los días se acomodan con una suerte de danza lenta, van así, despertar, hacer el desayuno, huevito, sin yema, mientras eso pasa caliento mi café de la mañana, los días de torpeza involuntarias pasaron, donde tiraba todo de un jalón por buscar una cuchara y solo quedaba hacer una rabieta, las yemas se rompen menos seguido, y va quedando mejor, un poco de sal al gusto y cocción diferente, para que el sabor no aburra a tu hermana. picar fruta, poner toppers, ya deja el sandwich con nutela o cajeta o miel... la batalla por el lonche siempre es diferente y la misma, qué ponerle para llevar? que se lo coma es otro cantar... así que mientras, abuelita la viste, la peina, bebo mi café, después la llevo a la escuela, los días de frío y de lluvia reniega en el camino, las cosas son distintas a pesar de ser la misma escuela a la que yo asistí, el primer día tenía muchos nervios, miedo, pero le fue bien, salió contenta y nos pescó la lluvia, llevé mi paraguas, es raro para mi ser precavido en cosas que nunca consideré para mi mismo, éste arte de cuidar y dejarse cuidar por el aura espectral de la ternura es un poco incomprensible. pero es agradable, el insomnio habitual se fue, aunque aún hay varias lunas que se me va el sueño. regresando un día voy por ti, para ir a tu clase, tengo mis minutos conmigo, escucho música y trato de ser sensato al manejar, ando más lento, ando sin prisa, aunque me gusta estar a tiempo. casi siempre hablamos poco, a veces no sé de qué hablar, o preguntarte, me gustaría saber más cosas sobre lo que cruza tu mente, tus cotidianeidades, la alegrías, los enojos, los momentos de satisfacción. pero me limito a lo que hoy puedo hacer que es estar y apuntalar lo que puedo desde la a veces mancillada trinchera en que busco cuidarte y darte las herramientas que no me enseñaron, que me costaron en dolor... alguna vez dije "la suerte de principiante se hizo costumbre y la costumbre experiencia" busqué arder la vida, fui poco responsable en mis búsqueda de experiencia, de adrenalina, de conocer el mundo desde mis ojos sin que nadie me contase, pero va siendo distinto, porque la vida es así y es necesario bajar el ritmo, apretar el pulso y no perder impulso, pero si, buscar un ritmo que se pueda mantener, igual que en la bici, ya no tengo prisa te digo, ésto también pasará y por eso disfruto éstos días de trillada rutina. voy por Kai y regresamos a casa, le gusta caminar a veces le compro una paleta, otras palomitas con queso, alguna golosina, me gusta tener la capacidad de dar esos detalles y no escatimar demasiado en poder dar lo que tengo, a veces dice, ¿me cargas? y la llevo en hombros, a ti nunca te gustó ir en hombros, no entendí que lo que buscabas era en si el abrazo en que dejabas tus manos pendulares cuando dormías, me preguntaba, ¿qué sueñas? la primera vez que te me dormiste, algo cambió...
llegamos a casa y busca a abuelita cuando ha salido lo toma en calma cuando está, ella le pregunta, cómo te fue en la escuela? contesta poco al principio, pero ya hemos encontrado las palabras para que narre lo importante de su día escolar, a veces toca baño, un rato la televisión antes de la batalla por hacer tarea, hemos mejorado, soy más paciente hago prueba de mis más altas artes de filosofía zen entendidas de wikipedia y pienso en que yo odiaba hacer tarea, que siempre me fue bien en los exámenes durante la primaria, decían que era listo, que los de lógica salían bien, por eso me confié a veces sin confiar en mi capacidad, quizá si hubiese entendido antes la necesidad del esfuerzo, la constancia y la disciplina me hubiese ahorrado varios problemas, lo cierto es que nunca supe lo que quise, por ello me era difícil enfocarme en algo, en algo que me mantuviera motivado largos periodos.. . ah si, la tarea... pues, ahora sé lo que quiero, quiero que kai tenga herramientas y elementos suficientes para tener una vida plena, al igual que lo deseo contigo, pero en esa búsqueda de dotarles esas herramientas, me percibo cojo emocionalmente y también con limitaciones bastante amplias en cómo dar eso que nunca entendí cómo llegó, es un camino raro ésto de aprender a enseñar... a veces vienen su amigas a jugar y aprovecho para leer un rato, acabo de comprar uno de Fernando pessoa, algún día debes leer el guardador de rebaños desde el apartado V, no soy un hombre devoto, pero en esos fragmentos se conserva lo que es mi fe, es lo más resumido que he podido encontrar sobre lo que alguien más sabe expresar en poesía para hacerme la vida más fácil. ellas juegan y no se dan cuenta que se detiene el mundo, las batallas para dormirla empiezan temprano, la comida, la cena, ha aumentado su estatura muy rápido, parece que fue ayer que era una bebé, que tu lo eras. los días que va a natación son bonitos, los días cómo mañana que vienes a iluminar la casa y la sonrisa de tu abuela son, te diré aunque a veces me sientas lejos, los más bellos de mi vida.
te manda soplos, papá viento