viernes, 20 de julio de 2012

7.2

Hay un péndulo en mi cuarto,
y el techo se cae,
con los pies sobre la mesa
y el nihilismo me entierra.


un pequeño péndulo,
        midiendo,,
como baja el techo,
el azul de la alcoba me aplasta,
el tosco hombre de madera
que hice con mis manos,
no puede ni siquiera verme
solo una noche va con el péndulo en la alcoba
y ya me siento inútil,
con un sutil y un fútil pensamiento incapaz.


vete, solo vete,
 espera inoportuna,
(el son del viento que acurruca)
la espalda curva,
 desidia mutua,
             me dedico
estrepitosamente
a morir en calma
y pesar el alba,
sin Morfeo,

Sigo cantando en la calle,
"dicen que no tengo duelo"
y mi sol llorona, ésta noche,
me cuida en silencio







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