama vacía/Hay tardes/que todo parece mentira/Y pienso en ti"... Mi mayor miedo es el alzheimer, tengo miedo al olvido. no al olvido de mi vida, de mis historias o las personas que me conforman, tengo un único miedo, ni dejar de caminar, o ser un simulador que simula que escribe, tengo miedo de olvidar mi deseo de amar. un sitio círcular la isla de Naxos, la isla del olvido.













jueves, 7 de febrero de 2019

bilabial



me gusta decir gracias,
y no me gusta decir adiós, 
me despido mil veces para acostumbrarme,
a la idea de la partida,
como decía esa poesía,
"nunca te vayas sin decir te quiero"
porque no sabes cuando será el último de los adioses,
o el principio de un final.


hay palabras que saboreas en los labios,
y otras con la orilla del corazón,
así que cuando me despido por tercera vez,
es mi forma de decir te quiero,
quisiera no acabara éste momento,
pero tampoco el tiempo te quiero ya robar.

Fricativa,
Oclusiva,
Bilabial,
Bidentada,
Aspirada,
hay palabras,
sílabas y versos,
que se saborean con la boca,
otras con el esternón,
me gusta decir amor, sentirme amado.


la palabra amistad me desencanta,
no podría encasillar a nadie con tan frías letras,
porqué decir amigo,
cuando puedes decir.
te palpo con el corazón,
te extrañaré, gracias por el habla,
por la forma magnífica de coincidir.

me gusta decir tengo,
aunque me disgusta poseer,
me gusta decir tengo 
y acompañar la palabra con algunos pensamientos.

y así,
 suena mejor:
tengo pensamientos que te quiero compartir
y una vida para levitar,
quiero aprender de ti para entenderte,
y a éste mundo estrecho para amar,
con la inocente forma de odiar,
me gusta decir gracias
me gusta decir muerte y que se me aviente a esperar.

me gusta decir Nadia Vera,
 saber que te volveremos a encontrar.


tengo un cuerpo para amar,
y lengua para saborear,
un olla con café caliente,
un brillo en los ojos para discernir,
un espejo para verme en ti,
lo que sientes,
y darte confort,
un abrazo,
al darte aliento me construyes mundos,
la resistencia que es esperanza,
de la vida misma
y aguantar,
todas esa palabras tristes que conozco,
y que siempre nos pueden apresar.


me gusta lograr
y aspirar,
se conjuga lindo con mundo,
si se acompaña de un mejor.

me gusta decir entiendo cuando entiendo,
me gusta concordar,
acordar,
recrear,
amar,
parpadear.

gusto más del yo te entiendo,
que un yo discrepo,
pero nos podemos ayudar.

porque en parpadear se va la vida,
y en suspirar llega el amor.

no me gusta decir margen y dejar fuera,
no me gusta decir fracaso y ver dinero,
me gusta decir tiempo
y que los segundos ardan-pedalear.


hay palabras que me gustan,
por que saben desde el paladar




y frases 

miércoles, 30 de enero de 2019

sin documentos




Se despidió de la tierra,
porque le robaron su tierra,
 si bien es cierto que uno anhela un camino,
es para construirse un hogar,
donde llegar,
 a reposar ,
la travesía,
sin esperar que la vía,
del tren,
sea el sacrilegio a la vida.

en las casas,
cuando no llueve, gotean, 
y aún así se le puede 
robar un espacio al éste mundo
y crecer
y creer,
que todo puede  estar mejor,
y que si hay voluntad hay camino,
porque ya no reclamando a la vida,
le puedes aclararte a la vida,
emprender,
y volver. 

 la prueba primera es un buen abandono,
 la familia 
y los sitios comunes,
los  recuerdos y los espacios,
que te vieron nacer y crecer,
metes en una mochila pequeña,
 esperanza y abrazos,
de quienes conoces, con quien creciste,
metes lo que te forma y conforma,
los recuerdos y amores,
y la  poca seguridad que te ha dado el estar,
donde nacer para morir es costumbre.


y te escapas,
de la pandilla y el hambre,
de la calle asesina,
que es juez y parte
y te vas,
aunque algo de ti se queda,
algo siempre se queda,
aunque en una maleta tratas,
 de llevarte entera la vida.

en el camino te escupen,
dicen que necesitas documentos para cruzar el viento,
no como el ciento,
de aves que te iluminan.


Te  dicen extranjero,
 te señalan,
en el crucero,
en la calle,
aunque habrá una mano solidaria,
o una patrona en el camino,
una casa al costado,
en la que a veces dan agua,
aunque no sabes que eres un negocio redondo,
pero tu solo quieres estar,
bien.


 te marginan,
 o explotan,
por decidir cruzar los alambres,
 que unidos hacen fronteras,
porque cuando la máquina del progreso avanza,
pisoteando selvas, secando ríos,
devorando todo a su paso,
y te derriban la casa.


y tu vecino levanta
el vuelo,
y te hablan,
que le va bien y que avanza,
y tu que pretendes solo un pedazo de cielo,
el que mereces para habitar
te quieren expropiar la esperanza,
y decides agarra el camino,
aferrarte a tus pasos,
hasta romper los zapatos,
y seguir.


decides,
buscar eso que te dijeron que no mereces,
esa vida digna y ese bien vivir,
y sabes que viene la migra y los coyotes,
y que hay muchas violaciones,
que muchos se quedan a medio paso,
y a otros se los llevó la bestia entre las patas,
pero la montas, te amarras,
ante el sol, la lluvia y el hambre,
con el frío óxido de su lomo,
y te decides a no caer,.


porque siempre hay una digna esperanza,
de caminar aunque queriendo volver.

y te extorsiona el lanchero y el policía,
te piden peaje en cada vía
y con lo poco que cabe en la maleta escondido ,
hay una fotografía y un  amuleto,
un número de teléfono,
y es toda tu vida.

a algunos les expropiaron la tierra,
a otros la vida,
pero siempre habrán caminos arriba,
para no abandonarse.

así,
sigues en tren y por monte,
te amarras a la bestia en su lomo,
mientras las verdaderas bestias te matan,
de hambre y te ahorcan.

te cuestionas siempre,
entre la piel quemada y herida,
entre la posibilidad impasible,
de poder no volver.

porque tal vez nada que no valga la pena,
no vale la vida,
por uno, dos, tres que tu amas,
se puede seguir.














jueves, 17 de enero de 2019

re-flexión, 32 años se dicen.




Es ese frío que te entume las articulaciones, no el que te quema la piel o del que quiebra los labios, es ese que acompañado de brisa termina por mojar todo, no es del que puedes escapar, aviento girando la colilla del cigarro, como en las películas, siempre imagino que habrá una explosión, o podría inmolar una gasolinera, pero termina rebotando para hacer ese tsss característico al absorber el agua  brasas.

Se escucha el caer de las gotas, el chorro de agua en en el tubo de pvc, las farolas de la calle, amarillentas, la neblina se esfuma, así como ha estado llegando cuando  empieza a caer la noche, es la 1:24 de la madrugada, escucho a Junab Ku, "yo no sabía que temblaría al pensar tu nombre y que caería si te perdía y pisaba el borde" Omar, el vocalista y autor de las canciones murió hace no mucho, treinta años, poco más, cáncer, como ese ganglio en el cuello, inflamado del mayor Sabines:

 "Mi padre tiene el ganglio más hermoso del cáncer
en la raíz del cuello, sobre la subclavia,
tubérculo del bueno de Dios,
ampolleta de la buena muerte,
y yo mando a la chingada a todos los soles del mundo.
El Señor Cáncer, El Señor Pendejo,
es sólo un instrumento en las manos obscuras
de los dulces personajes que hacen la vida."
                                                          J.S.
Omar, hay muchas historias con él, de muy cercanos, de no tan lejanos, él me acompañó un año, o no él, su música es decir él, a muy su manera, "puedo sentir que estás aquí y vuelve a hacerse el frío entre tus manos, como que me falta tu calor... como que me hace vibrar todo, y vuelvo de nuevo a sentir, quiero verte de frente y poder sentir que ya no siento nada, quiero verte sonriente y decirte todo sin decirte nada, quiero verte de frente y poder decir que ya no siento nada, pero no, quiero verte sonriente y poder decir que ya no siento nada, me extraña que siendo araña...". toda la vida he tenido una cercanía a la muerte y siempre me ha sido necesario repasar a mis muertos, es importante, no me atreví a verlo en su funeral, por respeto, no fuimos cercanos, pero muchos amigos si, manejé a Juchique de Ferrer, para saber que era real, que estaba muerto.


 Guadalupe, fue mi primera novia y mi primera muerte. me otorgó una dualidad fatal, traumática con respecto al amor, ese apego involuntario que te da esa sensación emotiva y ese desapego de la razón que te da el temor a la pérdida, deambulando la vida en ello. me columpio en la azotea de la casa, y pienso como ésta era entonces, no había lamina que me impidiera ver las estrellas y la luna, podía ver los atardeceres mágicos, morados, rojizos... era un cumulo de varillas saltarinas que si las desconocías te hacían tropezar al borde, más de una vez bien pacheco estuve a nada de caer al precipicio. 

le hablaba a la luna, como si fuera una diosa, al contrario del dios predilecto de ésta ciudad, el cruel, que te da todo para luego quitarlo de tajo. Caminé sobre el quicio varias veces, si bien cada muerte te enseña la primera es memorable, es la más difícil de sobrellevar, te hace dudar, recapacitar, sentirte frágil... y vivo, y sientes que la vida es una injusticia.  entonces no entendía lo necesario que es guardarles un luto a los muertos.

 a mis trece años, bajo una educación atea quería el refugio de dios, para pensar que había algo más allá, que la volvería a ver. no fui a su funeral, ni a los rezos, no vi su cuerpo muerto, no pude, trece años te digo, cuando un par de semanas antes solo bastaba brincar la barda, una travesura, y tomarle la mano, aún recuerdo que sus manos siempre estaban frías, las mías sudorosas, "tus ojos de color que suelen pintarse las tardes, somos ese aire que no puedes respirar" sigue Iris de Junab Ku, "si acaso soy un semidiós, jugando a solas" y le di vida a la muerte, ¿qué dios podría ser más justo? el del sueño quizá, a quién podría seducir de otra forma que buscándola "quiero ser el aire una vez más" y la busqué mucho, traté de ahogarme con ella, pero los vasos solo traían congestiones y chilaquiles en las mañanas. 


Todo instinto de supervivencia se revela al anhelar la muerte, tiene una dualidad impertinente, seducir a la muerte te digo, así le llamo, a veces me siento un Oliverio en "el lado oscuro del corazón" dándole besos, para después acariciar la vida, esa trágica seducción pensé que terminaría por matarme, o por matarme antes de que pudiera escribir éstas letras, que escribo fumando junto al tanque de gas estacionario. 

Cada experiencia cercana a ella, la adrenalina al alejartel, la estupefacción de seguir vivo, esa soberbia sensación de cercanía y seguir,  me sentí inmortal y puede decirse que lo fui, sobreviví a mi adicción activa, hoy como en ese libro de Julian Herbert "cocaína manual de usuario" creo que a casi once años limpio, "sufrí la peor sobredosis, la de la realidad" sobreviví a mi instinto Kamikaze, he amado esa palabra, darle un sentido a la muerte y que valga la vida, se me hace una doctrina maravillosa.

Cada muerte te enseña algo, algo distinto. 

Mi tío Carlos, un paro cardíaco, tenía catorce años, casi quince. "quizás ojos de cielo corazón procaz lengua de fuego y manos de huracán, alma inmortal, toque de muerte" hay tantas historias a su alrededor, si yo pienso que he retado a la muerte, él se lleva las palmas, quitarle una pistola a alguien que te amenaza es distinto a decirle a un tipo con un revolver "te faltan huevos" esa frase la leí en un libro y se me quedó en la mente, reverberando. un estúpido pique de automovilistas neuróticos, de ahí solo he tenido otro encuentro, un tipo con una escuadra me pegó en la facia, al emparejarlo tenía una escuadra apuntando, sobre lázaro cárdenas en un chevi blanco, iba en coca, solo pude pensar  " si me lleva te vas conmigo" ¿sabes que si a una velocidad imprudente le pegas entre la la llanta trasera y la defensa haces que de trompos? lo descubrí en un arrancón. mi tío carlos me enseñó, que no importa cuanto la busques, la retes, termina por ganar. mucho tiempo después más que amor a la vida, me surgió una pregunta ¿hasta dónde crees poder llegar? no es amor a la vida te digo, es curiosidad. 

Vicente, uno de mis mejores amigos de la secundaria, un cholo cualquiera, un paria de la colonia revolución, que asaltaba por necesidad. Me contó que estaba apuntando a un señor, él dijo que ¿porqué lo hacía?  lo necesitaba, nos contó que lloro, y habló un rato con ese señor. La última vez que lo vi fue en una fiesta recuerdo poco, yo ya estaba hasta hocico de pedo, pero recuerdo que tenía una camisa de cuadros y un pantalón café, un paliacate en la frente. 

me dolió como no sabes, fui a su funeral, lo vi muerto, con su paliacate, yo tenía quince años, no entiendo qué sucede conmigo, cuando abracé a su hermano y se soltó a llorar, no sabía que tengo algo ahí por lo que me pueden confiar el llanto, me ha pasado en cada funeral. lo mataron, tres balazos en el pecho, por chocar hombros, así como lo hice mil veces. Hay técnica incluso en taclear a alguien con el hombro, hacerse de palabras, algunas veces por ese simple motivo peleé un par de veces, esperar el primer golpe después de ofrecer la menta de madres reglamentaria.

 y te dicen que el machismo no mata, que pelear por un espacio ficticio en la calle, tu burbuja personal, por ego, por ver quién es más hombre, más de una vez me cagué de miedo al verlos más grandes, más fuertes. tenía mucha ira, mucho dolor, que salía a la primer provocación.

En su funeral estaba muy drogado, me adormecí de mota y caña lo más que pude... la peor sobredosis te digo, la de la realidad.


Alex Rubio, él me recibió en el primer internamiento por junkie, frescos dieciocho años, ese día presenté examen para la UV, ya había intentado suicidarme, mi madre dice que fueron cincuenta y cinco pastillas, medicamento controlado. 


Tres días en coma. Alex se suicidó de forma muy peculiar, había recaído, su adicción tan bellamente triste lo fulminó, acababa de vender su casa, tenía una maleta con dinero y una depresión insondable, "infinita tristeza" se fue a beber, la maleta no apareció, era catorce de febrero, y él amaneció colgado. Dos hijas pequeñas dejó, había terminado con su pareja y ella empezó a salir con alguien. Es irónico el círculo de la adicción, la tristeza te hunde, y te dejas, te abandonas, esas dos palabras "te abandonas" y ya no puedes solucionar nada, solo queda un camino vertical al abismo, es irónico como la razón para hundirse y levantarse pueden ser la misma.

En el insomnio hallé la fuga a la muerte, a mis pesadillas, desde niño, soñaba que me mataban, o que moría.


Soledad, así se llamó mi abuela. cuando la casa de una planta alguna vez estaba ahí, confortando el llanto. ¿Te ha pasado que invocas a los muertos? a veces los veo en las sombras, pero resulta que son sombras, o un bulto entre ellas, no dejan de sorprenderme cada que las veo, y podría decir que las reconozco, últimamente veo a Nadia, debo tener un pendiente con ella.

Soledad, murió de cáncer, hay mucho que decir de ella, de su muerte, si me enseñó algo con ese ganglio maldito del bueno de dios, me enseñó a luchar contracorriente. era una batalla perdida, ella lo sabía, pero luchaba por no dejarnos, rotos, con los pendientes de sobra que tenía.

 pudo dejarse morir, pudo, pero siguió hasta el último minuto,  con morfina, con su dios entre los labios, si bien no creo en su dios, creo en la fe, esa que la salvó la primera vez de ese cáncer terminal, que regresaría quince años después. Y se me empañan los ojos. Respiro. Contra todo pronóstico luchó te digo, virtualmente muerta, como todos nosotros, porque la única forma de atravesar la vida con dignidad, es saber que ya tienes garantizada la muerte.

Y aceptarlo, con la incertidumbre que hay para después de ello, con la certeza que lo sabrás, con todas las ideas que hay al respecto, las teorías, que solo son eso y no por ello "abandonarte", aunque trato de pensar que creer en los fantasmas es una forma de guardarles tributo, porque uno se debe al espacio que lo forma y a los que formaron ese espacio, los que lo conforman y por ende es un tributo al sitio que ocupan.

Pero más adentro, quiero creer que la muerte es el final de la existencia total, que no hay paraíso, que no hay infierno, que no seré un fantasma, que no viviré mi vida una vez más en un rizo eterno, que lo que amas se va contigo, que no es necesario apagar la pantalla, que se acaba, que descansas de existir, porque no hay pantalla.

Y porqué no lo sé, también quiero creer que beberemos un café y fumaremos un cigarro, que somos solo un ciclo, y se trata de quedar bien satisfechos, porque la vida asciende y seguro nos trasciende.

 Soledad te digo, vaya nombre el de mi abuela. Yo no planeo ganarme el cielo.












 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...