lunes, 1 de diciembre de 2014

para el camino de ésta oscuridad


No me deja dormir el dolor de la tierra,
la vida de los muertos,
nos faltan 43 de éste infierno,
y millares que no llegarán jamás.

mi insomnio tiene de nombre sicarios,
de altos y corruptos mandatarios,
de impunidad,
de ausencia de justicia,
de falta de humildad.
Sé que no sé demasiado,
y sé que es necesario
la coherencia y templanza,
el silencio y el grito,
todo acomodado en si digno lugar.

la ley sabe a billetes,
y  a los grilletes de la pobreza del alma,
solo el espíritu en combate conocerá el Valhala,
para ser y ser un ser libre,
solo necesito la correcta humildad,
saber reconocer mis errores,
abrazar mis aciertos y saber que en verdad,
hoy, éste hoy es gestión de un cambio,
que lo necesario se hará,
que no se callarán verdades,
aunque con cautela y muchos cuidados se deba bien pisar,
solo el piso recuerda nunca al que es tu hermano,
de sangre de pensamiento o espiritualidad,
sea lo que eso signifique,
será que tendré tiempo de verdad.

Tengo la certeza que el hartazgo también impulsa,
no te dejes,
no te canses,
se sensato y a priori,
aprende a pensar futuro.
Muchos huyeron, es entendible,
no hablaré de fe ciega,
tampoco creo en dios,
pero,
creo en la palabra,
la enseñanza,
digna, ética,
 estoica,
creo que en éste lugar siempre habrá opciones,
y la decisión de no por ello claudicar.

Mi insomnio lleva nombres, cifras y lugares,
lo banal es variable,
no negociable para los demás,
encontrar el juguete que mi hijo buscaba,
puede no afectar en nada el universo,
pero es un buen comienzo pa’ poder mirar.

Sentir la brisa fría del comienzo de diciembre,
aprender a enseñar,
con el corazón en mano,
porque pese a la tormenta,
siempre habrá motivos pa reir, jugar, besar,
abrazar, labrar nuevos caminos,
tenerles miedo, esperanza, humanidad.

en lo que buscamos una fraterna sonrisa eterna,
que te sepa despertar.
No me dejan dormir 43 ausencias,
desde mi trinchera ahora puedo recordar,
honrar y darles su presencia,
la correcta presencia,
que merecen bien tener,
no quiero una esperanza mansa,
no quiero acción sin pensamiento,
sin el sentimiento que caracteriza andar,
con frente en alto puño arriba,
que no es fácil es correcto,
y sé la pausa que da sentido al movimiento,
un respiro, para correr, también para  gritar,

Una vela a encendida a los que faltan,
que nos iluminen el camino de la oscuridad.

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