he visto entre tu pecho y el mío,
conjugarse un triangulo de amor con los pies,
he visto mi empuje suave,
y tu tenue resistencia,
he desdoblado un par de pasos como un niño ciego,
enceguecido,
cerrando los ojos para que con el pie
y su punta, me dirija al viento.
he sentido tu palpitar con mis ojos
de inutilidad,
porqué avanzo con el corazón,
como eje,
he llegado nervioso,
he llegado en silencio,
para recrearme la vida en tus palabras,
que descifran la bondad del mundo,
y me enseñan a sostener el brazo,
en un abrazo de confianza.
he buscado la ética antes que la estética,
entender tus movimientos,
acompasarte,
acompañarte,
persistir,
la vida me ha dado más de lo que puedo recibir,
y busco la reciprocidad tierna del entedimiento,
para transformar en calor,
el dolor que antecede.
e intercede
y
cede
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