miércoles, 4 de enero de 2012

suspiro,

encuentro la nostalgia como un nudo,
          que se va acurrucando,
  de los píes a la nuca,

    pierdo el hilo,
  y cada conversación,
me trae olores de recuerdos,


             disocio,
 pero hay pocas tangentes,
        muchas palabras,
         poco sentido.

 pongo mi mano en la barbilla,
              suspiro,
mientras escucho lo que no me importa,
y mi egoísmo me estanca con migajas,
         y destrozo mis ritos,
              en concreto,
         como algodón de azúcar.


repaso cada día que queda en mi recuerdo,
             y llevo días recordando,
                    en la balanza,
es difícil poner contrapesos que no ahorquen,

así que suspiro el humo,
veo las estrellas,
me aíslo,
en la ciudad turbulenta,
donde queda poco por  decir.


no hay más sueños de opio,
y el delirium tremens,
los ojos abiertos de un muerto,
cubierto, de alcohol y una sabana,
me escupen verdades en la cara,
sin un absoluto,
disfruto tenuemente este suspiro,


25, como los cigarros...







miércoles, 21 de diciembre de 2011

... 5


se cayó el azul del cielo,
el cuerno de unicornio,
las alas del Grifo,
la imaginación peculiar...
aunque hoy tengo menos miedo,
y muy pocas y añadidas historias,
extraño ser el ser extraño que hablaba,
"solo"...

no hay gatos muertos en la alfombra,
y los cocodrilos no nadan entre las cobijas,
ni el sudor frío,
ni las manos descarnándose,
los  electrocardiogramas  de mis pesadillas
ya no se tocan,
y el ruido que producían solo es un eco,
hay pocas vertientes en el mar,
y sé,
que puedo bañarme dos veces en el mismo río
de mi linaje,
que es un sedimento inmundo,
que niego rotundo.

tengo un caparazón de espinas,
cuando beso la calle de durmientes,
y a veces,
solo a veces,
dejo de respirar concientemente...

se calló el sonido de mi boca,
la que nunca emite ni un murmullo.

se esfumo la brisa,
y las ganas,
los sueños siguen siendo sueños,
y las rocas siguen siendo rocas,

yo cada día sé menos quien soy,
o si alguna vez tuvo importancia,
ocultar las manos
cicatrices,
elegancia,
de un turbio eco entre las copas...


Ojo de viento, en el iris una pluma de electricidad...

martes, 20 de diciembre de 2011

pre datas

me gusta morir en cada cruce de caminos,
ir olvidando trozos de mi en cada sitio,
caer en cada gota,

pero no,
y no muevo el infinito con un dedo,
y la pasión termina en desidia,
de un sueño apagado,

pero es cómodo,
y me acomodo en la almohada
y veo el mundo como anda,
y veo mis pies con la raíz más pura
sin dolor,
sin amargura,
pero con preguntas,
que no tienen sentido,

al final
 y en principio,
solo ver su risa, su juego,
su docta facilidad para enseñarme,
a jugar de nuevo,
entre patos y coches,
tocar el suelo desnudo,
 usar la misma boina,
andar en la calle,
reir,
soñar con nuevos bríos,
viajar con nuevos ojos,
ser de nuevo un crío,
y verme,
como nuevo compañero.

y muero de pánico,
y me aterra,
y me asusta tanto,
que el miedo me deje,
al borde, sin moverme,
sin verme
y caerme,
y dejarme....

no sé que hacer.
no sé que sucede,
hay algo,
indescifrable dentro,
que no alcanzan las letras, ni el tiempo,
ni todo el viento sería capaz de expresar todo,
lo que continen los pulmones,


y la gargante explota en risas,










 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...