las letras se escapan cuando escampa,
y yo
no puedo dormir.
esa noche tomé dos balas azules,
las coloqué en mi boca,
las hice estallar con una coca cola y dos cigarros,
vomité bilis,
ellos, no se fueron a casa, corrieron con la mala suerte
de robar a un ladrón y caer a los separos.
no sé porqué recuerdo,
los pocos detalles de las calles de miseria,
las pocas estafas de hamrbuna,
robar caguamas,
para robarse la coherencia,
hoy vi a dos grandes aferrados,
bajo la lluvia con dos vasos de caña,
dos chavos que compraban vino de tetra pack,
los vieron sin mirarlos,
como se mira a una excreta,
como se mira indignado,
a un reflejo,
que no nos muestra lo que queremos ser.
somos lo que somos,
queriendo ser distintos,
fuimos lo que fuimos
pretendiendo ser distintos,
pero la abisal diferencia estriba,
en que nos perdimos pretendiendo,
ser,
y no fuimos,
más que la sombra de lo que buscábamos.
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