sábado, 9 de junio de 2018

de ésta raza



soy de ésta raza,
de los jodidos,
de los que dentro de la casa,
cuando no nos llueve gotea.

de los que desde antes de nacer,
poseemos ya las deudas,
y que no entendemos bien de donde vienen,
donde las coronas son de espinas,
y se queman con el sol,
donde la gloria se pasa igual que la tristeza,
con unos cuantos tragos de aguardiente,
con uno pa la tierra en que florecen,
los muertos que hemos sembrado,
porque pa allá vamos y allá estaremos,
listos para descansar.

las procesiones,
 son la fina
sombra que nos cubre cuando hay viento,
acá en el silencio se nos esgrime y nos olvida,
como el rezago social yla estadística,
el vato con hambre, tiene nombre.
al que la vida se le va barata
por burlarnos de cara a la justicia,
por ser el público meta en las campañas
justicia que ésta raza.
no tiene para poder pagarla.

antes espejos y cuentitas,
ahora camisetas y banderas del color que caiga,
sor juanas con un litro de aceite,
arroz.

mientras por medio día de aplastarse en una banca,
nos de de comer,
para aceptar la sucesión de pesadillas.


nos enseñaron,
que la palabra justicia es el sinónimo de la abundancia,
la misma que nos falta,
que se nos hunde en mil espinas con la piel morena,
también tener los ojos del color de tierra,
nos aleja, de los elementos que nos faltan,
para acceder a lo necesario y más indispensable,
 así hay que vivir al día
chingarle duro,
cambiar uno,
porque así ya lo demás ya no nos falla,
ya lo dijo el cocodrilo,
 de nosotros será el reino de los suelos.

sacralizamos fiesta,
y nutrimos la indiferencia,
de la vida con la muerte.


acá, donde perro come perro,
donde las agujas pueden picarse entre ellas,
acá
solo cuando te agarran de pendejo vas y aprendes,
la raza del hoy y del mañana,
del hoy me chingan 
y mañana chingo yo.


los jodidos,
los del margen de error,
las flores en el pavimento,
en lo estéril,
los que nos quedamos con toda nuestra tierra entre las uñas
que nacimos con la cabeza abajo,
de cansancio y de hastío,
somos la servidumbre del frío,
que nos asola siempre en el desierto.
los favoritos en el alma de américa
los que hacemos una fiesta a la tragedia,
los que no nos hincamos bajo la tormenta,




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