si he sentido la muerte en momentos precisos,
he buscado la paz en los indecisos,
si te he querido reconocer,
no es por recorrer,
a contracorriente,
es por buscar derrumbar el poseer,
privilegiar el ser,
el aprender,
en un mundo que se cae en piezas,
me pusiste un alfil en una igualdad,
y sin quererlo me enseñaste
a sobreponerme al miedo,
en ésta vida que es un hermoso siniestro de casualidades,
de éste caos de estrellas y galaxias,
en la que lo aparente de lo inherente
de lo inconstante e inclemente del tiempo,
me enseñaste que lograr es más que poseer,
en tu silencio de tablero,
de concentración,
me enseñas a gritar
a llorar,
a resistir
a ir,
en contra,
a vivir del margen,
a seguir avanti,
cuando dicen que ya todo está perdido,
y reafirmas lo que me enseñó mi abuela,
a luchar
y encontrar contra toda esperanza,
que la espera fantasma de un mundo mejor
es en si misma,
la exitosa lucha contra el éxito que dicen.
me enseñas del amor,
de proliferar el amor,
me enseñas a errar
y permitirme dar
y darme tiempo.
y si la vida nos jode o nos vuelve a joder,
espero poder verte en otra vida compañero,
para seguir andando,
si la vida nos cansa,
siempre serás un emblema,
perfecto,
de lo imperfecto de la humanidad.
y si la vida nos jode,
que ya nos ha jodido varias veces,
te daré otro libro,
otro hombro,
otra trinchera,
porque me enseñaste,
que si bien la vida te ha golpeado duro,
la vida que elegiste te eligió,
por ser digno,
por capaz.
en éste coincidir,
agradezco tu existencia,
en el reconocer tu valor,
tu esplendor de risa,
inteligencia,
en tu fuerza de aire,
en tu grito,
he hallado la alegría,
de no saberme solo en éstos caminos bifurcados,
de saberme compañero.
si he de reconocer de entre tus necedades,
la fraternidad,
si he de elegir vivir de nuevo,
he de elegirte como compañero.
he aprendido de tu delicadeza de zorro,
de tu libertad que limita,
en ésta época en que se privilegia poseer
te has levantado para jugar ajedrez,
enseñarme tener y ser dueño de mi tiempo en libertad,
te has levantado con una cerveza en la mano
para brindar en los recuerdos,
los acuerdos de paz
y diálogo en el mar,
de los que no nos han vencido,
aunque seguimos jodidos.
para Noty,
que me enseña a mantener la sonrisa,
aunque nos hayan quitado los dientes.