martes, 18 de abril de 2023

cápsula

 



¿cómo alinear el corazón, poner la sonrisa ancha, ajustar la latitud de la mirada sabiendo que te vas en unos días?

no tengo una respuesta, no se hace más fácil, nunca, de hecho cada vez es más difícil la despedida, más inconclusa, quedan planes a medias, hemos empezado a agarrar la bicicleta, la primera que le compré a Balam, y gritas de emoción y nervio, de alegría. y yo solo pienso en mi corazón roto, el tuyo, el dos que se hace uno cuando estamos en ésta infancia mutua, en éste momento de crecer.  quisiera hacer más de éste día que el miedo a la despedida, quisiera ser práctico y decir que por hoy es así, pero no, en el fondo reniego que por hoy, sea así. Hoy salimos en la bicicleta, ya compré los boletos para llevarte, aún no te digo que quedan pocos días, conozco lo que pasa cuando lo digo, y lo cierto es que no te quieres ir, te quiebras, me quiebro, nunca te quieres ir, por fortuna tengo la posibilidad de pausar mis rutinas, de dejar todo de lado para poder cuidarte, tu presencia me cuida. lo cierto kai, es que desde que naciste algo se encendió en mi pecho, como cuando Nació tu Balam,  a veces cuando la palabra falta la risa sobra, no me gusta extrañarte desde antes que te vayas, pero llegan los recuentos unos días antes, jugar a las escondidas, inventar canciones, tener el privilegio de usar a la muñeca papá, de tener al conejo de la luna, a la conejo cholo, al unicornio, la hermosa casa de muñecas heredada, el teleférico, los juegos con tu hermano, y los planes que son tantos que siempre hay unos a medias, "espera, estoy mirando el mundo" y muchas puntadas verbales que se escapan a plasmarlas de memoria, los caballos, el triciclo... algún día volveremos andando bajo ésta lluvia en llamas, bajo éste sol de sombras, recorriendo éstas calles, colocando piedras en el río, algún día podremos dejar menos planes a medias, podremos lograr de la risa la asiduidad perene, estoy trabajando en ello, aunque por hoy solo estoy un poco roto, cómo si algo pudiera estar solo roto a medias.

sábado, 15 de abril de 2023

under the rain

mi reintento de hacer las crónicas de lo importante siempre son sesgadas por mi desidia, pero aunque vale la pena hacer una lista de lo importante lo necesario siempre lo remarco en los detalles.


sábado, así que fuí por Balam para los rituales habituales de mi para él paternidad sabatina... si, es un reproche a mi mismo por ello... aunque ésta semana fuimos a Orizaba, Balam, Kai y mi mamá, fue el primer viaje los cuatro, los momentos memorables, para mi no fueron ni el teleférico ni el tobogán, o el planetario, ni el parque de los dinos, mi peculiar felicidad, se forja de la complicidad, que tienen mis hijxs, una singularidad magnífica, son pocos los desacuerdos y a pesar de la diferencia de edades logro ver, ese amor surge, más allá de mi. corrieron hasta el reproche de que era peligroso y si, Balam se lastimó un pie, kai se cayó, justo como debía ser.  complicidades te digo, un trazo fino que se forja aún a pesar de la distancia.


sábado, fui por Balam, desayunamos, hot cakes, nada fuera de lo habitual, armamos el construx? vale, después vamos a rodar, te late? si. quizá mucho después cuando no haya mucho que hacer entenderá la importancia de una buena alimentación, cuando ya no sirva reprocharse a si mismo el no hacerlo, porqué hay reproches fugaces y algunos imperecederos, y éstos últimos suelen ser los más inútiles, cómo un abrazo final, cómo una digna despedida, cómo haber dicho un "lo siento", o como solo desayunar hot cakes y papas fritas... pongo mi jarra de café, subimos al balcón a armar el construx, un auto bello de más de novecientas piezas, van dos fines de semana, y veo que el tedio de construirlo ya le empieza a llegar, su mente está en otro lado, su mente ya está sobre dos ruedas buscando el espaciode libertad que le proporciona. no avanzamos mucho cuando se suelta un lluvia ligera, de esas que la luz ciega por su blancura, más que por su oscuridad, veo su cara de resignación... avanzamos poco en la construcción,  quizá al paso 85 o 90... quieres irte a mojar? va, reniego un poco, no tenía ganas de salir, ando cansado del viaje y he estado poco activo... bueno, nos vamos en veinte minutos, alístate, va... reproches te digo, no era muy distinto a él a su edad, mis dálogos también constaban de monosílabos, a puntada fina lo voy conociendo, le gusta el phonk, y me ha contado con la claridad de ser algo que le gusta mucho, sobre naruto y sobre call of duty, he bajado el juego y no soy tan malo, le compré una playera, y bueno, pienso ver un poco de Naruto... no soy un hábil constructor de puentes, pero me es importante...

le presto mi jersey de las calaveras, he descubierto que es el que más le gusta, me pongo uno de calaveras fosforescentes doy largas pero él ya está decidido, ya tiene guantes, casco, jersey bici inflada y la lista de phonk que me mandó suena ya en la bocina, algo leve, pienso, unos 8 kilometros y ya.

debo reconocer lo poético de la lluvia con mi cachorro rodando delante mío... doce años, me digo, doce años? me pregunto, qué hacía yo a esa edad aparte de sacarme los mocos, comérmelos ver Dragon Ball y empezar a tener el carácter de mierda que me caracterizó por unos años... no sé, bajamos a los potreros y vamos a la pitaya, pasamos a la poza, quieres descansar? no me mira, no, seguimos, hay una hermosa poética en rodar bajo la lluvia, va, avanzamos otro poco, llegamos al puente yregresamos? bueno.   no pasan trescientos metrso y vemos a dos ciclistas, descalzos abajo de sus bicis, pinches jipies, pienso paro a saludar y nos dicen, acaban de asaltarnos, Balam muy concentrado, no presta atención, nos quitaron los tenis y la mochila, nos dejaron las bicis, tenían pistola y capuchas... chale, espera Bal, no reparó en lo que decían, avanzamos y encontramosa un grupo de ciclistas en contrasentido, la lluvia sigue ligera, mojando todo... les decimos que les acaban de asaltar que ya no jalen para allá, ni pedo, no hay opción regresar al mismo camino no será la vía de regreso, algo leve... ocho kilometros quizá nueve... avanzamos hasta la pitaya y les digo, vamos aagarrar carretera, nos vamos lento pero nos adelantamos, la chica asaltada tiembla de frío, le doy mi rompevientos que se había quedado anclado al porta ánfora de la bici, nueve kilometros, vamos Bal lkegando a xalapa le hablamos a tu abuelita, estoy cagado de miedo, nunca ha agarrado carretera, la lluvia y éste tramo no es para nada sencillo, pero, ni pedo, a veces no hay forma de saber si se esta listo para algo, más que enfrentando ese algo, así que me voy atrás para indicarle a los carros prudencia el primer tramo difícil es una bajada en curva pero Balam lo agarra a buena velocidad y por fortuna no tenemos autos detrás, despúes de ello es pura subida hasta Xalapa, paramos? no, seguimos, me sorprendo, pero no es el momento de celebrar el arrojo, el ímpetu falta una parte difícil, sin acotamiento con lluvia, la primera vez en carretera para Balam, pero me sorprende su cadencia en subida, agarra un ritmo y no cesa de padalear, ni un segundo, concentrado en ello, solo cuando un carro pasa pierde el temple, ese que hace que la llanta se vaya un poco de su rumbo rectílineo y trstabilleé el ritmo, en la parte más difícil un auto pone sus intermitentes detrás nuestro, milagro, tenemos escolta un tramo y el más peligroso, la vida ríe, pero a veces sonríe en el arrojo y percibo su bella complicidad para con nosotros. llegamos a Xalapa, sanos, salvos, mojados y nerviosos, yo más que él y un motivopara estar agradecidos, la vida te digo, uno nunca sabe que se está preparado para algo, hasta que se enfrenta, y me veoy por dentro pido una disculpa a Balam, lo subestimé, mi miedo hizo coartarle la experiencia, pero me demuestra con el arrojo, el aferre, el ritmo, la búsquedadel temple, el primer reto lo celebro, le hablamos a abuelita? o agarramos la ciclovía? está muy lejos? no tanto, para mi digo, solo recorrer media ciudad, le damos, dice, segundo reto aunque más sencillo en riesgo por la ciclovía ya cansado y estresado, va si te cansas le hablamos, pero no, el tramo lo aguanto, son 7. 5 kms de la ciclovía de la que mucho tiempo renegué, pero hoy agradezco, y otros tres km para llegar cruzar lázaro cárdenas... complicidades, reproches, reconocimientos, logros, complicidades, reproches, logros, reconocimientos... de regreso a su casa en el auto, te pido una disculpa, te subestimé, no te preocupes, te amo bal, y yo a ti.






sábado, 8 de abril de 2023

distant shoes

 hace tiempo no retomo la pluma, más allá de los retazos de ecos que van a parar a la libreta de los garabatos, me forcé a matar la pulsión creativa a manera de revancha, porque kafka dijo más sabio que de costumbre que es más poderoso el silencio que el canto de las sirenas.

en realidad no importa o no debería importarle a nadie más la finalidad de éstas letras, más que a mi.

no pretendo dar cánticos de luto, ni reflexiones imberbes y garigoleadas que reeleré años más tarde para recordarme lo estúpido que he sido, no pretendo un canto al añoro, ni busco enamorar, tampoco ganarme corajes o expresar de algún modo opinión alguna que como en todo sitio sobran, en realidad, no pretendo, ni que me lean ni que me escriban, quizá por eso éste preámbulo a mi mismo, que es la búsqueda de la metaintención de tomar la pluma, no es claro, ni difuso, y en realidad no importa.


son vacaciones de semana santa, llevo ya algunos días con kai, la vida me ha hecho centrarme en lo importante y dejar la parafernalia para despúes he entendido que el oficio de jugar es algo serio, vamos saliendo de la tienda, la calle es un artificio de distopía bien lograda, hace más de un año que están arreglando la calle, según meten drenaje, hacen hoyos, tapan otros, hay un cumulo de cuadrados de concreto de lo que se supone se dijo será un colector pluvial, un reverendo desmadre te digo. ahí kai mira al horizonte,el mismo que me dijo que quería ver por el que se negó a dormir la siesta, le compré unas papas y saliendo, sobre la mancha de lodo se detiene, como suele hacerlo cuando hay algo poético en el aire, me detiene de la mano y dice "espera, estoy mirando al mundo" no hago eco en ello, pero me retumba, en ésta misma calle tengo una foto sobre una retroexcavadora, tendría menos años que kai ahora, pero, recuerdo el momento de la foto, los muñecos sobre ella, el amarillo del día soleado y muy poco más, me detiene el paso jalando de mi mano te digo, "espera, estoy mirando al mundo".


mi vida se ha vuelto poco más que añoros el último periodo, añoro por lo perdido, el amor perdido, la vida perdida, el amigo perdido, la fraternidad, la vida perdida... pero entre éste ir y venir del tiempo he tenido que apuntalarme desde lo que si he ganado... y si bien es poco y la vida me apuñaló por la espalda, al igual que un hombre fumando cristal hace unos años me dió un largo coaching del fracaso, me mostró lo afortunados que somos, en una epifanía de esas que no se pueden transcribir o revelar... un póco más que añoros, te digo, porque si bien falta tener algunos triunfos, también faltan fracasos...


aunque he olvidado un poco mis tradiciones cotidianas, hay algunas que preservo casi religiosamente, como el apuntar antes de dormir lo más importante de mi día, y aunque hoy mirar al mundo fue una puntada magnífica lo más importante fue reparar a la muñeca papá, una de las cuatro con las que jugamos, ayer vinieron unas vecinasa jugar con kai, la rompieron, y aunque evité sentirlo, esa muñeca que llevaba tres años con sus piernas imposibles de colocar de forma rectilínea, el torzo que nunca se ajusta a la pelvis ahora tiene con cinta masking una pierna eterna y parcialmente recta, me dolió te digo, pero la ironía siempre suaviza las curvas de la montaña rusa, un problema menos que alinear en cada juego... aunque su rodilla rota me recuerda lo frágiles que somos los seres, vivos o inanimados...

aún así lo importante no fue la muñeca, ni observar al mundo, en su heráldica decadencia, en su borrosa y poética magnificencia de cloaca, en su sublime cielo gris, con mi niña deteniendo el tiempo, lo importante fue verla reír, hacerla reír, conocerla reír, detalles más detalles menos, la vida se depura de forma magnífica poniendo inevitablemente en el lugar correcto los acentos, donde aunque se sabía, nunca habían estado.

La parafernalia es que vivo lo demás guardando fuerza para provocar la risa que da risa a mi existencia.


hace unos meses empecé una tradición con Balam, mientras le cuento mis historias armamos legos, construx, megabloques, todo marca reservada, le he contado buenas historias, y a pesar de que en la familia mi adicción no es un tabú si tengo una poco ortodoxa forma de asumirla, no busco ser prohibitivo, o moralino con él, al final esas prácticas de control con las que no estoy de acuerdo me llevaron al paredón de las curiosidades, y a los acántilados de las experiencias, le cuento a cómo me llegan los recuerdos, nublados y borrosos, hermosos, y bastante trágicos bastantes veces, busco no omitir nada de lo importante a mis ojos, porque sé que soy el completo y complejo ser que soy gracias al cúmulo de experiencias que a veces catalogo en el bloque de las "innecesarias" pero es la primera parte de la tradición con Balam, el presente momentaneo de la segunda tradición es que hicimos nuestra primera rodada de 20 kilometros en bici, y, claro, no podría sentirme más orgulloso, y es difícil no querer colgarme de ese logro... a esa edad no montaba bien una bicicleta, ni tenía la experiencia que él ahora, es orgulloso, se enjuicia, es obstinado, terco, y creo que aunque no lo demuestra tanto es bastante arrogante, y bueno, lo peor es que me siento bastante orgulloso de que haya salido bastante igual a mi, porque eso significa que en el camino o destino que está andando le llevo varios pasos de ventaja, y que en definitiva le puedo enseñar algunas caídas que le pueden hacer leer mejor el camino y trazar algunas otras rutas, quizá no todo es como andar en bici, pero si, todo es como andar en bicicleta.


hemos rodado hasta el desmayo, le dio un golpe de calor hace unos días y se me cayó de la bici, un raspón y aunque él no lo sabe en tanto pude me quebré como dientedeleón cortado para soplarse al viento. así que hice lo que no quería, enseñarle a derrapar la bici, cuando empecé yo a hacerlo fue por ominosa necesidad, tener quince años una bicicleta y la nariz abarrotada en coca no lo considero bien una experiencia recomendable, pero bien varios taxistas me hicieron bastante hábil con los puños y con los derrapes, poco a poco me he ido haciendo más civilizado, la ciudad también, y mi nariz no sangra tan fácil como entonces, tampoco mis golpes de ira suceden ya, la última ingrata experiencia fue con un motociclista que le pegó en el ego que un ruco lo rebasara con su bicicleta, pero aunque yo sabía que no lo haría recurrí al ingenio violento, "quítate el casco y date el tiro" "pendejo" y se fuga... en fin, de qué se trataba ésta historia? ah si, derrapar, y saber caer, le conté el mito de Ícaro y Dédalo, "no vueles muy alto" ese día se cayó, y ahora es más prudente, "confía en ti, pero no te confíes" "alza la vista, lee el camino, controla tu miedo, traza tu ruta" en las subidas un "tu puedes Balam, Vamos, Vamos, Vamos!! eso!!!"  "¿quieres parar?" "no, seguimos" orgulloso, necio, obstinado, terco... no hay mejor camino que agarrar la bicicleta, y dejarse caer, ya pone el peso en el metatarso, aún pone mucha tensión en los hombros, pero no se deja vencer, aunque ya soy más prudente cuando toca un descanso, él no ve sus logros, y sé que pronto mis limitaciones técnicas como maestro quedarán superadas por su necesidad de conocer, de ahí, solo puedo ofrecerle lo mismo que él tiene, necedad, terquedad, orgullo, y lo que le falta aún que es indispensable, celebrar los pequeños logros... ya sabe derrapar, se me volvió a caer la rodada pasada y si bien logró el objetivo y más de lo esperado, también trae algo que no se enseña y tampoco se aprende, supo caer... y ese, es un arte innato que no se cuelga en ninguna escuela de ciclismo, antes solo le dije, aprende a girar a no recibir el impacto, es como el tai chi, solo desvía la fuerza... se cayó y antes de entrar en miedo se subió, "quieres descansar" "no, seguimos"... me he obligado a usar casco, a usar guantes, si bien aprendí así a ser siempre un kamikaze, no lo deseo para él, y solo puedo guiarlo haciendo eso, para que él lo absorba, para que le sea útil eso que muchas veces me pasé por los tenates.

mis días son entonces, una suerte de paciencia, para esperar sin ansia lo que amo, lo importante, en donde siempre debió estar el acento, y mis días son vivir con kai, cada juego, cada aprendizaje y con Balam enseñarle lo que siempre debí, y a quien le debo mucho.






 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...