la vida esta llena de micro decisiones, él me empujó, yo no lo empujé y me costó no haber respondido a ello, soy un hombre que ha aprovechado cada una de las situacionesde violencia para demostrar, no sé bien qué, pero demostrarme algo, hoy no, él estaba ebrio, yo no.
él me empujó respiré, seguí mi camino, el muy imbécil se metió a su casa y sacó una tabla, me amenaza, en pleno centro de la ciudad de Xalapa, calle balderas casi llegando a la esquina, él estaba ebrio, yo no.
corrí hacía él, sé que lo podía haberlo hecho mierda, le pude quitar su tablita y habersala reventado en la sien o haberle dado unas nalgadas hasta que cagara clavos, pero no, hoy no, a media carrera me detuve, pensé maldita sea si pensé en el amor que hoy me colma, en la sonrisa de Balam, en mi estrella.
me detuve, paré en seco, él ya estaba pasamado, el factor sorpresa en un borracho nunca es muy bienvenido... me paré antes y me di la vuelta, ni siquiera miré atrás, ¿porqué me sentí mal si tomé la desición correcta?
sé sin pena ni gloria que lo hubiera hecho una mierda, pero hoy no, quiero ser digno, quiero ver a la cara y seguir limpio, me fui temblando de coraje, me lo tragué todo, es irónico, el mayor acto de valentía que he tenido ha sido éste, nunca había luchado contra mi, contra el impulso, respiro y vaya que si respiro, hoy puedo ver de frente, hoy después de tantas peleas estúpidas, sé de qué estoy hecho, no necesito demostrar, nada.
No tener que demostrar nada, signo de madurez... otros dicen debilidad... pero no hay necesidad de demostrar nada más que el amor...
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