siento,
que despertar es una suerte
cálida y armoniosa
si mi pesadilla es muerte.
sigo buscando lo mismo
cada que duermo
en mi laberinto minotauro,
sigo buscando el abismo,
que me lleve hacia ti.
aunque
cada vez con menos ímpetu.
éstos días de tibia muerte,
de líquidos santuarios que liquidan,
sigo ciego, simple y sin complejos,
mansamente me despejo
a olvidarme a mi mismo,
sin habitar el cinismo,
sólo
quiero estar solo
no es difícil habitarme,
o habituarme
no es muy distinto,
ser casado a ser cazado,
por mis propios ojos
de musgo y tierra mojada,
otras veces
ojos de lama pus y sedimento.
a éstas alturas buitre,
no es una sola ausencia la que cargo,
y es curioso que ninguna duele,
aunque mi umbral de dolor procede,
a crecer mágicamente,
pero esa magia que se gasta,
me desgasta en no tenerla,
por eso no hablo
a nadie le hablo,
evito los encuentros de soledad forzada
y solo corro,
(como búfalo)
para escapar de los coyotes,
me alejo de los cuervos,
que de gato se disfrazan
para destruir
inocentemente
lo poco que queda.
cantando muerte entre el tumulto,
asumo, mantener mis labios pendulares
sobre la tierra que me aterra,