miércoles, 15 de agosto de 2012

señor del Alba Atroz
















con una jaula en el pecho
un muñeco de trapo entre las manos
brindamos a la salud 
de los señores del Alba

domingo, 12 de agosto de 2012

C. 001

Justo cómo toda historia de un adicto debe empezar con la imagen de un cigarro, o del humo mejor dicho, colándose en una boca entre abierta, sin haber sido exhalado, solo humo.

sus pies cuelgan, juguetean como los pies de un niño en una silla cómo un badajo que no saber medir el tiempo, solo saben que la grandeza del mundo esta en eso, en las piernas pendulares colgando de una silla.

así pues él ya no es niño, y la inmensidad del mundo se mide en todo, excepto en el pendular movimiento de piernas, en la silla de plástico azul, durante la espera en una sala de emergencias, a las dos de la mañana. 


ahora sus péndulos que cuelgan en la azotea sus piernas de catorce años, son piernas tristes, con su memoria    niña, -hace un año ya-, se dice, con el humo del cigarro y una caguama - hace un año- exhala agacha la cabeza y derrama el vino de los olvidados.

no sé bien qué hago ahí, en ese recuerdo, prefiero saltarlo, editarlo, maquillarlo y borrarlo, no me gustan los hospitales,  no las salas de emergencia y tener frío en las piernas a las dos de la mañana, no me gusta ver a mi madre desesperada, tratando de darme la calma, cuando yo soy quien la tranquiliza.


el vino de los olvidados... dormir bajo las estrellas, como vagabundo, sin salir de casa, si recuerdo mi primera perdida fue Lupe, mi primera novia, mi vecina, solo bastaba saltar la barda para permanecer en un silencio por largo rato, con sus manos frías, y ella temblando se acercaba a abrazarme.




crónicas

limpiando el cuarto hallé ésto:

nomas me detuve para ver la foto, la misma señora de los tamales, tomando la lluvia, recostada en el piso, una mancha de sangre, una olla de aluminio, uno de sus pies descalzos, mandil verde, un perito que no logró esconder bien el tamal que se asomaba en su chamarra, anunciabase en una hoja  de la policíaca "se le aguaron los tamales" el chofer se dió a la fuga, la tamalera murió en el civil.

dos mil tres? tal vez... 

viernes, 10 de agosto de 2012

12.1




se dice que tenemos a un toro
que la razón contiene
de ser éste liberado y no domesticado, 
arrasa,
                  destruye...

...


todavía con tinta se escribe,
y quisiera legarte más que posesiones,
 la fuerza del viento que aún presumo,
si pudiera resolver indecisiones,
pero solosé mantener el temple sobre janto,
para mi felicidad, 


y
 de poco sirve lo demás,
no está de más decirlo,
podría sucumbir en adicciones,
es sencillo perder el paso,
acariciar las vías y los durmientes,
no está de más desmenuzar el ego,
y
mantener firmes
mis tristes convicciones

...

martes, 7 de agosto de 2012

Introspección



TITULO: INTROSPECCIÓN-MIRAR ADENTRO.
FOTOGRAFIA: EKA RIOS
CONCEPTO Y EDICION: FRANCISCO CONSTANTINO.

confesión



te confieso:
  me es más sencillo,
permanecer sin ropa,
que mirar 
directo,
     con temple
             a los ojos,
así pues,
es una desnudez distinta .


mi atavío son mis parpados, 
el tuyo es la ropa 
tus ojos son torpedos, 
mis intenciones de roca
y queda un poco  de prosa
de poesía en mi boca
y la tuya en la ropa,
en la forma lenta que me muerdes el pecho
cuando comienzas por desnudarme.
cuando terminas de incinerarme


dos mil qué? 


trozos indescifrables
 de archivos muertos. 
de jugar a la inquisición con mis libretas,
quedó poco, 
tatemados  papeles que sirven para prender candela 









lunes, 6 de agosto de 2012

8.06



no sé,
(por que no lo sé)
 cuando empecé a ser un muchacho,
ni cuando dejé de serlo, 
ahora, sé más cosas,
y tengo menos curiosidades,
ahora recuerdo más de lo que vivo,
 experimento
menos de lo que debo,
me siento más hueco,
con mayor confort,
y definitivamente siento
esa  ineludible incomodidad,
de volver a ser
(un poco, tan solo un poco)
  ese chico
 que volaba papalotes
en la azotea.

cuando era muchacho
 usaba,
una trenza en el pelo,
una espina en la oreja,
usaba
una frágil armonía,
solía recoger,
latas,
bolsas,
 solía acariciar arena,
beber agua del río,
extender los brazos,
empinar los sueños,
olvidar las pesadillas.


tenía un anillo 
en el meñique,
que robé a los vientos.

una pulsera,
            un promesa a la vez,
una sonrisa diaria,
una caricia
         ingenua y honesta,
esa que se esconde siempre,
bajo la desconfianza,
supuesta desconfianza
que se oculta,
junto a esas ganas de creer. 




solía,
cumplir la palabra,
por que de muchacho,
no sé tiene nada más valioso 
que la palabra,
y no lo sé,
por que no lo sé ahora,
pero quizá no exista algo más valioso,
quizá aún,
quizá de viejo.
vuelva a tener el valor de la palabra,
creer en mi,
en ti,
pequeño mundo en ti.


no sé cuando,
empecé a ser un muchacho,
 de cierto, 
no fue fácil,
seré pretencioso,
y diré que me forjé 
solo, o casi solo,
que es casi lo mismo
y probablemente me da igual.

domingo, 29 de julio de 2012

no recuerdes.

¡Basta!

me sacudo los ojos,
me quito las lagañas,
 las mismas
de sueños rotos
las mismas de las nostalgias,
de los hubieras y de los nuncas.


!basta¡
ésta noche
no hay péndulo en el cuarto,
el techo se cae,
pero yo apenas lo percibo,

me despido
de esos
"casis",
que casi suceden
que nunca existieron
más que en mi mente,
que suspira sonriente,
y que tranquilamente ordenan el cuarto.



y cambio la cama de lugar
volteo el colchón,
para mover los recuerdos,
dejarlos sin tacto,
con tus labios de carmín intacto,
dejarnos sin pactos.


y si entras
(esperando nunca lo hagas)
no recuerdes, Nada.







libretas libertas de la presión del pasado.




martes, 24 de julio de 2012

asustado

si pudiera,
 dejar mis iniciales
                 en un árbol,
nuestra memoria en un banquillo,
de esos, de película,
tal vez así, nosotros
no pereceriamos al tiempo.

pero resta decir,
no tengo más manos,
que las tristes manos mías,
frías memorias de lo que no comparto,
me desgasto,
 hablando a una pared.

estoy perdido, en la isla de piel,
aposcahuado de hiel.

               y me encantaría,
como a una serpiente,
besar un cuerpo,
 con amor,
danzar bajo la flauta,
besar su ombligo.


pero el pasado me acosa,
desconfío del presente,
le coqueteo a la vida,
y prometí,
 no tocar más mi muerte
y si por suerte me entretienes,
más de un verano,
más de una noche,
tal vez nunca me vaya,
tal vez nunca,
corazón perdido
nunca tal vez.

deseo,
dormir abrazado,
comprar la despensa,
discutir por el yoghurt,
sabanas nuevas,
hablar del trabajo.


y tengo, cansancio
de mi mismo,
de arrastrar el acoso,
que me persigue,
me asusta.












archivo muerto






viernes, 20 de julio de 2012

7.2

Hay un péndulo en mi cuarto,
y el techo se cae,
con los pies sobre la mesa
y el nihilismo me entierra.


un pequeño péndulo,
        midiendo,,
como baja el techo,
el azul de la alcoba me aplasta,
el tosco hombre de madera
que hice con mis manos,
no puede ni siquiera verme
solo una noche va con el péndulo en la alcoba
y ya me siento inútil,
con un sutil y un fútil pensamiento incapaz.


vete, solo vete,
 espera inoportuna,
(el son del viento que acurruca)
la espalda curva,
 desidia mutua,
             me dedico
estrepitosamente
a morir en calma
y pesar el alba,
sin Morfeo,

Sigo cantando en la calle,
"dicen que no tengo duelo"
y mi sol llorona, ésta noche,
me cuida en silencio







lunes, 16 de julio de 2012

inconcluso

vengo de sueños
criado entre ingenuos lobos,
y no queda más que la espesa soledad
con proyectiles en los ojos.


Fui presagio del fuego,
que de abuela sol vendría el viento,
incluso en los recuerdos del espíritu,
me craron sin destino,
quietamente invisible,
me asusta amanecer.

Y es por que vengo de los sueños,
que cada día despertar es una suerte,
agónica y sudorosa,
tender la cama es poca cosa
si la pesadilla es,
                               muerte.


y siempre viajo
camino,
me aíslo,
desayuno,
me siento a compartirme,
a descreerme
a sentir que creo,
en algo que nunca creo.










serie: Motivos Aparentes




















domingo, 15 de julio de 2012

7.15


... pero no tengo una pizca de sueño,
       no tengo ni un puño,
     de ésta realidad
no soy dueño,
          solo hay pluma,
y la mano que escribe.


          dueño,
(si, tal vez)
             de esta silla,
dibujada en tu mente
            letras,
        la lluvia presente.

no tengo una pista,
     del sueño,
              y acuño,
la posibilidad
            de jamas dormir
                (al menos)
      no ésta noche,
sin  mi cama, mi estuche,
              que me arrulle,
                ni tus labios
                  que escuchen,
   que no soy poeta
y no duermo,
que no soy
 casi
      nadie.



y mi soberbia me induce,
              a desear,
labios discretos
        de ligero concreto
cayendo sobre mi.

deseo tu piel sobre mi piel,
ligeramente en pausas
 y desdoblar nuestro vientre,
               volar,
 como papalote la mente...







 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...