lunes, 30 de junio de 2014

cuartel



el cuarto es oscuro, 
parece que nunca amaneció en el,
la falta de luz me deprime,
me consume éste cuarto,
de luna menguante.

solo hay un parpadeo entre el alba y la noche,
los gritos vecinos me sulfuran a media siesta,
la música es tan baja que puedo escuchar mis pensamientos,
y éstos son incómodos, poco hábiles.

tampoco quiero volver a casa,
pero la intranquilidad me rebasa,
y no sé bien qué hacer.

llueve desde hace días,
también van varios en los que no veo a mi cachorro,
el primer objetivo de moverme no se cumple,
y el cuarto es oscuro como para sentirme en casa.


.009




se puede aún observar en la memoria decembrina,
los cerberos de la muerte,
el cerebro agusanado,
un cráneo con nata café que compré por 27 monedas,
y los juglares del panteón,
como dioses.


aún puedo escapar y correr,
gritar alto,
golpear bajo y escupir al cielo,
aún tengo piel,
cicatrices,
llagas, 
cada una con su magra y maldita historia,
algunas de miel.

cambiar la piel mudar y desnudar,
anudar el alba a cada día,
tejiendo
y
 esperando a odiseo

 cada noche deshago los nudos,
para no acumular tiempo,
para ser un simple elemento,
del viento


el temporal va saciado de tormentas,
éstos días de calma, de fraguados cantos
y desencantos, que van forjando cada día,
son de humilde soledad,
dolores sencillos,
mirares complejos
y completos
son las nubes que se forman,
una tras otra
a esperar.

viernes, 27 de junio de 2014

me gusta verte soñar,
en estos bosques de niebla,
me gusta pues
ver como amas tus sueños,
He vivido 
y nadie podrá negarlo,
cegado, torpe, manso,
!qué sé yo¡
sólo camino por andar, 
solo
por besar,
sólo por tocar


Tengo una fascinación por destruir lo que amo,
es un placer tan sádico  e inconsciente,
me da asco ser así.


Ballenas blancas



Esa noche busqué una ballena blanca,
solo sé que estaba en el bosque,
atravesé la feria y me dijeron:
está en un estanque, debes hallarla
pasé entre la multitud de sombras
y un gato negro se acercó a despedirse,
y a pedir disculpas en sueños,




puedo esperar a esa ballena blanca,

A tiempo

hallé el perdón al huir,
el acto de amor más grande fue salvarte de mi,
cuando te pude haber hecho todo,
Ese todo que es casi nada,
si no te puedo salvar de mi.

hallé la vida en la comisura de tus labios,
en tus manchas y lunares,
en que no te gustaba desnudarte,
pero para mi lo hacías.

uno puede morir de celos fantasmas,
pero exorcizar los miedos es más difícil que amar.
te escribo desde los lugares más comunes,
nuestro amor fue común y enfermo,
como gritar bajo el agua,
Amanecer fantasma,
Catarsis a tiempo

Polos

de tus labios salía lo mejor del universo,
ese amor bipolar que podía escupirte
feroz y tierno
o todo al revés.


Recuerdo cada beso a tus pequeños senos,
 eran perfectos,
ellos no escondían nada,
tu corazón estaba expuesto,
el mismo que supe destruir,
sin malicia.


mi cuarto siempre fue tuyo
y siempre cambié el colchón de su sitio,
entre el adiós de muchos adioses,
tu vientre liso 
y en tu ombligo de luna
 pude escuchar el mar.

las promesas se van cayendo,
los tratos y contratos 
son jueces que separan,
lo que debió ser uno y ahora veo,
que te deseo,
pero no podría,
        Nunca,
Más,

     Estar contigo.










¿en qué punto perdí mi humanidad?

sé que los extremos se toca,
que los muros son rocas,
que la belleza de las flores y las aves no debe ser trozada,

Balam, te dije que las aves deben de ser libres
y vi tu rostro sorprendido,
no entendiste bien por que son enjauladas,
no podré explicarte, yo mismo no lo sé,



debería dormir, 
o tratar de dormir,
ir a dar unas vueltas bajo la cobija
con el colchón desnudo de girar.


ayer soñé cometas,
antier buscaba a una ballena blanca, 
un día antes me mataron,
hoy que no entiendo en ésta incertidumbre al insomnio
no queda más que esperar paciente el tiempo.
sueño con la brújula y siempre es la misma ciudad.

ésta luna que escampa estalactitas,
ésta pesadumbre de ser viento
                 y
todos quieren hablar del mar, 
eso lo entendió alfonsina,
la misma que ahora es blanca espuma.
pero nadie quiere ser mar,

no todos quieren ser el viento,
algunos desconocen su elemento
y de ser fuego quedan las cenizas.











ésta noche solo se puede ser feliz en la azotea,
no hay estrellas,

jueves, 26 de junio de 2014

Cristina










r.i.o.





felicidad-es




Pamela Rebolledo




Sergio Elefante





.006


















sombra





las letras se escapan cuando escampa,
y yo
no puedo dormir.

esa noche tomé dos balas azules,
las coloqué en mi boca,
las hice estallar con una coca cola y dos cigarros,
vomité bilis,
ellos, no se fueron a casa, corrieron con la mala suerte
de robar a un ladrón y caer a los separos.

no sé porqué recuerdo,
los pocos detalles de las calles de miseria,
las pocas estafas de hamrbuna,
robar caguamas,
para robarse la coherencia,
hoy vi a dos grandes aferrados,
bajo la lluvia con dos vasos de caña,
dos chavos que compraban vino de tetra pack,
los vieron sin mirarlos,
como se mira a una excreta,
como se mira indignado,
 a un reflejo,
que no nos muestra lo que queremos ser.


somos lo que somos,
queriendo ser distintos,
fuimos lo que fuimos 
pretendiendo ser distintos,
pero la abisal diferencia estriba,
en que nos perdimos pretendiendo,
ser,
y no fuimos,
más que la sombra de lo que buscábamos.




martes, 24 de junio de 2014

reborn



la lluvia ahoga los gritos, 
el humo, se disuelve lento
 al llegar a casa,

abrirle las puertas al canto, sin esperar el alba es nuevo, 
tan nuevo como escribir en mi mesa,
en mi silla,
en todo lo que es mío y que no lo es en si.

he hallado
 mi terco desorden como algo lamentable,
en éste cuarto sin cuadros, dos ventanas y  mis soledades,
con una puerta,
comprendo mi terquedad disociada.

tengo la música compañera,
galletas
 y aún no tengo refrigerador,
en las noches me da hambre,
y no precisamente pretendo alimentar mi cuerpo.

hoy cabalgué bajo la lluvia en llamas,
con un esbozo de sonrisa
y el orgullo de llegar pronto a salvarme,
no tengo provisiones, por mi falta de previsiones,
es buen día para hacerse lluvia,
para soltarse letra,
para abrazar lenta
y violenta al agua que me arrulla.

llegué a casa,
y quiero aprender que donde yo esté es mi casa,
sobre mi taza de café expreso,
sobre las llantas de caucho de mi caballo,
sobre el terso liso de las cobijas,
y sobre el colchón desnudo.


sobre la tinta de viento,
sobre el asiento,
con ojos que arden de sudor y lluvia,
sobre ello
y sobre todo,
cada día siempre es renacer.

martes, 17 de junio de 2014

A las cosas muertas



un poema a las cosas muertas,
a las moribundas esperanzas,
a las esperas fantasma,
a los besos
 cegados, robados, 
cerrados, como los labios 
que por ésta noche brindo, jamás se toquen de nuevo.

un poema a las cosas muertas.

 me enamoré del río y de la calma, del sudor fresco que destilan mis albañiles, del café, de la fruta, de mis hijos. me enamoré de éstas roc...