lunes, 4 de febrero de 2013

V

un día común se distingue,
por disociarse en la frente,
y mantener en presente,
los recuerdos concretos.

hay una suerte,
 de  olvido discreto,
en las estrategias ausentes,
que sirven,
sencillamente al andar.

mi guía es la luz,
y la distancia del viento,
con sus tiernos gusanos,
que le carcomieron la frente.

mi guía es,
y espero siga siendo,
el demente de olvido
pequeño fugitivo
 pasado,
que huyó a tiempo de su cruel destino.


     y bueno:
lo que viene es lo demás,
y también,
por demás me da decirte,
que vivo tiempo extra,
la quiniela es la muestra,
que llegué más lejos
que de veinte días pulmonía.

así pues cuando veía
a los niños muertos en la carretera,
a los dulces animales destrozados,
la sangre  de súbita alucinación,
así pues era otro, casi el mismo,
con un cigoto de lo que soy.

esas lágrimas de proto hombre,
de preconcebido destino,
el cruel aluminio corcel,
que dejé en otras manos,
para cambiar de carruaje,
mi cruel equipaje,
de pasado presente
de concreto,
que me mantiene a flote.



cinco años se dice fácil señor Ríos,
cinco años es mi vida,
cinco por cinco,
más uno que va de extra.


solo por hoy.


todos saben que en febrero crecen flores en el mar





viernes, 1 de febrero de 2013

 mi pregunta no es si hay toros en el valhalla,
es si habra simios ahí.


y la verdad es 
que solo espero, 
montar el lomo de ese triste toro,
 acariciar su frente,
 caminar en las praderas del Valhalla.

si esto es deporte...



dimelo tu,









jueves, 31 de enero de 2013

espérame

te contaré pequeño:


mi antiguo compañero 
        me esperará éste día,
 mañana quizá recaiga, 
y bese la tierra de gusanos,
me deslinde de la vida,
dicte mi sentencia al olvido.

mañana quizá,
quizá mañana.


así que decidí:
aun con esquizofrenia,
fiel corcel que me llevó al vacío,
decidí, dejar en mi fango a los coyotes,
y volar,
              solo volar,
pero ya nunca más volar solo,

yo:
        pequeño viento,
 con vértigo, en el fondo
de un vaso que tal vez mañana toque.

en el vacío:
 no hay miedo a las alturas,
no es por esa apreciación falsa
que te dice:

"no tengo nada que perder",
no conoces mi vacío
aunque quizá tampoco te has saciado.

que me espere,
que quizá mañana me deje caer hacia el abismo,
 toque sus labios de botella,
y empiece,
 a dictarse por si solo mi final.



pero creo que no fui claro,
o quizá no te aclaré desde un principio,
me esperara, solo por hoy,
me espera quizás hasta  mañana,
por que,  vivo en el presente eterno,
 pretendo  
navegar, volar, andar.
y caminar sin pena ni gloria.


esperame a mañana,
o mejor espérame otros cinco días,
para poder cumplir un quinto aniversario.



mañana regresaré al sitio de la recaída, 
¿no es la vida la más grande de las ironías?


"todos saben que en febrero crecen flores en el mar"

martes, 29 de enero de 2013

Memorias

dejaré escurrir mis dedos en la alfombra,
la misma
y enigmática de cuando niño.

espera, no hay abismo,
solo te alejan los alambres,
que cuando se unen son fronteras.

descanso en el camastro,
el nuestro era un cuarto,
 las paredes  dos libreros,
y  los libros te cuidaban
 del frío,

había un pisapapeles de caballo,
 dulce mármol de marfil,
rasgado hasta su muerte
que fue trofeo,
de tener no más que juegos,
en la alfombra y los libreros.

ahora lo recuerdo:
el hueco donde el modular,
era el pasaje secreto a nuestro cuarto,
que era oscuro pero cálido,
quizá por ello,
 en los sitios oscuros hallo
la temperatura exacta.


había un escudo de madera,
y ese fue un invierno frío,
pero esos libros
me salvaron de la neumonía.

el viento que no muere de frío,
solo muere con el tiempo,
el presente eterno,
en el que se queda a descansar,
de los pesados futuros,
de los pasados pesados.

de los pesos muertos
 que se cargan en la espalda.


 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...