martes, 4 de agosto de 2015

También fueron sus sicarios secretario


Te conocí con el tiempo,
A mi mano,
Mi aliento,
Te conocí como al viento,
Por eso es tan difícil respirar.

Eres los ojos con los que se veía llegar la mañana,
Tarde pero seguro,
Eres la dignidad rebelde,
El amor a los oprimidos,
El temor de los opresores,
Eres la gota que colma éste tarro de tanta sangre,
Eres los ojos que trataron de cegar,
Por eso,
Me tiembla la mano
Y me cuesta tanto trabajo respirar.


A ratos pienso que no es real,
Que esto no está pasando,
Que es una pesadilla como cualquier otra,
Que te dejarás un recado en el espejo como me decías,
Puño arriba frente en alto,
Nunca te dejaste comprar.

Entierro mis manos en mi pelo,
No sabes cuán difícil es escuchar las palas,
Dicen que eran dos balas,
Pero aquí todos conocemos a tus asesinos,
Porque tu suerte fue la de muchos,
Ya incontables otros,
Tu suerte fue,
Que te encontraran con la verdad en los ojos,
También fueron los sicarios,
De ese imbécil secretario,
Que no te pudo comprar.

Yo no puedo pedir justicia,
Todos sabemos por que te buscaron,
Te rastrearon
Y duele,
Porque duele mucho,
Que las voces corruptas digan,
Que te fuiste de farra y no que la falla,
Son esas tintas que se compran con billetes,
Tinteros que contienen la sangre,
De todos mis hermanos muertos.

Hoy también eres la rama verde del olivo,
Que corona la frente de los dignos,
Con la que marcaron tu suerte,
Esos idiotas mandatarios,
Que te mandaron a matar.

No te mueres,no te mueras,
Que no se apague la rabia,
Porque aquí lloramos todos,
No es tu al que mataron,
Es un mensaje claro de ese estado,
Nadie que esté salvo a ser corrupto,
Está salvado del estado narco.

Puño arriba frente en alto,
No eres un número ni fecha más pal calendario,
Eres un antes y un después de nuestra gente,
Debemos cuidarnos de los que deberían cuidarnos,
Lo que haremos aún no es claro,
Pero ésta noche santa en que estas abajito de la tierra,
Tenemos la conciencia bien abierta,
Que tu muerte no se queda impune en el silencio.

Buen viaje hermano hacia el vallhala,
Ahí te veo y ando,
Que me gano mi lugar a tu ladito,
Si me matan ya se sabrá que estoy ahí juntito,
Cada cual con su cámara,
Cada cual con sus historias,
Porque también se sabe quienes estamos en la mira,
De no dejarnos comprar,
No callar y dar la voz
También los ojos,
A los que tiemblan más por los destrozos,
Por la patria que van vendiendo de a poquitos,
Mientras muchos van con miedo,
Se van quedando calladitos,
No cerraré mis ojos y como me enseñaste,
A caminar con puño arriba frente en alto,
Y sin temor a equivocarme.

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