domingo, 17 de noviembre de 2024

 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace poco menos egoísta, no sé ni cómo es que sucede, y aunque no siempre, no pronto, pero sucede y es algo que se ve en la sonrisa, se reconoce lo genuino de la calma después de una tormenta, porque nuevas tormentas vendrán,y pasarán también algunas otras que nos agarran menos desprevenidos, y aún un poco más sensatos. si he de reconocer cómo sucedió no podré decirlo, el bajar el ritmo, en los recuentos, se ha hecho evidente, mis platicas dejan de ser desde el protagonismo o de ser un protagonista espectante, que es distinto. desde hace tiempo me cuesta desprender el corazón, pero a veces sin razón viene un viento de caricia y un encuentro, y te rebasa un poco. a veces narro y a veces me narro, porque no sé quien más podría describir desde afuera lo que pasa adentro. 


con el tiempo uno se devuelve a la vida, aún con corajes y cautelas, pero con un gran despertar de gratitud, ya no solo al piso que te detuvo de una caída más grande, se agradece también a la roca con que se tropezó antes de acelerar. se agradece a los ojos grandes que le hacen un redoble al corazón y a la casualidad de llevar a dos personas a un mismo sitio, aunque sea por un rato, para dar un motivo para sonreír. 


hacer de la sonrisa un canto de vuelo.





soy consciente de tu tacto,
de tu palabra fina,
de tu amor terco,
de 


la caricia domestica que me doméstica,
lo cierto es que siempre sentí  

 


traigo en los ojos mis promesas rotas,
cortas vías ferreas donde aún troto,
pero ya no soy joven,
y el camino más corto siempre termina siendo el más largo.


traigo en las manos un par de escapularios,
de quienes se fueron a cruzar un poco antes el río,
tengo cortos los silencios,
y un embravecido mar de calma para poder empezar a arder,
para tener
ver al alba,
y decirles pronto,
aunque lo más probable sea que será un hasta nunca,
pero eso en realidad nunca se sabe.


tengo en las orejas tactos lagrimales,
mis sueños compactos son mortales,
porque no tengo en el mar más silencio que el silencio mío,
porque prefiero arder jugando a ser kamikaze,
que sentarme a recontar los daños,
a recordar los días.


apuesto que a mi  el silencio me susurró serpientes,
pero yo solo escuchaba siempre mi corazón como tambora,
como un cohete,
que ascendía esperando explotar,
pero,
implotó,
por eso nunca pude escuchar consejos,
me dediqué a poner al filo siempre el pellejo,
pero hoy mi piel está en otra piel del viento.,
y mi memoria niña que adolece no entiende porquédecir adiós,
o hasta pronto,
que siempre es un adiós aunque sea un hasta pronto.


he descubierto mi vida en la vida de mi hijo,
su terquedad,
su bondad,
su hermetismo,
necio sabio hijo de los vientos.
que equilibra siempre como yo de trapecista,
caminando sobre los rieles,
per ahora me veo en él,
él se ve en mi,
y quizá nunca hemos estado listos para aceptar ese silencio,
que en bondad,
nos acerca.


desnudánose las hojas me escupían al viento.


soy una hoja que cae a la que adormece el viento.










Se fue el invierno, se fue la plaga, secó la llaga y yo, sigo aquí entre éstos árboles contemplando con templanza la muerte, nuevos amigos, otras manos contando historias, pero... ¿porqué sigue el añoro a lo que daña y hostiga? un etéreo pasado que mira, a través del telón, y es que a veces, no tolero mi búsqeda de tranquilidad. me acosa la adrenalina, el pasado de fuego, el contemplar de hierro, que sacude, cómo horada, la astucia sagrada y sus siniestros.

 


me miras, me reprochas, me deseas,
te alejas te reprochas, me repeles,


entré a la tumba que habitaban tus silencios,
dejé el marasmo que dejaban tus abismos,
y entre la risa y el fastidio te odié bastante.


me miras, me reprochas, me deseas,
te alejas, te reprochas, me repeles,


 


tus piernas son las ánforas al vino,
guanabana dulce en la boca de sediento,
son robles,
son cedro,
con la flexibilidad de la palmera,
con la fragilidad del papel,
con la fuerza del bolígrafo,
tu andar es navegar a mar abierto,
tu respirar es un concierto,
tu arrojo inspira,
y éste pecho seco suspira,
de lejos.
tus ojos son asomo de obsidiana,
solo puedo verte el polvo,
saberme el polvo,
admirar tu viaje,
conocer tus paisajes,
los que te colman.

tu amanecer de competencia,
tu recorrer sin indulgencia,
cada carretera,
cada cuesta,
¿y es que cómo cabe tanta voluntad en solo un cuerpo?

solo me queda imaginar tu corazón,
intuir tu corazón,
pensar de ti un corazón,
bonito,
como el maíz pálido que brota de tu boca.


Nuca he caminado a la par vólatil,
o éste palidecer de esforzarse un poco lejos,
esta cara rota de mi cuerpo imberbe,
manto de canto, que florece,
intento de que te lleguen éstas letras en silencio.

mientras te admiro.

 


para Pam                


No creo que hagas antialquimia de los hombres, 
ellos ya estaban rotos antes de que tu llegaras,
quizá ver los atributos y virtudes no te hace más fuerte,
pero tampoco más débil,
hay cosas que son y están ahí,
el cansancio llega,
y enervan 



daría el viento a veces para sentir el redoble de tambor de nuevo de éste pecho,
el bufar sin cesar de mi  entrevientre,
la ceniza que colma éste corazón de cenicero,
el cencerro que te avisa cuando llego.

daría las letras,
un scrabble, 
la estupidez con la que acestan mis andares,
la certeza de mi paso torpe,
el vacío que traen mis ojos.

ofrendaría la tierra toda por éste anhelo de bramar,
por éste bramar de anhelo.
de unísono,
de uni cornio,
de la cornea que tornea la mar,
y la rectitud de mi curva,
daría el hoy,
la nostalgia toda,
mi librero, 

mi orfandad mental de no estar en el lecho,
deshecho en sudor y de esmeralda,
de catástrofe.

daría mi patetismo ontológico de la antología del cuento que siempre dije que yo amé.

porqué lo cierto es que no soy amo ni de mis propios pasos,

daría a saturno,
daría la muerte,
la pulsión, la suerte,
el arrecife,la rompiente,

por volver a inmolar en llamas el tictac del tiempo  que marca éste corazón cansado,
daría,
mi mano en el parque,
el silencio en el balde,
de fresas que estoy por preprar,
daría el albedrío por ser tu perro
que grazna todos los errores,
daría la coma,
la fuga,
a la oruga y al tortuga,
daría al mundo,
la tierra toda,
y el viento a veces.


daría la media caja que me falta,
la media falta que me sobra,
la media cabra que me ahorca,
la media orca que me torca, ¿?


yo soy el amigo éste compadre de aquél perro,
que grazna una cumbia con un cuento de los amores.


daría, todo, menos éste bosque, 
Ni la antialquimia de convertir hombres en monstruos


 estoy hecho de un par de viajes,
de un par de momentos extraños,
de los extraños que extraño,
de los amigos que llamé amigos 
y me devoraron en la vorágine.

estoy hecho de la cuna del silencio,
de un chalahuite,
de un árbol de guayaba que cayó a medianoche.


vengo de un par de absurdos,
de un par de barrios,
de un par de ciudades que ahora desconozco,
y voy,
al bosque,
a buscar la cura,
que un día devora.



tengo en la nuca la memoria grabada,
el temple, la hora que horada,
tengo en el silencio cada madrugada,
de insomnio,
aunque hoy pueda dormir.

tomo pastillas para el sueño,
cuido más el beber agua,
vitaminas para mi más mente,
ejercicio para mi más ente,
y resulta que tengo el canto,
de un cuervo,
de un gallo en la memoria.


vengo de la nuca en la memoria grabada,
el destiempo, la muerte anunciada,
vengo del tiempo en que no existía la nada,
y la parsimonia,
para no poder dormir.

tengo un reloj,
soy su esclavo,
pero me lo quito a veces para perder el ritmo del tiempo,
me baño seguido,
me cambio de ropa,
ya no ando de luto,
pero si con el aliento guardado,
la palabra,
los ojos,
los pocos despojos de andrajos esdrújulos de nada.


vengo de ahí, 
ando por ahí,
estoy así.


pero voy un poco más lejos,
que a veces más cerca,
siempre busqué viajar al sur,
en ésta roca esferoide que contiene mis pasos,
nunca fui tan lejos,
pero siempre llegué al mismo lugar.

terminé distinto a cómo comencé,
pero me hallé,
tan cerca de casa,
de mi nueva casa,
que son viejos árboles vestidos de ventisca,
que son viejas cícadas desvestidas en que se me confisca,
el alma.


dejé la palabra porque sé que lo que se nombra existe,
y a veces con ésta pulsión de muerte quiero vivir,
a veces con ésta repulsión de la muerte no quiero vivir,
pero aquí sigo,
pequeño y sobrio,
grande y terco,
primavera y sol,
invierno y tierra,
invertido y primitivo,
en silencio y en grito estoy.


pero llega la noche,
viene mi hija la que llama el viento,
viene la blanca rosa de los vientos,
viene la trágica sonrisa del tiempo,
y pese a la belleza,
se burla de mi,
mientras trato de burlar al ciento,
de aves que me recuerdan el silencio.












viernes, 1 de noviembre de 2024

re sumen

 los días se acomodan con una suerte de danza lenta, van así, despertar, hacer el desayuno, huevito, sin yema, mientras eso pasa caliento mi café de la mañana, los días de torpeza involuntarias pasaron, donde tiraba todo de un jalón por buscar una cuchara y solo quedaba hacer una rabieta, las yemas se rompen menos seguido, y va quedando mejor, un poco de sal al gusto y cocción diferente, para que el sabor no aburra a tu hermana. picar fruta, poner toppers, ya deja el sandwich con nutela o cajeta o miel... la batalla por el lonche siempre es diferente y la misma, qué ponerle para llevar? que se lo coma es otro cantar... así que mientras, abuelita la viste, la peina, bebo mi café, después la llevo a la escuela, los días de frío y de lluvia reniega en el camino, las cosas son distintas a pesar de ser la misma escuela a la que yo asistí, el primer día tenía muchos nervios, miedo, pero le fue bien, salió contenta y nos pescó la lluvia, llevé mi paraguas, es raro para mi ser precavido en cosas que nunca consideré para mi mismo, éste arte de cuidar y dejarse cuidar por el aura espectral de la ternura es un poco incomprensible. pero es agradable, el insomnio habitual se fue, aunque aún hay varias lunas que se me va el sueño. regresando un día voy por ti, para ir a tu clase, tengo mis minutos conmigo, escucho música y trato de ser sensato al manejar, ando más lento, ando sin prisa, aunque me gusta estar a tiempo. casi siempre hablamos poco, a veces no sé de qué hablar, o preguntarte, me gustaría saber más cosas sobre lo que cruza tu mente, tus cotidianeidades, la alegrías, los enojos, los momentos de satisfacción. pero me limito a lo que hoy puedo hacer que es estar y apuntalar lo que puedo desde la a veces mancillada trinchera en que busco cuidarte y darte las herramientas que no me enseñaron, que me costaron en dolor... alguna vez dije "la suerte de principiante se hizo costumbre y la costumbre experiencia" busqué arder la vida, fui poco responsable en mis búsqueda de experiencia, de adrenalina, de conocer el mundo desde mis ojos sin que nadie me contase, pero va siendo distinto, porque la vida es así y es necesario bajar el ritmo, apretar el pulso y no perder impulso, pero si, buscar un ritmo que se pueda mantener, igual que en la bici, ya no tengo prisa te digo, ésto también pasará y por eso disfruto éstos días de trillada rutina. voy por Kai y regresamos a casa, le gusta caminar a veces le compro una paleta, otras palomitas con queso, alguna golosina, me gusta tener la capacidad de dar esos detalles y no escatimar demasiado en poder dar lo que tengo, a veces dice, ¿me cargas? y la llevo en hombros, a ti nunca te gustó ir en hombros, no entendí que lo que buscabas era en si el abrazo en que dejabas tus manos pendulares cuando dormías, me preguntaba, ¿qué sueñas? la primera vez que te me dormiste, algo cambió... 

llegamos a casa y busca a abuelita cuando ha salido lo toma en calma cuando está, ella le pregunta, cómo te fue en la escuela? contesta poco al principio, pero ya hemos encontrado las palabras para que narre lo importante de su día escolar, a veces toca baño, un rato la televisión antes de la batalla por hacer tarea, hemos mejorado, soy más paciente hago prueba de mis más altas artes de filosofía zen entendidas de wikipedia y pienso en que yo odiaba hacer tarea, que siempre me fue bien en los exámenes durante la primaria, decían que era listo, que los de lógica salían bien, por eso me confié a veces sin confiar en mi capacidad, quizá si hubiese entendido antes la necesidad del esfuerzo, la constancia  y la disciplina me hubiese ahorrado varios problemas, lo cierto es que nunca supe lo que quise, por ello me era difícil enfocarme en algo, en algo que me mantuviera motivado largos periodos.. . ah si, la tarea... pues, ahora sé lo que quiero, quiero que kai tenga herramientas y elementos suficientes para tener una vida plena, al igual que lo deseo contigo, pero en esa búsqueda de dotarles esas herramientas, me percibo cojo emocionalmente y también con limitaciones bastante amplias en cómo dar eso que nunca entendí cómo llegó, es un camino raro ésto de aprender a enseñar... a veces vienen su amigas a jugar y aprovecho para leer un rato, acabo de comprar uno de Fernando pessoa, algún día debes leer el guardador de rebaños desde el apartado V, no soy un hombre devoto, pero en esos fragmentos se conserva lo que es mi fe, es lo más resumido que he podido encontrar sobre lo que alguien más sabe expresar en poesía para hacerme la vida más fácil. ellas juegan y no se dan cuenta que se detiene el mundo, las batallas para dormirla empiezan temprano, la comida, la cena, ha aumentado su estatura muy rápido, parece que fue ayer que era una bebé, que tu lo eras. los días que va a natación son bonitos, los días cómo mañana que vienes a iluminar la casa y la sonrisa de tu abuela son, te diré aunque a veces me sientas lejos, los más bellos de mi vida.


te manda soplos, papá viento











 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...