viernes, 21 de noviembre de 2014

self portrait


esperanza, Prima Vera

Tengo la esperanza primavera,
del día que también salgamos a las calles,
a jugar en los columpios,
a salir sin miedo,
a tener un trabajo digno al vivir heroico,
para los que luchan la recompensa a veces es la caricia,
de las manos y de los días,
de las putizas que te metió la poli,
de los incendios que provoca un mártir.

Tengo la esperanza en la membrana del ojo,
que andar de codo a codo valga la pena,
tengo la esperanza,
tan dulce y no mansa,
que cruzaremos el río,
que habrá tiempos de cosecha y de flores,
que los dolores que tengo en las costillas,
habrán valido la pena,
la gloria.
Siempre los ojos dignos ven el horizonte,
aunque por hoy lo iluminen las llamas,
las manos y puños en alto,
la organización y no venderse en el acto,
tengo puteada la nariz por un granadero,
los ojos enceguecidos de rabia,
pero no te miento,
tengo tan mi corazón lleno esperanza.
Quiero ver crecer a mi hijo,
y que sigamos creciendo bien juntos,
formar a un hombre digno y que me vea con respeto,
una cosa es tener amor propio,
otra es amarlo como no existen dos.
Quiero caminar con él por el parque,
sin estarme cuidando la espalda,
poder salir por un elote en la noche
y que se cuelgue de mis brazos,
no estar con la intimidación que me siguen,
por decir mal verdades a medias en cada poema.


Quiero fotografías de mis días,
donde no vea toda ésta pinche miseria,
niños muriendo de hambre siendo caciques de botes de basura,
ver a aquél hombre que en ésta puta noche de frío,
que se siente agradecido a su iglesia,
por dejarlo dormir en sus escalones,
quiero que él se levante,
que no tuvo lo que en éste pueblo es un lujo,
eso que llaman estudiar,
quiero que duerma a salvo,
aunque me digas que es tarde vamos,
que es tarde y hace frío,
qué su hambre no es lío,
para ti que tienes hogar,
quiero verlo paseando en el parque,
feliz, digno, herrante,
porue no tengo una mansa esperanza,
así,
aquí te escribo pa andar.

jueves, 20 de noviembre de 2014

la medalla centroaméricana...

Él se despidió de su patria,
así le llamaba,
con todo el hambre y desesperanza,
con la tierra y el lodo,
con la lluvia que mojaba su cama cada lluvia,
cada horno de lámina que calcinaba sus sueños.

Él, tan humano,
con tanta sangre pura en las venas,
en ésta tierra que te escupe y te cansa,
en el cuarto en el que solo avanza desesperanza.

quizá hubiera regresado, quizá no,
si de propia voz lo hubiera decidido,
pero los carroñeros rondaban la bestia,
en mi ciudad, hay competencias de sangre,
pintan las fachadas del hambre,
se chingan los cambios o los enteros,
maquillan a los muertos que montaron la bestia,
de todo el hollín que era el sacrificio a la esperanza,
el hambre que corroía, la intemperie de viajar en su lomo,
cansado, hundido, con la sola fuerza que quedaba en la mente,
pero no,
no hay más techo de lámina, ni calor, ni frío, ni esperanza,
solo lodo,

los chacales le amarraron las manos,
bien apretaditas por si quería volver a éste infierno,
de nada vale el llanto si los cuervos devoran otras aves,
él no corrió,
ni con suerte ni con pena,
él no corrió,
ahora es una tumba o mejor dicho un cuerpo en una fosa,
y me preguntan:
qué porqué no queremos éstos juegos de hipocresía,
que cada presea dorada tiene la sangre entintada,
qué porqué no queremos la tierra,
que nos vio nacer.

Él iba montado en la bestia,
mientras las bestias del narco mataban.

Dirty Sánchez - Próximamente en Válvula Magazine














vida cotidiana


miércoles, 19 de noviembre de 2014

Arte


En la facultad estudié artes,
un término que en la práctica es el fin sin principio,
o el principio sin fin,
un uroboros.
O las miles de vertientes,
conglomeraciones de definiciones,
 unipersonales,
 variantes que al final,
 terminan hechas mierda en una lata y exponiéndose en el MOMA.

Yo de arte,
del verdadero arte,
conozco poco,
solo sé del arte,
del verdadero pues,
que la más acertada definición que reconozco,
es:
 el mover de tus caderas al andar,
tu mirada que sabe que éste mundo apesta,
y no les veo cansancio como el espejo a mis ojos.

vida cotidiana







ratas con corbata


1.2





Riding 1.0

"Una bicicleta vacía refleja la imagen de un cuerpo ausente".
Juan B. Castagnino.

Subir a mi bicicleta es tan simbólico,
tan simbiótico,
huí de mi primera novia en bicicleta,
y conocí el amor de mi pareja traspasando varios barrios,
de su recuerdo, me tengo galopando con el llanto encima,
con la risa más honesta,
aprendí sólo a montar,
a los ocho dignos años y en el patio,
ya era un niño viejo, que aún no sabía andar en bici,
Era motivo de vergüenza,
todos rodaban y me dije:
nunca voy a aprender a andar en bicicleta,
es irónico, lo mismo me dije de escribir,
de tomar fotografías.

Recuerdo el viento en el rostro,
contar cinco con los ojos cerrados brazos de horizonte,
recuerdo bellamente muchos golpes,
como ésta era credencial para salir del barrio,
a los catorce tenía dos pasiones,
caminar con mi hermoso Morfeo,
un rottweiler,
hace poco me dijeron:
ese perro era como tu guardaespaldas,
nadie se atrevía a tocarte.

Amo la adrenalina como he amado a todas mis mujeres,
que si bien no han sido mías,
pudimos poseernos por un tiempo.

así:
con la pasión en el rostro,
con el fuego en el vientre,
con la fuerza en las piernas,
con la suerte.


Solo sé montar el viento con mi suerte,
de aprender a marcar mi ritmo,
de viajar solo,
de no llevarme a nadie con mi muerte,
que ésta me persiga 
y qué por hoy no me alcance,
aún tengo palabras por decir, 
mientras sea libre,
tan libre como para montar la bicicleta.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Naturaleza



Nos arropa la música del muro bajo la colcha,
me enseñas como acariciar tus pies,
tocando también los míos,
te duermo, resucitas, te levantas,
me besas, me abrazas,
me desarmas.

-Si eres fuego,
lo dices en sonrisa,
después de leerme el fénix y tu libro,
antes de leer del delta que escondía tu ropa,
con el tacto,
la boca,
me disfrutas, te disfruto, te deseo,
con el acto onírico de vibrar a un mismo tono,
 se funde la piel, somos gotas somos sangre,
somos aire,
polvo de agua, de universo,
me rompo,
tiemblo,
 te toco, te persigo,
me respondes con tu mano en mi barbilla,
me muevo a tu ritmo,
esperando el mío,
acelerar el pulso sin perder impulso
y la naturaleza de escuchar el corazón bajo tu pecho,
me sientes, me besas, me arropas,
me tocas,
desde los pies hasta el alma,
con la calma tenue que ahora preservo con mi cuello,
con tu aroma,
mientras te escribo lentamente en casa.

no pude esperar para vestirme al alba,
me lees cada segundo la mirada,
preparas café, el específico para la noche,
suave y dulce como tus manos mariposa,
te veo mejor bajo luz tenue y bien desnuda,
con tus  dedos fríos que se calientan con mi boca.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Capuchas negras

Siempre habrá una voz que trate de callar las voces,
Un vocero que vende la palabra,
Un cachorro con escudo,
Una pistola con silenciador.

Siempre, alzaremos el puño,
Pondremos nuestra digna frente en alto,
Pelearemos otra vez contra el verdugo,
 Porque esta capucha te hace hermano,




Cubrir el rostro con capucha negra,
Crear conciencia,
Y Conocer las  consecuencias,
De cuidar al pueblo y que éste te repudie,
Por cuidarte de los perros sin cadena,
De ese ejército creado para reprimir,
Cazar, matar,
Que tienen la instrucción directa de golpearte hasta el cansancio,
Pero no se cansan,dios nunca se cansan,
Me dices que también son sólo  humanos,
Que sus circunstancias lo orillaron,
A golpearte con la furia que les enseñaron,
Pero:
Sólo te diré,
Siempre hay opciones,
Decisiones, elecciones.

Que se Encienda  el viento molotov,
Y a ti,
Que me Argumentas que no entiendes ésta rabia,
Que no es un acto que se justifique,
Que debemos protestar,
Pero protestar poquito,
Con permiso de papá gobierno pues,
Con Su permiso
Como si las balas que disparan mataran sólo un poco,
De este pueblo que parece no tener,
¿Qué No recuerdas tlatelolco?
Los guantes blancos,
El halconazo,
No recuerdas acteal o la mujer violada,
Dime que te es indiferente,
Dime que no sientes como en cada cuerpo te desgarran,
Dime que son seres humanos no inhumanos,
Hazme  entender que quemar vivo a un estudiante,
Te llena de esa humanidad de la que dices,
Que justificas sus actos,
Que nunca serás tu,
Dime que no puedes ser tu,
Que una pinche puerta es la deshonra,
Que tal vez si sólo te traga la tierra,
Solamente, así
Entenderás el digno sacrificio,
Tu lo llamas vandalismo en la protesta,
Yo le llamo perder miedo,
Que ese fuego,
 viene de la luz de los muertos,
De cada uno de todos los desaparecidos,
Nos den una llama para iluminarnos el camino,
A esa bella eternidad.

domingo, 9 de noviembre de 2014

R.i.O.


poema de himno







piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.


ellos incendian estudiantes,
tal vez una puerta en llamas no nos devolverá su luz,
pero es un buen comienzo,
no se puede calmar el ímpetu,
no se debe silenciar el espíritu  noble,
que ahora habitan en el Valhala,
es noche y la luna de muertos se ilumina con el fuego,


Me duele la sangre sembrada en la tierra,
de cada muerto, cada desaparecido,
que retiemble en sus centros la tierra,
el sonoro rugir molotov-



Quisiera más que éstas letras,
quisiera,
 tener la divina palabra,
para convencer,
de éste atisbo victoria,
un sepulcro para ellos de honor.

que es hoy es necesaria la rabia,
Un nuevo canto de bélico aliento,
convoca que el valor de quienes nos arrebataron,
nos dé un nuevo soldado posmoderno,
de esos encapuchados que se convocan a luchar con valor,
recuerda,
un soldado en cada hijo te dio,
un laurel y una vela en los campos de niebla,
que las cruces no sean en vano,
que ésta tristeza que invade a mi hermano,
de que el gobierno crucifique mi pueblo,
a cada uno de los que no tenemos un supuesto apellido en renombre,
nos convoque a luchar con valor.

Guerra,
guerra en el monte,
en la ciudad llena de turbulencias cansadas,
 en el valle,
que de cada lágrima que empapa la sierra,
los cañones horrísonos, suenan,
contra el pueblo que aniquilas,
que dejan a nuestros mártires en tierra,
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!

Antes, Patria, que inermes tus hijos
no dejemos morir a cada hermano,
sin abandonarnos,
que nunca,
bajo el yugo,
nunca mi cuello dobleguen,

¡un recuerdo para ellos de gloria!
¡un laurel para ti de victoria!
¡un sepulcro para ellos de honor!

El honor que defendemos los vivos,
los que vamos te veremos morir,
te  
                               saludan.

somos la dignidad rebelde,
la voz de los muertos,
la vida que se te  escapa.

martes, 4 de noviembre de 2014

frente en alto

Que no se calme la rabia,
no pierdas el ímpetu,
no dejes que el engaño de la experiencia te alcance,
no creas que es necesario un enemigo pa’ vivir.

no juzgues ni te juzgues,
no seas tu propio verdugo,
vive hasta donde puedas,
que ya llegaste lejos y más lejos de lo que pensaste,
que la vida es bella,
lo suficiente para entregar el corazón en cada acto,
y el pacto de vivir puño arriba frente en alto,
que somos la dignidad rebelde,
que somos el abrazo tierno de los niños,
la furia de dios.

No dejes que el dolor te ciegue,
no dejes abnegado el silencio,
no pierdas el miedo,
pero no dejes que te paralice,
no te vendas, no te rompas,
no te salves si así decides.
Sabes que tu enemigo perdió su humanidad,
no pierdas la tuya en el camino,
se sensato, nunca indiferente,
y cuando sea el momento,
 da una estocada desde adentro,
tienes que estar loco para ello,
si decides ser un mártir se muy listo,
elige tus batallas nunca solo,
aprende a desconfiar,
también a confiar un poco,
mantente vivo.

Es el efecto mariposa que creamos,
es la silente boca que separa,
aprende a hablar y a convencerte,
de que lo que hablas es correcto y tiene un objetivo,
se más listo que el zorro,
tan hábil con un buen tigrillo
y piensa en el cristal que te protege,
pero nunca dejes que te ciegue,
has tus ritos y ofrece lo que sabes,
mantente en vida,
no dejes de andar.

se humano y se fuerte,
pero aprende a disculparte,
a ti mismo,
de tus errores.

de los rencores aprende,
a perdonarte al alba,
a querer con digna calma,
a mantener la frente en alto

re cordis

 Tuve miedo, justo como debía ser, justo cómo se antepone ante todas las decisiones importantes te digo, pero también había mucho amor en la...