martes, 8 de agosto de 2017

no debería





retratar la violencia sin hacerle un homenaje,
con nombres,
con verdades.

no debería ser un acto poético,
no merece una flor cada bala,
enterrada en la carne,
así como no merecía la muerte esa niña de vestido rojo,
con tiro de gracia,
a la orilla de la carretera.

debería ser una acto de justicia,
pero siento,
que no puede serlo.

retratar distinto a una cámara,
porque no hay sangre en ésta tinta,
retratar al migrante,
a la madre del desaparecido,
que tenía rostro,
tenía gustos,
como tu,
como yo.

un poema no debería retratar
un silencio en la mesa,
en la sala,
en el salón de clases.


debería tener un abrazo sonriente,
no una ausencia.

un poema a la violencia no debería ser una apología del desastre,
debería doler en la carne como la misma carne,
lapidada.

como lágrima

debería ser mi amiga,
hermana,
 que no debía morir,
no así.




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