el cuarto es oscuro,
parece que nunca amaneció en el,
la falta de luz me deprime,
me consume éste cuarto,
de luna menguante.
solo hay un parpadeo entre el alba y la noche,
los gritos vecinos me sulfuran a media siesta,
la música es tan baja que puedo escuchar mis pensamientos,
y éstos son incómodos, poco hábiles.
tampoco quiero volver a casa,
pero la intranquilidad me rebasa,
y no sé bien qué hacer.
llueve desde hace días,
también van varios en los que no veo a mi cachorro,
el primer objetivo de moverme no se cumple,
y el cuarto es oscuro como para sentirme en casa.
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