el se despidió de su tierra,
del hambre y desesperanza,
de la lluvia que mojaba su cara en la cama,
del horno de lámina que calcinaba sus sueños.
del hambre y desesperanza,
de la lluvia que mojaba su cara en la cama,
del horno de lámina que calcinaba sus sueños.
se despidió de la violencia,
de las pandillas y las balas,
de la falta de empleo,
de su mujer y su hijo,
se despidió muy quedito,
para poder volver.
de las pandillas y las balas,
de la falta de empleo,
de su mujer y su hijo,
se despidió muy quedito,
para poder volver.
sé que hubiera regresado,
si lo pudiera haber decidido,
en éstos caminos del sur,
donde se trepa a la bestia,
ese tren que hace temblar a la tierra,
en donde se duerme atado para no caerse,
donde extorsionan,
pasan cuota o te lanzan,
a quedar mutilado en la trampa
de estar en otra tierra sin calma,
se amarra a la bestia,
gigante que porta sueños,
para despedirse del hambre,
pero los cazan,
los matan,
a ellas es trata de blancas.
si lo pudiera haber decidido,
en éstos caminos del sur,
donde se trepa a la bestia,
ese tren que hace temblar a la tierra,
en donde se duerme atado para no caerse,
donde extorsionan,
pasan cuota o te lanzan,
a quedar mutilado en la trampa
de estar en otra tierra sin calma,
se amarra a la bestia,
gigante que porta sueños,
para despedirse del hambre,
pero los cazan,
los matan,
a ellas es trata de blancas.
quizá hubiera regresado del hambre,
del suelo,
si no le hubieran amarrado las manos,
apretaditas por si quería volver a éste infierno,
no corrió,
ni con suerte ni pena,
él iba bajando a la bestia,
mientras las bestias del narco mataban.
del suelo,
si no le hubieran amarrado las manos,
apretaditas por si quería volver a éste infierno,
no corrió,
ni con suerte ni pena,
él iba bajando a la bestia,
mientras las bestias del narco mataban.