Usted me gusta sabe,
y a ésta altura quinto piso importa poco,
me gusta,
cual palpar de labios taza de café,
tan me gusta para dedicarle,
o no dedicarle,
dedicarme esta noche a usted.
hay gustos indefinidos,
como un atardecer principito,
cual ser domesticado,
y llorar la intensidad del mar,
o temblar por querer hacerlo.
extrañaré los ritos,
y muy aparte lo sagrado.
es tan barroco el gusto,
como el de favonius,
que me augura primavera,
primo mío
que trae esperanza en sus bolsillos.
hay suerte dos de olivo
en ser bastardo,
en ser bastardo,
hijo derrota
y madre selva,
y madre selva,
pero,
a la distancia y quinto piso,
importa poco si le gusto,
si me gusta pues si nos gustamos
y si llegamos
a degustar nuestra desierta trayectoria.
me retiro,
a la distancia y quinto piso,
importa poco si le gusto,
si me gusta pues si nos gustamos
y si llegamos
a degustar nuestra desierta trayectoria.
me retiro,
en retiro, casi espiritual
de monte olimpo,
de monte olimpo,
en utopía
de poder querete venus de ciudad.
de poder querete venus de ciudad.
aquí casi no importa.
si le gusto
si me gusta,
si le gusto
si me gusta,
por que si te invento
como pretendo,
como pretendo,
no podré decirte
o decirme que me gustas
o decirme que me gustas
y degustas los silencios en mi mente.
no importa ser terrestre o etéreo,
si los sueños compactos se me asoman,
lejos de memoria que me olvida,
la dura trayectoria nos mal mira.
pero,
en un pero estará nuestro parentesis,
y hallaremos quizá si, quizá no,
el punto y presente a la que será,
por siempre,
verdadera historia.
por lo pronto,
le diré un post data:
permitame crecer un poco.
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ResponderEliminarGracias, :)
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