soy la intensidad del mar,
la arrogancia del viento,
la invisible humildad de la humanidad,
la soberbia ensimismada,
soy la empática brisa de la arena,
esa caricia del tiempo, que te arruga la piel,
soy injusto,
y soy violento,
de nudillos, que no tocarán la tierra,
soy talento,
que tira pa lante,
el que media,
con suavidad en la palabra,
soy el amor entre un volcán y la tormenta,
el hijo de los cerros,
hermano del colibrí que abraza siempre a un hada con su pierna,
bosque de neblina,
ojos de musgo,
tierra mojada,
soy las disculpas a las que no me atreví,
y las veces que me agaché ante lo que era injusto,
soy sobrino nieto del puño del 68,
y la empatía paisaje que te hace entrar en ese viaje
que estamos destrozando lo que somos,
que soy tierra
y mucho más.
el orgulloso hijo de la rosa de los vientos,
soy la resaca del temblor,
y la calma.
tengo la inmensidad de la arena,
en su mínimo elemento,
porque sé que soy nada, lo soy todo,
sé cual es mi pierna coja,
y cual es mi abrazo solidario,
y cual es mi abrazo solidario,
soy aleteo de mariposa,
aunque tengo ojos de brisa y de tornado,
tengo brasas en los brazos,
y cuando no tengo visión trato de tener algo de tacto,
soy la palmera que se dobla,
pero que decide no caerse
soy el amante de Morfeo,
el encantador de cobras,
el enamorado de la muerte,
soy el fiel amigo de los trenes,
el frágil,
el nuncamente,
el dado que improvisa la suerte,
soy poesía que ha perdido a sus amigos,
que no debían morir.
soy la montaña que pretenden expropiarte,
el seno de la tierra,
el pubis delta de los ríos,
soy negación de la represa que destruye,
y el quijote que pelea contra los molinos de viento,
eólicas que destruyen lo que siento,
el paciente a la ignorancia,
el que se equivoca irremediablemente,
el que no ha querido escribir un libro,
el que se niega a titularse,
el que planea,
como gaviota,
ser un buen maestro,
el que no te juzga golpeador,
el que ha aprendido de tu voz y tu palabra,
el que poco enseña,
pero siempre sirve a un mal ejemplo,
el que aprendió a ser feliz sin tener un clavo,
el que debe su ropa
y su sangre a sus amigos.
solo me someto a la ley de los tercios,
soy el temeroso niño de su sombra,
el que no se va a salvar,
soy el que por hoy está perdido
y se decide a decirse lo que soy.
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