viernes, 27 de febrero de 2015

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Te adoro
y vaya que si soy ateo.

Déjame conocerte,
desde el espacio entre tu cintura que la vida es breve,
entre las dunas de tu cuerpo,
en el rincón de la esquinita de tus labios,
déjame colgarme de tus dedos,
mientras vuelas,
quiero ser tu oasis de los malos días,
a las tormentas,
a los chubascos.
La charla profunda
y la profana.
Que vienes vestida de flores desde el alba,
danzando al ritmo de los versos desde el alma,
quiero ser tu atardecer,
porque te diré,
el atardecer no es cuando cae el sol,
es cuando los cuerpos se marchitan.
Eres mi día de primavera en éste invierno,
tanto eres que me haces tanto,
no diré de más,
no quiero ser tu todo,
quiero un espacio pa volar,
construir castillos,
sobre tierra firme pa que no se caigan.


Te adoro,
y me lleva que si soy ateo,
solo sé amar con la intensidad del mar,
con la permanencia del viento,
poder reducir a palabras lo que siento,
abrazar cinco minutos cada tiempo,
reconstruir los mundos,
detener el tiempo,
suspendidos,
no sabes cuánto gusto me da saberte
 que es indescriptible,
no podría ni con palabras escribirte,
lo que siento es tan sublime todo momento
y ya ves,
soy ridículo,
habrá tiempo suficiente eso es cierto,
la cotidianeidad nos aleja un poco,
pero más nos une esa distancia,
en fraternidad cinco minutos,
la vida es y es lo que tenemos,
hoy que siembras la semilla de futuro,
es algo que no pretendo arrebatarte,
ser y ser libre estrella al viento,
de lo que es el corazón al cuerpo.

jueves, 26 de febrero de 2015

Alex Matus



Yo soy la calle



Supongo y solo supongo, porque no lo sé de cierto, que la fascinación que tengo de la calle va desde las prohibiciones infantiles, vivir en uno de los barrios más conflictivos, el cinturón de miseria, la frontera que dividía (porque se ha recorrido a sitios más lejanos) a los ciudadanos de primera con los de arrabal.
Me conseguí mi adicción al alcohol a los 14 años, a los 15 ya consumía todo lo que se me cruzara, a los 17 un intento de suicidio, cincuenta y cinco pastillas de las buenas, medicamento controlado que me recetó un psiquiatra inconsciente, incongruente.

¿A qué va éste preámbulo?
En ese lapso, conviví con los exiliados, no diré de la realidad, es muy real vivir en ese mundo, es surreal, es lo que hay.  Conviví con los “parias”, asaltantes de a cuchillo, traficantes de monas, narcos de tlapalería, los gallos del barrio, los que irremediablemente, irreductiblemente, terminarían en tragedia,  los personajes que están, pero no están, son parte de la arquitectura.
Dejé de consumir, un día a la vez y me prometí no volver a tocar el barrio ni por error, en el que mis compañeros  toreaban autos, algunos enterrados, como cuchillos para la lluvia, desparecidos, otros de granja en granja, pocos andamos sobrios.
¿A qué va éste preámbulo?

Si me prometí no pisar mi barrio, no puedo evitar ver la calle como algo que me llama, es como la sangre, va más allá de la hermandad que no tuve en casa, tengo una fascinación exquisita, por la calle, los músicos, los mendigos, los pedigüeños los adictos, los ancianos más exiliados, los forasteros de lo que una vez fue su tierra, no tengo una línea real no tengo más justificación a mi trabajo que todo eso. Yo, soy la calle.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Checo reano





breve introducción al caos

No estoy seguro
y es sencillo complicarlo todo,
extrañarte se volvió costumbre,
también amas con la intensidad del mar,
yo soy ráfaga de viento,
no olvides que no existe el tiempo,
solo tenemos cinco minutos.
No estoy seguro,
esto parece un preámbulo,
a algo que conozco,
empiezas a ser perfecta,
para ese tipo que pretendo no ser.
Estoy absorto
y camino cerca de ti para encontrarte,
pero parece que mientras más lo hago más te pierdo
y me pierdo.
Pareciese la breve introducción al caos,
no quiero aferrarme a lo poco que nos une,
sigo queriendo arriesgarme al amor que contuve,
estoy herido,
tampoco sé bien que pasa,
quemé todas las naves,
te hice la brújula del viento
y no quiero desaparecer como costumbre,
pero inconsciente,
creo que esperas,
eso.

mis relaciones han sido complicadas,
tanto que he escapado de ellas,
creo en ti por hoy,
por ésta noche,
aunque con pocas palabras me destrozas,
el silencio y la ausencia dicen poco más de lo que interpreto,
siempre he sido bastante intrépido al amar,
he estado distante,
dándote tiempo y espacio,
como astronauta.
Agachando la cabeza sobre el café,
acariciándome la sien,
buscando en la Andrómeda la taza,
buscando,
una respuesta.

Lo advertiste,
no quiero dolerte,
pero hoy camino como un animal herido,
ésta vez,
no sé cómo manejarlo,
irónico,
me desorientas tanto como me orientas,
eres mi estrella del norte,
te volviste mi soporte,
puedo soportar casi todo,
como todo marinero toda agua es incierta,
pero se sabe que detrás del mar abierto se esconde tierra,
no quiero naufragar,
ni llevarte a un naufragio seguro,
que sería en distintas islas pero la misma,
puedo soportar casi todo,
infidelidades y puertas,
pero no la falta de certeza,
de que estarás ahí cuando se necesite,
pero parece que huyes,
te escondes,
escabulles,
en el agua turbia sin fondo,
algo salió mal ni siquiera supe,
unas semanas que vamos que no te he sentido la mano,
pienso entrecortado y estoy absorto,
pero es hoy que estoy herido,
y ni siquiera entiendo bien porque.

lunes, 23 de febrero de 2015

música callejera Xalapa


Son Jarocho


Baikar


cabeza de Caballo


Chava Blues


son jarocho


vida cotidiana






Guacamole Band













break dance
















Dr. Totem










feliz


Me  cuesta reafirmarme,
bohemio me dicen,
de todas las etiquetas es la que me jode,
lo demás, tan me enorgullce,
de ser un ñero,
chavorruco,
de la casta de los forevers,
de la filosofía nogoista,
muerte a la oficina,
viva el mirreynado,
me dicen el tepachal  recuperado que no busca nada,
que la grandiosidad (ingenuos) se esconde en mi talento,
cuando veo grandiosidad en la pinche cumbia,
que se baña de pureza con veermer,
que busque incesante si no eléxito laboral,
el éxito en el estilo,
me dicen que puedo lograr más,
yo me pregunto,
en sus oficinas,
en sus trabajos de burócrata,
como ácrata,
diacrónico,
esquizofrénico casi recuperado,
como fotógrafo,
follografo,
como el nacido para segundear,
por decisión más que pereza,
te pregunto,
¿qué te hace feliz?
Lo mío es simple,
el café de mañana,
el cigarro de medio día,
manejar tranquilo,
mis gustos musicales chafas y poco culposos,
me gustan los kumbia kings y los poemas de Girondo,
me gustan los malabares,
me gusta ver a Rembrandt y a goya,
el graffiti,
me gusta por un segundo que nada importe,
me gusta llorar,
desgarrarme,
amar.
Si buscara más que mi dosis diaria de felicidad,
si dejara mi egoísmo,
me dedicara el egotismo,
a blofear, sobre mi gusto por vivaldi,
que entiendo la obra de Gabriel Orozco,
que no me gusta la música de sonidero y el hip-hop,
que si pretendiera no bailar cuando estoy solo,
sería otro gallo el que cantara.

Si no creyera en la vida y el suicidio,
no estaría aquí,
tan radiante y jodido,
tan,
 feliz.

 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...