domingo, 16 de agosto de 2015
sábado, 15 de agosto de 2015
para Sendic
Para Sendic.
¿cómo puedo lidiar
con la rabia?
la que se fragua en el alma,
la que se funde en el alba,
cuando se abren los ojos.
la que se fragua en el alma,
la que se funde en el alba,
cuando se abren los ojos.
¿Cómo lidiar con éste
sadismo?
el silencio,
el abismo,
si caminar como animal herido,
es imposible en las estepas,
de asfalto,
de llanto.
el silencio,
el abismo,
si caminar como animal herido,
es imposible en las estepas,
de asfalto,
de llanto.
¿De dónde podré darte
fuerza?
si solo tengo un par de manos,
con callos y llagas,
con la rodilla tronada,
pero te diré un secretito,
aún tengo fuerza para empujarte,
impulsarte un poco,
darte mi último aliento,
no pierdas la propulsión,
no dejes mojar tus alas,
y sé,
porque yo lo sé,
que nos volveremos a ver,
beberemos un café,
te dedicaremos un cigarro.
si solo tengo un par de manos,
con callos y llagas,
con la rodilla tronada,
pero te diré un secretito,
aún tengo fuerza para empujarte,
impulsarte un poco,
darte mi último aliento,
no pierdas la propulsión,
no dejes mojar tus alas,
y sé,
porque yo lo sé,
que nos volveremos a ver,
beberemos un café,
te dedicaremos un cigarro.
Para morir solo hay
un verdadero requisito,
estar vivo,
pero el infinito,
es algo que nos costará.
hoy me dijeron algo bello,
y tu sabes bien que tengo miedo,
“no mires siempre hacia tu espalda,
o dejarás de ver hacía adelante”
quisiera tener más que ofrecerte,
mi vida dar por tu felicidad,
quisiera un poco,
un poco más cargar lo que te duele,
quisiera tener una fórmula perfecta,
un anís que nos haga breves
y leves,
para poder volar.
llora hermano llora,
que aquí todos lloramos,
brama, grita, niega,
que no es mucho lo que tengo,
pero tengo el corazón que yo te doy.
estar vivo,
pero el infinito,
es algo que nos costará.
hoy me dijeron algo bello,
y tu sabes bien que tengo miedo,
“no mires siempre hacia tu espalda,
o dejarás de ver hacía adelante”
quisiera tener más que ofrecerte,
mi vida dar por tu felicidad,
quisiera un poco,
un poco más cargar lo que te duele,
quisiera tener una fórmula perfecta,
un anís que nos haga breves
y leves,
para poder volar.
llora hermano llora,
que aquí todos lloramos,
brama, grita, niega,
que no es mucho lo que tengo,
pero tengo el corazón que yo te doy.
viernes, 14 de agosto de 2015
Vida cotidiana...
Tienes un rictus duro de hace días, sé te marcan las arrugas entre los ojos de la preocupación y te escribo como si fueras otro, no el mismo de hace semanas que paseaba con tu hijo por el parque,
Tienes el cansancio del insomnio, de las pesadillas, de la realidad que te sobrepasa, del pánico, de la paranoia, tienes la certeza que hoy estas a salvo, la garantía de que permanecer visible te conseguirá un poco de calma, pero ¿después que? Cuándo el agua se calmé y el mundo empiece a girar de nuevo, ¿después qué? Me he labrado un nombre, un lugar, una ciudad, pero hoy ser honesto, o tratar de serlo es la mejor garantía de sentirte acosado, intimidado.
Hace un par de días que no me siguen los gatos, eso me da una mi pasiva sensación de calma, una sensación ficticia de que todo está bien, ayer no pude salir de casa, otro compañero muerto, no lo conocía, pero los comunicados inmediatos, las contradicciones, la falta de protección de su mismo director que no se sabía ni sus nombres, pero enjuiciaba como verdugo al que no se le permite ni tener una memoria digna.
Y cada día me cuestiono más de lo que vale la pena, se asoma un egoísmo lúgubre, como quien empieza a declinar a lo que es justo y ese miedo es una victoria ajena, un dolor del alma ahí donde uno siente que no hay descanso, no puedo escribir bien, sé me atoran las palabras, tengo lágrimas en la nariz, gotas de moco en el alma.
Hace días que los gatos no me siguen, vengo al centro entre abrazos fraternos y miradas compasivas, como se ve a un hombre muerto, me dan ganas de mandarlos al carajo, de decir que sigo vivo, que no sé por cuanto pero sigo puño arriba frente en alto, sin el temor de equivocarme.
Me gusta la vida, tanto que no reto a la muerte como cuando morro, que no he podido rodar en mi bicicleta, janto le puse, el caballo hijo del viento y una arpía, hace días llegué a casa, con una ira inconfundible, busqué algo en el cuarto, un pretexto para desacomodar todo y terminar llorando, como un niños, como un cacuy, dijera Girondo en su poema.
Algunos escriben la historia con asesinatos, otros tratamos de escribirla con poemas, irónico, cuando salí de la facultad, con la pretensión de pseudo artista, no me gustaba pensar en trabajar en prensa, que todo estaba podrido, que los medios unilaterales de información, esas empresas que catalogan se venden al mejor postor no serían fuente de mi ingreso, mírame ahora con la ironía más grande, en que he hallado a grandes amigos, honestos, críticos y con más dignidad que hallé en otros tiempos.
A Rubén:
Poco a poco aprendí a no ser tan confiado, a trancas y barrancas, ahora que soy más solitario y distante, más socialmente determinado a ser cordial, saludar y expresarme, de manera mesurada con la boca, de manera que mi opinión más fuerte sean las fotos, porque nadie sabe el poder de una imagen, es subjetivo, tanto como la foto que te tomé ese día Rubén, todo contento y resignado con esa sonrisa que mostraste, la que ahora todos ven, la que me obsequiaste que se vuelve un motivo para seguir andando.
Tienes el cansancio del insomnio, de las pesadillas, de la realidad que te sobrepasa, del pánico, de la paranoia, tienes la certeza que hoy estas a salvo, la garantía de que permanecer visible te conseguirá un poco de calma, pero ¿después que? Cuándo el agua se calmé y el mundo empiece a girar de nuevo, ¿después qué? Me he labrado un nombre, un lugar, una ciudad, pero hoy ser honesto, o tratar de serlo es la mejor garantía de sentirte acosado, intimidado.
Hace un par de días que no me siguen los gatos, eso me da una mi pasiva sensación de calma, una sensación ficticia de que todo está bien, ayer no pude salir de casa, otro compañero muerto, no lo conocía, pero los comunicados inmediatos, las contradicciones, la falta de protección de su mismo director que no se sabía ni sus nombres, pero enjuiciaba como verdugo al que no se le permite ni tener una memoria digna.
Y cada día me cuestiono más de lo que vale la pena, se asoma un egoísmo lúgubre, como quien empieza a declinar a lo que es justo y ese miedo es una victoria ajena, un dolor del alma ahí donde uno siente que no hay descanso, no puedo escribir bien, sé me atoran las palabras, tengo lágrimas en la nariz, gotas de moco en el alma.
Hace días que los gatos no me siguen, vengo al centro entre abrazos fraternos y miradas compasivas, como se ve a un hombre muerto, me dan ganas de mandarlos al carajo, de decir que sigo vivo, que no sé por cuanto pero sigo puño arriba frente en alto, sin el temor de equivocarme.
Me gusta la vida, tanto que no reto a la muerte como cuando morro, que no he podido rodar en mi bicicleta, janto le puse, el caballo hijo del viento y una arpía, hace días llegué a casa, con una ira inconfundible, busqué algo en el cuarto, un pretexto para desacomodar todo y terminar llorando, como un niños, como un cacuy, dijera Girondo en su poema.
Algunos escriben la historia con asesinatos, otros tratamos de escribirla con poemas, irónico, cuando salí de la facultad, con la pretensión de pseudo artista, no me gustaba pensar en trabajar en prensa, que todo estaba podrido, que los medios unilaterales de información, esas empresas que catalogan se venden al mejor postor no serían fuente de mi ingreso, mírame ahora con la ironía más grande, en que he hallado a grandes amigos, honestos, críticos y con más dignidad que hallé en otros tiempos.
A Rubén:
Poco a poco aprendí a no ser tan confiado, a trancas y barrancas, ahora que soy más solitario y distante, más socialmente determinado a ser cordial, saludar y expresarme, de manera mesurada con la boca, de manera que mi opinión más fuerte sean las fotos, porque nadie sabe el poder de una imagen, es subjetivo, tanto como la foto que te tomé ese día Rubén, todo contento y resignado con esa sonrisa que mostraste, la que ahora todos ven, la que me obsequiaste que se vuelve un motivo para seguir andando.
miércoles, 12 de agosto de 2015
al amanecer
te vas,
tomaste el bus hace unas horas,
y yo acá,
atípico,
pensándote.
tomaste el bus hace unas horas,
y yo acá,
atípico,
pensándote.
Hace días que tengo
un olor a óxido en los dedos,
he visto otros ojos,
les habita una tristeza inusual,
como quien mira a un fantasma,
que aún no conoce su muerte
he visto otros ojos,
les habita una tristeza inusual,
como quien mira a un fantasma,
que aún no conoce su muerte
Y hay tantos rostros
sin nombre,
tantas fosas clandestinas,
tanto silencio.
hay tantos nombres rondando,
y tantas como velas encendidas,
en los campos de niebla, miro fantasmas blancos,
regresando a casa.
tantas fosas clandestinas,
tanto silencio.
hay tantos nombres rondando,
y tantas como velas encendidas,
en los campos de niebla, miro fantasmas blancos,
regresando a casa.
dicen que vivo se hunde,
pero que muerto flota,
dicen
y aquí estoy,
lanzando aviones de papel al abismo,
botellas selladas para que te llegue mí canto.
lanzando aviones de papel al abismo,
botellas selladas para que te llegue mí canto.
He visto al miedo a
los ojos,
le pude sostener la mirada,
encendí un cigarro,
desperté entre tus piernas,
casi decidido,
(como siempre)
a huir antes del amanecer.
le pude sostener la mirada,
encendí un cigarro,
desperté entre tus piernas,
casi decidido,
(como siempre)
a huir antes del amanecer.
A ratos me digo,
se acabó,
el odio le ganó a la razón,
nada tiene sentido.
se acabó,
el odio le ganó a la razón,
nada tiene sentido.
pero a ratos revivo,
me explico que el mundo gira
y yo con él,
y que mi mente vira,
para toparse a mil recuerdos,
que vale la pena,
lo que vale la vida.
me explico que el mundo gira
y yo con él,
y que mi mente vira,
para toparse a mil recuerdos,
que vale la pena,
lo que vale la vida.
Los observadores
silentes te miran curioso
y pareces ser un animal herido,
de circo herido,
de muerte,
herido,
pero siempre vuelvo al amanecer,
para renacer.
y pareces ser un animal herido,
de circo herido,
de muerte,
herido,
pero siempre vuelvo al amanecer,
para renacer.
martes, 11 de agosto de 2015
11:11
No puedo dormir,
no puedo.
no puedo.
Hoy quiero creer en
la esperanza,
que un mundo nuevo es posible,
hoy quiero creer en la templanza
y que los sueños se cumplen.
que un mundo nuevo es posible,
hoy quiero creer en la templanza
y que los sueños se cumplen.
Del mundo que quería
queda poco,
y digo con los ojos lo que no puedo con palabras,
yo que quiero llevar las cartas a la mesa,
que ando podrido de flaqueza,
que creo que alimentarme de esperanza,
es una puerta al mundo nuevo.
y digo con los ojos lo que no puedo con palabras,
yo que quiero llevar las cartas a la mesa,
que ando podrido de flaqueza,
que creo que alimentarme de esperanza,
es una puerta al mundo nuevo.
Tengo miedo,
mucho miedo,
alguna vez le dije a mi cachorro,
que es bueno bien tenerlo,
que eso te mantiene a salvo,
hoy que no distingo la realidad de paranoia,
que a ratos siento como los gatos,
me van siguiendo algunos pasos.
mucho miedo,
alguna vez le dije a mi cachorro,
que es bueno bien tenerlo,
que eso te mantiene a salvo,
hoy que no distingo la realidad de paranoia,
que a ratos siento como los gatos,
me van siguiendo algunos pasos.
He confiado en mucha
gente,
he vivido, que he amado
tanto que nadie podrá negarlo.
he vivido, que he amado
tanto que nadie podrá negarlo.
Imagino un mundo
lindo,
donde pueda jugar en los columpios,
cargar a mi cachorro.
encontré mi pantalón blanco,
el mismo sueño que presagiaba el nombre del jaguar,
soñé que cruzaba el puente,
que la luz del cielo era morada,
desconcertado a veces me dije,
“tengo recuerdos de algunas cosas que todavía no me suceden”
donde pueda jugar en los columpios,
cargar a mi cachorro.
encontré mi pantalón blanco,
el mismo sueño que presagiaba el nombre del jaguar,
soñé que cruzaba el puente,
que la luz del cielo era morada,
desconcertado a veces me dije,
“tengo recuerdos de algunas cosas que todavía no me suceden”
Uno teme y no por
uno,
uno cree y no por uno,
por dos o tres,
y también por otros tantos.
uno cree y no por uno,
por dos o tres,
y también por otros tantos.
De los mundos que
quería queda muy poco,
y es tan fácil y difícil éste día,
no creer en ese dios de la armonía,
del que tanto trataron de inculcarme.
y es tan fácil y difícil éste día,
no creer en ese dios de la armonía,
del que tanto trataron de inculcarme.
Que tengo miedo y
frente en alto,
que trato de mantenerme,
como una palmera en la tormenta,
de la que aprendo a no quebrarme.
que trato de mantenerme,
como una palmera en la tormenta,
de la que aprendo a no quebrarme.
Hace días la muerte
ronda que más cerca,
quiero decir que tal vez nos estamos esperando,
que uno vive por lo que uno juega,
y uno juega para lo que vive.
quiero decir que tal vez nos estamos esperando,
que uno vive por lo que uno juega,
y uno juega para lo que vive.
He tenido pocas
certezas en la vida,
seguir tomando fotos,
encapsulando el alma,
y vivir con esa frase que retumba,
que me dijo hace tiempo y me recalco,
“puño arriba frente en alto”
a lo que añadí la misma que me digo,
has las cosas sin temor a equivocarte.
si pudiera tener algo más concreto en este día,
sería más que mi cabeza,
que pesa tanto mantenerla,
si me voy no quiero rosarios en tus manos,
solo deja que me coman tiernos los gusanos,
mírame cuando me río de mi ojo triste,
ya lo dijo santa sabina en esa rola:
seguir tomando fotos,
encapsulando el alma,
y vivir con esa frase que retumba,
que me dijo hace tiempo y me recalco,
“puño arriba frente en alto”
a lo que añadí la misma que me digo,
has las cosas sin temor a equivocarte.
si pudiera tener algo más concreto en este día,
sería más que mi cabeza,
que pesa tanto mantenerla,
si me voy no quiero rosarios en tus manos,
solo deja que me coman tiernos los gusanos,
mírame cuando me río de mi ojo triste,
ya lo dijo santa sabina en esa rola:
“que importa la
muerte si la vida no es vida,
que importa la muerte,
si la muerte es la vida”
que importa la muerte,
si la muerte es la vida”
Me cuido que lo he prometido,
11:11
pedí el deseo de siempre,
quiero ver que mi hijo sea un hombre digno,
no quiero que me mire como a un triste cobarde,
la vida es una ironía constante,
pero quiero creer que he sido casi un buen sobreviviente.
domingo, 9 de agosto de 2015
viernes, 7 de agosto de 2015
martes, 4 de agosto de 2015
También fueron sus sicarios secretario
Te conocí con el tiempo,
A mi mano,
Mi aliento,
Te conocí como al viento,
Por eso es tan difícil respirar.
Eres los ojos con los que se veía llegar la mañana,
Tarde pero seguro,
Eres la dignidad rebelde,
El amor a los oprimidos,
El temor de los opresores,
Eres la gota que colma éste tarro de tanta sangre,
Eres los ojos que trataron de cegar,
Por eso,
Me tiembla la mano
Y me cuesta tanto trabajo respirar.
A ratos pienso que no es real,
Que esto no está pasando,
Que es una pesadilla como cualquier otra,
Que te dejarás un recado en el espejo como me decías,
Puño arriba frente en alto,
Nunca te dejaste comprar.
Entierro mis manos en mi pelo,
No sabes cuán difícil es escuchar las palas,
Dicen que eran dos balas,
Pero aquí todos conocemos a tus asesinos,
Porque tu suerte fue la de muchos,
Ya incontables otros,
Tu suerte fue,
Que te encontraran con la verdad en los ojos,
También fueron los sicarios,
De ese imbécil secretario,
Que no te pudo comprar.
Yo no puedo pedir justicia,
Todos sabemos por que te buscaron,
Te rastrearon
Y duele,
Porque duele mucho,
Que las voces corruptas digan,
Que te fuiste de farra y no que la falla,
Son esas tintas que se compran con billetes,
Tinteros que contienen la sangre,
De todos mis hermanos muertos.
Hoy también eres la rama verde del olivo,
Que corona la frente de los dignos,
Con la que marcaron tu suerte,
Esos idiotas mandatarios,
Que te mandaron a matar.
No te mueres,no te mueras,
Que no se apague la rabia,
Porque aquí lloramos todos,
No es tu al que mataron,
Es un mensaje claro de ese estado,
Nadie que esté salvo a ser corrupto,
Está salvado del estado narco.
Puño arriba frente en alto,
No eres un número ni fecha más pal calendario,
Eres un antes y un después de nuestra gente,
Debemos cuidarnos de los que deberían cuidarnos,
Lo que haremos aún no es claro,
Pero ésta noche santa en que estas abajito de la tierra,
Tenemos la conciencia bien abierta,
Que tu muerte no se queda impune en el silencio.
Buen viaje hermano hacia el vallhala,
Ahí te veo y ando,
Que me gano mi lugar a tu ladito,
Si me matan ya se sabrá que estoy ahí juntito,
Cada cual con su cámara,
Cada cual con sus historias,
Porque también se sabe quienes estamos en la mira,
De no dejarnos comprar,
No callar y dar la voz
También los ojos,
A los que tiemblan más por los destrozos,
Por la patria que van vendiendo de a poquitos,
Mientras muchos van con miedo,
Se van quedando calladitos,
No cerraré mis ojos y como me enseñaste,
A caminar con puño arriba frente en alto,
Y sin temor a equivocarme.
domingo, 2 de agosto de 2015
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