martes, 26 de noviembre de 2019

puto el que lo lea


puto el que lo lea

desde roma hasta méxico los muros son nuestros,
puto el que lo lea dicen los muros de mi secundaria,
puto el rey,
puto el monarca,
puto el policía,
puto el cesar,
puto el profe,
puto la que no te hace caso y por eso muy putomente la exhibes en un muro.
puto el cesar,
de nuevo,
pero eso si muy "ave césar" cuando vemos al muy puto de frente,
puto el muy puto que te enseñó que ser puto está mal,
pero más putomente me emputece ver un muro en blanco,
porque al muy puto de tu gobernante le vale padre un muro rayado,
total, 
ya te toca hacer la chamba de decir que eso está mal,
que rayar no es normal
cuando desde el inicio de la civilización los muros habla,
puto el que rayó la primera caverna,
y puto el que la destruyó.



y te quejas de un puto muro rayado,
pero no de las asesinadas,
verte putomente emputado me emputece,
me emputece tu juicio soberbio y cómodo,
porque si eres muy puto el que lo lea,
pero muy poco putomente empático,
porque esos no son modos de protestar,
pero para ella si fue el modo de morir,
de ser violada y enjuiciada,
segregada y criminalizada,
devaluada,
pero tu putomente pared privada vale más que el muerte,
puto el de la RAE,
que te dicta reglas  por las que estás dispuesto a pelear,
pero claro,
detrás de una compu,
no sea que alguno muy puto te vaya a romper el padre por hablar de más,
o de frente que es putomente lo mismo. 



nos enseñaron a respetar la propiedad privada,
y nos enseñaron a respetar la propiedad,
luego nos quitaron la propiedad,
pero si muy propios nosotros nunca rayamos muros,
no como ellas que los rayan,
con nombres de sus muertas,
de mis muertas,
porque puto el que lo lea es correcto,
pero escribir,
violador,
feminicidio,
no es el puto modo.

nos quitaron la propiedad,
esa pared que defiendes y no es tuya,
¿porque expropias la propiedad cuando es de todos'
y a los gobernantes les vale padre el puto monumento,
o le escuchaste defenderlo a capa y espada,
yo no,
no he escuchado a ningún gobernante exclamar por las paredes del pueblo,
con esos monumentos que exclaman la gloria de la patria,
ellos no se mojan,
para eso estamos nosotros,
para joder al que raya y que no raya lo que yo quiero que raye,
aquí todos somos muy puto el que lo lea,
pero muy poco puto el que no otorga la justicia
nos expropiaron los muros,
y los monumentos,
e hicimos antimonumentos y memoriales,
para hacer contrapeso
a las mentiras burocráticas
y los muy putos nunca nos contestan.

pero hay que guardar los buenos modos,
porque los muertos y las muertas ya no valen,
ni la pintura en la pared 
pero yo si soy muy puto,
muy puto cobarde para salir a rayar los muros con justicia,
exigir que regresen a mis muertos,
porque ser un nombre desaparecido en la pared está mal,
pero está bien decir puto el que lo lea,
y no quejarse,
desde roma hatsa méxico te digo,
una pared en blanco no dice nada.

puto el césar que nos quita el pan
y luego lo arroja al pueblo para bañarse de gloria,
pero el muy puto nos dice putos desde su trono,
y nosotros asentimos con la cabeza,

putos todos 
excepto a jaime de segundo "C"
porque según los otros el si era puto
y el muy puto se llenó la boca en valentía 
y se atrevio a decirlo.








ella toda




a ella la enamoraron,
desde antes de aparecer la hambruna,
desde la miseria,
y la sometieron antes,
mucho antes de atarle las manos,
a esa necesidad de amor,
y le dijeron palabras tiernas.


después,
mucho después
 la tiraron en el borde de la carretera,
como se tira una manzana de la ventana de un auto en movimiento,
y quedó con un vestido rojo, 
roto,
quedó con el rostro morado,
como el botón de una flor que nunca se abre,
cortaron las flores antes de llegar la primavera
y nosotros no entendemos esos nombres en los muros.

ella hermana,
enterrada en un periódico de nota roja,
ella madre,
enterrada entre los juicios de abandono,
ella hija,
lapidada por las voces de mil hombres,
ella sola,
 por los adoctrinados a hacer de sus sueños enemigo,
ella amada,
por destino ser mujer que le dictaban,
ella atada
que por ingenua  y joven justifican es castigo,
ella muerta,
con un vestido rojo en la cuneta de un camino,
ella muro,
con su nombre pintado sin justicia,
ella es todo,
lo que basta para entender que de entre mil, 
mil asesinos.

ella es todo,
lo que necesitas para entender de mil en nota roja,
la impunidad que solo ronda a la asesino.






miércoles, 20 de noviembre de 2019

para el noty 2.0



gracias por la persistencia de estar,
por tu presencia insurrecta,
por los muros rayados,
gracias a la luna compañera,
por las meadas clandestinas,
por la charla nocturna,
por la insurrección de sentimientos.


gracias por transgredir mi mundo,
por cuestionarme,
por cuestionarte,
por acompañarme a la vida,
por abrazar mis heridas,
por hablar,
por escuchar.

gracias por hacer de tu pecho una morada,
por hacerme de vestimenta palabras,
por la congruencia,
por el hallazgo,
por el hartazgo,
por el café y la noche,
por el amanecer y esperanza.

gracias por tus descubrimientos de padre,
por tu insurrecto cuidar,
por el ajedrez,
por el respeto a mi tabaquismo,
por el cuidado en mi abismo,
gracias por las gracias,
por el no abandonarte,
por la pasión al hablar, 
por la claridad.

por no doblarte,
por la compañía a veces muda,
 en que podemos andar,
sobre palabras.






domingo, 17 de noviembre de 2019

dos pasos


I

sigo siendo de un país de nostalgias,
del hubiera y del nunca,
del nunca lo di todo,
del añoro
a ese final feliz que nunca fue,
en dónde nadie salió lastimado.


y así,
de mis errores aprendí a cuidar a mis amigos,
de la injusticia diaria,
del puño ajeno,
de la bota que cercena el cuello.

y así,
aprendí a cobijarlos,
por los que no pude cobijar,
por los que ya no puedo abrazar,
por los que solo puedo recodar dándole un sorbo a la tierra.


y así
aprendí a besarlos,
por aquellos que ya no besaré,
ni cuidaré
ni amaré,
ésto no es un maldito poema,
éste es un reproche maldito.

¿qué sabrás tu de cobardía,
cuando por omisión cargas a tus amigos muertos?

y así,
porque mal lamento haber aprendido a callar,
a bajar la mirada,
a ausentarme en silencio,
a dar la razón,
a los que no tenían ninguna razón,
ni sensatez,
ni tacto.


qué sabrás tu de cobardía,
de dar el poder,
a los que tenían ira,
ningún motivo,
y la fuerza,


y acá, 
los famélicos soñadores,
con hambre de ideas,
con sed de empatía,
nos morimos de miedo.



II

anoche volví a pelear,
y me dices que solo somos jodidos jodiendo jodidos,
pobres matando pobres,
una jaula de perros peleando con perros,
pero yo,
un día,
me paralicé de ver a Vicente ser golpeado,
y no corrí como un héroe,
ni arrojé piedras,
¿tu que sabrás de cobardía,
si no has visto a tus amigos morir?

anoche volví a pelear,
lo tenían sujeto del cuello, 
ahogado por la espalda,
y la única cobardía que tengo es a ser un cobarde,
solapar el abuso,
ser cómplice silente.

y así,
anoche volví a pelear,
equilibrando balanzas,
con cinco puñetazos a un rostro,
que tampoco sabía,
que al final
somos jodidos puteando jodidos,
por un trozo de ego,
por un casco de alcohol.

mal lamento haber aprendido a callar,
porque cruzar los brazos cansa,
mal lamento haber aprendido a luchar,
porque a veces no sabes quién es tu enemigo.

lunes, 4 de noviembre de 2019

tus ojos son dos lunas de jade



tus ojos son dos lunas de jade
cobijo en tus párpados
 mejillas de durazno,
tu voz es la caricia tersa del terciopelo,
es abrazo de viento,
río en calma

tu solo aroma enciende volcanes,
incinera ríos, 
te hablo de mi fé de manzana,
te acecho en sigilo para no asustar tu canto,
y aunque no lo digas sé que me cantas.

tus ojos plumas de quetzal nocturno,
arropo de mi brazos,
té de hierbabuena,
mi voz es camaleón que te endulza,
es río en calma,
hurto de niño.

me escupo de la tierra entre vagones,
entre ésta multitud de soledades,
mi piel huele a ceniza y lluvia ácida,
a café
y te llevo coqueteando a la vida,
en un rincón de tu voz 
me busco paciente,
eché los pies de barca 
y me dediqué a pensarte,
porque tus ojos son dos lunas de jade,
pluma de quetzal nocturno.





 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...