miércoles, 9 de julio de 2014

somos la esquizofrenia de dios



somos la esquizofrenia de dios,
un mal sueño, 
somos la fiebre,
la alucinación,
el cansancio,
la frustración.

somos y no somos a voluntad,
somos la piedad de los gritos,
los llantos que se consumen
 entre el gemido del estertor de dios.

somos inocentes, por ser inconscientes,
inconsistentes e incongruentes,
somos inercia,
la piedra arrojada al vacío,
que tiene la tendencia a estamparse,
sin delicadeza.

somos pequeñas supuestas conciencias,
somos fragmento dispuesto a repetirse.

tal vez tenemos la fragilidad de perecer en un parpadeo,
de despertar a la razón de dios,
con otro dios que le inyecte,
la cura a ésta alucinación,
¿inocentes?
...
inconscientes
...
..
.






domingo, 6 de julio de 2014

aprende a quitarte la ropa



aprende a desnudarte,
a quitarte los nudos de ropa,
a despojarte,
 uno a uno los tapujos del alma,
a desabrocharte el ego.

desabotona los traumas,
enseña el vientre,
muestra tus senos desnudos,
muéstrame,
hasta los huesos del alma.

no te desnudas para mi,
no te quitas para mi los botones,
no te despojas para mi frustraciones,
 tu cuerpo es tu templo,
aprende sentirlo,
aprende a saberlo.


aprende que en cada detalle,
en cada supuesto imperfecto, 
en cada pliegue se esconde,
esa liquida belleza que te hace,
        auténtica.

en ese lapso inconsciente,
en que tienes o sientes,
que eres, el todo que tienes,
aprende a quitarte la ropa.

y andar desnudo no es sencillo,
pero es auténtico,
sin pena ni vanagloria,
sin miedo,
sin furia,
esa pequeña victoria,
de mostrarse, exponerse, adorarse desnudo,
como se adora una figura en un atrio,
eres tu, eres tu dios, eres todo,
en cada rincón,
que se asoma en la risa.

aprende a desnudarte,
a desnudarme quedito,
tal vez no es azar el caer de la ropa,
tal vez no es azar el caer de tu boca,
sobre mi piel.









solo tal vez



la cotidianidad me roba las letras,
las propias y las ajenas,
las esconde.

y aquí estoy, buscándolas en mis dedos de lija, 
en mis labios de plomo, 
sin decir nada,
con nada nuevo entre los dedos,
con una silente calma que me adapta,
me como los acentos, paso inadvertidos los advientos,
y un hombre muerto suena entre las ruinas,
el silencio de las concubinas,
y el no pretender mucho más de lo que tengo,
aprender a estar conmigo,
en la menos usual de mis tibias soledades,
de mis olvidos cromáticos,
con unos más verdes que otros,
con los monstruos escondidos que se asoman,
hoy me despierta el agua tibia ya la falta de luz entre los ojos,
hoy me asusta y me ausenta el mal de amor
y ese divino fulgor de diluvio,
y estos pelos hirsutos de la nada.


tengo tanta nada que podría compartirla en éste instante,
decisivo,
repatriar ésta noche de peste de cigarro,
en mi cuarto oscuro,
donde se velan
y rebelan,
todas las verdades.

el cigarro se consume solo,
me consume solo,
lenta y violenta,
en cada una de mis oquedades,
ese espacio sólido donde un cuerpo queda vacío,
y la química de los cuerpos en divina intemperie,
que llega el oxido de olvido,
que llegan las cerezas de plomo,
cayendo,
una a una sin respiro ni tiempo,
el cigarro se consume solo,
y tal vez ésta es mi casa.



martes, 1 de julio de 2014

dos mil algo

Bajo la mirada de esa estrella que esta a un ladito de la luna, encuclillado con mis manos al frente, cigarro en la mano derecha en el balcón de la casa, me rasco  la piojera y exhalo el humo  mis chinos pequeños se alborotan dejando un  afro en el hemisferio izquierdo del cráneo.
 Rasco  abriendo algo, horadando una herida en la zona frontotemporal haciendo un hoyo enorme un hoyo negro que empieza a absorber información, veo rostros y no los rostros existentes   rostros bizarros que caen como agua  pero de manera horizontal de los lados hacia mí, como si toda esta información  me acribillara como balas, pero a micras de ingresar a mi cuerpo estas se detienen.
Veo colores, que van perdiendo su saturación , todo vira a tonos grises,  no distingo, la percepción de espacio, todo  cambia,  es una plasta donde no se distingue si el horizonte esta mas allá que mis manos, intento tocar las nubes que acechan mi rostro a unos segundos de distancia en este vuelo,  empiezo a subir, suspiro  esta vez no está mal, no es un viaje paranoide, no veo muertos en la carretera ni sombras dispuestas a atravesarse al carro cuando estoy a punto de cruzar por ellas...
algo me moja la frente, tengo siete tal vez seis años, un golpe  en la cabeza me desconcentra veo un liquido rojo, cálido esparcirse por mi frente y  las cejas, los ojos, estos se ciegan corro a tratar de golpear de patalear de morder de destruir, alguien me detiene, es mi padre, ese gigante... me calmo, cierro los ojos y estoy aquí de nuevo, siento caliente la frente, húmeda, mis ojos están goteando  chorros de mar, chisguetes se aplacan  un poco para abrir los ojos, y ahí está de nuevo ese gigante, pero ya no esta  deteniéndome ahora el que me detiene es alguien más un sujeto que harto de esta venganza le da la ultima patada en el culo a éste gigante caído, tengo ganas de escupirlo,  de sobajarlo más, porque padre aunque no lo creas el suelo es un lugar muy alto para alguien como tu  como nosotros pues, el liquido se niega a salir de mi boca, solo sonrió, y veo tu rostro, tu rostro, tu rostro... gritos, algo se rompe, tal vez es mi naríz, si  son mis primos, y que, si a ellos no les importa porque a mi habría de importarme, y de nuevo, en el hospital con mi nariz rota y el puto encadenamiento  crucificado a una camilla, con un catéter en el brazo, pero porque me siento así, mi nariz está entera, o casi entera chueca, pero no como aquella vez que me la rompieron,  es diferente, como no iba a ser diferente con 55 pastillas en el estomago y las venas   tenía que ser diferente esta visita al hospital, coma, no creo, pero  que día es? 29 parece, vaya si fue una larga cinco días eh?, no sé, pero algo quedó mal, mi percepción del tiempo es diferente ahora y siempre lo será,  pero ahora es mayor la diferencia.
 entre  la mesura del tiempo hay segundos largos y segundos cortos, pero ni uno es igual a otro en cuanto a su medida,  no podrían compararse, sería imposible, como es imposible soportar este dolor de cabeza, mis manos tiemblan ,  me da  comezón en ellas ya empezó nuevamente, no es miedo, seria incatalogable en esa casilla estrecha es algo mayor, no entiendo  pero así es, el golpeteo del corazón como un caballo a todo lo que sus patas le permiten andar,  sudor en la frente, lo sé si me muevo viene el dolor la nausea, sin embargo en estos lapsos hay un punto  un shock, siento mis neuronas arder, como un huevo en el cofre de un coche,  en pleno  desierto,  eso quiero  un desierto, solo piensa en uno, los has visto, en películas, en la televisión, has cruzado  en el coche por alguno no sé, de eso estoy  seguro, no puedo controlar el viaje,  nunca he podido, pero si empieza... absorto...  que   sucede, ...  catatónico... algo me quema los dedos, vomito bilis,  ese acido que sale de la nariz como fuego  solar  emanado  desde alguna parte muy adentro, todo hierve, estoy con las manos y las rodillas al suelo, llorando, entre guácara, apago el cigarro en el vomito, orinado como un crío, siento frío, y el calorcito de la mañana regresa a mi, que pedo, no recuerdo bien,o prefiero no recordar,  antes de entrar a la casa me quito la ropa, el olor nauseabundo me sigue dando asco,  me debo bañar  tengo clases en unas dos o tres horas…

lunes, 30 de junio de 2014

cuartel



el cuarto es oscuro, 
parece que nunca amaneció en el,
la falta de luz me deprime,
me consume éste cuarto,
de luna menguante.

solo hay un parpadeo entre el alba y la noche,
los gritos vecinos me sulfuran a media siesta,
la música es tan baja que puedo escuchar mis pensamientos,
y éstos son incómodos, poco hábiles.

tampoco quiero volver a casa,
pero la intranquilidad me rebasa,
y no sé bien qué hacer.

llueve desde hace días,
también van varios en los que no veo a mi cachorro,
el primer objetivo de moverme no se cumple,
y el cuarto es oscuro como para sentirme en casa.


.009




se puede aún observar en la memoria decembrina,
los cerberos de la muerte,
el cerebro agusanado,
un cráneo con nata café que compré por 27 monedas,
y los juglares del panteón,
como dioses.


aún puedo escapar y correr,
gritar alto,
golpear bajo y escupir al cielo,
aún tengo piel,
cicatrices,
llagas, 
cada una con su magra y maldita historia,
algunas de miel.

cambiar la piel mudar y desnudar,
anudar el alba a cada día,
tejiendo
y
 esperando a odiseo

 cada noche deshago los nudos,
para no acumular tiempo,
para ser un simple elemento,
del viento


el temporal va saciado de tormentas,
éstos días de calma, de fraguados cantos
y desencantos, que van forjando cada día,
son de humilde soledad,
dolores sencillos,
mirares complejos
y completos
son las nubes que se forman,
una tras otra
a esperar.

viernes, 27 de junio de 2014

me gusta verte soñar,
en estos bosques de niebla,
me gusta pues
ver como amas tus sueños,
He vivido 
y nadie podrá negarlo,
cegado, torpe, manso,
!qué sé yo¡
sólo camino por andar, 
solo
por besar,
sólo por tocar


Tengo una fascinación por destruir lo que amo,
es un placer tan sádico  e inconsciente,
me da asco ser así.


Ballenas blancas



Esa noche busqué una ballena blanca,
solo sé que estaba en el bosque,
atravesé la feria y me dijeron:
está en un estanque, debes hallarla
pasé entre la multitud de sombras
y un gato negro se acercó a despedirse,
y a pedir disculpas en sueños,




puedo esperar a esa ballena blanca,

A tiempo

hallé el perdón al huir,
el acto de amor más grande fue salvarte de mi,
cuando te pude haber hecho todo,
Ese todo que es casi nada,
si no te puedo salvar de mi.

hallé la vida en la comisura de tus labios,
en tus manchas y lunares,
en que no te gustaba desnudarte,
pero para mi lo hacías.

uno puede morir de celos fantasmas,
pero exorcizar los miedos es más difícil que amar.
te escribo desde los lugares más comunes,
nuestro amor fue común y enfermo,
como gritar bajo el agua,
Amanecer fantasma,
Catarsis a tiempo

Polos

de tus labios salía lo mejor del universo,
ese amor bipolar que podía escupirte
feroz y tierno
o todo al revés.


Recuerdo cada beso a tus pequeños senos,
 eran perfectos,
ellos no escondían nada,
tu corazón estaba expuesto,
el mismo que supe destruir,
sin malicia.


mi cuarto siempre fue tuyo
y siempre cambié el colchón de su sitio,
entre el adiós de muchos adioses,
tu vientre liso 
y en tu ombligo de luna
 pude escuchar el mar.

las promesas se van cayendo,
los tratos y contratos 
son jueces que separan,
lo que debió ser uno y ahora veo,
que te deseo,
pero no podría,
        Nunca,
Más,

     Estar contigo.










¿en qué punto perdí mi humanidad?

sé que los extremos se toca,
que los muros son rocas,
que la belleza de las flores y las aves no debe ser trozada,

Balam, te dije que las aves deben de ser libres
y vi tu rostro sorprendido,
no entendiste bien por que son enjauladas,
no podré explicarte, yo mismo no lo sé,



debería dormir, 
o tratar de dormir,
ir a dar unas vueltas bajo la cobija
con el colchón desnudo de girar.


ayer soñé cometas,
antier buscaba a una ballena blanca, 
un día antes me mataron,
hoy que no entiendo en ésta incertidumbre al insomnio
no queda más que esperar paciente el tiempo.
sueño con la brújula y siempre es la misma ciudad.

ésta luna que escampa estalactitas,
ésta pesadumbre de ser viento
                 y
todos quieren hablar del mar, 
eso lo entendió alfonsina,
la misma que ahora es blanca espuma.
pero nadie quiere ser mar,

no todos quieren ser el viento,
algunos desconocen su elemento
y de ser fuego quedan las cenizas.











ésta noche solo se puede ser feliz en la azotea,
no hay estrellas,

 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...