miércoles, 24 de junio de 2015

para mi día

Nacimos, crecimos, morimos,
pero solo tu decidirás el camino a andar


Sujetas mi mano y vuelo,
expeles la maldad del duelo,
de las ausencias que me dio la vida,
creo que ya me debía lo suficiente,
como para que llegaras.
Hoy te hablé del llanto,
es de humanos llorar,
me costó desprenderme a cada lágrima,
pero hoy sé que solo se puede ser feliz llorando.
No cargando lágrimas a cada paso.


El barrio me hizo fuerte,
nunca inmune,
el significado de la palabra amigo la conocí muy tarde,
el significado de estar vivo no lo sé.
Siempre te he dicho que es necesario tener miedo,
que mantiene un tanto a salvo,
que no hay que dejar que éste paralice,
trato de enseñarte la prudencia que no tuve,
para que algún día decidas romper con ese esquema,
yo soy el impulso quieto que sofoca,
debo decirte que extraño el arrebato,
de vivir sin planear siempre explotando,
pero solo es hoy que recordé de mi pasado.


Decidí ser tu padre al ver tu risa,
sentir tu amor en un abrazo,
algún día quizá sientas lo mismo,
no lo sé, sé que no lo sabes,
no es algo que hoy nos corresponda.
Me salvaste de la muerte,
de mi instinto suicida,
de retar a la muerte,
ahora que me cuido para poder cuidarte,
debo decirte como me respondiste al preguntarte,
soy feliz.

he tenido muchos miedos,
los he roto,
he fracasado en mucho que he emprendido,
y solo sé que mañana llega tu primera bicicleta,
tanto que gritaste de saberlo,
sé que cuando te duermes en mis brazos,
veintitantos kilos,
no sé cuantos kilómetros,
quiero poder cargarte en tanto pueda,
es curioso,
yo te cargo,
tu no dejas que me caiga.

No hay nada en éste día más importante a que juguemos,
que nos regañen, por la complicidad en el momento que soy niño,
de ver tus logros que pueden ser mínimos al mundo,
pero debes saber que es trascendental hoy lo que vives.

me decidí ser tu padre al ver tu risa,
sentir tu amor en un abrazo,
yo que sentía el ocaso de mi vida,
debo decirte que éste día
                               soy feliz.

lunes, 22 de junio de 2015

lobo entre los lobos

Hombre soy entre los hombres,
ave de la cordillera,
nací bajo la sombra de mi quinto cerro,
bajo la luna un enero,
viento soy entre los vientos,
mariposa del campo y de arrabal.
Nací silencio,
mudo,
casi muero veinte días,
viento pulmonía,
la más lóbrega ironía,
es la pesadilla.

Vengo de los ojos verdes de la rosa,
del indio blanco vine yo a nacer,
me parieron del silencio de los ríos,
de la rivera y de la soledad.

Hermano del más digno de los colibríes,
hermano de la palma,
que se inclina a la tormenta,
que no cae nunca se rompe.

Renací como las flores en febrero,
primo hermano del marino,
viento que llega al sur viniendo norte,
un mono que silba pico de pato,
ocarina quemada de ceniza,
poktli salgo de los tiempos,
del hielo siempre anochecer.


lobo soy entre los lobos,
jaguar entre jaguares.


martes, 16 de junio de 2015

Eris


No pude evitarlo,
buscar tu cuerpo en espirales,
me subí a ti, te monté de un salto, al sillón,
a veces creo que te arrepientes,
de no haber escapado a tiempo,
del tiempo.

te recuerdo llegar,
partir en llanto,
te recuerdo,
 desde mi necesidad de tu cuerpo de ceniza,
manzana-malzana,
Eris.
Nunca he tenido tiempo a agradecerte,
por soportar mis desplantes y mis despedidas,
mi ecléctico corazón de cedro,
que como lobo te persigo,
en el bosque bajo las cobijas,
me enseñaste más del tacto en la palabra,
del coito en la poesía,
de la marcha fúnebre y desplantes,
de permanecer en la tormenta.

Por sofocar tu cuello,
cargarte,
por leerme en el café.

Déjame ser la brisa que acompaña la marea,
de la perfección de tus pequeños senos,
tus piernas largas,
una enredadera,
como el caos que llega en tus ideas,
rizos en que quedé atrapado,
como dos árboles de raíz que nacen juntos,
enmarañados del invierno en primavera,
mientras llegas.

9.7

tuve la felicidad de una lágrima,
como una gota de plástico cayendo en llamas,
caía sobre arena,
amarillo olvido,
atardecer.

Supe volar,
supe caer,
observar el infinito,
renacer sobre hombres lobo de ceniza.

Señal de humo
y espejismo de desierto.
Pude haber volado,
atravesar el tiempo.

pero sé,
 ahora sé,
que si vas al norte llegaras el sur.


tenías la sencillez de decir viento
y decías todo menos viento,
tenías la sensatez en la lengua,
por eso cuando decía fuego,
se inmolaba el aire,
todo lo demás era hielo y silencio.

Pude ver a la eternidad a los ojos,
los ojos de la vida y de la muerte
 gozan una equitativa igualdad,
una bondadosa tristeza,
de un habitante pasajero.


Tengo recuerdos de cosas que aún no suceden,
puedo escuchar el eco del silencio,
pesadillas despierto,
dejavus.

tengo:

el óxido de plomo sobre la memoria,
porque todo óxido es olvido,
porque toda memoria es una dicción.


Decidí volver a la realidad,

sin cuestionarla,
fui siervo a su antojo,
más difícil que ver la llegada,
que horada,
es verla partir.



 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...