martes, 16 de junio de 2015

Eris


No pude evitarlo,
buscar tu cuerpo en espirales,
me subí a ti, te monté de un salto, al sillón,
a veces creo que te arrepientes,
de no haber escapado a tiempo,
del tiempo.

te recuerdo llegar,
partir en llanto,
te recuerdo,
 desde mi necesidad de tu cuerpo de ceniza,
manzana-malzana,
Eris.
Nunca he tenido tiempo a agradecerte,
por soportar mis desplantes y mis despedidas,
mi ecléctico corazón de cedro,
que como lobo te persigo,
en el bosque bajo las cobijas,
me enseñaste más del tacto en la palabra,
del coito en la poesía,
de la marcha fúnebre y desplantes,
de permanecer en la tormenta.

Por sofocar tu cuello,
cargarte,
por leerme en el café.

Déjame ser la brisa que acompaña la marea,
de la perfección de tus pequeños senos,
tus piernas largas,
una enredadera,
como el caos que llega en tus ideas,
rizos en que quedé atrapado,
como dos árboles de raíz que nacen juntos,
enmarañados del invierno en primavera,
mientras llegas.

9.7

tuve la felicidad de una lágrima,
como una gota de plástico cayendo en llamas,
caía sobre arena,
amarillo olvido,
atardecer.

Supe volar,
supe caer,
observar el infinito,
renacer sobre hombres lobo de ceniza.

Señal de humo
y espejismo de desierto.
Pude haber volado,
atravesar el tiempo.

pero sé,
 ahora sé,
que si vas al norte llegaras el sur.


tenías la sencillez de decir viento
y decías todo menos viento,
tenías la sensatez en la lengua,
por eso cuando decía fuego,
se inmolaba el aire,
todo lo demás era hielo y silencio.

Pude ver a la eternidad a los ojos,
los ojos de la vida y de la muerte
 gozan una equitativa igualdad,
una bondadosa tristeza,
de un habitante pasajero.


Tengo recuerdos de cosas que aún no suceden,
puedo escuchar el eco del silencio,
pesadillas despierto,
dejavus.

tengo:

el óxido de plomo sobre la memoria,
porque todo óxido es olvido,
porque toda memoria es una dicción.


Decidí volver a la realidad,

sin cuestionarla,
fui siervo a su antojo,
más difícil que ver la llegada,
que horada,
es verla partir.



domingo, 14 de junio de 2015

con ésta rabia


¿qué se puede hacer con ésta rabia?
con todo éste dolor,
con éste ruido en el alma,
hacemos lo correcto,
creemos que un mundo mejor es posible,
¿qué se puede hacer con ésta rabia?
cuando andar con miedo se vuelve costumbre,
cuando cuidarse la espalda de la policía,
por pretender un mundo nuevo,
¿qué se puede hacer?
hay días en que me hallo exhausto,
de voltear a cada paso,
de bordear el fracaso,
por creer que un mundo sano vale la pena.


cuántos muertos van en éste estado,
lleno de pobreza,
desigualdad,
lleno de desesperanza,
por no querer que nos roben el agua,
con represas que destruyen a los pueblos,
 pretenden romper el piso,
nuestra tierra,
¿Qué se hace con tanta corrupción?
con tanto padrotazgo.
Hace días las patrullas suenan sus sirenas por la casa,
que me observan con rabia,
antenoche hablaban con las prostitutas de mi calle,
y reían,
igual que los charlatanes que usan trajes,
esos que viven a nuestras expensas,
parásitos,
pero:
¿qué se puede hacer con tanta rabia?
hoy no lo sé y estoy  confuso,
por jugarme el cuero en cada imagen,
de deambular las calles ver como un fantasma,
 ser un espectador de la miseria.

Hoy pierdo a pasos la esperanza,
y creo que un mundo mejor existe,
he visto como nos golpean,
nos tachan mientras exoneran a ladrones.


son muy buenos esos policías para meterse con el pueblo
y cazar narcotlapaleros.

Hace días hablé con los morros de mi barrio,
le dijo al poli,
“háblale a mi padrino que es fulano”
lo bajaron de la patrulla con respeto.

a mis compañeros de adicción los reclutaron por el narco,
algunos están muertos o desaparecen,
son carne de cañón,
son mano de obra
y yo aquí de espectador.

Todo lo que miras en las calles,
no es suficiente hoy para querer un mundo nuevo,
fulanos con peinados militares te siguen por la calle
y solo buscas hacer poco a poco lo correcto.

vida cotidiana


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sábado, 13 de junio de 2015

un viaje

Pude cargarte de nuevo,
la vida nos hace uno por instantes,
hay navíos hoja de árbol,
hoy que buscamos dinosaurios.

La vida corre despacio cuando tengo un jaguar entre los brazos, tenemos rituales muy marcados, el abrazo inicial, como si no nos hubiéramos visto en años, cada reencuentro, cada te quiero y cada descubrimiento, a veces jugamos ¿dónde está? Y te pregunto en dónde hay una sombrilla, dónde hay una palmera, dónde un dinosaurio. Pero a veces te pregunto de algo que no tenemos cerca, solo para que observes.
Jugamos “bocho” casi siempre me ganas, y aunque no me gusta que sientas la derrota, no siempre es bueno que siempre lo hagas, algo que he encontrado trascendental ha sido aprender de la derrota, como un complemento, no quiero decirte con ello que debas perder siempre, solo que frustrarse es parte del camino, lo importante de ello es sobreponerse, a la perdida, a lo que duele, eso que nos hace fuertes, más que no tener miedo, me he considerado valiente por el simple hecho de tener miedo y no dejar que éste me pasme.
Cada día aprendemos palabras nuevas, hoy fue la palabra sinónimo, “simonimo” dijiste, te corregí con vocales, vamos deletreando las palabras, palabras distintas que significan lo mismo, entenderás que hay acciones distintas que significan lo mismo, te dije que no todo el que sonríe es bueno, tampoco lo es todo aquél que no lo hace, eres selectivo a elegir con quienes hablas, con la complejidad de éste mundo de personas.
Trato de ser cordial siempre hallamos mucha gente, te encelas un poco, no tanto como antes, ya no te escondes tras mis piernas y nos dices que corramos, seguro lo dices a seguir jugando, a seguir siendo uno por las calles, tengo marcados los silencios de la mano, ya te sueltas más de ella a explorar el mundo, eres más autónomo y me duele, perderme instantes en que me das la vida.
Así buscamos estampas para tu albúm de dinosaurios, solo pudimos comprar dos sobres, vi tu rostro de tristeza, pero vi que entendiste bien que así sería, por el parque Juárez ya sabes nuestro rumbo, el recorrido al café, cada quien lo suyo, un expreso y un jugo de naranja, jugamos lotería, inventamos un cuento con las cartas, el diablito y el valiente, la escalera y el cazo, la dama.
Jugamos lotería y marcábamos las cartas, con las piezas de ajedrez. El ímpetu del plan era por ir a los tecajetes, para mi fue un viaje largo, aún no estoy del todo bien de la rodilla, pero hallamos atajos siempre a la aventura.

Te gustan las serpientes, veo tu curiosidad en el herpetario, sabes que no debes tocar el vidrio, sé que no pasará nada si lo haces, no lo golpeas, no las molestas, mírame yo que he roto todas las reglas posibles, aquí marcando normas para convivencia.

viernes, 12 de junio de 2015

anecdotario

Encender la cuna del silencio con la punta de un lapicero.
Antenoche sufrí la peor sobredosis,
la de la realidad.

Me quejo de no tener de qué quejarme,
por no quedarme yerto,
por no saber hablar.

Estoy esperando al grillo y tengo quince años, me volé las clases, aproveché el descuido de don chava para poder Salir a hurtadillas de la escuela, regresé a casa caminando, del centro a la colonia revolución, 23 minutos a paso veloz, en chinga, pinches ganas de meterme lo que caiga, la mala fortuna de ser un yonki preparatoriano es que dependes del auspicio familiar para conseguir las dosis, solo me dan siete pesos al día para el bus de regreso a la casa, es tiempo de bonanza con eso tengo para llegar a la casa con un Flavio, tal vez alguien sacará una chela, creo que es lunes, tal vez jueves, no importa, los días transcurren iguales, clones interminables cuando solo importa tener los ojos al revés.

Ayer me robé la despensa de la casa para conseguir  un toque, hoy debo variar la técnica, ya no hay latas de atún, espero al grillo en las vías, por la curva de la 21 antes del puente, pero no llega el cabrón, es de cajón que pasará él o cualquier otro, se hará la clásica señal, la del puebla, cruzando una mano con la mano izquierda del hombro al vientre,  van tres mensos que andan en la eriza,
-qué pedo, mochilas no, o qué dónde se hace el necte.

- bien ericcson carnal, ando frío, pasé a ver al chinto pero  no estaba el culero.
El chinto, personaje salido de un mal cuento de ficción, le faltan tres dientes, los del frente, siempre sonríe con la risa pacheca de quien mira que acaba de llegar la quincena.

 a dos cuadras de mi casa estaba en las vías del tren, su oficina un cuarto de madera, adentro  pegados a una letrina, un baño seco con tablas en las que a cualquier pendejo se le caen las cosas ya con un par de toques encima, un celular, un toque, a la buena de dios sabrá que tantas cosas habría en esa caja de mierda que con el calor de medio día hervía, la primera vez que quemé ahí casi vómito, yo era fresa de barrio, me costó hallarme en el tufo inclemente del medio día, pero ya había pasado ese tiempo, ¿qué sería? ¿Un año de visitar por primera vez la oficina del chinto? No lo sé, ahora estoy en las vías y tiene tres días que solo se consigue una mota que huele a gasolina, ahí en los tres brincos por los sauces, el gallo alias el mirrey, con sus tubos de periódico, toda la mota sabe a gasolina.

 anoche sufrí la peor sobredosis, la de la realidad, una eriza de la buena, de esas que no te dejan dormir.
Solo queda encender la cuna del silencio con un lapicero, en lo que pasa el grillo, seguro a él le queda algo, compramos la peseta, veinticinco buenos baros de la del mirrey.


Pasé a la casa por Morfeo, lo tengo sin cadena y el muy culero se acaba de revolcar en un animal muerto, como le gusta hacerlo y viene hermoso corriendo a restregarse en mi, con su lengua larga y su cara de baboso, el  más leal de todos los amigos.

miércoles, 10 de junio de 2015

vida cotidiana


some new stuff













cardos


Hay cardos que mueren en verano,
hay semillas que no germinan aunque se hayan abonado bellas,
hay silencio aún en la palabra,
encuentros decididos de batalla.

Días de luto a la amistad,
de ruido hermético,
de poca palabra.

Hay una suculenta desidia en saborear la derrota,
porque la amistad rota es dolorosa,
pero cada ciclo también tiene fin,
su sentido,
su porqué añadido.


Hay cardos que mueren en verano.

lunes, 1 de junio de 2015

y que estoy ahorrando para tu primera bicicleta


hoy salimos a la calle bajo la lluvia en llamas,
solo querías estar, estar conmigo,
refugio de cafetal es la clemencia al tiempo,
jugamos ajedrez, pequeño jaguar luna,
jugamos a la vida como se juega la vida,
hoy fui tu rival en el tablero,
te recordé los movimientos de la torre,
me dijiste que reñiste con Arturo,
construimos un castillo de madera,
que bien no ha sido el más esplendido de nuestras manos,
tuvo los cimientos más firmes de ésta era,
porque somos tu y yo jaguar de entre las nubes,
porque somos letra y la palabra que contuve.

gracias a la lluvia que nos abraza éste momento,
al silencio de la mano que compartes,
por ser mi hijo y enseñarme de la vida,
por ser tu padre y enseñarte que es muy bella.

Me dijiste sobre Arturo y una riña,
sé que te defiendes y defenderás a quienes amas,
pero también ama a los que se equivocan,


Hace tiempo que no cabalgamos los corceles
y estoy ahorrando para comprarte tu primera bicicleta,
que me apuro lento en mejorar de la rodilla,
 quiero que estemos satisfechos de los seres,
 que seremos.

Estoy ahorrando para comprarte tu primera bicicleta,
estoy por enseñarte todas las reglas para ser astuto,
hoy que en él somos rivales fraternos y te enseño,
que la vida es un bello juego,
pero no apuestes,
tus monedas al odio y la desdicha,
siempre habrá modo en convencerse,
a uno mismo,
 que mantenerse a salvo,
 es poder salvar a otros,
que a veces la risa es la única cura a los demonios,
invítales un té o un jugo de naranja,
siéntate con ellos como conmigo hoy a la mesa.



quiero decirte una lección hoy sobre el odio,
la vida por mucho me tocó algo ruda,
aprendí a odiarla también a defenderme,
de las muertes muy cercanas,
de mi adicción insana,
que me ha enseñado a vivir el presente haciendo lo correcto,
la peor decisión es bajo el fuego,
del coraje aunque éste esté fraguado,
aunque sea un odio seco que germinó semillas de desierto,
aprendí que la vida es bella en cada día.

Es importante mantener el temple,
pero es inevitable perderlo en uno que otro tiempo,
que nunca debes tener temor a lo que sientes,
si no a engañarte y opacar el corazón con la razón,
yo que soy adicto y hoy no bebo,
te diré que sé cómo caer tan duro,
que cada día desde entonces ha sido una batalla,
que no es sencillo verlo de esa forma,
pero no desgasta hacerlo si la meta es muy consciente,
hoy quiero, para mañana verte,
como un hombre que sabe de la vida,
solo te puedo enseñar a enfrentarte a lo que viene,
mantenerme a salvo,
cuidarte desde el altoviento.


Hay cosas que no podré evitarte,
el doliente corazón que sentirás se desquebraja,
pero siempre hay una oportunidad nueva,
tengo la consciencia que cada día es un nacer nuevo,
que si lo decides puedes también volar sobre fuego,
pero ten la certeza que la piel de jaguar está hecha,
para soportar y defenderse,
hay fraternidad también en el desierto,
la lealtad es algo que siempre he mantenido,
hoy que te pertenezco y quiero verte,
y que te veo pues creciendo fuerte,
y que estoy ahorrando para tu primera bicicleta.

miércoles, 27 de mayo de 2015

la facultad inconfundible


Tengo la facultad inconfundible,
 de enamorarme de las más dulces patanas,
ácidas flores de desierto,
de las más dulces mentiras me he engañado,
de las que desaparecen
y aparecen como gato apaleado al tercer día
y de las que no saben regresar a casa,
porque he sido casa,
lo he sido todo.

Tengo temor de no poder enamorarme honestamente,
más que de esa variedad inaccesible,
de las más honestas mentirosas,
porque siempre supe que nunca decían verdades,
de solo amar las mujeres locas,
de encontrar meretrices y pasar un rato.

ya no siento vacío en ser un habitante pasajero,
habitante de la soledad,
paradero de ningún lugar.
Fraternalmente ya no busco,
compartir mi tiempo con chamacas,
y mis fantasmas conocidos vuelven tras los días,
de trazo de luna,
caminos de luz negra han guiado éste camino,
y también me disculpo,
fraternalmente honesto,
de no haber amado a quien debía,
de tener un pecho de cedro frágil,
roca tosca,
que cuando me caigo,
es imposible levantarme.


viernes, 22 de mayo de 2015

Un último viaje al abismo



La noche que yo nací, nació el tiempo,
Fui a nacer bajo la niebla,
En la cobija de miseria,
Bajo un collage de fuegos y perdones,
No hay nada que realmente importe,
En la necesidad digital.


Un ejército de zombies,
Dicen a coro:
Hace tiempo te buscaba,
Si sólo pudieras volar.
En el calor de la lluvia,
-
Alza la cara,
sólo necesitas para la pluma y un adiós,
un eco en el amanecer, la espuma, el café,
Amanecer de mujer, de volcán,
Habla con el hombre tornado,
Le aposté mi vida,
Sobre el camino que conocía.


-Amo el gris glaciar de olvido,
El azúcar asesina de explota en la ventanas,
Viene la  sinfonía de meteoritos cayendo en la ciudad,
Apuntando sobre los bellos ojos del amanecer.


Te vi llegar de viejo,
Un indio de azul nácar, con traje de lino,
Le daba vuelta a la manzana,
La manzana era negra.


Él,  ídolo del amanecer,
Envejeció sobre la muerte,
 que gemía,
 un enigma desnudo sobre la hierba,
El sol salió,
Gritaba.


El aire que respiraba sobre las calles vacías,
La fiebre del devenir de la luna,
Para Descender de los dioses consentidos del viento,
No me importa más, dijo,
Si estoy cambiando,
Estoy cambiando,
Así debe ser.


Con una cruel danza ya no espera nada,
A las once de la mañana,
Ya no espera nada.

Nadie da la cara l amor incierto,
Insano,
Aún así le pide que se quede,
Baila ángel, sobre la curva de mi espalda,
No podrás escapar,
 Dice el indio, fabricado de cera,
Aferrando los días frente al papel,
No tengo nada que perder,
Dice,
Sonríe,
En secreto sonríe,
carajo,
 dice,
Todo lo que posees te posee,
Mezcla en un mortero,
la libertad con la artillería,
Y su reflejo,
Grita:


"Llena el vacío que creas en la tierra"



Eterno:
 ajeno con traje fúnebres,
Ajenjo,
Hada verde,
Un puzzle,
Sólo eso.


Pone un disco,
Con su canción predilecta,
Que habla de amor.



incondicional
Y Estremecido, en algún lugar del puerto,
Por una niña que carga a un niño en su rebozo,
Amor y paz,
 dijo un mono que hablaba hacia adentro,
En silencio.


Iba penando en un tren,
Bajaba a la tierra de azul dorado,
Que te llevan a las noches de sol,
Dijo el lobo,
embriones de flor,
arcoiris.


Ésto no es una cruz,
Gritaba,
Pero pesa cuatro veces lo que un oso en la memoria,
Me gustaría saber,
Dice,
Saber del fuego.


Le Dijo,
Deja entrar al cielo a ésta minoría,
A los intrusos de la tierra,
Yo, poblaré las estrellas,
Puedo morir en las constelaciones de arañas.


Pero no,
No traía documentos,
El camino es siempre una tela de araña plagada de sal,
De cal,
De peces,
Suena un masivo arpegio de cláxones,
Un alfabeto de peces de ciudad,
Somos montaña,
Dice,
Puedes quitar tu traje,
Dice,
Eres lo que hablas,
Dice
Y Pudo ver con el rabillo del ojo,
Como un perro devoraba a otro perro,
Siente,
Todo siente.

Siente,
La histeria de los Palacios de arena,
Había un danzón de cerdos,
En slow motion,
Bebe un exprés,
Soberbio,
Sobrio.

Es un elemento tormenta,
Un autorretrato prohibido,
Bajo el agua mala,
No confíes en nosotros dice el director de la orquesta,
Nosotros cambiamos los espejos por oro,
Ve hacia la muerte como vas a la playa,
El mundo cambia.


¿Y si me pierdo en el camino?
Pregunta a los compañeros de viaje,
Encontrarás el camino al crecer.

Bajo la hierba joven,
Sobre su tumba,
Late el último episodio de niebla. 

martes, 19 de mayo de 2015

Yo soy

Yo soy tu sexo cuerpo de ceniza,
la deidad perfecta de tus piernas,
la medida exacta en tu venganza,
soy el otro que te da la risa,
ese  mismo que también solapa,
el que te respira la nuca,
el que te dobla en la bañera,
el de la pata chueca,
el que te succiona la pelvis hasta que se cansa,
el que decidió no enamorarse,
no soy el mocoso tierno con el que te miras en la brisa,
de un futuro acogedor,
apenas y tenemos a días en el presente,
soy tu pasatiempo,
tu crucigrama,
del que se jactan
del que se hartan.

soy el que te ama tal como te gusta,
el fugaz,
volátil,
 implosivo viento,
el que no podrás atrapar porque no existe
y si existe es solo bajo la colcha,
el mismo que hace que te vengas con la boca,
tu la que se moja cuando verme,
a la única que le muestro la soberbia que contengo,
la medicina contextual,
consensual,
inconsciente,
soy también,
tu tiempo suspendida en el aire,
la justificación perfecta cuando te sonrojas,
por el calor que exuda en las ventanas,
¿cliché?
eso también sé que sabes puedo serlo.

tu adicción al orgasmo,
 a mi soberbia fúnebre de saberme desconocido,
soy el que te escupe groserías en la cama,
el que te abraza,
 te escucha cuando no estás en calma,
el que no se va a quedar para ver amanecer.


con el que sueltas lo que no has dicho,
el que se deja jalar del pelo,
morder el pecho y desgarrar la espalda,
soy un albañil hijo de dioses,
soy el poeta hijo de puta,
sin tabús
 que se dirige,
desnudo de tu baño a la cocina.

sencillamente

Escribir desde la vértebra del alma,
desde el lado flaco,
desde el estertor de los amores de ceniza,
desde ese lugar insondable que es el fracaso,
el más grande de todos y el más común,
el más cínico,
el único e inadmisible para uno,
el único indescriptible
y del que hablan todos por supuesto,
escribir desde el silencio,
del limbo,
el campo de concentración de nombres,
de almas en pena que habitan,
donde coexisten todos los amores muertos,
escribir con calma,
con el alma,
para depurarse y seguir andando,
con la intención nociva de andar sano,
de no caminar como animal herido,
de ser y ver,
de ver y ser claro,
los errores que corresponden,
con los que no.

Escribir desde el silencio,
desde el perdón,
desde la cama vacía,
desde el mismo sitio en que se debe curar el alma,
de los más inhóspitos hospitales verbales,
desde el dolor de herida seca,
de polvo,
de cicatriz que se cae,
desde el húmedo siniestro de choques nocturnos,
de accidentes carnales,
de habituarse a ser y ser solo,
en donde se habita el silencio,
de inmolarse con el hielo del pasado,
de congelarse con pasión.


Irse escribiendo
y describiendo,
reformando,
reformulando,
para hacerse uno y uno mismo,
escribirse esperanza desde la falla tectónica del alma,
desde ser tormenta que vislumbra, en el alba, un ayer inconfundible,
desde el celibato,
desde la cueva ermitaña,
desde la jaula ave de paso,
desde ese lugar común de haber nacido débil,
para no quebrarse en el intento,
el interno con camilla que sale del abismo,
de los silencios que reviven a las palabras más  honestas,
las que se dijeron en el momento,
que debían decirse,
así pues,
ando sin palabras inconclusas,
así sigo con círculos cerrados,
sin temor de haber errado,
me entregué como se debe,
con todo
y sin temor a equivocarme,
sin un exhalar fantasmas,
para no arrastrar muertos por la espalda,
me han hecho volar
y vaya que he volado,
si puedo jactarme de algo es de lo siguiente,
sé volar y he volado,
y haber aprendido a ello nadie podrá quitarlo,
estoy vivo
y nadie podrá negarlo.

viernes, 15 de mayo de 2015

no soy pacifista


No soy pacifista,
y sé que la violencia puede ser razonable,
no me gusta cruzar los brazos,
dejar los puños como péndulos,
cuando sé que la vida es injusta,
hay momentos en que la única forma es ser práctico,
y golpear, golpear fuerte,
porque hay puñetazos que también pueden ser éticos,
si la situación lo requiere,
he defendido y me han defendido fuerte,
no me compadezco de alguien que es violento y en su violencia es injusto,
he aprendido pues aprendido a golpes,
certeros y dolorosos,
que la vida es dura si no te defiendes,
o defiendes por lo que luchas.
No entiendas mal ni me juzgues,
no justifico al violador
o al grandero,
al policía que disparó a un buen muchacho,
al asaltante que en su sadismo quiso apuñalarme,
al niño que golpeó a mi hermano,
a esos gandallas que le pegaban al curro,
a los que aplastan,
a los que oprimen,
hay momentos en los que el diálogo no es posible
y defender es premisa inminente,
y bueno pues yo no sé agacharme,
poner de a dos en dos las mejillas,
he estado tras la rejilla una o dos veces
y no me arrepiento de haber salvado,
de una patada en los huevos,
al señor que asaltaban,
a mi compañero del alma,
de recibir tres cuerazos,
de quitarle al chaparro unos golpes,
con su brazo de yeso, con fatal desventaja,
a veces se escribe la historia con letras,
pero solo los golpes han marcado la vida,
sé que golpear puede ser justicia,
en determinados algunos casos ha sido necesario,
cuando de proteger y protegerse es escudo,
me he defendido,
nadie podrá negarlo,

Sé que discrepas y puede ser muy romántico,
pensar que el acto de la palabra puede mediar las cosas,
que la violencia no debe justificar las cosas,
me pregunto cuántas veces te han humillado,
por no defender lo que debes.


Un golpe debería ser ético,
en éste mundo injusto y poco romántico,
no le diría porfavor al violador ni al asesino,
no callaría con poemas al que irascible,
estaba golpeando a su esposa.

martes, 12 de mayo de 2015

Flores blancas en el mar

Al otro lado del espejo,
Con los pies de arena,
Sin dejar de caminar.
Rompiendo sueños para realizar mis planes
Y Planear,
como copiloto,
Para volar.

Uno se despide de los sueños sólo cuando llega el alba,
Uno se quita las lagañas,
Se acomoda el pelo,
Uno se cuida cada día en un renacer,
Y renacer jaguar me dio la verdadera vida.


Cerrar caminos para andar en nubes,
Con el sueño que contuve,
de Labrar senderos ha llegado,
La incertidumbre pasó,
Hoy sé que soy ser libre y soy lo suficiente fuerte,
Que he vivido y nadie podrá negarlo,
Que me he roto la madre con la vida,
Que he he besado a la muerte
Y hoy,
floto sobre el tiempo,
Saltando en los recuerdos,
Terminando acuerdos,
Concordando con la risa,
La brisa cálida de la esperanza,
Me toca el rostro en alto que se va fraguando,
En el de un hombre.


La locura acabó,
El infante despertó,
Deserto,
Al desierto de los dioses,
Hoy soy más listo y sé observar,
Hoy es hoy por hoy para ocho años,
Destruido y contento,
Cada flor en el cemento,
Ha sido la esperanza de la vida,
Por qué de las Cabañas viejas surge vida,
Sólo si las dejas morir le brotarán las plantas.


En shock pero contento,
De qué la esperanza sea cierta,
Dejar la o indecisión de la marea,
Sentar la cabeza a media tierra,
Enraizar.

Porque para un ave debe haber un árbol,
Al qué también se le puede llamar hogar,
Yo soy el árbol el jaguar las ramas,
No dejaré que ningún hachazo me sacuda.

  

 me enamoré del río y de la calma, del sudor fresco que destilan mis albañiles, del café, de la fruta, de mis hijos. me enamoré de éstas roc...