lunes, 25 de abril de 2016

Paredes



La luna es amarilla y parece que no te hubieras ido,
Que sigo saltando al balcón y soy un niño,
Que trepa como araña las paredes,
Para verte.

La luna es amarilla y no he hablado de ti con nadie,
Desde tu muerte,
Desde mi suerte,
De ser proscrito exiliado de mi barrio,
Lugubre escenario hoy que vivo limpio.


Ahora que llegué más lejos de lo que pensé,
Y cada vez me hago menos gracil,
Menos ímpetu y mas experiencia,
La conciencia sigue siendo un buen motor.

La luna es amarilla y ya no ahuyo,
Ahuyento los fantasmas del cimiento,
Que quedaba con la cal en la calle,
De esa vieja construcción de la memoria.




jueves, 14 de abril de 2016




no quiero más guerra bajo la cobija,
quiero,
en sinceridad quiero
y te quiero.


será que los años empiezan a pesar
y busco que te busco compañera,
más que una guerra en la calma,
busco la fraternidad que gana
las partidas de ajedrez por cada tarde.


será también que estoy bien solo,
sencillo es andar con éstas alas,
aprendí a volar,
aprendí a caer,
a fraguar la soledad hermosa que disfruto
y como ritual escruto entre las letras.

sábado, 9 de abril de 2016

versame


ven bésame los ojos,
arranca de ésta vista cansada                     
             esa desidia inexpugnable.

ven, 
vestida de flores,
de azul,
de amarillo.

dale una luz cálida a la lluvia,
para poder alzar mi vista,
mi puño y la sonrisa,
ven,
versame los ojos.

déjame explorar tu cuerpo como un colibrí,
aunque esconda mis labios bajo mi barba,
aunque me oculte de los tuyos
y solo los pueda alzar para ponerte roja.

ven versame los ojos. 

viernes, 8 de abril de 2016

prestidigitación



tal vez por eso siempre llegas tarde,
porque aún no llegas al presente,
a mi no me gusta la nostalgia,
por eso olvido rápido,
Vuelo, me desollo,


tal vez por eso evito llegar tarde,
al contrario de ti me gusta esperar no que me esperen,
soy expectante, también soy un navegante,
que transluce sus alas al vuelo.

no estoy acostumbrado al buen trato,
al maltrato mucho menos,
he encontrado la constante,
han tenido miedo.

han tenido miedo al amor,
al rencor,
a la agonía,
me han comentado que soy buen amante
después para desaparecer.

han tenido miedo al amor.


tu habitas la nostalgia,
quizá por eso siempre llegas tarde,
yo quedé bellamente harto,
de vivir del pasado,
de olvidar el presente
y recordarlo mañana.


la constante es el miedo
y han preferido herir en defensa propia
y al final voy sanando,
curando,
porque voy como un animal herido,
y no soy fugaz volátil viento,
pero por las noches hago menos
y te podrías acercar a mi.

tal vez por eso llegas unos años tarde,
hoy me pesa que quiero caricias en mi cuello,
que lentamente me impaciento,
que por primera vez se me va la vida.

esa que he vivido,
que he negado.

y siempre tengo una brújula en el pecho,
sé reír y sé llorar,
siento y sé que tengo manos
y que son dignas,
siento y sé que conozco la naturaleza en mis males
y que son lindos fractales,
de los que debo escapar.

no quiero sorprenderte si un día me canso
y hago el mayor acto de amor,
el ajeno y propio,
prestidigitación,
el de desaparición.










jueves, 7 de abril de 2016

jamás



cada que veas a un niño de la calle,
pensarás en mi,
un pordiosero,
un loco,
la señora del huipil,
el anciano de sombrero,
cada que veas en la calle mi espejo,
me verás,
inherente
en algún exiliado de las casas.

cada que sientas el viento,
o se te cruce un muchacho en su furiosa bicicleta,
cada que veas a alguien husmeando en la basura,
hurgando por las calles,
a un loco, 
sobre todo a un loco,
me verás.

cada que veas un rostro,
que yo quisiera fotografiar,
a alguien pidiendo un baro,
ese olor a cigarro,
el sabor a café en los besos,
el espejo en las calles,
que nos recuerdan
y nos enseñan,
cosas de la fortuna.


me verás observando curioso a la gente,
analizando sus gestos
incomprensibles,
me verás,
cada que mientas un poco,


cada que escuches que alguien perdió dinero,
la cabeza o los pies,
que ya no tiene ojos,
que ya no tiene mente
y pensarás en la niebla, 
que te abraza mientras huyo,
o huyes.


cada que veas el agua verde,

así pues mi táctica no es mirarte,
no estoy jugando a la guerrilla
y no pretendo quedarme solo en tu recuerdo,
pero si quererte,
tal cual,
justo ahora te recorro de memoria,
y  en realidad no pretendo
 que jamás me necesites,








De la Calle


déjame


tus costillas son mi arpegio,
mi querida anarcoreta,
tu ombligo penoso,
tus piernas de cedro,

vente,
trae con tu silencio la impaciencia,
tu ausencia  que demacra
a todos los rostros de la memoria,
y los destierra a todos al olvido,
acércate en cada verso,
ven, 
con tu ombligo apenado,
te estoy haciendo el versayuno.

el digno ayuno de tu cuerpo,
porque te hago el amor a la mente,
se dirá que no es un consuelo,
pero basta tocar el suelo
de tus despedidas,
para hacerte el amor con cada letra,
que caen,
como la lluvia,
que suena a cuerdas de arpa y de jarana.


ven, 
déjame hacerte el amor a la mente,
como se lo hace el silencio a la música.

lunes, 4 de abril de 2016

arquetipo




qué pasa cuando ya no quieres ser ceniza,
mordaza amor de selecta mortaja,
galán de poca monta,
cuando ya no quieres revivir historias,
de sentir que has vivido lo que has buscado,
que éste historial acumulado,
es
nada.
me he hecho vacío en cada orgasmo,
el pleonasmo de decir cuerpo y ser amor.

soy habitante del silencio en mis historias,
de la mala memoria y las fotografías,
soy cronista desde adentro,
y sigo pensando en éste mutis,
paz impás,
me cansé de jactarme que he vivido,
que nadie podrá negarlo,
ni arrebatarlo de mis manos.

no es conveniente viajar con un hombre muerto,
por eso me embarco en una canoa cada atardecer,

perdí el sentido de la rima,
de ser siempre lo mismo,
haré un libro en dos palabras y un título:

"antología patética"

            yo amé.


qué pasa si no tengo un sentido,
una dirección ni un rumbo,
que el nihilismo se ha apoderado de mi.

qué perdí la noción y tengo puños pendulares
y que perdí a un par de muy buenos amigos,
que las diferencias nos llevan a ser iguales,
en polos opuestos,


que soy un arquetipo de mi ciudad,
diplomático de banqueta,
silencio mordaza,
gente muerta
y yo aqupi dejando que la vida se me escape.

pero sé,
que volveré a gritar, correr, cantar,
un poco más complejo,
en ésto de crecer.

qué pasa cuando ya no quieres ser ceniza,
quieres retomar el rumbo,
sin perder del mundo,
esa pizca que te corresponde.










sábado, 2 de abril de 2016

grietas



desde el amanecer,
te he buscado en cada sueño,
en cada pesadilla,                  
en cada rincón de los anhelos,
pero resulta que cada vez te hallo menos.




resulta que tres noches


llevo tres noches sin despertar.


la vida,
mi vida,
la que conozco,
pierde sentido,
rumbo,
dirección.


mi vida,
la que conozco,
resulta que no tiene sentido,
rumbo,
dirección,
pero ahora lo noto de nuevo,
más cansado,
menos                   
           suicida.


tengo una hermandad con el silencio,
pulcro, tengo una dualidad con la risa,
espulgo entre los cantos y alegrías, las
grietas del alma.






non sense



el silencio se mete por la ventana,
no hay mucho que hacer,
me sobo la cabeza,
me guía a la cocina,
un vaso con agua,
un cigarro,
todo sabe sal.

perdí la brújula del pecho,
el rugido del jaguar,
la dirección del viento.

pensaste que un poema no volaría hasta robarte las letras,
que navegaría con la suerte de un barco de papel,
que te buscaría en la bahía.


cuando una flor se seca,
y se abren sus pétalos sin sombra,
ni voluntad,
son caminos prestados de la tierra y el universo,
que un día terminarán.

¿tiene sentido?

que exista un amanecer,
un sol y una noche,
una taza de café esperándome en la sala,
mi gatita que duerme a mi lado.

me he preguntado éstos días,
que caso tiene salir del sueño,
saber que soy sangre y pueblo,
pus y muertos,
conocer el aprendizaje en mis limites,
que me despojan
y no poder saltar.




miércoles, 23 de marzo de 2016

retrato



trato de convencerme que vale la pena ver el alba,
que dormir en calma me asegurará otro día,
trato de decir que hay empatía,
que no todo está perdido.

veo las noticias cada noche,
me acicalo la cabeza de la desmemoria,
de la falta de credulidad,
en la humanidad,
y me desvisto pensando en la humedad de tus labios,
que bien que mal valdrá la pena.

tengo una ira comprimida,
de queroseno,
tengo un motor de alma encendida,
de color de sufrimiento,
pero al final del día tengo la risa y el canto,
el llanto que sabe incendiar nubes.


me siento bien y mal,
me asiento, mortal,
cual mortaja exhalando en el sillón.



antenoche explotaron otras bombas,
hicieron tanto ruido en todo el mundo,
que se olvidaron de las balas que pasaban por mi casa,
de los niños enterrados,
desollados.

tengo miedo al silencio,
a que éste universo sea solo,
ésto.


y no quiero hablar,
me quiero hundir en el sillón,
convencido que todo se fue a la mierda,
pero recuerdo a la abuela,
que en la guerra perdida contra el cáncer,
no claudicó hasta ese día,
no sé si descansa en paz,
pero sé que el cuerpo no le duele,
quiero creer que la dejaré que me espere
y no puedo imaginar un mundo sin esperanza,
sin la sonrisa callejera,
sin la chica que me coquetea.

trato de convencerme que vale la pena respirar,
que éste mundo no se ha ido aún a la mierda,
que los muertos que no hacen ruido también descansan,
que los migrantes marginados tienen la templanza,
que me falta.

no es un retrato de mis días,
tengo muertos que cosechan despedidas,
que cada día se me presentan en dos o tres disfraces,
para recordarme que aquí siguen adentro del pecho.


me duele que no me duele tanto llanto,
mientras mi gata me mira de reojo.

sé que tengo mucho para no apagar las luces,
no dejar de alzar la mano,
puño arriba frente en alto,
por uno o dos que valdrá la pena.









domingo, 20 de marzo de 2016

llega





 noche jaguar,
rehén de la luna,
adiós.

resulta que me estoy yendo,
que decides mi partida,
resulta que no hay más bienvenidas,
que las letras se me ausentan.

resulta que no he hablado de ti con la sonrisa en la boca,
es poca cosa lo demás si no tengo más en la ciudad,
llega el ocaso pasos de tigrillo,
llega el silencio.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Soledad abuela




si algo de aprendí de soledad,
(mi abuela, la agüe)
fue a luchar contra toda esperanza,
con el último respiro,
si bien su muerte fue lenta,
fue la muerte familiar para mi,
nunca sentí que alguien más aparte de ella,
 mi madre y hermano lo fueran,
ni siquiera a mi padre lo siento como mi familia.


y murió mi sangre conexión con la tierra.

si lo veo hoy,
a contraluz,
luchó contra le cáncer de matriz,
una vez le ganó a esa etapa terminal incurable,
si no creo en dios creo en su fe,
se salvó,
pero quince años después le brotaría ese cáncer en las entrañas.

entre todas las muertes que me habitan,
es la que más me ha enseñado.
yo doliendo por ausencias,
por amores,
por pendejadas que no se solucionaría.

ella,
luchando por vivir,
mal vivir,
no dejarnos,
rotos,
desahuciados.

hubo una discusión,
el dolor de verla en el dolor más absoluto,
sueños de morfina,
papillas y tubos,
mi madre la cuidó como a un bebé,
yo no quiero ese último recuerdo,
la quiero radiante en mi infancia,
con cuentos bajo una vela,
ahuyentandome las pesadillas.


querían,
no había más,
que su muerte fuera por deshidratación,
era sensato,
pero la decisión no es nuestra,
ella sigue viva y así lo desea,
ha peleado,
seguirá peleando,
es una guerra perdida,
pero la batalla diaria,
contra ese dolor,
contra todo.


la vi despedirse de su hermano muerto en irapuato,
no lo vio decenas de años.
entendí,
que aún sabiendo que la muerte le rondaba,
no se perdonó.

a ella le dolió mucho dejarnos,
más que morir le dolía dejarnos
y ahora entiendo su miedo,
la familia se quebró,
aún no perdono a mi tío beto,
por dejarla morir.


así pues aprendí de la forma más dolorosa a luchar,
contra todo pronóstico,
sabiendo que la cosa la valió verga desde antes,
pero sé,
que vale la pena seguir de pie
y no es por uno,
es por dos o tres que uno ama.











 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...