sábado, 30 de marzo de 2013
palabra-muro
te contaré pues mi teoría,
somos seres hechos de palabras,
y como tales nos arrastra el viento,
mi teoría pues,
es que tu también lo sabes,
por eso vas coleccionando palabras en los muros,
paradójicamente no son pétreas,
son volátiles perfectas
pero bien, es solo una teoría, a mi no me creas nunca nada.
así te contaré también,
que últimamente me la paso viendo muros,
escalando soledades, para conjugar momentos,
y en silencio espero,
magníficamente espero,
continuar como aprendiz.
somos seres hechos de palabras,
y como tales nos arrastra el viento,
mi teoría pues,
es que tu también lo sabes,
por eso vas coleccionando palabras en los muros,
paradójicamente no son pétreas,
son volátiles perfectas
pero bien, es solo una teoría, a mi no me creas nunca nada.
así te contaré también,
que últimamente me la paso viendo muros,
escalando soledades, para conjugar momentos,
y en silencio espero,
magníficamente espero,
continuar como aprendiz.
jueves, 28 de marzo de 2013
por lo pronto
Usted me gusta sabe,
y a ésta altura quinto piso importa poco,
me gusta,
cual palpar de labios taza de café,
tan me gusta para dedicarle,
o no dedicarle,
dedicarme esta noche a usted.
hay gustos indefinidos,
como un atardecer principito,
cual ser domesticado,
y llorar la intensidad del mar,
o temblar por querer hacerlo.
extrañaré los ritos,
y muy aparte lo sagrado.
es tan barroco el gusto,
como el de favonius,
que me augura primavera,
primo mío
que trae esperanza en sus bolsillos.
hay suerte dos de olivo
en ser bastardo,
en ser bastardo,
hijo derrota
y madre selva,
y madre selva,
pero,
a la distancia y quinto piso,
importa poco si le gusto,
si me gusta pues si nos gustamos
y si llegamos
a degustar nuestra desierta trayectoria.
me retiro,
a la distancia y quinto piso,
importa poco si le gusto,
si me gusta pues si nos gustamos
y si llegamos
a degustar nuestra desierta trayectoria.
me retiro,
en retiro, casi espiritual
de monte olimpo,
de monte olimpo,
en utopía
de poder querete venus de ciudad.
de poder querete venus de ciudad.
aquí casi no importa.
si le gusto
si me gusta,
si le gusto
si me gusta,
por que si te invento
como pretendo,
como pretendo,
no podré decirte
o decirme que me gustas
o decirme que me gustas
y degustas los silencios en mi mente.
no importa ser terrestre o etéreo,
si los sueños compactos se me asoman,
lejos de memoria que me olvida,
la dura trayectoria nos mal mira.
pero,
en un pero estará nuestro parentesis,
y hallaremos quizá si, quizá no,
el punto y presente a la que será,
por siempre,
verdadera historia.
por lo pronto,
le diré un post data:
permitame crecer un poco.
lunes, 25 de marzo de 2013
Circuital
la vida esta llena de descubrimientos asombrosos
justo como cuando se descubrió la luz,
y bueno la luz en tus ojos oscuros,
son el principio del universo,
mi universo.
se descubrió que la tierra no era plana,
y ya que no soy plano no sé cómo lo pensaron,
encontraron que tampoco es centro,
no sabré decirte,
tal vez el porqué,
de que mis pensamientos circulares te rondan,
cómo satélite,
como plaga
no sabré decirte por que éste día,
hay poco universo fuera de tus ojos.
descubrí no soy el centro,
y a veces ni una líquida orilla
hoy que te busco sin atisbo de esperanza,
agradezco a tu perdida
levantar vuelo.
cuando salté la vista al cielo,
solo me dejé ver,
cómo el corazón del cielo
cielo nocturno que líquida,
sin odios ni contagios
hay distancias que se aprecian,
más que el tiempo y la presencia.
el sol me oculta,
pero para eso estaban tus ojos,
para alumbrar y vislumbrarse en ellos,
con ellos y a través,
lo que no veo es pozo ciego,
más profundo que le abismo.
se descubrió américa,
y se descubrieron desnudos,
cuando la naturalidad de su casta,
era desnuda,
mi ciudad se perdió en si misma.
haberte descubierto fue cual descubrir américa,
esta existía,
pero sus habitantes desnudos,
no sabían que lo estaban,
solo parpadeaban
sencillos habitantes de universo.
justo como cuando se descubrió la luz,
y bueno la luz en tus ojos oscuros,
son el principio del universo,
mi universo.
se descubrió que la tierra no era plana,
y ya que no soy plano no sé cómo lo pensaron,
encontraron que tampoco es centro,
no sabré decirte,
tal vez el porqué,
de que mis pensamientos circulares te rondan,
cómo satélite,
como plaga
no sabré decirte por que éste día,
hay poco universo fuera de tus ojos.
descubrí no soy el centro,
y a veces ni una líquida orilla
hoy que te busco sin atisbo de esperanza,
agradezco a tu perdida
levantar vuelo.
cuando salté la vista al cielo,
solo me dejé ver,
cómo el corazón del cielo
cielo nocturno que líquida,
sin odios ni contagios
hay distancias que se aprecian,
más que el tiempo y la presencia.
el sol me oculta,
pero para eso estaban tus ojos,
para alumbrar y vislumbrarse en ellos,
con ellos y a través,
lo que no veo es pozo ciego,
más profundo que le abismo.
se descubrió américa,
y se descubrieron desnudos,
cuando la naturalidad de su casta,
era desnuda,
mi ciudad se perdió en si misma.
haberte descubierto fue cual descubrir américa,
esta existía,
pero sus habitantes desnudos,
no sabían que lo estaban,
solo parpadeaban
sencillos habitantes de universo.
sábado, 23 de marzo de 2013
viernes, 22 de marzo de 2013
bítacora 2
bitácora de viaje.
la luz amarilla se filtra a la ventana,
el hombre de metal me invita el desayuno,
empuño un cigarro,
bebo café.
desciendo hacia el asfalto,
siempre hacía el asfalto
la casa de mi hermana es cielo,
que me cobija,
que me dibuja bocetos
de ciudad-felicidad.
que me dibuja bocetos
de ciudad-felicidad.
es curioso ser un extranjero
dónde siempre ha sido casa,
y en casa ser el extranjero.
Aves de metal en la azotea,
frágil tranquilidad escalera,
que me defiende.
cinco gatos,
en su casa de calvario
y Frida me despide,
cordial y atenta me despide,
con los dedos sucios
y costras de olvido me despido.
hallo a Marcel,
hay pocos abrazos,
tan bienvenidos,
él me ofrece más que brazos,
y no,
no hablo del café que anima,
él es la ciudad que me recibe,
con sonrisa hospitalaria,
me recibe.
te diré,
ni siquiera a Admeto,
le tengo tal cariño.
jueves, 21 de marzo de 2013
pensaba celebrarte como suelo,
en silencio,
dedicar mis palabras al silencio,
escribir letras en el aire,
como en tus muslos escribí mientras dormías,
musitar.
el inicio de la primavera marca un cambio,
me importa un pito lo que digan astros,
si no hay rastros de migaja a tu camino,
no hay forma de volver a casa.
en silencio,
dedicar mis palabras al silencio,
escribir letras en el aire,
como en tus muslos escribí mientras dormías,
musitar.
el inicio de la primavera marca un cambio,
me importa un pito lo que digan astros,
si no hay rastros de migaja a tu camino,
no hay forma de volver a casa.
miércoles, 20 de marzo de 2013
Bitacora de Viaje archivo de memoria, numero 1
esperaba regresar,
no sabes como lo esperaba,
esperaba regresar.
la ciudad de los coyotes,
suspira tranquila,
el nuevo viejo aire
de viejo nuevo mundo,
me desconoce como cualquier ciudad.
cierto, lo olvidaba,
la ciudad me recibe hospitalaria,
tanto,
que me siento justo cual zeús ante Admeto,
pero no soy Zeus, ni lágrima de ambar.
te contaré un poco de Admeto,
quién puede si no la muerte ser tan hospitalaria,
para hacerle servir a un dios como un esclavo,
¿quién puede?
si no el único
que te hospedará por siempre,
sin negarte su morada,
¿quien puede si no?
por que los dioses como las princesas,
también,
mueren.
te contaré pues mi experiencia de viajero,
y tal vez no el por qué de éste viaje,
del tibio líquido viraje,
la búsqueda que no se encuentra
por qué no sé por qué viajo,
tal vez para sentirme cerca,
auqnue sepa que hallarte,
hallarme,
en esta ciudad es imposible,
y sé que dejaré de creer en el destino,
si no te veo nunca más.
en las entrañas del animal sin nombre,
cohabitó con un señor,
sesenta y tantos me parece,
huamantla se asoma en los letreros,
y las ganas de orinar no se contienen,
amable, siempre amable,
musitando, susurrando,
hablandole a sus voces,
ablandará sus roces,
internos que acompañan,
a mi cuerpo en su presencia,
que destierra.
el primer encuentro de salida,
éste señor,
habla solo, visitará a su hija,
y espera llegar a tiempo
tan solo para montar el gusano vortex,
ese metro de ciudad.
él,
habla solo,
como yo solía hacerlo,
me cuenta de un zumbido que llega con los años
y no sabré decirte si mis años
o zumbidos ya se fueron,
si se perdieron y algún día me encuentren,
como su tierna vocesita de señor
que musita canciones e imagina,
que las voces que yo escucho hablan con él.
es tarde, tan tarde que la noche me ciega,
con sus lunas de ciudad en su horizonte.
hay dobleces en las lineas de mis ojos,
que arriban cercana a la ciudad de los coyotes.
Relato procesado.
19/03/13
de mercurio,
metal en guerra
no sabes como lo esperaba,
esperaba regresar.
la ciudad de los coyotes,
suspira tranquila,
el nuevo viejo aire
de viejo nuevo mundo,
me desconoce como cualquier ciudad.
cierto, lo olvidaba,
la ciudad me recibe hospitalaria,
tanto,
que me siento justo cual zeús ante Admeto,
pero no soy Zeus, ni lágrima de ambar.
te contaré un poco de Admeto,
quién puede si no la muerte ser tan hospitalaria,
para hacerle servir a un dios como un esclavo,
¿quién puede?
si no el único
que te hospedará por siempre,
sin negarte su morada,
¿quien puede si no?
por que los dioses como las princesas,
también,
mueren.
te contaré pues mi experiencia de viajero,
y tal vez no el por qué de éste viaje,
del tibio líquido viraje,
la búsqueda que no se encuentra
por qué no sé por qué viajo,
tal vez para sentirme cerca,
auqnue sepa que hallarte,
hallarme,
en esta ciudad es imposible,
y sé que dejaré de creer en el destino,
si no te veo nunca más.
en las entrañas del animal sin nombre,
cohabitó con un señor,
sesenta y tantos me parece,
huamantla se asoma en los letreros,
y las ganas de orinar no se contienen,
amable, siempre amable,
musitando, susurrando,
hablandole a sus voces,
ablandará sus roces,
internos que acompañan,
a mi cuerpo en su presencia,
que destierra.
el primer encuentro de salida,
éste señor,
habla solo, visitará a su hija,
y espera llegar a tiempo
tan solo para montar el gusano vortex,
ese metro de ciudad.
él,
habla solo,
como yo solía hacerlo,
me cuenta de un zumbido que llega con los años
y no sabré decirte si mis años
o zumbidos ya se fueron,
si se perdieron y algún día me encuentren,
como su tierna vocesita de señor
que musita canciones e imagina,
que las voces que yo escucho hablan con él.
es tarde, tan tarde que la noche me ciega,
con sus lunas de ciudad en su horizonte.
hay dobleces en las lineas de mis ojos,
que arriban cercana a la ciudad de los coyotes.
Relato procesado.
19/03/13
de mercurio,
metal en guerra
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