lunes, 27 de mayo de 2024

cartas

la rama rígida se quiebra en el invierno.


los días son así, tengo la casa limpia, la bici recién lavada, los dientes amarillos y media caja de cigarros, menos.


hace tiempo te advertí un poco sobre porqué las personas nos tachan de rebeldes, a veces sé que igual que yo puedes percibir las cosas con las que no estás de acuerdo, y por desgracia esa actitud es acusada de rebeldía, de no ajustarse a la norma, y es frustrante el no poder hacer nada para incidir en cosas que a leguas se perciben como muy jodidas, a mi me sirvió la fotografía, al menos para mostrar un poco de ello, y la escritura para pensar que algo de lo que me sensibiliza puede expandirse a otras personas.  hoy he aprendido que a veces lo único que uno puede hacer es solo hacer, con fe, lo que nos corresponde. los días han cambiado, las tradiciones mutan, y sé que lo único constante es el cambio, al final o en principio las búsquedas que van sucediendo una a otra, las exploraciones, qué sería del ser humano sin la búsqueda de su individualidad, de expresarse, de encontrarse, perderse... han acontecido muchas cosas éstos meses, y es lo que te puedo contar, acotar, en lo importante,  expuse una fotografía en una colectiva de fotografía, apoyé a la banda del rancho a sofocar el fuego del bosque, tu hermana se cayó de frente, estuvo en el hospital, he andado poco en bici, he hecho poco ejercicio, tengo una tos desde el humo, he empezado un intercambio epistolar con tu abuela, casi no he tomado la cámara, he escrito poco, hemos escuchado mucho rock, fuimos de viaje, compartimos un insomnio, un columpio, arena, luciérnagas y luces. sabes, mucho tiempo busqué apoyar causas que consideré importantes y que en realidad lo son, tu sabes, varios años en periodismo, habrá tiempo para charlar de ello, mi mente falla, cómo una falla tectónica del alma, y al alba buscaré escribirte más seguido, vivir solo no ha sido fácil, pero me ha ayudado el tener gusto por la limpieza, herencia de costumbres de tu abuela. lo cierto es que lo importante regresó a su lugar, tu, kai y tu abuela.. cargó a kai cómo te cargué a ti, íbamos a los lagos, y de regreso a tu casa me decías, me duelen las piernitas, y te llevaba, con el equipo, sudado, te me dormías en el hombro, me gustó mucho eso, yo te cargaba y tu no me dejabas caer, gracias a momentos y metáforas así es que sigo sobrio, ahora te puedo decir que he vivido cosas más fuertes estando limpio que cuando solía beber o drogarme, cumplí un año más sin consumo, 15? 16? 17? no sé, he dejado de contar el tiempo, porque no estoy en una cárcel, me encuentro en la búsqueda de mi tranquilidad, y cada vez la hallo más, aunque en la soledad de la montaña a veces me entristecen algunos sueños rotos. alguna vez me dijeron, "cuando no tengas visión debes tener tacto" "sé como la palmera en la tormenta, que se dobla, pero no se vence" "un ciego si puede guiar a otro ciego" hoy llegó tu sudadera de los Arctic Monkeys, antier te mandé la de Nirvana, y te noto y me percibo en la pasión de las cosas que te gustan, sé que tienes un carácter diferente al mío, que mutará eventualmente, noto que eres ocurrente, sarcástico, que valoras la creatividad del lenguaje y me gusta pensarte con tu guitarra con la que recién empiezas, me gustaría escucharte un día, y prometo no aplaudir cómo el padre que celebra la primera ida al baño de sus crías, pero no me pidas que no me sienta orgulloso de ti.
ha habido mucho rock, me has puesto a buscar en mi acervo las cosas a los gustos recientes, me gustaría que fuésemos a algún concierto. no sé adónde te llevará la vida, o a mi, tengo pocas certezas en la vida, pero a ellas me he entregado cada que existen, las películas, algunas acertadas, otras pues, no tanto. antes las cosas solían ser más simples y yo más complicado, a veces prendo velas a mis muertos, sólo sé que la forma de honrarles es viviendo por ellos, por ellas, los ojos de mi abuela, los de mi madre, habitan en mi, tu decides que llevar en los ojos, tomar tus motores, comulgar con tus ideales, y decidir qué batallas son las que vale la pena luchar, decidir, seguir, reafirmarte o desecharte, porque la vida asciende y algún día nos trasciende, y se trata de hacer las cosas que nos hagan sentir satisfechos, contentos, plenos, en éste lugar efímero, en éste cuerpo que habitamos, aunque no lo enfrentamos a diario, sabemos que un día morimos, pero recuerda, que en realidad eso pasa en solo un día, tenemos cada oportunidad del amanecer, un renacer. a veces me gustaría tener más que playeras o palabras por legarte, más que mis ojos, más que mis pocos saberes que trato de resumirte en respuestas que me costó en años llegar a ellas, pero que son mis compartires, para que tu te formules las tuyas. tus preguntas, tus respuestas... te dejo una cápsula de nuevo, para decirte que te amo, porque te amo.

tu padre viento.





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