martes, 20 de diciembre de 2011

pre datas

me gusta morir en cada cruce de caminos,
ir olvidando trozos de mi en cada sitio,
caer en cada gota,

pero no,
y no muevo el infinito con un dedo,
y la pasión termina en desidia,
de un sueño apagado,

pero es cómodo,
y me acomodo en la almohada
y veo el mundo como anda,
y veo mis pies con la raíz más pura
sin dolor,
sin amargura,
pero con preguntas,
que no tienen sentido,

al final
 y en principio,
solo ver su risa, su juego,
su docta facilidad para enseñarme,
a jugar de nuevo,
entre patos y coches,
tocar el suelo desnudo,
 usar la misma boina,
andar en la calle,
reir,
soñar con nuevos bríos,
viajar con nuevos ojos,
ser de nuevo un crío,
y verme,
como nuevo compañero.

y muero de pánico,
y me aterra,
y me asusta tanto,
que el miedo me deje,
al borde, sin moverme,
sin verme
y caerme,
y dejarme....

no sé que hacer.
no sé que sucede,
hay algo,
indescifrable dentro,
que no alcanzan las letras, ni el tiempo,
ni todo el viento sería capaz de expresar todo,
lo que continen los pulmones,


y la gargante explota en risas,










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